• Пожаловаться

Poul Anderson: Estrella del mar

Здесь есть возможность читать онлайн «Poul Anderson: Estrella del mar» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. Город: Barcelona, год выпуска: 2000, ISBN: 84-406-9723-6, издательство: Ediciones B, категория: Альтернативная история / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Poul Anderson Estrella del mar

Estrella del mar: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Estrella del mar»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Poul Anderson: другие книги автора


Кто написал Estrella del mar? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Estrella del mar — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Estrella del mar», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Un legionario levantó a medias su espada. Luperco agitó la mano para que la guardase.

—Vigila tus modales —le aconsejó—. Tengo algunas preguntas para tus compañeros. Coopera, y no sufrirás lo peor que puede sucederle a un traidor.

—No traicionaré a mi señor, hagas lo que hagas —dijo el bátavo. Su agotamiento hacía que el desafío fuese monótono—. Woen, Donar, Tiw sed testigos.

Mercurio, Hércules, Marte. Sus dioses principales, o al menos así los identificamos los romanos. No importa. Creo que lo dice en serio, y la tortura no servirá. Tendré que intentarlo, por supuesto. Quizá sus camaradas tengan menos decisión. Aunque no es que crea que alguno de ellos sepa algo útil. Qué pérdida.

Humm, una cosa… —Un ligero presentimiento erizó la piel del legado—. Podría estar dispuesto a decírmelo.

—Dime en todo caso, ¿qué os poseyó? Era una locura atacarnos. Civilis debe de estar tirándose de los pelos.

—Quería detenerlo —admitió el prisionero—. Pero los guerreros se desbocaron, y él… nosotros… sólo pudimos intentar que fuesen efectivos. —Una sonrisa canina—. Ahora quizá hayan aprendido la lección y hagan las cosas bien.

—Pero ¿qué desencadenó el ataque?

De pronto la voz vibró, los ojos se encendieron.

—Estaban equivocados en la táctica, sí, pero la palabra era cierta. Es cierto. Vino por los brúcteros que se han unido a nosotros. Veleda ha hablado.

—Eh, ¿Veleda?

—La sibila. Ha ordenado que todas las tribus se alcen. Roma está condenada, le ha dicho la diosa, y la victoria será nuestra. —El bátavo se cuadró de hombros—. Haz lo que quieras conmigo, romano. Eres hombre muerto, lo sois tú y todo tu apestoso Imperio.

2

En las últimas décadas del siglo XX, un pequeño negocio de importación—exportación era la fachada de la oficina de Ámsterdam de la Patrulla del Tiempo. Su almacén, con oficina anexa, se encontraba en el Indische Buurt, donde la gente de aspecto exótico llamaba poco la atención.

El cronociclo de Manse Everard apareció en la parte secreta del edificio una mañana de mayo. Tuvo que esperar un minuto o así en la salida cuando la puerta le indicó que alguien pasaba por el otro lado que no debería ver que no se trataba simplemente de un revestimiento… sin duda un empleado normal de la compañía. Luego se abrió a su llave. A él le parecía algo rudimentario, pero suponía que se ajustaba a las condiciones locales.

Encontró su camino hasta el administrador, que era también jefe de operaciones de la Patrulla en toda aquella zona de Europa. Normalmente esas operaciones eran rutinarias, o todo lo rutinarias que podían ser cuando se trataba de tráfico arriba y abajo por la historia. Después de todo, no era un cuartel general de entorno. Ni siquiera había parecido estar vigilando un sector especialmente importante, hasta ahora.

—No le esperábamos tan pronto, señor —dijo sorprendido Willem Ten Brink—. ¿Debo llamar a la agente Floris?

—No, gracias —contestó Everard—. Me encontraré con ella más tarde, como habíamos planeado. Simplemente se me ocurrió dar primero un vistazo a la ciudad. No había estado aquí desde… 1952, cuando pasé unos días de vacaciones. Me gustó.

—Bien, espero que lo pase bien. Ya sabe que las cosas han cambiado. ¿Desea un guía, un coche, cualquier tipo de asistencia? ¿Instalaciones para su conferencia?

—Creo que no será necesario. Su mensaje decía que podía explicármelo todo mejor, al menos al principio, en su casa.

A pesar de la obvia decepción del otro hombre, Everard no dejó escapar ninguna pista sobre la naturaleza de la cuestión. Ya era suficientemente delicada sin dar información a gente que no la requería y que no trabajaba fuera de su época de nacimiento. Además, Everard no estaba de¡ todo seguro de la amenaza.

