Margaret Weis - El nombre del Único

Здесь есть возможность читать онлайн «Margaret Weis - El nombre del Único» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El nombre del Único: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El nombre del Único»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El fuego de la guerra devora Ansalon. El ejército de espíritus marcha hacia la conquista conducido por la mística guerrera Mina, que sirve al poderoso dios Único. Un pequeño grupo de héroes, obligado a adoptar medidas desesperadas, dirige la lucha contra un enemigo que posee una superioridad abrumadora.
Surgen dos protagonistas inverosímiles: una hembra de dragón que no cederá fácilmente su liderazgo, y un indomable kender que ha emprendido un extraño e increíble viaje que tendrá un final sorprendente.

El nombre del Único — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El nombre del Único», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—¡Mina! ¡Mina!

Al mirar atrás, Galdar la vio todavía molesta por la interrupción, todavía convencida de que aquello no era nada. Llegaron a la Puerta Oeste, y justo en el momento en el que las enormes puertas se cerraban con un ruido estruendoso, el minotauro alcanzó a ver de refilón a uno de sus exploradores, un Dragón Azul, que había aterrizado fuera de las murallas. El jinete del dragón hablaba con el caballero al mando en la puerta.

—¿Qué ocurre? ¿Qué pasa aquí? —demandó Mina, que se abrió paso hacia el oficial apartando a empujones a la gente—. ¿Por qué tocaste la alarma? ¿Quién dio la orden?

Caballero y jinete se volvieron hacia ella y ambos se pusieron a hablar a la vez. Soldados y caballeros se apiñaron alrededor de Mina, incrementando el caos al levantar la voz para hacerse oír también.

—Un ejército conducido por Caballeros de Solamnia viene de camino a Sanction, Mina —dijo el jinete de dragón, que respiraba entre jadeos—. Los acompaña un ejército de elfos en el que ondean los dos estandartes, el qualinesti y el silvanesti.

La joven asestó una mirada iracunda al caballero al cargo de la puerta.

—¿Y por eso das la alarma y desatas el pánico? Quedas relegado del mando. Galdar, encárgate de que se azote a este hombre. —Mina se volvió hacia el jinete de dragón. Sus labios se torcieron en una mueca—. ¿A qué distancia está ese ejército? ¿A cuántas semanas de marcha?

—Mina... —El jinete tragó saliva—. No marchan a pie. Vuelan en dragones. Dragones Dorados y Plateados. Cientos de ellos...

—¡Dragones Dorados! —gritó un hombre, y antes de que Galdar pudiera impedírselo, el necio salió corriendo mientras propagaba la noticia a voz en cuello, despavorido. Toda la ciudad lo sabría en cuestión de minutos.

Mina miró fijamente al jinete. Se había puesto blanca como el papel, como si no le quedara una gota de sangre en el cuerpo. Parecía más muerta que viva, más incluso que cuando había estado a un paso de la muerte. Temiendo que se desplomara, Galdar alargó la mano para sostenerla, pero ella lo apartó bruscamente.

—Imposible —masculló entre los lívidos labios—. Los Dragones Dorados y Plateados desaparecieron de este mundo para nunca más volver.

—Siento contradecirte, Mina —dijo, vacilante, el jinete—, pero los vi con mis propios ojos. A nosotros —señaló hacia el exterior de la muralla, donde se encontraba la hembra Azul que utilizaba de montura, con los flancos agitados por la respiración jadeante y las alas y la cabeza hundidas por el agotamiento— nos cogieron por sorpresa y faltó poco para que nos mataran. Hemos llegado vivos a duras penas.

Los caballeros se agruparon alrededor de la joven con aire tenso.

—¿Tus órdenes, Mina?

—He de actuar ahora mismo —musitó, pero hablaba para sí misma—. La ceremonia no puede esperar.

—¿A qué distancia están los dragones? —preguntó Galdar al jinete.

El hombre echó un vistazo atemorizado al cielo.

—Venían pisándonos los talones. Me sorprende que no se los vea ya...

—Mina, despacha una orden —dijo el minotauro—. Convoca a los Dragones Rojos y Azules. Muchos de los antiguos subalternos de Malys todavía siguen en las cercanías. ¡Convócalos a la batalla!

—No vendrán —dijo el jinete de dragón.

—¿Por qué no? —lo interrogó la joven volviendo la vista hacia él.

El hombre señaló con el pulgar hacia atrás, hacia la hembra Azul.

—No lucharán contra los de su propia especie. Tal vez la vieja animosidad reaparezca más adelante, pero no ahora. Estamos solos.

—¿Qué hacemos, Mina? —demandaron sus caballeros con voz enronquecida por el miedo—. ¿Cuáles son tus órdenes?

Mina no contestó. Permaneció callada, con aire abstraído. No los escuchaba; estaba oyendo otra voz.

Galdar sabía muy bien de quién era esa voz y estaba decidido a que esta vez lo escuchara a él. La asió del brazo y la sacudió.

