Jaquie D’alessandro. - Placer Y Trabajo

Здесь есть возможность читать онлайн «Jaquie D’alessandro. - Placer Y Trabajo» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Placer Y Trabajo: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Placer Y Trabajo»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

NO SOSPECHABAN QUE TRABAJAR DURANTE LAS VACACIONES PODRÍA SER TAN PLACENTERO
Los ejecutivos de publicidad Matt Davidson y Jilly Taylor tenían dos cosas en común: ambos odiaban perder y se deseaban el uno al otro. Pero ninguno de los dos estaba dispuesto a arriesgar el ascenso por rendirse a la atracción que sentían. No contaban con que su jefe les encargara llevar la misma cuenta… y dormir en el mismo hotel. Aquello estaba al rojo vivo, tanto laboral como sentimentalmente, y pronto se dieron cuenta de que no podían centrarse en el trabajo…

Placer Y Trabajo — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Placer Y Trabajo», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Si estás diciendo la verdad, creo que es evidente lo que ha pasado -dijo Matt.

– Estoy diciendo la verdad. No soy ninguna mentirosa. En cambio, no estoy tan segura de ti.

– Pues créeme. Soy muchas cosas, lo admito. Pero la mentira no se encuentra entre mis defectos.

– Supongo que podría verificar tu historia con una simple llamada telefónica.

– Podrías sin duda, pero casi son las tres de la madrugada. ¿Quieres despertar a Adam a estas horas o prefieres aceptar mi palabra hasta mañana?

Jilly se preciaba de conocer bien a la gente y casi estaba segura de que Matt decía la verdad.

– Está bien, te concederé el beneficio de la duda hasta mañana. Pero la idea de que Adam nos haya enviado a los dos al mismo tiempo…

– Te recuerdo que no sería la primera vez. El verano pasado hizo lo mismo con la campaña de Lone Star Steak. Nos enfrentó a los dos y nos convenció de que uno conseguiría ese contrato.

– Es cierto. Al parecer, pretende repetir la historia. Muy listo, nuestro jefe…

– Sí, no hay duda de ello. Y hasta lo encontraría divertido si no fuera porque soy una de las víctimas y porque no pienso permitir que pase otra vez lo mismo.

– ¿A qué te refieres?

– A que tú te quedaste con aquel proyecto. Pero esta vez seré yo quien triunfe -respondió.

Jillian hizo un gesto de desprecio.

– Bah. Cree lo que quieras creer, pero te va a costar conseguir la campaña de ARC si tienes que pasarte todo el fin de semana explicando a la policía por qué has entrado en mi dormitorio sin permiso.

Matt la miró con cara de pocos amigos.

– Soy un ejecutivo, no un vulgar ladrón. Además, la llave me la han dado en recepción. De hecho, será mejor que llame por teléfono ahora mismo para averiguar qué está pasando aquí.

Matt se sentó en la cama, descolgó el teléfono de la mesita de noche y llamó a recepción.

– Hola, Maggie, soy Matt Davidson y…

Matt le explicó lo que sucedía, pero Jillian no prestó atención a la conversación. Estaba demasiado preocupada por lo que había sentido al verlo allí, ante ella. Su cuerpo la había traicionado, e intentó justificar su excitación con la excusa de que habían pasado muchos meses desde la última vez que había hecho el amor con alguien.

Cuando colgó el aparato, Matt se volvió hacia ella y preguntó:

– ¿Lo has oído?

– Esto… No exactamente. La verdad es que estaba intentando encontrar mi teléfono móvil. ¿Por qué no me lo resumes?

– ¿Quieres primero las buenas o las malas noticias?

– Las buenas.

– Pues me temo que no las hay. La primera mala noticia es que Maxximum Advertising sólo ha reservado dos habitaciones.

– Claro. Una para ti y otra para mí. ¿Cuál es el problema?

– No, ahí te equivocas. Una para Jack Witherspoon y la otra para mí.

– ¿Para ti? -preguntó, verdaderamente enfadada-. Por si no te has dado cuenta, yo ya estaba aquí cuando has llegado. Mi ropa está en el armario, mi cepillo de dientes y mi maquillaje están en el cuarto de baño y yo estaba en la cama, así que esta es mi habitación se mire por donde se mire. Te sugiero que te vistas y te marches ahora mismo.

Matt sonrió, aunque sus ojos la miraron con seriedad.

– Me encantaría hacerlo, créeme. La segunda mala noticia es que el resto de las habitaciones están ocupadas. No hay ninguna libre.

– No pretenderás que me crea eso…

Él se encogió de hombros.

