• Пожаловаться

Jennifer Greene: Ola de Calor

Здесь есть возможность читать онлайн «Jennifer Greene: Ola de Calor» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Современные любовные романы / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Jennifer Greene Ola de Calor

Ola de Calor: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Ola de Calor»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Para Mick, era perfecta: inteligente, atractiva, apasionada. Desde el momento en que entró en su vida, sólo tuvo ojos para ella. Kat era un mujer preparada para el amor, pero había una parte de ella que no podía alcanzar… El conocer a Mick era lo más maravillosos que le hubiera sucedido. Pero comprendía que las mujeres como ella no podían pensar en el matrimonio. Y a pesar de que lo amaba, Kat sabía que cuando le dijera la verdad, lo perdería para siempre.

Jennifer Greene: другие книги автора


Кто написал Ola de Calor? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Ola de Calor — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Ola de Calor», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Ahora puedes estar segura de que puedo atender la tienda muy bien si algún día quieres irte más temprano.

– No quiero irme temprano.

– Vaya. Pareces irritable. Por lo visto el calor nos está afectando a todos -observó su ayudante con voz apacible, y se fue.

Kat volvió a conectar el teléfono y se pasó la siguiente hora revisando el montón de recibos y pedidos. Se dijo que Georgia tenía razón. La ola de calor era el problema. No había llovido en varias semanas. Una persona no podía pensar con claridad con ese calor. No podía uno evadirlo, ignorarlo, apartarlo de su mente.

"Es un buen hombre, Kathryn. Un hombre especial. Y te gusta", se dijo.

Cuando el lápiz se rompió entre sus dedos, tomo otro. Sí, le gustaba. Era muy amable. Tenía sentido del humor, era natural y espontáneo y además un buen padre. Exudaba cariño cada vez que hablaba de sus hijas. Trataba con mucho afán de ser un buen padre. Era lo bastante humano para reconocer sus errores.

Y hacía palpitar el corazón de Kat como ningún otro hombre lo había conseguido antes.

El papel que tenía delante de los ojos le pareció borroso. Renunció a tratar de concentrarse y se apretó con fuerza las sienes. La palabra frígida acudió a su mente. Una mujer podía ser frígida de diversas maneras. Podía no sentir deseo. Podía estar tan llena de inhibiciones que no alcanzara el clímax. O, por cualquier otra razón, podía tener miedo de entregarse al placer.

Aunque la etiqueta de frígida no se aplicaba con exactitud a Kat. Nunca había temido a los hombres, ni al sexo. Cuando estaba con el hombre adecuado se excitaba con facilidad. Deseaba y necesitaba ser querida, no sólo físicamente, y sabía que su cuerpo era capaz de llegar al orgasmo.

Pero el caso era que esa experiencia con un hombre le causaba dolor. Dolor físico. Y no quería someter nunca más a un hombre al engorro de romper el encanto de su relación con sus gemidos de dolor.

El teléfono sonó. Lo dejó sonar.

Kat no era ninguna ingenua. Mick no habría ido allí si no estuviera interesado… y ella también lo estaba. Mick se había volcado demasiado tiempo en su trabajo. Por más que hubiera querido a June, debía comprender que todavía estaba vivo, que tenía sentimientos y necesidades que debía satisfacer.

Pero no era ella la mujer que lo haría feliz, se dijo Kat con resignación. No tenía más alternativa que evitar enamorarse de él.

El sábado a las dos. Kat cerró la puerta y bajó los escalones con su enorme bolso en una mano y una lista en la otra. Se dirigió a la casa de Mick en el momento en el que Angie cerraba la puerta de atrás.

– ¿Has traído las llaves del coche de tu padre, querida? -preguntó Kat con alegría.

– Las tiene Noel.

Kat levantó la vista de la lista que llevaba en la mano, un poco desconcertada por el tono abatido de la chica al principio, y después por la expresión desolada que vio en sus ojos.

– ¿Qué pasa? ¿Pasa algo malo?

– Todo. Este será sin duda el peor día de mi vida.

– Creí que tenías muchas ganas de ir de compras conmigo. No tenemos que hacerlo si no quieres.

– Sí, sí quiero. Pero yo deseaba ir sólo contigo. Ahora no podremos ir a comprar lo-que-tú-ya-sabes. Por favor, ni lo vayas a mencionar.

– Angie…

Noel las interrumpió cuando bajaba los escalones del porche. Estaba vestida como siempre, de forma estrafalaria y llamativa y llevaba toneladas de rimel. Tenía las llaves del coche de Mick en la mano. Le bastó con mirarla a la cara para ver que estaba tan irritada como su hermana.

– El va a venir. Tenemos que esperarlo -dijo Noel con resignación.

– ¿Quién? -Kat estaba desconcertada.

– Papá.

– ¿Pero, por qué va a venir con nosotros tu padre?

