Jennifer Greene - Ola de Calor

Здесь есть возможность читать онлайн «Jennifer Greene - Ola de Calor» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Ola de Calor: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Ola de Calor»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Para Mick, era perfecta: inteligente, atractiva, apasionada. Desde el momento en que entró en su vida, sólo tuvo ojos para ella. Kat era un mujer preparada para el amor, pero había una parte de ella que no podía alcanzar…
El conocer a Mick era lo más maravillosos que le hubiera sucedido. Pero comprendía que las mujeres como ella no podían pensar en el matrimonio. Y a pesar de que lo amaba, Kat sabía que cuando le dijera la verdad, lo perdería para siempre.

Ola de Calor — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Ola de Calor», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– A mí también me preocupa. De hecho, creo que estoy más asustado que tú. Me asusta iniciar algo -Kat tenía una migaja de galleta en la comisura del labio inferior. Mick se la quitó con el pulgar y observó cómo su vecina se estremecía-. Puesto que los dos sentimos lo mismo, no hay razón para que no seamos sinceros. Ha pasado demasiado tiempo para mí y no tengo prisa por comprometerme en algo de lo que no esté seguro. ¿Piensas lo mismo, más o menos?

– Pues… sí.

– Yo no sabría cómo cortejar a una mujer llevándole flores y esas cosas -Mick clavó la mirada en la garganta de su interlocutora-. Y tengo la impresión de que no es eso lo que esperas. Al menos por ahora. ¿Verdad?

– Así es, Mick, y…

– La atracción que sentimos es especial, pero cualquier atracción es peligrosa si las dos personas no se sienten tranquilas con sus efectos. Los dos podemos tomar la decisión de ignorar esta atracción, ¿no te parece?

La tocó en el hombro con la yema de los dedos y Kat sintió un ligero estremeciendo.

– ¿Kat?

– Claro que podemos ignorarla -convino ella con voz aguda-. ¿Y qué es eso de la atracción, después de todo? Somos ya maduros, ¿no?

– Exacto y además somos vecinos. Eres importante para mis hijas. No quiero hacer nada que altere eso y por eso he sacado esto a colación. Lo último que quisiera es que te sintieras incómoda o nerviosa cuando estés conmigo y pensé que si hablábamos con franqueza…

Kat asintió. Estaba de acuerdo. Bueno, más o menos. Esa conversación debería aliviarla. Mick no iba a presionarla. Quería una amiga para sus hijas y quizá una mujer con la que hablar de manera tranquila y sin complicaciones.

Estaba segura. No había peligro ni corría el riesgo de acabar teniendo una relación íntima con él.

Mick sonrió y se puso de pie. Ella también se levantó, pero de repente sintió que le temblaban las rodillas. Se dijo que después de todo no estaba tranquila.

Con un guiño y una amplia sonrisa, Mick le ofreció la mano.

– ¿Amigos?

Amigos, un cuerno. En el pasado, cada vez que Mick había mencionado la palabra "amigos", ella había terminado metida en un lío. La próxima vez que él empleara esa palabra, ella iba a darle un bofetón. Iba a estrangularlo. Iba a…

– Ya no hay nada más que guardar, Kat. Noel ya está en la playa. Yo voy para allí también -la voz de Angie interrumpió su reflexión.

– Está bien, querida -dijo Kat en tono alegre.

– ¿Estás segura de que no me necesitas para nada más?

– No, preciosa. Gracias.

Cuando Angie se fue, Kat sacó diez barras de pan y las puso en la mesa de la cocina. Sólo Dios sabía para qué había comprado Mick diez barras de pan…, pero, en último caso, sólo Dios sabía qué estaba haciendo Kat en esa cabaña de Hunting Island.

No podía ver el mar desde la ventana de la cocina, pero estaba tan cerca que podía oír las olas y sentir la brisa salada. La cabaña de Mick estaba detrás de una duna en un bosque de palmeras y enormes pinos.

Dentro, el sol entraba por una ventana y se proyectaba sobre las paredes y el suelo. La cabaña sólo tenía cuatro habitaciones. Dos eran dormitorios, cada uno con dos literas. La chimenea era bastante grande como para asar un elefante y el armario estaba lleno de artículos de deporte y de pesca.

Kat sacó los trozos de carne de otra bolsa y se maldijo por permitir que Mick la hubiera convencido para ir con ellos allí ese fin de semana. Para persuadirla le había dicho que necesitaba su ayuda para encargarse de las chicas.

Kat ya se había dejado convencer antes con ese pretexto. Diez días antes, la había engatusado para que fuera con ellos a un picnic al anochecer. Otra tarde calurosa, la había persuadido para ir a dar una vuelta en barca por la bahía de Charleston. Pocas noches antes, Mick se había presentado en la puerta de Kat con una botella de vino, alegando que estaba buscando desesperadamente un lugar donde refugiarse porque Noel había llevado á su casa una nueva cinta de rock.

