Laurell Hamilton - Placeres Prohibidos

Здесь есть возможность читать онлайн «Laurell Hamilton - Placeres Prohibidos» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Placeres Prohibidos: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Placeres Prohibidos»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Los vampiros la llaman la Ejecutora. Cómo los llama ella, mejor no repetirlo. `SOY LA EJECUTORA Y NO SALGO CON VAMPIROS… LOS MATO`.
De complexión menuda y lengua afilada, Anita Blake no es alguien a quien convenga subestimar: levanta muertos para ganarse el sustento, y la policía de San Luis recurre a ella cuando necesita asesoría en casos que involucran lo sobrenatural, está curtida en mil batallas y tiene licencia para matar vampiros. No siente simpatía alguna por ellos, pero contra todo pronóstico, se descubre investigando una serie de asesinatos… precisamente de vampiros.

Placeres Prohibidos — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Placeres Prohibidos», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– No le hagas daño, Anita. Está bajo nuestra protección.

– Te prometo que esta noche no le voy a tocar un pelo. Sólo quiero decirle una cosilla.

Me soltó el brazo lentamente, como si no estuviera seguro de que fuera buena idea. Me acerqué a Mónica hasta que nuestros cuerpos estuvieron a punto de rozarse.

– Como le pase algo a Catherine -le susurré-, te mato.

– Me harán regresar, y seré una de ellos. -Lo dijo con una mueca arrogante, muy segura de sus protectores.

Sentí que mi cabeza se movía un poco a la derecha y otro poco a la izquierda, con un movimiento lento y preciso.

– Te arrancaré el corazón -dije. Seguía sonriendo. Era como si no pudiera parar-. Lo quemaré y tiraré las cenizas al río. ¿Capisci?

Tragó saliva visiblemente. El bronceado de salón de belleza se le había puesto verdoso. Asintió, mirándome como si fuera el hombre del saco.

Creo que se lo creyó. De puta madre. No me hace gracia malgastar una buena amenaza.

Capítulo 8

Me quedé mirando el taxi de Catherine hasta que dobló la esquina. No se volvió ni hizo ningún gesto de despedida; tampoco había dicho nada. Despertaría al día siguiente con recuerdos muy vagos. Sólo una noche de juerga con las amigas.

Me habría gustado pensar que el peligro había pasado y mi amiga estaba a salvo, pero sabía que no era así. El ambiente apestaba a lluvia. La luz de las farolas brillaba junto a la acera. El aire estaba tan cargado que era casi irrespirable. San Luis en verano. Una pasada.

– ¿Nos vamos? -preguntó Jean-Claude.

Su camisa blanca relucía en la oscuridad. Si lo molestaba la humedad, no se notaba. Aubrey estaba entre las sombras, en los escalones de la puerta. La única luz que lo iluminaba era el neón rojo sangre del rótulo. Me sonrió con la cara teñida de rojo y el cuerpo perdido en la penumbra.

– Un pelín exagerado, Aubrey -dije.

– ¿A qué te refieres? -La sonrisa le vaciló.

– Pareces un Drácula de serie B.

Se deslizó escaleras abajo, con la naturalidad perfecta que sólo confieren los siglos. La luz de la farola lo iluminó; tenía una mueca tensa y los puños apretados.

Jean-Claude le cortó el paso y le habló en voz baja con un susurro tranquilizador. Aubrey se volvió, con una sacudida brusca, y empezó a caminar calle arriba. Jean-Claude me miró.

– Si sigues provocándolo, llegará un momento en que no podré detenerlo. Y te matará.

– Yo creía que tu misión era llevarme con vida ante… Nikolaos.

– Así es, pero no pienso morir por defenderte -dijo con el ceño fruncido-. ¿Entendido?

– Ahora sí.

– Bien. ¿Nos vamos? -Indicó con un gesto la dirección que había tomado Aubrey.

– ¿A pie?

– No está lejos -dijo tendiéndome la mano.

La miré y negué con la cabeza.

– Es necesario, Anita. De lo contrario, no te lo pediría.

– ¿Qué falta hace?

– La policía no tiene por qué enterarse de lo que ocurra esta noche. Cógeme de la mano y finge que eres una humana encandilada con su amante vampiro. Eso explicará la sangre que tienes en la blusa. También explicará adonde nos dirigimos y por qué.

Seguía tendiéndome la mano, pálida y esbelta. No había ningún temblor en los dedos, ningún movimiento; parecía capaz de quedarse allí ofreciéndome la mano eternamente. Y puede que así fuera.

Le cogí la mano, me apretó el dorso con los dedos, largos, y echamos a andar. Le notaba la mano totalmente quieta. Podía sentir su pulso en la piel; los latidos empezaron a acelerarse hasta igualar el ritmo de los míos. Sentía el flujo de su sangre como un segundo corazón.

– ¿Has comido esta noche? -pregunté en voz baja.

– ¿No lo notas?