– Llama a recepción si no lo crees, aunque si lo piensas un poco no será necesario. Este lugar es bastante pequeño. Dudo que tenga más de una docena de habitaciones.

A pesar de su respuesta, Jilly descolgó el teléfono y llamó a recepción. Una joven muy agradable, llamada Maggie, le confirmó que no había ninguna habitación disponible y que no se quedaría ninguna libre hasta el miércoles de la semana siguiente.

– Maxximum Advertising reservó una suite para tres días a través de la agencia de viajes Surety.

– Comprendo -dijo ella, suponiendo que se refería a la suite de Jack Witherspoon-. ¿Y qué más?

– También reservó una habitación sencilla por el mismo periodo. La reserva se hizo a las diez menos diez de la mañana.

– ¿Sólo una habitación?

– Sí.

Jilly se sintió desfallecer. Le dio las gracias a la recepcionista y colgó.

– ¿Cuándo hablaste con Adam sobre la campaña de Witherspoon? -preguntó ella.

– Ayer por la mañana.

– ¿A qué hora?

– Nos reunimos a las nueve y media.

Aquello lo aclaraba todo, pero no eran buenas noticias para ella. Eso significaba que a las diez menos diez de la mañana ella seguía reunida con su jefe, de modo que la reserva se había hecho, necesariamente, a nombre de Matt.

Él pareció adivinar sus pensamientos.

– Tú te reuniste con Adam después que yo. Y algo me dice que para entonces ya habían reservado esta habitación.

A Jillian le habría gustado negarlo, pero no podía. Era un hecho.

– Es evidente que cometieron un error en la agencia de viajes.

– Desde luego.

– Pero eso no es culpa mía, Matt.

– Ni mía, Jilly.

– Pues yo no pienso marcharme.

– Ni yo.

Se miraron durante un buen rato en silencio, como dos perros que lucharan por el mismo hueso. En aquel momento, el hueso era la habitación; pero a la mañana siguiente, sería la campaña de Jack Witherspoon y la ARC Software. Una campaña a la que ninguno quería renunciar.

Jillian miró por la ventana y vio que estaba nevando; echarlo de la habitación en semejantes circunstancias habría sido inhumano, pero no podía compartir la habitación con él. Sólo había una cama y no era muy grande. Además, no quería compartirla con él porque no estaba segura de ser capaz de controlarse.

– Estoy segura de que habrá un sofá o una cama libre en algún lugar del hotel -dijo ella.

Él arqueó una ceja.

– Ya he preguntado, pero según Maggie no hay ninguna cama libre. Y en cuanto al sofá, hay algunos en el vestíbulo. Pero no pienso dormir allí cuando aquí estaré perfectamente bien.

– La cama ya está ocupada.

– Es suficientemente grande para los dos.

Ella abrió la boca para protestar, pero no pudo porque Matt siguió hablando.

– No te preocupes, no pienso excederme contigo. Además, ni siquiera ronco y no te molestaré. ¿Y tú, roncas?

– No, pero…

– Excelente. En ese caso, no se hable más. Estoy agotado y necesito dormir unas horas. Mañana, cuando nos levantemos, ya arreglaremos el problema de la habitación.

Matt bostezó y ella contempló su magnífica anatomía. Después, él entró en el cuarto de baño y cerró la puerta. Unos segundos después, oyó que abría un grifo.

– ¿Qué estás haciendo? -preguntó ella.

– Cepillándome lo dientes -respondió él.

Matt volvió a salir un par de minutos después. Cuando pasó al lado de Jilly, le dejó un intenso aroma a hombre y a menta.

– Buenas noches, Jilly. Que tengas dulces sueños.

Jillian pensó que aquello era demasiado. No podría dormir, ni mucho menos tener dulces sueños, si se acostaba con aquel hombre.

Sin embargo, lo intentó. Clavó la mirada en el techo e intentó concentrarse en su trabajo y en las ideas que tenía para la nueva campaña. Pero enseguida notó el sonido de su respiración y recordó el contacto de sus manos y los nueve meses, tres semanas y dieciocho días que llevaba sin hacer el amor con nadie.

Llegó a considerar la posibilidad de dormir en una de las sillas. Pero Jilly sabía que despertaría en muy mal estado y no quiso hacerlo. Además, se dijo que si él era capaz de dormir tranquilamente, ella también lo era.

Apagó la luz de su lado de la cama y se situó de lado, tan lejos de él como le fue posible. Y en cuanto estuvo cómoda, suspiró de puro alivio.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Placer Y Trabajo»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Placer Y Trabajo» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Placer Y Trabajo»

Обсуждение, отзывы о книге «Placer Y Trabajo» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x