Cassandra Clare - Ciudad de cenizas

Здесь есть возможность читать онлайн «Cassandra Clare - Ciudad de cenizas» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: sf_fantasy_city, ya, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Ciudad de cenizas: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Ciudad de cenizas»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Clary Fray desearía que su vida volviera a la normalidad. Si pudiera dejar atrás el mundo de los cazadores de sombras, tendría más tiempo para Simon, su mejor amigo, que se está convirtiendo en algo más... Pero el mundo subterráneo que acaba de descubrir no está preparado para dejarla ir; en especial ese apuesto y exasperante Jace. Para complicar las cosas, una ola de asesinatos sacude la ciudad. Clary cree que Valentine está detrás de esas muertes, pero ¿cómo podrá detenerle si Jace parece dispuesto a traicionar todo en lo que cree para ayudar a su padre?
En esta soberbia secuela de Ciudad de Hueso, Cassandra Clare arrastra de nuevo a sus lectores a las siniestras garras del Submundo de Nueva York, donde el amor jamás está a salvo y el poder se convierte en la tentación más letal.

Ciudad de cenizas — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Ciudad de cenizas», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Por un segundo, algo ardiente titiló en la mirada, como el resplandor de una llama atrapada bajo el hielo. Luego desapareció.

—¿Eres el chico?

Antes de que Jace pudiera responder, otra voz contestó: era Maryse, que había entrado en la biblioteca detrás de él. Jace se preguntó cómo era que no la había oído acercarse, y se fijó que Maryse había cambiado los tacones altos por unas zapatillas. Vestía una larga bata de seda estampada, y sus labios formaban una fina línea.

—Sí, Inquisidora —respondió—. Éste es Jonathan Morgenstern.

La Inquisidora avanzó hacia Jace como un humo gris flotando en el aire. Se detuvo frente a él y extendió una mano; los dedos largos y blancos recordaron al chico a una araña albina.

—Mírame, muchacho —ordenó, y de improviso aquellos dedos largos estaban bajo su barbilla, obligándolo a alzar la cabeza; la mujer era increíblemente fuerte—. Me llamarás Inquisidora. No me llamarás ninguna otra cosa. —La piel alrededor de los ojos era un laberinto de finas líneas igual que grietas en pintura. Dos surcos estrechos discurrían desde los bordes de la boca hasta la barbilla—. ¿Entendido?

Durante la mayor parte de su vida, la Inquisidora había sido una figura distante y medio mística para Jace. Su identidad e incluso muchos de sus deberes quedaban envueltos en el secretismo de la Clave. Jace siempre había imaginado que sería como los Hermanos Silenciosos, con su poder independiente y sus misterios ocultos. No había imaginado a alguien tan directo... o tan hostil. Los ojos parecían rebanarle, cortar en tajadas su coraza de seguridad y burla, desnudándole por completo.

—Mi nombre es Jace —dijo él—. No chico. Jace Wayland.

—No tienes derecho al nombre de Wayland —replicó ella—. Eres Jonathan Morgenstern. Reivindicar el nombre Wayland te convierte en un mentiroso. Igual que tu padre.

—A decir verdad —repuso Jace—, prefiero pensar que soy un mentiroso en un modo que me es propio.

—Ya veo. —Una sonrisita curvó la pálida boca, y no fue una sonrisa agradable—. No toleras la autoridad, igual que hacía tu padre. Como el ángel cuyo nombre lleváis los dos. —Le sujetó la barbilla con una repentina ferocidad, clavándole dolorosamente las uñas—. Lucifer recibió su recompensa por haberse rebelado cuando Dios lo arrojó a los infiernos. —Su aliento era agrio como el vinagre—. Si desafías mi autoridad, puedo prometerte que envidiarás su destino.

Soltó a Jace y retrocedió. Éste pudo sentir el lento hilillo de sangre que le brotaba del lugar donde las uñas le habían herido el rostro. Las manos le temblaban de cólera, pero se negó a alzar una para limpiarse la sangre.

—Imogen... —empezó Maryse, luego se corrigió—. Inquisidora Herondale. Ha aceptado un juicio por la Espada. Puedes averiguar si está diciendo la verdad.

—¿Sobre su padre? Sí, sé que puedo. —El almidonado cuello del vestido de la Inquisidora Herondale se le clavó en la garganta cuando volvió la cabeza para mirar a Maryse—. Sabes, Maryse, la Clave no está contenta con vosotros. Robert y tú sois los guardianes del Instituto. Simplemente tenéis la suerte de que vuestra hoja de servicios a lo largo de los años ha estado relativamente limpia. Pocos disturbios demoníacos hasta recientemente, y todo ha estado tranquilo durante los últimos días. No hay informes, ni siquiera desde Idris, así que la Clave se siente benévola. En ocasiones nos hemos preguntado si en realidad rescindisteis vuestra lealtad para con Valentine. Por lo que se ve, os puso una trampa y caísteis directamente en ella. Se podría pensar que deberíais ser más listos.

—No hubo trampa —terció Jace—. Mi padre sabía que los Lightwood me criarían si pensaban que era el hijo de Michael Wayland. Eso es todo.