– Contigo nunca lo sé. -Con el rabillo del ojo, vi que sonreía.

– Me siento halagado.

– No me has contestado.

– No -dijo.

– ¿No me has contestado o no has comido?

Volvió la cabeza hacia mí mientras andábamos. Tenía el labio perlado de sudor.

– ¿Tú qué crees, ma petite ? -dijo con el más suave de los susurros.

Intenté soltar la mano y apartarme, aunque sabía que era una estupidez y que no funcionaría. Cerró la mano en torno a la mía y la apretó hasta que contuve la respiración. Ni siquiera se estaba esforzando.

– No te resistas, Anita. -Se pasó la lengua por el labio superior-. La resistencia me resulta… excitante.

– ¿Por qué no has comido?

– Me lo ordenaron.

– ¿Por qué?

No me contestó. Empezó a caer una llovizna ligera y refrescante.

– ¿Por qué? -repetí.

– No lo sé. -La voz casi se perdió en el rumor de la lluvia. Si se hubiera tratado de cualquier otro, habría pensado que estaba asustado.

Era un hotel alto y estrecho, con fachada de ladrillo. Fuera había un cartel de neón azul en el que ponía LIBRE. NO había ningún otro letrero. Nada que indicara cómo se llamaba el sitio, ni siquiera qué era. Simplemente LIBRE.

Las gotas de lluvia brillaban en el pelo de Jean-Claude como diamantes negros. Yo tenía la blusa pegada al cuerpo. La sangre había empezado a desaparecer. El agua fría es lo mejor para limpiar las manchas de sangre recientes.

Un coche de policía dobló la esquina. Me puse tensa. Jean-Claude me apretó contra sí. Le apoyé la mano en el pecho para impedir que nuestros cuerpos se tocaran. Sentí latir su corazón bajo la mano.

El coche patrulla circulaba muy despacio. Empezó a escrutar las sombras con un reflector. La policía peinaba el Distrito periódicamente. No es bueno para el turismo que los turistas mueran a manos de nuestra principal atracción.

Jean-Claude me sujetó por la barbilla y me obligó a mirarlo. Intenté apartarme, pero me clavó los dedos.

– ¡No te resistas!

– ¡No quiero mirarte a los ojos!

– Te doy mi palabra de que no trataré de hechizarte. Esta noche me puedes mirar a los ojos sin peligro; te lo prometo. -Miró al coche patrulla que seguía avanzando hacia nosotros-. Si la policía interfiere en esto, no me hago responsable de lo que le ocurra a tu amiga.

Me obligué a quedarme relajada en sus brazos y dejé que mi cuerpo se amoldara al suyo. El corazón me latía con fuerza, como si hubiera estado corriendo. Entonces me di cuenta de que no era mi corazón el que oía. El pulso de Jean-Claude me recorría el cuerpo. Podía oírlo, sentirlo, casi palparlo. Lo miré a la cara. Tenía los ojos del azul más oscuro que hubiera visto nunca, perfectos como el cielo a medianoche. Eran oscuros y vivos, pero no me atrapaban ni me tentaban a perderme en ellos. Sólo eran ojos.

– Te lo prometo -susurró inclinando la cara hacia mí.

Iba a besarme. Yo no quería. Pero tampoco quería que la policía nos detuviera y nos interrogara. No quería tener que dar explicaciones sobre las manchas de sangre y la blusa rota. Sus labios vacilaron sobre los míos. Su corazón me retumbaba en la cabeza; su pulso se aceleraba cada vez más, y mi respiración temblaba al ritmo de su deseo.

Tenía los labios de seda, y una lengua rápida y húmeda. Al intentar apartarme descubrí que me había puesto la mano en la nuca y me apretaba la boca contra la suya.

El reflector de la policía nos iluminó. Me relajé contra Jean-Claude y dejé que me besara. Nuestras bocas se fundieron. Mi lengua tropezó con sus colmillos, lisos y duros. Me aparté, y él me lo permitió. Me apretó la cara contra su pecho mientras me sujetaba con un brazo que parecía de acero. Estaba temblando, y no era por la lluvia.

Tenía la respiración entrecortada y el corazón le saltaba bajo la piel, contra mi mejilla. La aspereza de su cicatriz me rozaba la cara.

Su ansia se derramó sobre mí en una violenta y cálida oleada. Había estado ocultándomela hasta aquel momento.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Placeres Prohibidos»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Placeres Prohibidos» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Laurell Hamilton - Dancing
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - Shutdown
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - Pocałunek Ciemności
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - El Legado De Frost
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - El Cadáver Alegre
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - Besos Oscuros
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - Kiss The Dead
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - Death of a Darklord
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - Grzeszne Rozkosze
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - Hit List
Laurell Hamilton
Laurell Hamilton - Flirt
Laurell Hamilton
libcat.ru: книга без обложки
Laurell Hamilton
Отзывы о книге «Placeres Prohibidos»

Обсуждение, отзывы о книге «Placeres Prohibidos» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x