Margaret Weis - La Torre de Wayreth

Здесь есть возможность читать онлайн «Margaret Weis - La Torre de Wayreth» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La Torre de Wayreth: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La Torre de Wayreth»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Con este volumen la trilogía Las Crónicas Perdidas, la serie donde se narran los hechos que no se explicaron en las Crónicas de la Dragonlance.
La Guerra de la Lanza casi ha llegado a su fin. El hechicero Raistlin Majere se ha convertido en un Túnica Negra y utiliza el Orbe de los Dragones para viajar a Neraka, la ciudad de la Reina Oscura. Parece que Raistlin quiere ponerse al servicio de la diosa, pero en realidad persigue sus propias ambiciones.
Mientras tanto, Takhisis planea acabar con los dioses de la magia en la Noche del Ojo. El futuro de Krynn está escrito. Todos creen saber cómo termina la historia. Pero una noche y una fatídica decisión de Raistlin Majere pueden cambiarlo todo.

La Torre de Wayreth — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La Torre de Wayreth», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Escribir nunca había sido una tarea fácil para Kitiara. Siempre le habían atraído la acción y las aventuras y pronto perdía el interés, así que no había sido buena estudiante. Además, nunca había tenido la oportunidad de ir a la escuela. Rosamun, su madre, no había sabido sobrellevar el don. Para ella, el don se convirtió en una enfermedad. Después de que nacieran los gemelos, había navegado a la deriva en una marea de sueños y fantasías extravagantes, y apenas conservaba la cordura. Cuando murió su marido, Rosamun se alejó de la última parcela de realidad que habitaba y que la había salvado de la locura en la que acabó por hundirse. Kit se había encargado de criar a sus dos hermanos pequeños. Se había quedado junto a los niños hasta que decidió que ya eran lo suficientemente mayores para cuidar de sí mismos. Entonces se fue y dejó que los hermanos se valiesen por sí mismos.

Sin embargo, Kitiara no había olvidado a sus medio hermanos. Unos años más tarde, había regresado a Solace para comprobar cómo les iba. Fue entonces cuando conoció a su amigo Tanis, el semielfo. Ambos se entregaron a una apasionada aventura. Ya entonces, Raistlin se había dado cuenta de que esa relación no podía acabar bien.

La última vez que Raistlin la había visto, Kitiara volaba a lomos de su Dragón Azul, Skie, y él navegaba en un barco hacia su destino en el Mar Sangriento. Caramon había arrancado a Tanis la confesión de que había estado perdiendo el tiempo con Kit en Flotsam, que había traicionado a sus amigos por la Señora del Dragón. Raistlin recordó a Caramon, enfurecido, lanzando un sinfín de acusaciones a Tanis mientras el barco era arrastrado al corazón de la tormenta.

«—Así que ahí era donde estabas. Con nuestra hermana, ¡la Señora del Dragón!...»

«Sí, la amaba —había contestado Tanis—. No espero que tú lo entiendas.»

Raistlin dudaba mucho que Tanis se entendiera a sí mismo. Era como el hombre que nunca sacia su sed de aguardiente enano. Kitiara lo intoxicaba y el semielfo no lograba limpiar su organismo de su veneno. Había sido su ruina.

Kitiara iba vestida para ir al combate. Llevaba la espada, calzaba las botas, se cubría con la armadura de escamas de Dragón Azul y en los hombros lucía una capa azul. Estaba totalmente concentrada en su trabajo, inclinada sobre la mesa como un niño al que obligan en la escuela a terminar un ejercicio odiado. Su cabeza, cubierta por una maraña de rizos negros, casi rozaba el papel. Se mordía el labio y fruncía el entrecejo. Escribía, sin dejar de murmurar, después tachaba lo escrito y volvía a empezar.

Al final, Iolanthe, consciente de que el tiempo iba pasando, carraspeó.

Kitiara levantó la mano del papel.

—Sé que estás esperando, amiga mía. —Kit estornudó. Se frotó la nariz y estornudó de nuevo—. ¡Es ese perfume repugnante que llevas! ¿Qué haces? ¿Te bañas en él? Dame un momento. Estoy a punto de terminar. Vaya, ¡en nombre del Abismo! ¡Mira lo que he hecho!

Con las prisas, Kit había pasado la mano por la hoja y emborronado la última frase que había escrito. Entre juramentos tiró la pluma, y la tinta se derramó por el papel, lo que acabó de estropear su esforzado trabajo.

—¡Desde que ese idiota de Garibaus consiguió que lo mataran, yo misma tengo que escribir todas las órdenes!

—¿Y tus draconianos? —preguntó Iolanthe, lanzando una mirada hacia la puerta cerrada, a través de la que podía oírse el roce de las garras y las voces ahogadas de los escoltas de Kit. Los draconianos estaban rezongando. Por lo visto, hasta los lagartos se encontraban a disgusto en el Alcázar de Dargaard.

