• Пожаловаться

Robert Silverberg: Crónicas de Majipur

Здесь есть возможность читать онлайн «Robert Silverberg: Crónicas de Majipur» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. Город: Barcelona, год выпуска: 1983, ISBN: 84-7386-493-X, издательство: Acervo, категория: Фэнтези / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Robert Silverberg Crónicas de Majipur

Crónicas de Majipur: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Crónicas de Majipur»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Hissune, el joven compañero de lord valentine en y , aburrido de sus tareas rutinarias, consigue curiosear a sus anchas en el Registro de Almas, el lugar donde la prolífica vida pasada de Majipur se conserva en forma de grabaciones que contienen las vivencias de sus moradores. Hissune conoce así los extraños amores de los humanos y seres reptilescos, vive la tragedia del pintor espiritual que encuentra a un metamorfo con apariencia de mujer bellísima, realiza la travesía del Gran Océano y se ve rodeado e inmovilizado por algas malignas... En el mismo Registro de Almas, el jovencito se divierte con la pintoresca historia del Pontífice que, hastiado tras muchos años de encierro en el Laberinto, decide nombrarse miembro del sexo femenino como único medio de abandonar aquel mundo subterráneo. Hissune asiste también al nacimiento del Rey de los Sueños, el primer hombre que acosará a los habitantes dormidos con "envíos" maléficos mediante un instrumento de su invención. La primera noche de amor de Lord Valentine en compañía de una bruja y su hermano Voriax…

Robert Silverberg: другие книги автора


Кто написал Crónicas de Majipur? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Crónicas de Majipur — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Crónicas de Majipur», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—¿Recuerdas para qué guardaba esto? —dijo, guiñando un ojo—. Tú me dijiste, «Compártela con Calain, la noche que te invite a cenar en Vista de Nissimorn». Así que…

Liloyve se quedó con la boca abierta. Inyanna volvió a guiñarle el ojo, la besó y se fue.

Esa noche, cuando sacó el frasco y lo ofreció al hermano del duque, Inyanna se preguntó con repentino pánico si no estaría cometiendo una grave infracción de la etiqueta al sugerir el uso de un afrodisíaco, dando a entender que podía ser aconsejable. Pero Calain no dio muestras de ofenderse. Le afectó mucho, o fingió que le afectaba, el regalo de Inyanna. Fue todo un espectáculo verle verter la leche azul en tazas de porcelana, tan delicadas que parecían transparentes. Con gran ceremonia, Calain puso una taza en la mano de Inyanna, alzó la otra e hizo un brindis. La leche de dragón era extraña y amarga. Inyanna tuvo problemas para tragarla, pero no dejó una gota, y casi al instante notó un calor que vibraba en sus muslos. Calain sonrió. Se hallaban en el salón de las ventanas de Vista de Nissimorn, donde una sola franja de vidrio rodeada de oro ofrecía una vista de trescientos sesenta grados del puerto de Ni-moya y la distante orilla meridional del río. Calain tocó un botón. La enorme ventana se hizo opaca. Una cama circular surgió lentamente del suelo. Calain cogió de la mano a Inyanna y la atrajo hacia el lecho.

9

Ser concubina del hermano del duque parecía una gran ambición para una ladrona del Gran Bazar. Inyanna no se ilusionó respecto a su relación con Calain. Durand Livolk la había elegido por su físico, quizá por sus ojos, por su cabello, por su forma de conducirse. Calain, aunque esperaba conocer a una mujer más próxima a su categoría social, había descubierto algo encantador en unirse a una mujer del peldaño inferior de la sociedad, y por eso pasaron la tarde en la Isla de Narabal y la noche en Vista de Nissimorn. Un elegante interludio de fantasía, y por la mañana Inyanna regresaría al Gran Bazar con un recuerdo que perduraría el resto de su vida. Y ahí acabaría todo.

Pero no fue así.

Esa noche no durmieron un momento —¿consecuencia de la leche de dragón, se preguntó Inyanna, o Calain siempre era así?— y al amanecer recorrieron desnudos la majestuosa mansión para que él pudiera mostrarle sus tesoros. Mientras desayunaban en un balcón con vista al jardín, Calain sugirió pasar el día en su parque privado de Istmoy. De manera que no iba a ser una aventura de una sola noche. Inyanna se preguntó si no debía mandar un mensaje a Sidoun, diciéndole que no iba a regresar hasta la noche, pero comprendió que Sidoun no precisaba explicaciones. Él entendería correctamente su silencio. Inyanna no quería lastimarle, pero por otra parte no le debía nada excepto cortesía. Ella acababa de embarcarse en uno de los grandes hechos de su vida, y cuando volviera al Gran Bazar no sería por Sidoun, sino simplemente porque la aventura habría terminado.