Equipado con un mapa, una cartera llena de gulden, y un par de consejos prácticos, echó a caminar. En un estanco compró tabaco para su pipa y una styippenkart para el sistema de transporte público. No se había instalado el holandés, pero todos los que encontró hablaban un inglés excelente. Con los pies ligeros, vagó.

Treinta y cuatro años eran una larga ausencia (aún mayor, claro está, en su línea de mundo personal. En el ínterin se había unido a la Patrulla, se había convertido en agente No asignado y había serpenteado por el tiempo, por casi todo el planeta. Ahora el Londres de Isabel I o la Pasargadae de Ciro el Grande le eran más conocidas que las calles que recorrería ese día. ¿Había sido realmente tan maravilloso ese verano, o simplemente era joven, sin demasiadas preocupaciones? Medio se temía lo que iba a encontrar.

Las siguientes horas lo tranquilizaron. Ámsterdam no se había convertido en la alcantarilla que mucha gente decía que era. Desde la Presa hasta la Estación Central, estaba llena de jóvenes desaliñados, pero no vio a nadie que causase problemas. En callejones que venían directamente del Damrak podía pasar un rato muy agradable en un café o un pequeño bar con una enorme selección de cervezas. Las tiendas de trapicheo se encontraban a intervalos bastante amplios, colocadas entre negocios normales y librerías extraordinarias. Cuando fue en un recorrido por el canal, el guía con indiferencia señaló el barrio chino, Everard vio edificios de siglos de antigüedad que dignificaban toda la parte vieja de la ciudad. Le habían advertido contra los carteristas, pero no necesitó tomar precauciones contra los ladrones. Había respirado más contaminación en Nueva York y esquivado más cagadas de perro en el parque Gramercy que en cualquier distrito residencial de Ámsterdam. Para almorzar encontró un pequeño y agradable local donde preparaban un excelente plato de anguila. El museo Stedelijke fue una decepción —en lo referente a arte moderno se reconocía un filisteo— pero se perdió en los Rijks, olvidándose de todo lo demás, hasta la hora de cerrar.

Para entonces le quedaba poco tiempo para encontrarse con Floris. La hora había sido sugerencia de él en su conversación telefónica preliminar. Ella no se había opuesto. Era una agente de campo, Especialista de segunda clase, con un rango bastante alto, pero no se atrevía a discutir con un No asignado. Tampoco era una hora tan excéntrica, cuando podías saltar directamente desde donde estuvieses. Probablemente ella se había saltado todo el día después del desayuno.

Por su parte, ese interludio relajado no había matado su estado de alerta. Al contrario. Además, familiarizarse con la ciudad natal de ella, el escenario en el que había crecido, le daba cierto conocimiento sobre Floris. Lo necesitaba. Podrían llegar a trabajar muy estrechamente.

La ruta a pie desde el Musemplein lo llevó por la Singelgracht y por parte del Vondelpark. El agua rielaba, hojas y hierba relucían por la luz del sol. Un chico remaba en una barca alquilada, con su chica en la proa frente a sus ojos; una pareja de pelo gris caminaba de la mano bajo árboles con más años que ellos; una bandada de ciclistas pasó a su lado en medio de una tormenta de gritos y risas. Recordó nuevamente el Oude Kerk, los Rembrandt, sí, los Van Gogh que todavía no había visto, toda la vida que palpitaba en la ciudad hoy y en el pasado y el futuro, todo lo que la producía y la alimentaba. Y conocía toda su realidad por un parpadeo espectral, anillos de difracción sobre un espacio-tiempo abstracto e inestable, un resplandor plegado que en cualquier instante podía no sólo dejar de ser sino dejar de haber sido.

Las torres coronadas de nubes, los espléndidos palacios,
los solemnes imperios, el gran globo del mundo,
sí, todo lo que se hereda habrá de disolverse.
Y como este insustancial desfile desvanecido
no dejará tras de sí ni las ruinas…

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Estrella del mar»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Estrella del mar» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Poul Anderson: Eutopía
Eutopía
Poul Anderson
Poul Anderson: El año del Rescate
El año del Rescate
Poul Anderson
Poul Anderson: Idő-őrjárat
Idő-őrjárat
Poul Anderson
Poul Anderson: Delenda est
Delenda est
Poul Anderson
Отзывы о книге «Estrella del mar»

Обсуждение, отзывы о книге «Estrella del mar» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.