Maite Carranza - El Desierto De Hielo
Здесь есть возможность читать онлайн «Maite Carranza - El Desierto De Hielo» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.
- Название:El Desierto De Hielo
- Автор:
- Жанр:
- Год:неизвестен
- ISBN:нет данных
- Рейтинг книги:4 / 5. Голосов: 1
-
Избранное:Добавить в избранное
- Отзывы:
-
Ваша оценка:
- 80
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
El Desierto De Hielo: краткое содержание, описание и аннотация
Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Desierto De Hielo»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.
El Desierto De Hielo — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком
Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Desierto De Hielo», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.
Интервал:
Закладка:
– ¿Cuándo os vais?
– Mañana por la mañana.
– ¿Anaíd ya lo sabe?
Selene chasqueó la lengua.
– Evito que sepa demasiadas cosas. Todavía es muy joven, puede creer que nuestra situación no es desesperada, que se trata de una simple aventura y que puede explicársela a las amigas. Eso sería fatal.
Nadie puso en duda que la situación de Selene fuese desesperada, pero Elena objetó:
– Anaíd es muy madura para su edad.
– «Su edad», tú lo has dicho. En cualquier momento puede reaccionar como lo que es, una chica de quince años -respondió Selene.
– ¿Quieres decir que aún no está preparada para utilizar el cetro de poder?
Selene se sorprendió ante la ingenuidad de Karen.
– Claro que no. Fue iniciada hace tan sólo varias semanas. Supo que era una bruja hace unos meses…
Y era cierto. Habían sucedido demasiadas cosas en poco tiempo. La muerte de Deméter, la gran matriarca y madre de Selene, hacía un año a manos de brujas Odish. La desaparición de la pelirroja Selene unos meses después. Su búsqueda, la transformación de Anaíd en bruja, su iniciación y luego la gran revelación: Anaíd -y no su madre, Selene- era la elegida de la profecía, la del cabello de fuego y grandes poderes que las brujas Odish y Omar habían esperado durante milenios para que decantara la balanza de su lucha, definitivamente.
Hacía apenas unas semanas que se había producido la gran conjunción astral que anunciaba el inicio del reinado de la elegida. Y Anaíd, con su cetro de poder que surgió de las entrañas de la tierra, debía huir, esconderse y fortalecerse hasta sentirse capacitada para empuñarlo con criterio y luego emprender la difícil tarea que profetizaban los libros antiguos: restaurar la paz definitiva exterminando a las brujas Odish, inmortales, sanguinarias y enemigas ancestrales de las Omar, a las que desangraban de niñas y jóvenes para perpetuar su juventud y su belleza.
Karen sentía gran admiración por Anaíd.
– Pero Anaíd, en sólo ese tiempo, ha conseguido aprender todo lo que una bruja aprende a lo largo de una vida. ¿Cuál de nosotras ha sido capaz de efectuar un conjuro de vuelo sin haberlo ensayado jamás? ¿Quién ha podido transformarse en delfín y surcar los mares, sumergirse en un lago helado bajo la apariencia de una carpa, sobrevolar los Apeninos y los Alpes con los brazos alados y las plumas de águila?
Las tres mujeres, anonadadas, asintieron. Valeria añadió:
– Y cabalgó el sol, y regresó del mundo opaco contigo tras derrotar a Salma. Anaíd es muy poderosa.
Selene lo admitió.
– Eso es cierto, sus poderes nos superan. Por algo es la elegida de la profecía.
– Quizás está preparada -aventuró Karen.
Selene negó con convicción.
– No es suficiente.
– ¿Qué más debe aprender?
Selene chasqueó la lengua.
– No se trata de aprender, no se trata de memorizar conocimientos o practicar técnicas. Se trata de hallar un equilibrio entre su mente, su cuerpo y sus poderes. Anaíd aún está creciendo, aún se está conociendo a sí misma y no se quiere lo suficiente.
– Es preciosa.
– Inteligente.
– Y lista.
Selene negó.
– Ha crecido demasiado deprisa. La dejé siendo un patito feo y ahora ya es un cisne y sabe volar, pero aún no sabe orientarse en medio de una tormenta y… -suspiró- no conoce el Camino de Om.
La sola mención de ese nombre provocó escalofríos.
– ¿Y tú, Selene? ¿Lo conoces acaso? ¿Lo has hecho? ¿Has hecho tú el Camino de Om? -la increpó Karen-. Ninguna bruja Omar ha hecho jamás el Camino de Om, que comunica con el mundo de los muertos. Todo son rumores y leyendas.