– Porque dice que se siente culpable si no nos acompaña -Noel hizo una mueca graciosa, luego suspiró-. Eso es lo que piensa. Cree que tiene que ir con nosotras. Dice que ya es hora de que aprenda algo sobre ropa y cosas de chicas. Dice que no nos preocupemos porque no dirá una palabra. Sólo nos seguirá en silencio.

Angie lanzó un bufido.

– Kat, ¿no puedes hablar con él? No queremos herir sus sentimientos, pero… ¿no podrías convencerlo de que no venga?

Kat quiso que se la tragara la tierra. Se habría vestido y peinado de otra forma de haber sabido que Mick iría con ellas. Sólo llevaba puestos unos pantalones cortos y una blusa muy ligera; llevaba una coleta y no se había pintado casi. O más bien, si hubiera sabido que Mick iría, ella se habría quedado en casa.

Mick la había estado llamando cada noche, sólo para pedirle consejo sobre sus hijas. Esas llamadas nocturnas y su voz baja, gutural y aterciopelada hacían que se le acelerara el pulso. No había logrado poner fin a esas llamadas, pero eso no significaba que quisiera verlo.

– Creo que soy la menos indicada para decirle a su padre lo que debe hacer -murmuró-. De cualquier manera, creo que estamos exagerando. No será tan terrible.

– Oh, claro que lo será -aseguró Noel-. No has visto a papá en una tienda. No compra nada. Odia ir de compras. Y lo peor de todo es que cree que hace esto para ayudarnos.

– ¿Sabes lo que dijo? -gimió Angie-. Todo el mundo usa ropa interior. Chicos y chicas. Todo el mundo. No hay por qué sentirse avergonzado por ello. ¡Oh, voy a morirme!

La puerta se oyó una tercera vez. Por un momento Mick no pareció ver a sus hijas. Sólo tenía ojos para Kat. Sus ojos azules lo miraron todo: su cola de caballo, el sol que quemaba las piernas desnudas de Kat, su falta de maquillaje, sus pantalones cortos y blancos como la inocencia. La miró de tal forma que ella se sintió muy deseable. Y su sonrisa empeoró las cosas.

Por fin él se puso unas gafas de sol y miró a sus hijas. Con lentitud fue hacia el coche. Llevaba puestos unos pantalones de algodón, y una camisa recién lavada y planchada. Y Kat estaba segura de que hacía un sacrificio al ir con ellas. Sin embargo, exclamó:

– ¡Caramba, toda una tarde de compras! ¡Cómo vamos a divertirnos!

Capítulo 4

A las diez de la noche de ese día, Kat se encontraba en su patio, recostada en una mecedora. Tenía los ojos cerrados, estaba agotada y con los nervios de punta. Se tapaba con un brazo los ojos para protegerse de la luz de la luna. Hacía un calor infernal, pero a ella no le importaba.

Oyó cómo se abría la puerta de atrás de la casa de al lado. No se movió. Ni siquiera al oír el crujido de la madera y cuando un hombre muy fuerte se paró en la valla abrió los ojos.

– Me parece que ha salido bastante bien, ¿verdad?

La voz de su vecino era baja, varonil, muy sensual y tan anhelante como la de un niño ansioso. Kat tardó un momento en reunir fuerzas para hablar.

– Ven aquí, Larson.

Oyó cómo él cerraba la valla.

– Claro que tardé cierto tiempo en entender lo de las tallas, los estilos y todo eso. ¿Por qué tiene que ser tan complicada la ropa femenina? Pero después de eso…

– Siéntate -ella señaló el suelo.

Mick obedeció y se sentó a los pies de su vecina. Iba sin camisa. Suspiró largo tiempo cuando sintió la hierba fresca por el rocío nocturno.

– Tú y yo tenemos que tener una pequeña charla sobre las diferencias entre chicos y chicas -declaró Kat.

– Me parece bien, pero no creo que tardemos mucho. Ya sé que yo tengo una cosilla que tú no tienes.

– Hay diferencias más importantes.

– ¿De verdad?

Kat se inclinó para arrancar hierba y tirársela. Mick no la esquivó y sonrió abiertamente.

– Trata de prestarme atención -dijo Kat-. La verdadera diferencia entre los chicos y las chicas empieza en la puerta de un centro comercial. Cualquier centro comercial.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Ola de Calor»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Ola de Calor» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Lynsey Stevens: Volver a tus Brazos
Volver a tus Brazos
Lynsey Stevens
Liz Fielding: Cena para Dos
Cena para Dos
Liz Fielding
Jennifer Greene: Fuerte como el amor
Fuerte como el amor
Jennifer Greene
Jennifer Greene: Matrimonio por Honor
Matrimonio por Honor
Jennifer Greene
Marion Lennox: El Castillo del Amor
El Castillo del Amor
Marion Lennox
LaVyrle Spencer: Y el Cielo los Bendijo
Y el Cielo los Bendijo
LaVyrle Spencer
Отзывы о книге «Ola de Calor»

Обсуждение, отзывы о книге «Ola de Calor» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.