Cassandra Clare - Ciudad de cenizas

Здесь есть возможность читать онлайн «Cassandra Clare - Ciudad de cenizas» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: sf_fantasy_city, ya, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Ciudad de cenizas: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Ciudad de cenizas»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Clary Fray desearía que su vida volviera a la normalidad. Si pudiera dejar atrás el mundo de los cazadores de sombras, tendría más tiempo para Simon, su mejor amigo, que se está convirtiendo en algo más... Pero el mundo subterráneo que acaba de descubrir no está preparado para dejarla ir; en especial ese apuesto y exasperante Jace. Para complicar las cosas, una ola de asesinatos sacude la ciudad. Clary cree que Valentine está detrás de esas muertes, pero ¿cómo podrá detenerle si Jace parece dispuesto a traicionar todo en lo que cree para ayudar a su padre?
En esta soberbia secuela de Ciudad de Hueso, Cassandra Clare arrastra de nuevo a sus lectores a las siniestras garras del Submundo de Nueva York, donde el amor jamás está a salvo y el poder se convierte en la tentación más letal.

Ciudad de cenizas — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Ciudad de cenizas», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Su madre y la Inquisidora estaban de pie en extremos opuestos del enorme escritorio, como boxeadores enfrentándose en un cuadrilátero. Maryse tenía las mejillas de un rojo intenso y los cabellos desordenados, caídos alrededor del rostro. Isabelle dirigió una veloz mirada a Alec, como para decir: «Quizá no deberíamos haber entrado aquí. Mamá parece furiosa».

Por otra parte, si Maryse parecía enojada, la Inquisidora estaba, sin lugar a dudas, enfurecida. Giró en redondo cuando la puerta de la biblioteca se abrió, con la boca crispada de un modo horrible.

—¿Qué hacéis vosotros dos aquí? —gritó.

—¡Imogen! —exclamó Maryse.

—¡Maryse! —El tono de la Inquisidora se elevó—. Ya os he soportado más que suficiente a ti y a los delincuentes de tus hijos...

—Imogen —repitió Maryse.

Había algo en la voz, una especie de urgencia, que hizo que incluso la Inquisidora se volviera y mirara.

El aire junto al globo terráqueo de latón rielaba igual que el agua, y algo empezaba a tomar forma en él, igual que pintura negra extendida a pinceladas sobre tela blanca, que fue evolucionando hasta convertirse en la figura de un hombre de hombros anchos. La imagen oscilaba, demasiado para que Alec pudiera ver algo más aparte de que el hombre era alto y tenía una mata de pelo muy corto de un color blanco como la sal.

—Valentine.

La Inquisidora parecía sorprendida, se dijo Alec, aunque sin duda debía de haber estado esperándole.

El aire junto al globo terráqueo rieló con más fuerza, e Isabelle lanzó un grito ahogado cuando un hombre surgió del oscilante aire, como si ascendiera a través de capas de agua. El padre de Jace era un hombre imponente, con más de un metro ochenta de estatura, un amplio pecho y brazos fornidos rodeados de músculos fibrosos. La cara era casi triangular, afilándose para terminar en una dura barbilla. Podría habérsele considerado apuesto, pensó Alec, pero era sorprendentemente distinto a Jace y carecía de toda la belleza de su hijo. La empuñadura de una espada resultaba visible justo por encima del hombro izquierdo: la Espada Mortal. No necesitaba ir armado, ya que no estaba presente de un modo corpóreo, así que debía de llevarla para irritar a la Inquisidora. Aunque tampoco era que ésta necesitase que la irritasen más de lo que ya estaba.

—Imogen —saludó Valentine; los oscuros ojos miraron a la Inquisidora con una expresión de satisfecha diversión.

«Eso es Jace de pies a cabeza, esa mirada», pensó Alec.

—Y Maryse, mi Maryse..., ha pasado mucho tiempo.

—No soy tu Maryse, Valentine —dijo ésta con cierta dificultad tragando saliva con fuerza.

—Y estos deben de ser tus hijos —prosiguió Valentine como si ella no hubiese hablado.

Posó los ojos en Isabelle y Alec. Un leve escalofrío recorrió al chico, como si algo le hubiese tirado de los nervios. Las palabras del padre de Jace eran totalmente normales, incluso corteses, pero había algo en su mirada inexpresiva y rapaz que hizo que Alec quisiera colocarse frente a su hermana y ocultarla de la vista de Valentine.

—Son iguales que tú.

—Deja a mis hijos fuera, Valentine —replicó Maryse, esforzándose a todas luces por mantener la voz serena.

—Bueno, eso no me parece muy justo —repuso él—, teniendo en cuenta que tú no has dejado a mi hijo fuera. —Volvió la cabeza hacia la Inquisidora—. Recibí tu mensaje. ¿Es eso lo mejor que puedes hacer?

La mujer no se había movido; pestañeó lentamente, como un lagarto.

—Espero que los términos de mi oferta estuviesen perfectamente claros.

—Mi hijo a cambio de los Instrumentos Mortales. Era eso, ¿correcto? De lo contrario le matarás.

