Cassandra Clare - Ciudad de cenizas

Здесь есть возможность читать онлайн «Cassandra Clare - Ciudad de cenizas» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: sf_fantasy_city, ya, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Ciudad de cenizas: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Ciudad de cenizas»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Clary Fray desearía que su vida volviera a la normalidad. Si pudiera dejar atrás el mundo de los cazadores de sombras, tendría más tiempo para Simon, su mejor amigo, que se está convirtiendo en algo más... Pero el mundo subterráneo que acaba de descubrir no está preparado para dejarla ir; en especial ese apuesto y exasperante Jace. Para complicar las cosas, una ola de asesinatos sacude la ciudad. Clary cree que Valentine está detrás de esas muertes, pero ¿cómo podrá detenerle si Jace parece dispuesto a traicionar todo en lo que cree para ayudar a su padre?
En esta soberbia secuela de Ciudad de Hueso, Cassandra Clare arrastra de nuevo a sus lectores a las siniestras garras del Submundo de Nueva York, donde el amor jamás está a salvo y el poder se convierte en la tentación más letal.

Ciudad de cenizas — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Ciudad de cenizas», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Jace tenía la boca reseca cuando habló.

—Muy bonita.

—Quiero que la empuñes.

Valentine ofreció el arma a su hijo, del modo en que siempre le había enseñado a hacerlo, con la empuñadura por delante. La Espada parecía titilar oscuramente a la luz de las estrellas.

Jace vaciló.

—No...

—Cógela. —Valentine se la puso en la mano.

En cuanto los dedos de Jace se cerraron sobre el mango, un rayo de luz salió disparado por la empuñadura de la Espada y descendió por su centro al interior de la hoja. Jace miró rápidamente a su padre, pero Valentine permanecía inexpresivo.

Un dolor oscuro ascendió por el brazo de Jace y le atravesó el pecho. No era que la Espada fuese pesada; no lo era. Lo que sucedía era que parecía querer tirar de él hacia abajo, arrastrarle a través del barco, a través de las verdes aguas del océano, a través de la frágil corteza de la misma tierra. Jace sintió como si le arrancaran el aire de los pulmones. Alzó violentamente la cabeza y miró alrededor...

Y vio que la noche había cambiado. Había extendida una red centelleante de finos alambres dorados a lo largo del cielo, y las estrellas brillaban a través de ella, relucientes como cabezas de remaches clavados en la oscuridad. Jace vio la curva del mundo a medida que éste se alejaba de él, y por un momento le dejó anonadado la belleza de todo ello. Entonces el cielo nocturno pareció resquebrajarse como un espejo y fluyendo entre los fragmentos llegaba una horda de formas oscuras, encorvadas y deformes, retorcidas y sin rostro, profiriendo un alarido mudo que abrasó el interior de la mente de Jace. Un viento gélido le quemó mientras caballos de seis patas pasaban a toda velocidad, los cascos arrancando chispas ensangrentadas de la cubierta del barco. Los seres que les montaban eran indescriptibles. En lo alto, criaturas sin ojos, de alas correosas, describían círculos, aullando y rezumando una venenosa baba verde.

Jace se inclinó sobre la barandilla presa de incontrolables arcadas, con la Espada sujeta aún en la mano. Debajo de él, el agua se agitaba llena de demonios igual que un estofado venenoso. Vio criaturas con púas de ojos sanguinolentos como platos que forcejeaban al ser arrastradas por hirvientes masas de resbaladizos tentáculos negros. Una sirena atrapada en las garras de una araña acuática de diez patas chilló impotente mientras la criatura le hundía los colmillos en la palpitante cola, los ojos rojos del ser brillando igual que cuentas de sangre.

La Espada cayó de la mano de Jace y chocó contra la cubierta con un tintineo. Súbitamente, el sonido y el espectáculo desaparecieron y la noche quedó silenciosa. Él se aferró con todas sus fuerzas a la barandilla, mirando fijamente el mar con incredulidad. Estaba vacío, la superficie rizada tan sólo por el viento.

—¿Qué ha sido eso? —musitó.

Sentía la garganta áspera, como si se la hubiesen raspado con papel de lija. Miró con ojos desorbitados a su padre, que se había inclinado para recuperar la Espada—Alma de la cubierta donde Jace la había dejado caer.

—¿Son esos los demonios que ya has invocado?

—No —Valentine envainó a Maellartach —, esos son los demonios a los que la Espada ha atraído a los bordes de este mundo. He traído mi barco a este lugar porque las salvaguardas son pobres aquí. Lo que viste es mi ejército, aguardando al otro lado de las salvaguardas; aguardando a que les llame a mi lado. —Sus ojos tenían una expresión seria—. ¿Todavía piensas que la Clave no capitulará?

Jace cerró los ojos.

—No todos... Los Lightwood no... —dijo.