Todas esas veces había acudido a ella como a una amiga, y ella siempre se había dejado engatusar. Y siempre ese hombre sin escrúpulos había logrado abrazarla con algún pretexto. Nada muy intenso ni acalorado. Siempre empezaba con un pequeño apretón, un beso que era amistoso al principio y luego se volvía más apasionado. Mick siempre se detenía a tiempo, pero de cualquier manera ella siempre se estremecía.

Kat puso un cartón de leche en la mesa. Mick la provocaba a propósito. Estaba consiguiendo que fuera una parte de su vida, de su familia. Kat sabía que no podía serlo, aunque también sabía por qué había dejado que la convenciera para ir con ellos ese fin de semana.

Ese hombre estaba cambiando gracias a ella. Hablaba con sus hijas como no había hablado con ellas desde hacía muchos años. Se tomaba su tiempo para divertirse en lugar de matarse trabajando. Y se reía… después de tantos años de luto.

Kat sacó las papas de la última bolsa. Ella lo había ayudado. De eso estaba segura. No era un delito quererlo. Pero por otra parte sabía que podía resultar herida y sufrir una decepción.

Cada vez que él la abrazaba, ella se olvidaba de su "pequeño problema". Se acordó de su pasado. Había querido a su antiguo prometido, pero nunca se había reído con él como se reía con Mick. Había deseado a Todd, pero nunca con la intensidad con la que deseaba a Mick. Si Mick la llevaba a la cama… ¿no podría ser diferente? ¿No había una posibilidad?

Su corazón le decía: "inténtalo". Su cabeza le gritaba rotundamente: "no seas estúpida, Kathryn". Aunque sólo había conocido a un hombre, lo había conocido muy bien. Todd y ella se querían, él era considerado, tierno, comprensivo, cuidadoso. No lo habían intentando una vez; sino una docena de veces. Y sus intentos siempre acababan con la humillación y el bochorno de los dos al ver que ella sentía dolor.

– ¿Todo va bien?

– Sí, Mick -contestó ella.

Guardó una docena de latas de refrescos en la nevera, se incorporó y miró la última bolsa. No había nada más que guardar, estaba vacía. Igual que su cabeza.

Un húmedo mechón de pelo le hizo cosquillas en la mejilla. Se lo apartó. Tenía que endurecerse. Ayudar a Mick era una cosa, pero propiciar una relación con él era otra. "Es muy fácil, Kathryn. La próxima vez que él trate de besarte piensa en tu problema", se advirtió con vehemencia.

– ¿Qué pasa, holgazana? ¿Cuándo te vas a quitar la ropa?

Vaya una pregunta engorrosa. Kat se dio la vuelta para mirar al hombre que estaba en el umbral. El susodicho tenía los pies llenos de arena, el traje mojado y demasiada musculatura al descubierto. Kat trató de pensar en otra cosa, pero su pulso siguió acelerándose.

Haciendo acopio de toda su fuerza de voluntad. Kat se puso las manos en la cintura y miró a la cara al hombre de ceño adusto.

– ¿Qué ha sido del ingeniero obsesionado con su trabajo que conocí en Charleston? -Mick la asió del brazo y la llevó con suavidad hacia el cuarto de las chicas.

– Lo mismo que va a sucederte a ti: vas a tomar un poco de sol, y a disfrutar del mar y la brisa. En cuanto te quites toda esa ropa y te pongas un traje de baño.

Toda esa ropa consistía en una blusa y unos pantalones cortos.

– No te hagas ilusiones, Larson; siempre llevo trajes de baño conservadores.

– ¿Qué? ¿No llevas bikini?

– No.

– Es una pena.

– Y no hace falta que entres conmigo. Hace años que me pongo el traje de baño sola.

Cuando salió del cuarto, y a pesar de lo recatado de su traje de baño de una pieza, Kat se sentía… como si estuviera desnuda.

Mick podía haber sido discreto, sensible y gentil y no hacer caso del rubor de ella. Pero no.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Ola de Calor»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Ola de Calor» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Jennifer Greene - Ruchome Piaski
Jennifer Greene
Jennifer Greene - Wintergreen
Jennifer Greene
Jennifer Greene - Un regalo sorpresa
Jennifer Greene
Jennifer Greene - Toda una dama
Jennifer Greene
Jennifer Greene - Sunburst
Jennifer Greene
Jennifer Greene - Pink Satin
Jennifer Greene
Jennifer Greene - Man From Tennessee
Jennifer Greene
Jennifer Greene - Dziecko, on i ta trzecia
Jennifer Greene
Richard Castle - Ola De Calor
Richard Castle
Jennifer Greene - Blame It on Chocolate
Jennifer Greene
Jennifer Greene - Lucky
Jennifer Greene
Jennifer Greene - Prince Charming's Child
Jennifer Greene
Отзывы о книге «Ola de Calor»

Обсуждение, отзывы о книге «Ola de Calor» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x