—¿Matarle? —repitió Isabelle—. ¡Mamá!

—Isabelle —exclamó Maryse con voz tensa—. Cállate.

La Inquisidora lanzó a Isabelle y a Alec una mirada cargada de veneno por entre los entrecerrados párpados.

—Son los términos correctos, Morgenstern.

—Entonces mi respuesta es no.

—¿No? —Pareció como si la Inquisidora hubiese dado un paso al frente sobre tierra firme y ésta hubiese cedido bajo sus pies—. No puedes marcarte un farol conmigo, Valentine. Haré exactamente lo que he dicho que haría.

—No dudo de ti en absoluto, Imogen. Siempre has sido una mujer con una voluntad inquebrantable e implacable. Reconozco estas cualidades en ti porque yo también las poseo.

—No me parezco en nada a ti. Sigo la Ley...

—¿Incluso cuando te ordena que mates a un chico todavía adolescente simplemente para castigar a su padre? Esto no tiene nada que ver con la Ley, Imogen, es porque tú me odias y me culpas por la muerte de tu hijo, y éste es tu modo de recompensarme. No servirá de nada. No renunciaré a los Instrumentos Mortales, ni siquiera por Jonathan.

La Inquisidora se limitó a mirarle de hito en hito.

—Pero es tu hijo —repuso—. Tu niño.

—Los niños efectúan sus propias elecciones —replicó Valentine—. Esto es algo que jamás comprendiste. Ofrecí seguridad a Jonathan si permanecía a mi lado; la rechazó y regresó con vosotros, y tú te vengarás en él como le dije que harías. Si algo eres, Imogen, es previsible.

La Inquisidora no pareció reparar en el insulto.

—La Clave insistirá en su muerte, en el caso de que no me entregues los Instrumentos Mortales —replicó como alguien atrapado en una pesadilla—. No podré detenerles.

—Me doy perfecta cuenta de eso —repuso Valentine—. Pero no hay nada que yo pueda hacer. Le ofrecí una oportunidad. No la aceptó.

—¡Cabrón! —gritó Isabelle de improviso, e hizo ademán de lanzarse sobre él; Alec la agarró del brazo y la arrastró hacia atrás, sujetándola allí—. Es un imbécil —siseó. Luego alzó la voz, gritando a Valentine—: ¡Eres un...!

—¡Isabelle!

Alec le tapó la boca a su hermana con la mano mientras Valentine les dedicaba a ambos una única y divertida ojeada.

—Tú... le ofreciste... —La Inquisidora empezaba a recordar a Alec un robot al que se le están fundiendo los circuitos—. ¿Y él te rechazó? —Meneó la cabeza—. Pero él es tu espía..., tu arma...

—¿Eso es lo que pensabas? —inquirió él, con una sorpresa aparentemente genuina—. No estoy precisamente interesado en espiar los secretos de la Clave. Sólo estoy interesado en su destrucción, y para alcanzar ese fin poseo armas muchísimo más poderosas que un muchacho.

—Pero...

—Cree lo que quieras —replicó Valentine con un encogimiento de hombros—. No eres nada, Imogen Herondale. El mascarón de proa de un régimen cuyo poder pronto quedará hecho añicos, su reinado finiquitado. No hay nada que tengas que ofrecerme que yo pudiese desear.

—¡Valentine!

La Inquisidora se lanzó hacia él, como si pudiera detenerle, atraparle, pero sus manos sólo lo atravesaron como si fuera agua. Con una expresión de suprema repugnancia, él retrocedió y desapareció.

El cielo estaba recorrido por los últimos lametones de un fuego que se extinguía, y el agua había adquirido un color hierro. Clary se arrebujó mejor en la chaqueta y tiritó.

—¿Tienes frío?

Jace había estado de pie en el extremo de la furgoneta, contemplando la estela que el vehículo dejaba tras de sí: dos líneas blancas de espuma hendiendo el agua. Ahora se acercó y se dejó resbalar junto a ella, con la espalda contra la ventanilla que daba a la cabina. La ventanilla misma estaba casi totalmente empañada por el humo azulado.

—¿Tú no?

—No.

Negó con la cabeza, se quitó la cazadora y se la pasó. Clary se la puso, agradeciendo la suavidad del cuero. Era demasiado grande pero le resultaba muy reconfortante.

—Te quedarás en la furgoneta tal y como Luke te dijo que hicieras, ¿de acuerdo? —dijo él.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Ciudad de cenizas»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Ciudad de cenizas» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Cassandra Clare - Clockwork Angel
Cassandra Clare
Cassandra Clare - Ciudad de cristal
Cassandra Clare
Cassandra Clare - City of Bones
Cassandra Clare
Cassandra Clare - Saving Raphael Santiago
Cassandra Clare
libcat.ru: книга без обложки
Cassandra Clare
Cassandra Clare - Clockwork Prince
Cassandra Clare
Cassandra Clare - Ciudad de hueso
Cassandra Clare
Cassandra Clare - City of Glass
Cassandra Clare
Отзывы о книге «Ciudad de cenizas»

Обсуждение, отзывы о книге «Ciudad de cenizas» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x