Liz Fielding - El Milagro del Amor

Здесь есть возможность читать онлайн «Liz Fielding - El Milagro del Amor» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El Milagro del Amor: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Milagro del Amor»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Sabía que podía hacer que aquella valiente mujer volviera a creer en el amor… y se casara con él
A Matilda Lang la aterró darse cuenta de que se estaba enamorando del banquero neoyorquino Sebastian Wolseley. Hacía tres años que un accidente la había dejado en silla de ruedas y Sebastian era el hombre perfecto para romperle el corazón…
Sebastian era compasivo, sexy y, lo más importante, la trataba como si fuera una mujer deseable. Pero haría falta un milagro para que Matty pusiera en peligro su corazón después de todo lo que había pasado…

El Milagro del Amor — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Milagro del Amor», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Quién es Grafton?

Bea se encogió de hombros.

– Papá es un tanto anticuado. Siempre llama a Seb por su título y mi hermanito se sube por las paredes.

– ¿Has hablado de un título?

– ¿No te lo ha dicho?

– Parece que no. Pero no te preocupes, lo hará -respondió Matty, con una de sus características sonrisas.

La carretera estaba atestada de vehículos con gente que intentaba escapar a la playa durante el fin de semana.

Cuando Sebastian finalmente llegó a la fiesta supo que sería demasiado tarde para hacer algo más que recoger los fragmentos. Había que intentar convencer a Matty de que el asunto no tenía importancia.

Ya había perdido a una mujer a causa de un título nobiliario que él no deseaba. Debió habérselo contado cuando le habló de Helena. Había tenido la intención de contárselo, pero cuando estaba a punto de hacerlo ese día, apareció Josh junto al coche.

Sabía que con Matty las cosas funcionaban diciendo la verdad. Toda la verdad.

Sebastian la vio mucho antes de que ella lo viera a él. Matty estaba haciendo el boceto de una niña rubia. Mientras su mano trabajaba rápidamente, no dejaba de charlar con ella y la pequeña reía encantada. Y al entregar la pintura acabada a la feliz madre fue cuando lo vio.

– En media hora más voy a tomar un descanso -le dijo mientras otro pequeño se sentaba en el taburete-. ¿Por qué no consigues unos bocadillos y hacemos un pequeño picnic? -sugirió con una suave sonrisa que engañó a los curiosos, pero no a Sebastian.

– Estaré en el lago.

Sebastian se sentó en un banco no lejos de un par de niños que jugaban a la orilla del agua.

Tras lo que le pareció una eternidad, Matty detuvo la silla junto a él.

– Te he contado todo -empezó de inmediato, con suma frialdad-. Cosas mías que ni siquiera Fran las sabe. A nadie le conté el detalle del teléfono móvil en el momento del accidente… -Matty se detuvo y lo miró con los ojos cargados de lágrimas iracundas.

– Matty…

– Te abrí mi corazón.

De repente, Sebastian supo cómo hacer para que lo escuchara.

– ¿Por qué?

– ¿Por qué, qué?

– ¿Por qué me lo contaste? -preguntó secamente, porque sabía que la amabilidad no daría resultado en ese momento-. ¿Qué había en mí que te impulsó a desnudarme tu alma? Dímelo.

– ¿Y eso importa?

– Claro que importa, porque de lo contrario no lo habrías mencionado. Me contaste cómo ocurrió el accidente con la esperanza de que me alejara de ti.

– ¡No!

– ¡Admítelo! Querías que pensara mal de ti, igual que tú haces.

– ¡Bastardo! No me dijiste nada. Antes de conocerte, sólo sabía que eras un pez gordo de la banca de Nueva York. Y eso es todo lo que sé ahora.

– ¿De veras? -preguntó mientras le tomaba la mano, que ella trató de liberar sin éxito-. Sabes que no es cierto. No, Matty, así no funcionan las cosas entre nosotros, ahora ni nunca. Por tanto, te ruego que no conviertas esto en un gran drama para evitar enfrentarte a la aterradora decisión acerca de nuestro futuro culpándome por algo que no es tan importante.

– Yo…

– ¿O quieres volver a la seguridad de tu pequeño apartamento en el jardín viajando dos veces por semana a la piscina local? -la interrumpió, sin misericordia-. ¿Quieres pasar el resto de tu vida echando un tiento verbal a los hombres que rondan cerca de tu silla de ruedas? Son lances que te asustan demasiado como para pasar a la etapa siguiente, ¿verdad? ¿Eres una sirena o un ratón?

Matty intentó hablar, pero su boca se negaba a hacerlo.

– Yo… -alcanzó a murmurar finalmente, antes de que Sebastian volviera a interrumpirla.

– Te amo, Matty. Eres una mujer maravillosa y fuerte y quiero pasar el resto de mi vida descubriéndote. Quiero que seas mi esposa.

– No puedes -replicó, con las lágrimas corriendo por sus mejillas-. Vas a ser conde. Vas a desear tener hijos.