—Tú podrías convencerlos. Si te pones de mi lado, juro que no les ocurrirá ningún daño.

La oscuridad tras los ojos de Jace empezó a tornarse roja. Había estado imaginando las cenizas de la vieja casa de Valentine, los huesos ennegrecidos de los abuelos que nunca había conocido. En aquellos momentos veía otros rostros. El de Alec. El de Isabelle. El de Max. El de Clary.

—Ya les he hecho tanto daño —murmuró—. Nada más debe sucederle a ninguno de ellos. Nada.

—Desde luego. Lo comprendo. —Y Jace se dio cuenta, con asombro, de que Valentine sí comprendía, que de algún modo veía lo que nadie más parecía capaz de comprender—. Crees que es culpa tuya, todo el daño que ha acaecido a tus amigos, a tu familia.

—Sí que es mi culpa.

—Tienes razón. Lo es.

Al oír aquello, Jace alzó los ojos con total estupefacción. La sorpresa de ver que le daban la razón peleó con el horror y el alivio en igual medida.

—¿Lo es?

—El daño no es deliberado, por supuesto. Pero eres como yo. Envenenamos y destruimos todo lo que amamos. Existe una razón para eso.

—¿Qué razón?

Valentine echó una ojeada al cielo.

—Estamos hechos para un propósito más elevado, tú y yo. Las distracciones del mundo son simplemente eso, distracciones. Si permitimos que éstas nos desvíen de nuestro rumbo, somos castigados.

—¿Y nuestro castigo cae sobre todas las personas que nos importan? Eso parece un poco cruel.

—El destino jamás es justo. Estás atrapado en una corriente mucho más fuerte de lo que tú eres, Jonathan; lucha contra ella y te ahogarás no sólo tú sino también aquellos a quienes tratas de salvar. Nada con ella, y sobrevivirás.

—Clary...

—Ningún daño le ocurrirá a tu hermana si te unes a mí. Iría hasta el fin del mundo para protegerla. La llevaré a Idris, donde nada puede sucederle. Te prometo eso.

—Alec. Isabelle. Max...

—Los pequeños Lightwood también tendrán mi protección.

—Luke... —dijo Jace con voz queda.

—Todos tus amigos serán protegidos —aseguró Valentine tras una pequeña vacilación—. ¿Por qué no quieres creerme, Jonathan? Éste es el único modo en que puedes salvarlos. Lo juro.

Jace no podía hablar. En su interior, el frío del otoño combatía el recuerdo del verano.

—¿Has tomado tu decisión? —quiso saber Valentine. Jace no podía verle, pero podía oír la irrevocabilidad de la pregunta. Su padre parecía impaciente.

Jace abrió los ojos. La luz de las estrellas fue un estallido blanco sobre sus iris; por un momento no pudo ver nada más.

—Sí, padre. He tomado mi decisión.

Día de ira

Día de ira, ese día de llamas,
del que vidente y sibila hablan,
del mundo convirtiéndose en cenizas

Abraham Coles

Una runa para quitar el miedo

Cuando Clary se despertó, la luz penetraba a raudales por las ventanas. Sintió un dolor agudo en la mejilla izquierda y, al rodar sobre sí misma, vio que se había quedado dormida sobre el bloc de dibujo y que la esquina de éste se le había estado clavando en el rostro. También había dejado caer la pluma sobre el edredón, y una mancha negra se extendía por la tela. Se incorporó soltando un gemido, se frotó la mejilla y fue a darse una ducha.

El cuarto de baño mostraba delatoras señales de las actividades de la noche anterior: había telas ensangrentadas metidas en la basura y un manchurrón de sangre seca en el lavamanos. Con un estremecimiento, Clary se metió en la ducha con una botella de jabón de baño de pomelo, decidida a eliminar con un buen restregón su persistente sensación de inquietud.

Después, envuelta en uno de los albornoces de Luke y con una toalla alrededor de los cabellos mojados, abrió la puerta del baño de un empujón y se encontró a Magnus esperando al otro lado, con una toalla en una mano y la otra en los brillantes cabellos. Debía de haber dormido sobre ellos, pensó ella, porque un lado de las puntas recubiertas de purpurina aparecía chafado.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Ciudad de cenizas»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Ciudad de cenizas» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Cassandra Clare - Clockwork Angel
Cassandra Clare
Cassandra Clare - Ciudad de cristal
Cassandra Clare
Cassandra Clare - City of Bones
Cassandra Clare
Cassandra Clare - Saving Raphael Santiago
Cassandra Clare
libcat.ru: книга без обложки
Cassandra Clare
Cassandra Clare - Clockwork Prince
Cassandra Clare
Cassandra Clare - Ciudad de hueso
Cassandra Clare
Cassandra Clare - City of Glass
Cassandra Clare
Отзывы о книге «Ciudad de cenizas»

Обсуждение, отзывы о книге «Ciudad de cenizas» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x