Raistlin se preguntaba cómo podía soportar Kit vivir allí. Quizá, como todo lo demás en su vida, la tragedia y el horror que envolvían el Alcázar de Dargaard le resbalaran, como los patinadores que se deslizan sobre el hielo.

Kitiara sacudió la cabeza.

—Los draconianos son buenos guerreros, pero unos chapuceros como escribanos.

—Quizá yo pueda serte de ayuda, hermana —propuso Raistlin con su suave voz.

Kitiara se volvió para mirarlo.

—Ay, hermanito. Me alegra ver que sigues vivo. Pensaba que habías muerto en El Remolino.

«No gracias a ti, hermana», habría querido responder Raistlin con ironía, pero se quedó callado.

—Tu hermanito le sacó cien monedas de acero a Ariakas por venir a espiarte —dijo Iolanthe.

—¿De verdad? —Kitiara esbozó su sonrisa pícara—. Bien hecho.

Las dos mujeres se echaron a reír con aire confabulador. Raistlin sonrió entre las sombras de su capucha, que no se quitaba a propósito, para poder observar sin ser observado. Se sintió satisfecho al ver comprobadas sus sospechas sobre Iolanthe. Decidió probar qué más lograba descubrir.

—No lo entiendo —dijo, paseando la mirada de una mujer a otra—. Pensaba que...

—Pensabas que Ariakas te había contratado para que me espiaras —terminó la frase Kitiara por él.

—Eso era precisamente lo que queríamos que pensaras —dijo Iolanthe.

Raistlin meneó la cabeza, como si estuviera realmente perplejo, aunque en realidad lo había sospechado todo.

—Te lo explicaré más tarde —dijo Kit—. Como ya te he dicho, me alegré al saber por Iolanthe que seguías vivo. Tenía miedo de que tú, Caramon y los demás hubierais muerto en El Remolino.

—Yo escapé —explicó Raistlin—. Los demás no. Murieron en el Mar Sangriento.

—Entonces no sabes que... —empezó a decir Kitiara, pero se detuvo.

—¿No sé el qué? —preguntó Raistlin con aspereza.

—Tu hermano no murió. Caramon sobrevivió, al igual que Tanis y esa camarera pelirroja cuyo nombre nunca logro recordar, lo mismo que esa otra mujer del bastón de cristal azul y el bruto de su marido.

—¡Es imposible! —exclamó Raistlin.

—Te lo prometo —contestó Kitiara—. Ayer estaban todos en Kalaman. Y según mis espías, allí se reunieron con Flint, Tas y esa elfa Laurana. Tú también la conocías, creo.

Kit siguió hablando sobre Laurana, pero Raistlin no estaba escuchándola. Menos mal que la capucha le tapaba el rostro, pues todo le daba vueltas y bailaba ante sus ojos como si fuera un vulgar borracho. Había estado tan seguro de que Caramon estaba muerto... Se había convencido a sí mismo, repitiéndoselo una y otra vez, todas las mañanas, todas las noches... Cerró los ojos para que la habitación dejara de darle vueltas y se agarró a los reposabrazos de la silla para mantener el equilibrio.

«¿Qué me importa que Caramon esté vivo o muerto? —se preguntó Raistlin, apretando los dedos sobre la madera—. Para mí, es lo mismo.»

Pero no lo era. En lo más profundo de su ser, una parte de sí mismo débil y que siempre había despreciado, una parte que siempre había tratado de eliminar, sentía ganas de llorar.

Kitiara estaba mirándolo, esperando que le respondiera a algo que Raistlin ni siquiera había oído.

—No sabía que mi hermano estuviera vivo —dijo Raistlin, luchando consigo mismo para mantener su emociones a raya—. Es raro que estuviera en Kalaman. Esa ciudad queda al otro extremo del mundo desde Flotsam. ¿Cómo llegó allí nuestro hermano?

—No pregunté. No era el momento ni el lugar para celebrar una reunión familiar —repuso Kitiara, riéndose—. Estaba demasiado ocupada diciendo al populacho lo que tendría que hacer para rescatar a su Áureo General.

—¿Quién es ése? —preguntó Raistlin.

—Laurana, la elfa.

—Ah, sí —repuso Raistlin—. Cuando estaba en Palanthas oí que los caballeros la habían elegido. Parece que fue una decisión acertada. Ha estado cosechando victorias.

—Pura chiripa —dijo Kitiara, enojada—. Ya he puesto fin a sus victorias. Ahora es mi prisionera.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La Torre de Wayreth»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La Torre de Wayreth» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Margaret Weis - Die Brüder
Margaret Weis
Margaret Weis - Drachenzauber
Margaret Weis
Margaret Weis - Drachenjäger
Margaret Weis
Margaret Weis - Ámbar y Sangre
Margaret Weis
Margaret Weis - War of the Twins
Margaret Weis
Margaret Weis - The Magic of Krynn
Margaret Weis
Margaret Weis - The War of the Lance
Margaret Weis
Отзывы о книге «La Torre de Wayreth»

Обсуждение, отзывы о книге «La Torre de Wayreth» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x