La Inquisidora le contempló como si fuese una cucaracha parlante.

—¿Sabes lo que hace el cuclillo, Jonathan Morgenstern?

Jace se preguntó si ser la Inquisidora, que no podía ser un trabajo agradable, habría trastornado un poco a Imogen Herondale.

—¿El qué?

—El cuclillo —repitió ella—. Ya sabes, los cuclillos son parásitos. Ponen sus huevos en los nidos de otros pájaros. Cuando la cría nace, el bebé cuclillo tira a todas las otras crías fuera del nido. Los pobres padres pájaro se matan a trabajar intentando encontrar comida suficiente para alimentar a la enorme cría de cuclillo que ha asesinado a sus pequeños y ocupado su lugar.

—¿Enorme? —dijo Jace—. ¿Me acaba de llamar gordo?

—Era una analogía.

—No estoy gordo.

—Y yo —intervino Maryse— no quiero tu lástima, Imogen. Me niego a creer que la Clave me castigará a mí o a mi esposo por decidir criar al hijo de un amigo muerto. —Irguió los hombros—. No es como si no les hubiéramos dicho lo que estábamos haciendo.

—Y yo jamás he hecho daño a los Lightwood en ningún modo —dijo Jace—. He trabajado duro, y me he preparado duro; diga lo que quiera sobre mi padre, pero me convirtió en un cazador de sombras. Me he ganado mi lugar aquí.

—No defiendas a tu padre ante mí —replicó la Inquisidora—. Le conocí. Fue... es... el más vil de los hombres.

—¿Vil? ¿Quién dice «vil»? ¿Qué significa eso siquiera?

Las pestañas incoloras de la Inquisidora le rozaron las mejillas cuando entrecerró los ojos, con expresión especulativa.

—Eres realmente arrogante —dijo por fin—. E intolerante. ¿Te enseñó tu padre a comportarte así?

—No con él —respondió Jace, cortante.

—Le estás imitando. Valentine era uno de los hombres más arrogantes e irrespetuosos que he conocido jamás. Supongo que te educó para ser igual que él.

—Sí —replicó Jace, incapaz de contenerse—, se me entrenó para ser un genio malvado desde una edad temprana. Arrancando las alas a las moscas, envenenando el suministro de agua de la tierra..., me dedicaba a estas cosas en el jardín de infancia. Supongo que tenemos suerte de que mi padre fingiera su propia muerte antes de que llegara a la parte de mi educación dedicada a la violación y el saqueo, o nadie habría estado a salvo.

Maryse profirió un sonido muy parecido a un gemido de horror.

—Jace...

Pero la Inquisidora la atajó.

—Y exactamente igual que tu padre, no puedes controlar tu genio —dijo—. Los Lightwood te han mimado y han permitido que tus peores cualidades crecieran sin freno. Tal vez tengas el aspecto de un ángel, Jonathan Morgenstern, pero sé exactamente lo que eres.

—No es más que un muchacho —indicó Maryse.

¿Le estaba defendiendo? Jace le dirigió un fugaz vistazo, pero Maryse tenía los ojos vueltos hacia otro lado.

—Valentine no fue más que un muchacho en una ocasión. Ahora, antes de que empecemos a hurgar en esa cabeza rubia tuya para descubrir la verdad, sugiero que calmes tu mal genio. Y sé exactamente dónde puedes hacerlo mejor.

Jace pestañeó.

—¿Me está enviando a mi habitación?

—Te estoy enviando a las prisiones de la Ciudad Silenciosa. Tras una noche allí, sospecho que te mostrarás muchísimo más cooperativo.

Maryse lanzó una exclamación ahogada.

—¡Imogen... no puedes!

—Claro que puedo. —Sus ojos brillaban como cuchillas—. ¿Tienes algo que decirme, Jonathan?

Jace únicamente podía mirarla sorprendido. Existían niveles y niveles en la Ciudad Silenciosa, y él sólo había visto los dos primeros, donde se guardaban los archivos y donde los Hermanos se reunían en asamblea. Las celdas de la prisión estaban en el nivel más inferior de la ciudad, por debajo del cementerio, donde miles de cadáveres de cazadores de sombras descansaban enterrados en silencio. Las celdas estaban reservadas a los peores criminales: vampiros convertidos en delincuentes, brujos que violaban la Ley de la Alianza, cazadores de sombras que derramaban la sangre de sus propios compañeros. Jace no era ninguna de esas cosas. ¿Cómo podía ella sugerir siquiera enviarle allí?

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Ciudad de cenizas»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Ciudad de cenizas» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Cassandra Clare - Clockwork Angel
Cassandra Clare
Cassandra Clare - Ciudad de cristal
Cassandra Clare
Cassandra Clare - City of Bones
Cassandra Clare
Cassandra Clare - Saving Raphael Santiago
Cassandra Clare
libcat.ru: книга без обложки
Cassandra Clare
Cassandra Clare - Clockwork Prince
Cassandra Clare
Cassandra Clare - Ciudad de hueso
Cassandra Clare
Cassandra Clare - City of Glass
Cassandra Clare
Отзывы о книге «Ciudad de cenizas»

Обсуждение, отзывы о книге «Ciudad de cenizas» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x