Margaret Weis - El nombre del Único

Здесь есть возможность читать онлайн «Margaret Weis - El nombre del Único» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El nombre del Único: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El nombre del Único»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El fuego de la guerra devora Ansalon. El ejército de espíritus marcha hacia la conquista conducido por la mística guerrera Mina, que sirve al poderoso dios Único. Un pequeño grupo de héroes, obligado a adoptar medidas desesperadas, dirige la lucha contra un enemigo que posee una superioridad abrumadora.
Surgen dos protagonistas inverosímiles: una hembra de dragón que no cederá fácilmente su liderazgo, y un indomable kender que ha emprendido un extraño e increíble viaje que tendrá un final sorprendente.

El nombre del Único — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El nombre del Único», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—Está en Sanction —dijo Mina—. De eso de no te quepa duda.

—Lo encontraré —juró el carcelero—. Y cuando lo haga, te lo traeré directamente a ti, Mina.

—Estoy demasiado ocupada para encargarme de él —replicó duramente la joven—. Si lo encuentras, mátalo. Ya ha servido al propósito por el que estaba aquí.

Los días pasaron y el orden se restableció. Al elfo no se lo encontró y en realidad nadie se molestó mucho en buscarlo. Ahora corría el rumor de que Mina estaba haciendo reconstruir y acondicionar el Templo de Duerghast, que llevaba abandonado y en ruinas mucho tiempo. Dentro de un mes llevaría a cabo una gran ceremonia en el templo, si bien el propósito y la naturaleza de la misma se mantenían en secreto. Sería el momento más grande en la historia de Krynn, uno que se celebraría y se recordaría durante mucho tiempo. Al poco tiempo, en todo Sanction se comentaba que a Mina se le iba a recompensar con la divinidad.

El primer día que Galdar oyó tal cosa, suspiró profundamente. Ese mismo día Mina acudió a verlo.

—Galdar —llamó desde fuera de su tienda—. ¿Puedo entrar?

El minotauro respondió afirmativamente con un gruñido y la joven pasó.

Mina había perdido peso; sin estar Galdar con ella, no había nadie que la persuadiera para que comiese. Y tampoco para que durmiera, al parecer, ya que estaba demacrada, exhausta. Parpadeaba muy a me nudo y sus dedos toqueteaban inconscientemente las hebillas de la armadura de cuero. Tenía pálida la tez, excepto unas marcas febriles en los pómulos. El cabello pelirrojo le había crecido más de lo que Galdar recordaba haber visto nunca, y se ensortijaba en torno a las orejas y sobre la frente. No se levantó para recibirla, sino que permaneció sentado en el camastro.

—Comentan que te quedas en tu tienda porque no estás bien —dijo la joven mientras lo observaba atentamente.

—Ya me encuentro mejor —contestó, negándose a mirar los ojos ambarinos.

—¿Estás en condiciones de volver a ocuparte de tus tareas?

—Si tú quieres... —Dio énfasis a la palabra.

—Sí. —Mina empezó a pasear de un lado a otro de la tienda y a minotauro le sorprendió verla nerviosa, intranquila—. Habrás oído lo que se dice respecto a convertirme en una deidad.

—Lo he oído. Deja que adivine. A su Oscura Majestad no le complace.

—Cuando entre triunfante en el mundo, Galdar, entonces no habrá dudas de a quién venerará la gente. Es sólo que... —Hizo una pausa, incapaz de explicarse o quizá detestando admitir que era necesaria la explicación.

—No es culpa tuya, Mina —dijo Galdar, cediendo y apiadándose de ella—. Tú estás en el mundo. La gente puede verte, oírte, tocarte. Tú realizas los milagros.

—Siempre en su nombre —insistió ella.

—Y sin embargo nunca impediste a la gente que clamara tu nombre —observó Galdar—. Nunca les dijiste que clamaran al dio. Único. Siempre es: «¡Mina! ¡Mina!».

La joven guardó silencio unos instantes.

—No lo impedí porque me gusta, Galdar —dijo después en voz queda—. No puedo evitarlo. Percibo el amor en sus voces. Lo veo en sus ojos. Su amor me hace sentir que soy capaz de lograr cualquier cosa, que puedo hacer milagros...

Enmudeció. Pareció darse cuenta de repente de lo que había dicho.

«Que puedo hacer milagros.»

—Ahora lo entiendo —musitó—. Ahora sé por qué fui castigada. Me sorprende que el Único me perdonara. Pero la resarciré.

«¡Te abandonó, Mina! —quiso gritar el minotauro—. Si hubieras muerto habría encontrado a otra persona para que la sirviera. Pero no pereciste, así que acudió corriendo con su cuento de "someter a prueba" y "castigar".»

Las palabras le quemaban en la lengua, pero mantuvo cerrada la boca para no pronunciarlas, porque si lo hacía Mina se pondría furiosa. Le daría la espalda, quizá para siempre, y él era el único amigo que tenía ahora, el único que veía claramente el camino que la aguardaba. Se tragó las palabras, aunque casi lo ahogaron.

