Lynsey Stevens - Volver a tus Brazos

Здесь есть возможность читать онлайн «Lynsey Stevens - Volver a tus Brazos» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Volver a tus Brazos: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Volver a tus Brazos»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Shea había quedado devastada cuando su amor de juventud la había abandonado para seguir su carrera. Alex Finlay había sido toda su vida, ¿Cómo podía culparla de haberse refugiado en su primo en busca de consuelo?
Durante diez años, el pensamiento de que Shea se había casado con otro había acosado a Alex. Ahora volvía, rico y con éxito, para reunirse con la viuda. Nada parecía interponerse entre ellos excepto el secreto de Shea: Alex era el verdadero padre de su hijo.
Cuando descubrió la verdad, Alex quiso formar una familia con Shea. Sólo había una cosa que se lo impedía: no podía dejar de pensar en ella como la mujer de su primo.

Volver a tus Brazos — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Volver a tus Brazos», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Él la miró fijamente como intentado averiguar la verdad.

– Y sea lo que sea, creo que podrías esperar a que Norah…

Se le apagó la voz cuando él dio dos pasos en su dirección.

El fuego rabioso de sus ojos la mantuvo inmovilizada.

– ¿Estabas embarazada de mi hijo y no me lo dijiste?

– Alex, esto es ridículo. Puedo explicarte…

– ¡Explicar! ¡Vaya lo que tengo que oír!

– Supongo que escuchaste a Norah. La habían sedado. No sabía lo que estaba diciendo. No sé por qué…

– No más mentiras, Shea -Alex levantó la mano-. Norah dijo la verdad. Lo puedo ver en tus ojos así que responde sólo a mi pregunta. ¿Por qué no me dijiste que esperabas un hijo mío?

Shea se sentía como si los latidos la fueran a ahogar y tragó saliva de forma compulsiva.

– Te olvidas, Alex, de que decidiste que nos separáramos por una temporada. Tú te fuiste a vivir tu vida. Sólo por unos años, dijiste. Yo no podía esperar tanto tiempo. ¿Qué se suponía que podía decirte?

– ¿Qué te parece la verdad? ¡Dios mío! ¿Crees que te hubiera dejado si lo hubiera sabido?

Shea se encogió de hombros.

– Nunca lo sabremos, ¿verdad? Pero creo que todo salió de la mejor forma…

– ¿De la mejor? ¿De la mejor para quién?

– Para todos nosotros.

– ¿Todos quieres decir tú y Jamie? ¿O sólo tú?

– No, quiero decir que resolvió todos nuestros problemas. Tú conseguiste lo que querías sin que yo te hiciera sentir alguna obligación hacia mí. Yo tuve un padre para mi hijo y Jamie, bueno, Jamie me amaba y…

Se encogió de hombros.

– ¿Sabes que me está poniendo enfermo escuchar todo esto? ¿Escuchar lo mucho que te amaba Jamie? -Alex se pasó una mano temblorosa por el pelo e inspiró para tranquilizarse-. Y ahora quieres asegurarte de que yo siga sufriendo diciéndome que dejaste que criara a mi hijo.

– Nadie podría haberlo hecho mejor que Jamie.

– ¿Crees que eso no lo sé? ¿Y crees que eso lo hace más fácil de soportar? -la miró con ardiente intensidad-. Sabes, imaginarte a ti y a Jamie juntos, bueno creí que era el mayor dolor que tendría que soportar en la vida. Pero estaba equivocado.

– Alex, por favor, no…

Shea sacudió la cabeza y se apartó de él para poner espacio entre ellos. Tenía los ojos velados por las lágrimas y, despacio, se dio la vuelta para volver a mirarlo.

– Ya sé que quieres… -tragó saliva-. Ya sé que quieres hablar de esto, Alex. Y lo haré. Pero ahora no. Después de la operación de Norah. ¿Podemos dejarlo hasta entonces?

Alex se pasó la mano por el mentón. Parecía no haberse afeitado. Shea se retiró con nerviosismo un mechón detrás de la oreja.

– Puedo entender que quieras saber…

– Muy comprensivo por tu parte, Shea -la interrumpió con sarcasmo.

– Pero el momento no podría ser peor. Los dos estamos preocupados por Norah y…

– Norah quería que habláramos de ello, si no recuerdas mal -explotó Alex con furia.

– Por favor, Alex. Necesito tiempo. Nunca…

– No pensabas decírmelo nunca, ¿verdad Shea?

Ella apartó la vista para no ver el dolor en sus ojos.

– Yo… -Shea sacudió la cabeza ligeramente-. Sinceramente no lo sé -dijo con suavidad.

Alex cruzó la habitación, se quedó de pie a espaldas de ella y se frotó distraído los músculos del cuello. Entonces se dio la vuelta hacia ella con la cara rígida.