Lo cierto es que Inyanna pasó los siguientes seis días en compañía de Calain. Durante las horas del sol se divirtieron en el río con el majestuoso yate del noble, o pasearon cogidos de la mano por el parque de caza del duque, un lugar repleto de animales sobrantes del Parque de Bestias Fabulosas, o se limitaron a instalarse en el balcón de Vista de Nissimorn para contemplar el camino del sol a través del continente, desde Piliplok hasta Pidruid. Y durante las noches todo fue fiesta y ensueño, cenas en las islas, en alguna mansión de Ni-moya, en el mismo Palacio Ducal… El duque se parecía muy poco a Calain: mucho más robusto, y bastante más viejo, de modales molestos y rudos. Sin embargo se las arregló para mostrarse encantador con Inyanna, la trató con elegancia y seriedad y nunca hizo que se sintiera como una mujerzuela recogida por su hermano en las calles del Gran Bazar. Inyanna flotó durante todos estos días con la serena aceptación que demuestra una persona en sueños. Ella sabía que reflejar admiración sería vulgar. Fingir igual nivel social y sofisticación habría sido aún peor. Ella hizo gala de una conducta refrenada sin humillarse, se mostró agradable sin atrevimientos, y fue una conducta eficaz. Al cabo de unos días le pareció muy natural ocupar una mesa junto a dignatarios recién llegados del Monte del Castillo con chismes de lord Malibor y su séquito, o con nobles que explicaban haber cazado en las marismas del norte acompañando a lord Tyeveras cuando éste era Corona durante el pontificado de Ossier, o que acababan de entrevistarse con la Dama de la Isla en el Templo Interior. Inyanna adquirió tanta seguridad en sí misma en compañía de los grandes del reino que si alguien le hubiera dicho, «Y usted, milady, ¿cómo ha pasado los últimos meses?» se habría limitado a contestar, «Muy bien, he sido ladrona en el Gran Bazar», tal como había contestado la primera noche en la Isla de Narabal. Pero nadie hizo esa pregunta. En esas alturas de la sociedad, comprendió Inyanna, nadie intentaba satisfacer su curiosidad, dejaban que los demás se explicaran hasta el punto que creyeran más conveniente.

Por todo ello, cuando el séptimo día Calain le ordenó que se preparara para regresar al Bazar, Inyanna no hizo preguntas. No preguntó a Calain si había disfrutado con su compañía, y tampoco le preguntó si se había cansado de ella. Él la había elegido como compañera durante unos días, el plazo había cumplido y no había nada que objetar. Había sido una semana que Inyanna no olvidaría nunca.

Pero volver al cubil de los ladrones fue un sobresalto. Un suntuoso flotador llevó a Inyanna desde Vista de Nissimorn hasta la Puerta de Piliplok del Gran Bazar, y un criado de Calain puso en sus brazos el montoncito de tesoros que el hermano del duque le había regalado durante la última semana. Después el flotador se fue e Inyanna descendió al sudoroso caos del Bazar. Fue igual que si acabara de despertar de un sueño raro y mágico. Nadie la llamó al recorrer las atestadas callejuelas, porque en el Bazar todos la conocían con su disfraz masculino de Kulibhai, y en esos momentos llevaba puesta ropa femenina. Se abrió paso entre la muchedumbre, en silencio, envuelta todavía en los efluvios de la aristocracia y rindiéndose poco a poco a una incontenible sensación de tristeza y pérdida, pues era evidente que el sueño había terminado, que había vuelto a la realidad. Esa noche Calain cenaría con un visitante, el duque de Mazadone, el día siguiente él y sus invitados navegarían por el Steiche en una expedición de pesca, y un día más tarde… Bien, ella no tenía la menor idea, pero sí sabía que ella, ese mismo día, estaría escamoteando encajes, frascos de perfume y rollos de tela. Durante un instante brotaron lágrimas en sus ojos. Reprimió el llanto, pensó que estaba siendo una tonta, que no debía lamentarse por volver de Vista de Nissimorn sino alegrarse de que le hubieran permitido pasar una semana allí.

No había nadie en las habitaciones de los ladrones aparte de un yort, Beyork, y un metamorfo. Ambos hicieron una simple inclinación de cabeza al ver a Inyanna. Ésta fue a su habitación y se puso la vestimenta de Kulibhai. Pero no pudo obligarse a volver tan pronto al robo. Guardó la caja de joyas y dijes, obsequio de Calain, debajo de la cama. Vendiendo esas alhajas ganaría bastante para librarse de su profesión durante uno o dos años; pero no pensaba separarse ni de la más pequeña. Mañana, decidió, regresaría al Bazar. Pero de momento se quedó tumbada boca abajo en la cama que volvía a compartir con Sidoun. No opuso resistencia a las lágrimas cuando llegaron, y al cabo de un rato se levantó, sintiéndose más tranquila, se lavó y aguardó la llegada de los otros.

Sidoun le dio la bienvenida con el donaire de un noble. Ninguna pregunta sobre sus aventuras, ninguna muestra de resentimiento, ninguna tímida indirecta. El joven sonrió, la cogió de la mano, dijo que se alegraba de que hubiera vuelto, le ofreció un vaso de vino Alhanroel que acababa de hurtar y le explicó un par de cosas que habían ocurrido en el Bazar mientras ella estaba ausente. Inyanna se preguntó si su amigo no mostraría inhibiciones en sus relaciones sexuales al saber que el último hombre que la había tocado era hermano del duque. Pero no fue así, él actuó cariñosa y resueltamente en cuanto se acostaron, y su delgado cuerpo se apretó a ella con júbilo y cordialidad. El día siguiente, después de la ronda en el Bazar, fueron juntos al Parque de Bestias Fabulosas y vieron por primera vez al finimaulo del Grayge, tan delgado que casi era invisible visto de lado. Lo siguieron un rato hasta que desapareció, y ambos se echaron a reír como si nunca hubieran estado separados.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Crónicas de Majipur»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Crónicas de Majipur» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Robert Silverberg: Lord Valentine's Castle
Lord Valentine's Castle
Robert Silverberg
Robert Silverberg: Majipoor Chronicles
Majipoor Chronicles
Robert Silverberg
libcat.ru: книга без обложки
libcat.ru: книга без обложки
Robert Silverberg
Robert Silverberg: Valentine Pontífice
Valentine Pontífice
Robert Silverberg
Robert Silverberg: Valentine Pontifex
Valentine Pontifex
Robert Silverberg
Отзывы о книге «Crónicas de Majipur»

Обсуждение, отзывы о книге «Crónicas de Majipur» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.