—¿Qué es eso que he oído sobre restaurar el viejo templo de Duerghast? —preguntó para cambiar de tema.

El semblante de Mina se iluminó. Sus ojos ambarinos relucieron con un atisbo de su anterior entusiasmo.

—Allí es donde tendrá lugar la ceremonia, Galdar. Allí es donde el Único manifestará su poder. ¡Se celebrará en el estadio y será magnífica, Galdar! Todo el mundo estará allí para rendir pleitesía al Único... incluidos sus enemigos.

A Galdar le estaba dando dolor de tripas por haberse tragado las palabras antes. Volvió a sentirse enfermo, y siguió sentado en la cama, sin decir nada. No podía mirarla, no podía sostenerle la mirada, no soportaba verse a sí mismo, aquel minúsculo ser, aprisionado en el ámbar. Mina se acercó a él y le tocó la mano, pero el minotauro siguió eludiendo su rostro.

—Galdar, sé que te he hecho daño. Sé que tu cólera era en realidad miedo... Miedo por mí. —Sus dedos apretaron la mano del minotauro—. Tú eres el único que se preocupó realmente por mí, Galdar. Por mí, por Mina. A los demás sólo les importa lo que puedo hacer por ellos. Dependen de mí como niños, y como a niños he de guiarlos.

» No puedo depender de ellos. Pero sí de ti, Galdar. Volaste conmigo a una muerte segura, y no tuviste miedo. Te necesito ahora. Necesito tu fortaleza y tu coraje. No sigas enfadado conmigo. —Hizo una pausa y añadió—. No sigas enfadado con ella.

Los pensamientos del minotauro volvieron a la noche que había visto a Mina emerger de la tormenta, anunciando el trueno, nacida del fuego. Recordó el estremecimiento que sintió cuando le tocó la mano, ésta, la que era su regalo. Tenía tantos recuerdos de ella, cada uno unido a otro para formar una cadena dorada que los unía a ambos. Alzó la cabeza y la miró, la vio humana, pequeña, frágil, y de repente sintió un miedo inmenso por ella.

Era tanto el miedo que incluso mentiría por ella.

—Lo siento, Mina —dijo con voz áspera—. Estaba enfadado con... —Hizo una pausa. Había estado a punto de decir «Takhisis», pero le asqueaba pronunciar su nombre. Intentó salir del paso—. Estaba enfadado con el Único. Ahora lo entiendo, Mina. Acepta mis disculpas.

La joven sonrió y le soltó la mano.

—Gracias, Galdar. Tienes que venir conmigo a ver el templo. Todavía queda mucho que hacer para que esté listo para la ceremonia, pero he iluminado el altar y...

Sonó el toque de los cuernos. El sonido de tambores acompañó sus palabras.

—¿Qué ocurre? —preguntó Mina mientras se dirigía a la entrada de la tienda y se asomaba, irritada—. ¿Qué demonios hacen?

—Es el toque de llamada a las armas, Mina —contestó Galdar, alarmado. Recogió rápidamente su espada—. Deben de estar atacándonos.

—Eso es imposible —dijo ella—. El Único ve, oye y lo sabe todo. Me habría advertido...

—Sea como sea, ésa es la llamada a las armas —insistió Galdar, exasperado.

—No tengo tiempo para eso —repuso ella, irritada—. Hay mucho que hacer en el templo.

El toque de tambores sonó más fuerte, más insistente.

—Supongo que tendré que ocuparme de eso. —Mina salió de la tienda caminando deprisa, su enojo era claramente palpable en su semblante.

En las calles reinaba una gran confusión, con la gente mirando neciamente en dirección a las murallas, como si pudiera adivinar lo que ocurría simplemente con mirar, en tanto que otros demandaban a voces respuestas a gente que estaba tan desconcertada como ellos. Los más sensatos corrían hacia sus acuartelamientos para coger las armas, razonando que lo primero era equiparse y después enterarse contra quién luchaban.

Galdar se abrió paso por las calles abarrotadas de personas presas del pánico. Su vozarrón ordenaba a la gente que se apartara. Sus fuertes brazos agarraban y echaban a un lado a los que no le hacían caso. Mina lo seguía de cerca, y al verla la gente se puso a vitorearla y a clamar su nombre.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El nombre del Único»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El nombre del Único» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Margaret Weis - Ambra e sangue
Margaret Weis
Margaret Weis - Into the Labyrinth
Margaret Weis
Margaret Weis - Time of the Twins
Margaret Weis
Margaret Weis - Die Brüder
Margaret Weis
Margaret Weis - La Torre de Wayreth
Margaret Weis
Margaret Weis - El umbral del poder
Margaret Weis
Margaret Weis - The Magic of Krynn
Margaret Weis
Margaret Weis - The War of the Lance
Margaret Weis
Отзывы о книге «El nombre del Único»

Обсуждение, отзывы о книге «El nombre del Único» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x