– Bueno, hay una cosa que sí sé, Shea. Quiero a mi hijo.

Capítulo 10

– ¿QUÉ… QUÉ quieres decir?

– Quiero decir que me he perdido diez años de su vida. Y no pienso perder ninguno más.

– ¿Vas a intentar separar a Niall de mí? Alex, no harías eso -Shea alzó la barbilla-. No te dejaré. No podrás. De todas formas, ningún tribunal lo permitiría. Yo…

– ¿Crees eso de mí? ¿Que usaría los tribunales para quitarte a Niall?

Alex maldijo entre dientes.

– Bueno, has dicho…

– Quería decir que quiero conocer a Niall -le aclaró él-. Quiero formar parte de su vida y quiero contribuir a su crianza.

– Yo puedo proveerle de todo. No soy exactamente pobre. El negocio me va bien…

– El dinero no tiene nada que ver con ello.

– Entonces, ¿qué quieres decir?

– Que quiero formar parte de su vida -extendió la mano con gesto de exasperación-. ¿Es eso tan difícil de entender, Shea?

– Ahora mismo no puedo soportar más esto, Alex. ¿Podrías por favor dejarme hasta que… al menos hasta después de la operación de Norah?

– Ya lo hemos dejado durante once años.

– Son demasiadas emociones para que yo pueda aguantarlas en este momento. ¿Tanto importarían unas pocas horas más?

– Supongo que no -accedió él con evidente desgana-. Desde luego, admito que este no es el mejor momento para mantener esta conversación. Pero, ¿cuándo será?

Alex cruzó la habitación para quedarse delante del único cuadro de la sala.

– Nunca sospeché ni por un instante que Niall fuera hijo mío. Jamie me dijo que lo habías pasado mal, que había sido prematuro. Y le creí -se dio la vuelta hacia ella de nuevo-. He perdido diez años de la vida de mi hijo.

– Alex, por favor…

Alex maldijo de nuevo y se dio la vuelta.

– Tienes razón. No es el momento, pero no puedo ser racional con respecto a esto. Si es que alguna vez lo he sido.

– Como ya te he dicho antes, hice lo que creí más apropiado en aquel momento. Eso ya no puedo cambiarlo.

– Eso es cierto -dijo él con un suspiro-. No recuerdo que Norah tuviera problemas con su vesícula -dijo todavía de espaldas a ella.

El cambio tan brusco de tema la desconcertó casi tanto como la imagen de su fuerte espalda marcada contra la fina seda de la camisa.

– Lleva teniendo cólicos cada vez con más frecuencia desde hace algunos años. Ya tenía cita para que la operaran dentro de un par de meses, pero la situación se ha escapado de las manos. No puedo dejar de preocuparme. Norah no es joven y…

Alex se había dado la vuelta.

– Simplemente no puedo -Shea tragó saliva-. No puedo imaginarme la vida sin ella, eso es todo. Siempre ha estado ahí para Niall y para mí.

En ese momento, se abrió la puerta y la misma enfermera de antes asomó la cabeza.

– Vaya, aquí estás, Shea -entonces entró y se enteró de que Alex estaba también en la sala-. ¡Vaya! Alex Finlay -sonrió con brillantez-. Había oído que has vuelto a Byron.

– ¿Cómo esta Norah? -preguntó con rapidez Shea.

La enfermera se dio la vuelta con evidente desgana.

– Está fuera del quirófano en la UCI. La operación ha salido muy bien, pero no estará consciente hasta dentro de unas horas -echó un vistazo a su reloj-. ¿Por qué no os vais a casa a cenar algo y volvéis hacia las siete y media?

– ¿Estás segura de que está bien?

– Por supuesto que sí. Ahora deja de preocuparte, Shea. Vamos -abrió la puerta para ellos-. Podéis pasar a verla aunque ella no se enterará de que habéis estado. Después, podrás pedirle a Alex que te lleve a casa.

– He traído mi coche -se rebeló Shea mientras salían al pasillo.

Entraron en la sala de puntillas, pero Norah, como había dicho la enfermera, estaba totalmente dormida.

A Shea le dio un vuelco el corazón. Le apretó la mano a Norah y sintió una fuerte necesidad de decirle lo mucho que agradecía que le hubiera dado un hogar, que la hubiera querido como a una hija y que la hubiera apoyado tanto después de la muerte de Jamie. Las lágrimas le afloraron a los ojos y una de ellas se derramó por su mejilla. Y sabía que no estaba llorando sólo por Norah.

La enfermera le pasó un pañuelo de papel.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Volver a tus Brazos»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Volver a tus Brazos» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Volver a tus Brazos»

Обсуждение, отзывы о книге «Volver a tus Brazos» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x