—Sé lo que estás pensando, y no podemos hacerlo, Mina —dijo—. ¡No podemos resistir un ataque así! Sólo el miedo al dragón amedrentará a la mayor parte de las tropas, las dejará incapacitadas para la lucha. Las murallas y el foso de fuego no detendrán a los dragones.

—Tenemos el ejército de muertos...

—¡Bah! —resopló el minotauro—. Los Dragones Dorados no temen a las almas de humanos muertos ni de goblins muertos ni de ninguno de esos pobres infelices cuyos espíritus ha retenido el Único. En cuanto a los solámnicos, ya han luchado antes contra los muertos, y esta vez estarán preparados para afrontar el miedo.

—Entonces ¿qué aconsejas, Galdar? —inquirió fríamente Mina—. Ya que pareces tan seguro de que no podemos vencer.

—Mi consejo es que nos larguemos cuanto antes de aquí —repuso sin rodeos el minotauro, y los caballeros apoyaron su idea—. Si nos marchamos ahora podremos evacuar la ciudad, escapar a las montañas. Este lugar es un laberinto de túneles. Los Señores de la Muerte nos han protegido antes y nos protegerán ahora. Podemos retirarnos a Jelek o a Neraka.

—¿Retirarnos? —Mira le asestó una mirada abrasadora e intentó soltar el brazo de un tirón—. ¡Eres un traidor sólo por pronunciar esas palabras!

Galdar mantuvo sujeto el brazo de la joven con determinación.

—Deja que los solámnicos se queden con Sanction, Mina. Se la quitamos una vez y podemos arrebatársela de nuevo. Todavía dominamos Solamnia. Solanthus es nuestra, igual que Palanthas.

—No, no es así. —Mina siguió forcejando para soltarse—. Ordené a la mayoría de las tropas que marcharan hacia aquí, que vinieran a Sanction para que presenciaran la gloria del Único.

Galdar abrió la boca y después la cerró bruscamente, con un chasquido de dientes.

—¡No imaginé que habría dragones! —gritó Mina.

El minotauro se vio reflejado en sus ojos y advirtió que su imagen se iba haciendo más y más pequeña. La soltó.

—No retrocederemos —manifestó la joven.

—Mina...

—Escuchad todos. —Los reunió con una sola mirada, todas las diminutas figuras petrificadas en los ojos ambarinos—. Tenemos que conservar esta ciudad cueste lo que cueste. Cuando la ceremonia haya terminado y el Único entre en el mundo no habrá fuerza alguna en Krynn capaz de oponérsele. Los destruirá a todos.

Los oficiales se quedaron mirándola en silencio, sin moverse. Algunos dieron un respingo y echaron ojeadas al cielo. Galdar sintió una punzada de miedo atenazándole las entrañas, miedo al dragón que, aunque distante aún, se acercaba velozmente.

—Bien ¿a qué esperáis? —demandó Mina—. Regresad a vuestros puestos.

Nadie se movió. Nadie vitoreó. Nadie entonó su nombre.

—¡Se os ha dado una orden! —gritó la joven con voz ronca—. Galdar, ven conmigo.

Dio media vuelta para marcharse. Sus caballeros no se movieron. Le cerraban el paso con sus cuerpos. Ella iba sin armas; no se le había ocurrido coger una.

—Galdar, mata a cualquier hombre que intente detenerme —dijo.

El minotauro llevó la mano a la empuñadura de su espada.

Uno tras otro, los caballeros se apartaron y abrieron un paso.

Mina caminó entre ellos con el semblante tan frío como la muerte.

—¿A dónde vas? —demandó Galdar mientras la seguía.

—Al templo. Hay mucho que hacer y disponemos de muy poco tiempo para hacerlo.

—Mina —le susurró al oído en tono urgente—, no puedes dejar que se enfrenten solos a esto. Por amor a ti encontrarán el valor necesario para aguantar y luchar contra los Dragones Dorados, pero si no estás aquí...

Mina se detuvo.

—¡No luchan por amor a mí! —La voz le temblaba—. ¡Luchan por el Único! —Se volvió para mirar a sus caballeros—. Oídme bien. Libraréis esta batalla por el Único. Tenéis que defender la ciudad en su nombre. Cualquier hombre que huya ante el enemigo conocerá la ira del Único.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El nombre del Único»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El nombre del Único» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Margaret Weis - Ambra e sangue
Margaret Weis
Margaret Weis - Into the Labyrinth
Margaret Weis
Margaret Weis - Time of the Twins
Margaret Weis
Margaret Weis - Die Brüder
Margaret Weis
Margaret Weis - La Torre de Wayreth
Margaret Weis
Margaret Weis - El umbral del poder
Margaret Weis
Margaret Weis - The Magic of Krynn
Margaret Weis
Margaret Weis - The War of the Lance
Margaret Weis
Отзывы о книге «El nombre del Único»

Обсуждение, отзывы о книге «El nombre del Único» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x