– No. Puedo hacer cualquier cosa con un título nobiliario, menos rechazarlo. Pero puedo rechazar el condado. No quiero tener hijos obligados a perpetuar un sistema jerárquico anticuado, Matty -dijo de rodillas ante ella-. Escúchame. Sólo te quiero a ti.

– ¿Por qué no me dijiste lo de tu título nobiliario? -le preguntó Matty.

– Vete, Sebastian -se oyó una voz junto a ellos. Al levantar la vista, Sebastian descubrió que era su madre-. Quiero hablar con Matty.

– Puedo arreglármelas solo -replicó el hijo, fríamente.

– Lo sé, pero esto te lo debo. Déjame ayudarte. Por favor -urgió con una mirada implorante.

Sebastian llevó la mano de Matty a sus labios y, tras vocalizar un silencioso «Te quiero», se puso de pie y se alejó.

– ¿Puedo sentarme, Matty? -preguntó ella. A Matty no le pareció cortés recordarle que era su banco y que podía hacer todo lo que quisiera en su propiedad, así que se limitó a asentir-. Gracias -dijo la madre antes de guardar silencio un instante-. El mismo Sebastian debería haberte dicho esto, pero sé que no lo hará -prosiguió, finalmente-. Me desprecia, pero nunca me traicionaría. Esa cualidad la heredó de mi marido. El honor, el deber.

– Es cierto -convino Matty, sin saber de qué hablaba la mujer.

– Ya que Sebastian no me habla si puede evitarlo, me he enterado por mis hijas que está enamorado de ti. De hecho, acabo de ver que sus labios te lo decían. Ésa es la razón que me lleva a confiarte lo que él no hará. Sebastian no es el legítimo heredero de mi marido. En el pasado tuve una aventura sentimental. Mi matrimonio pasaba por malos momentos y busqué alivio en alguien que conocía desde mucho tiempo atrás. No me estoy justificando, pero quiero que sepas que me desprecio a mí misma por haber sido tan débil. Mi único consuelo fue Sebastian.

– Él es… -balbuceó Matty, aturdida-. Pero se parecen tanto… George. George era el padre de Sebastian, ¿verdad?

– Veo que has oído hablar de él. Era primo de mi marido y eran tan parecidos que parecían mellizos. Y en cuanto al temperamento, absolutamente diferentes.

– ¿Su marido lo sabe?

– Sí. Una de las niñas enfermó de paperas y se la contagió al padre. Así fue como acabaron sus sueños de tener un heredero, muchos años antes de que Sebastian viniera al mundo. Tal era su deseo de un hijo varón que estuvo muy agradecido a George por el favor que le había hecho. Por lo demás, es un secreto que se ha mantenido dentro de la familia. Parece que Sebastian ha heredado lo mejor de ambos. El encanto y temperamento artístico de George y, del hombre que lo educó como un hijo propio, el sentido del honor y lealtad hasta la muerte.

– ¿Y Helena?

– ¿Esa ramera? Cuando se enteró de que Sebastian verdaderamente no quería aceptar el título nobiliario, se mostró tal como realmente era. Mi hijo me pidió que le dijera por qué se negaba a aceptarlo.

– ¿Y usted rehusó hacerlo?

– Si un título importa más que un hombre… -dijo mientras movía la cabeza de un lado a otro-. Naturalmente que Sebastian no lo vio de esa manera. El amor es ciego -declaró al tiempo que tomaba la mano de Matty entre las suyas-. Ve con él, Matty. Hazlo feliz. Lo merece -dijo antes de levantarse y besarla en la mejilla-. Intenta persuadirlo para que venga a casa en Navidad. Lo echo mucho de menos. ¿Quieres que le diga que se acerque?

– No, gracias, necesito estar un rato a solas.

Pero el caso fue que no tuvo tiempo para reflexionar.

Uno de los niños que jugaba a la orilla del lago perdió el equilibrio y se hundió en el agua. Sin detenerse a pensar, Matty quitó el freno a la silla, que se precipitó a la orilla, y entonces se lanzó al agua. Alcanzó a agarrar al pequeño cuando se hundía en las turbias ciénagas del fondo y lo sacó a la superficie.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Milagro del Amor»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Milagro del Amor» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Liz Fielding - The Bride's Baby
Liz Fielding
Liz Fielding - Sombra del pasado
Liz Fielding
Liz Fielding - Orgullo y amor
Liz Fielding
Liz Fielding - La traición
Liz Fielding
Liz Fielding - La Rosa del Desierto
Liz Fielding
Liz Fielding - Huyendo del destino
Liz Fielding
Liz Fielding - Ganar el Amor
Liz Fielding
Liz Fielding - El Amor Secreto
Liz Fielding
Liz Fielding - Amores Olvidados
Liz Fielding
Liz Fielding - Amor vagabundo
Liz Fielding
Liz Fielding - His Runaway Bride
Liz Fielding
Отзывы о книге «El Milagro del Amor»

Обсуждение, отзывы о книге «El Milagro del Amor» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x