Selene era muy hermosa, regalaba poderío y respiraba el aire a borbotones, puras ansias de vivir. Sin embargo, cuando revivía su pasado, sus ojos verdes, aparentemente alocados y dispersos, se precipitaban como las aguas del lago y se tornaban viejos y sabios.
– No es ninguna leyenda. Yo lo hice, y Anaíd deberá hacerlo. Ésa es nuestra tarea más difícil.
Las tres mujeres callaron abrumadas por la revelación de Selene.
– Hice el Camino de Om hace muchos años. Era casi tan joven como Anaíd y no tenía a nadie que me guiara.
A ninguna de ellas se le hubiera ocurrido que la loca pelirroja, de risa estentórea y actitudes provocativas, hubiese penetrado en el reinado de la muerte.
En torno a Selene se había tejido una leyenda negra sobre los años en que desapareció del control de las Omar. En su juventud, Selene, rebelde y contestataria, desapareció por completo. Nadie, excepto ella y su difunta madre, Deméter, sabían qué había sucedido durante ese tiempo. Los rumores eran muchos. Se hablaba de pactos con las Odish, de traiciones, de adquisición de poderes ocultos, de ambiciones cumplidas. Selene acababa de desvelar uno de sus secretos. Su viaje por el Camino de Om, que conduce hasta la muerte.
– ¿Cómo pudiste hacer el Camino de Om y sobrevivir? -exclamó Valeria exorcizando el mismo nombre que se había pronunciado.
– Entonces tenía un motivo. Y quizás ocurrió así para poder guiar a mi hija de nuevo, para que se cumpla la profecía y pueda asir el cetro con mano firme.
– ¿Y es necesario que recorra el Camino de Om?
Selene parpadeó y dio una explicación plausible. Había hablado demasiado. Su don no era precisamente la discreción.
– Hasta ahora la muerte ha sido el territorio de las Odish. Las Omar lo hemos eludido, pero la elegida no podrá vencer a las Odish si antes no ha realizado el Camino que hizo Om cuando desapareció en la cueva con su hija Orna para protegerla de Od. Y además…
– ¿Además qué?
– Hay otro motivo de peso, pero no puedo decíroslo.
Se hizo un silencio leve que sólo interrumpió el lento masticar de sus bocas.
– Dolz y Glabutz han escrito mucho acerca del viaje -apostilló Elena, una fuente de primera mano para conseguir información.
– Lo sé. Deméter y yo estuvimos leyendo y preparando juntas este difícil momento. Aunque nunca se me ocurrió que Deméter no estaría. Tendré que acompañarla sola.
– ¿Cuándo?
– Lo antes posible. El tiempo urge, nos están acechando.
Elena untó una nueva tostada con mantequilla y la decoró con enormes cucharadas de mermelada.
– Anaíd parece tranquila y confiada. Estuvo repartiendo las invitaciones de su fiesta por Urt. Ella misma ha alquilado la sala de baile, ha comprado las bebidas y, junto con Roc, han hecho acopio de música para bailar un año seguido. Me ha pedido que la ayude con los bocadillos.
– A mí también -añadió Selene-. Esta fiesta le hace mucha ilusión. Ante ella finjo seguridad, pero hemos atrasado demasiado nuestra marcha. Esta noche cumple quince años. Tendríamos que haber marchado antes.
– ¿Presientes algo?
Selene afirmó.
– He formulado cada noche el conjuro de protección de Dido, el más completo, y lo he reforzado con un pentáculo de malaquita, y a pesar de ello siento una presencia hostil.
Valeria extendió las manos con aprensión y cerró los ojos. Sus brazos nervudos se tensaron, tembló unos instantes y luego se relajó inmediatamente de su corto trance. Sin mediar palabra removió con la cucharilla su vaso de café, lo bebió de un sorbo y luego contempló el poso del fondo.
– Efectivamente, Selene tiene razón.
No era un buen presagio que la oráculo etrusca confirmara la interferencia de una posible Odish. Creó mal ambiente.
Pero Elena, la buena de Elena, se zampó su última tostada con mantequilla y mermelada y palmeó.
– ¿Os habéis propuesto fastidiarme el desayuno? Pues no lo conseguiréis. Si no lo consiguen mis ocho hijos ni mi marido, no podrá ni la mismísima condesa o la dama negra revivida, por mucha presencia hostil que tenga.
Читать дальшеИнтервал:
Закладка:
Похожие книги на «El Desierto De Hielo»
Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Desierto De Hielo» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.
Обсуждение, отзывы о книге «El Desierto De Hielo» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.