Vernor Vinge - Al final del arco iris

Здесь есть возможность читать онлайн «Vernor Vinge - Al final del arco iris» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Город: Barcelona, Год выпуска: 2008, ISBN: 2008, Издательство: Ediciones B, Жанр: Фантастика и фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Al final del arco iris: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Al final del arco iris»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Robert Gu es un famoso poeta afectado de Alzheimer durante años y al que la medicina del futuro cercano logra recuperar y rejuvenecer. Así, debe enfrentarse a un mundo parecido pero insidiosamente distinto del que recordaba.

Al final del arco iris — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Al final del arco iris», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Tommie metió la mano en la chaqueta y sacó un trozo de plástico de unos veinte centímetros cuadrados.

—Toma. Un regalo que me ha costado 19,99 dólares.

Robert sostuvo el plástico negro. Se parecía mucho a los discos flexibles que había usado muchas veces en los ordenadores del cambio de siglo. Le hizo una consulta. Las etiquetas flotaron en el aire: Tarjeta de datos. Capacidad de 128 PB. Usada al 97%. Había más, pero Robert se limitó a mirar a Tommie.

—¿La gente sigue usando este tipo de cosas?

—Sólo los viejos paranoicos y defensores de la propiedad como yo.

Es un incordio para llevarlo por ahí, pero tengo un lector en el portátil. — Claro —. Los datos están todos en línea, junto con los análisis cruzados por los que los chinos te cobran un extra. Pero, incluso aunque no tengas lector de tarjetas, me ha parecido que estarías intensado en sostenerlo en tus manitas.

—Ah. —Robert echó un vistazo al directorio superior. Era como alzarse sobre una montaña muy alta—. Entonces, esto es…

—El Museo Británico y la Biblioteca Británica, digitalizado e insertado en una base de datos por Coalición Informágica China. Los datos hápticos y de artefactos son de baja resolución, para que quepan en una sola tarjeta. Pero la sección de la biblioteca es veinte veces superior a lo que Max Huertas chupó de la UCSD. Dejando aparte cosas que jamás llegaron a la biblioteca, se trata esencialmente de un registro de la humanidad hasta el año 2000. Todo el mundo premoderno.

Robert sopesó la tarjeta de plástico.

—No parece gran cosa.

Tommie rio.

—Bueno, ¡no lo es!

Robert fue a devolvérsela, pero Tommie la rechazó.

—Como he dicho, es un regalo. Ponlo en la pared, para que recuerdes que eso es todo lo que un día fue. Pero, si realmente quieres verlo, mira en la red. Los chinos lo han ensartado todo muy bien. Y sus servidores especiales son muy ingeniosos.

Tommie se echó atrás y le hizo un gesto al coche que los seguía. La puerta trasera se abrió y le indicó a Xiu que entrase primero. Durante un instante chocante, Tommie pareció un viejo verde acompañado de una jovencita guapa. No era más que otra imagen del pasado que no tenía nada que ver con la verdad.

—Así que Huertas ha salido del mercado del troceo y los chinos prometen que a partir de ahora lo harán todavía más sutilmente que en la Biblioteca Británica. No tienes más que pensar en delicadas manos robóticas sonrosadas recorriendo pacientemente todas las bibliotecas y museos del mundo. Harán comprobaciones cruzadas, buscarán anotaciones… lo que ofrecerá a toda una generación de académicos como Zulfi Sharif algo sobre lo que escribir sus tesis. —Saludó a Robert—. ¡Ya nos veremos!

Era casi medianoche cuando Xiu Xiang regresó a Al Final del Arco Iris. Lena seguía levantada. Estaba en la cocina, preparándose un tentempié. La osteoporosis la obligaba a inclinarse tanto que tenía la cara a sólo unos centímetros de la mesa. Quedaba muy raro, pero la silla de ruedas y el diseño de la cocina le daban mucha libertad de maniobra.

Xiu entró, completamente avergonzada.

—Siento haberte cortado, Lena…

La otra se volvió para mirarla directamente. Tenía una sonrisa torcida en la cara.

—Eh, no pasa nada. Los jóvenes necesitáis intimidad. —Le indicó a Xiu que se sentase y tomase algo.

—Sí. Bien, Tommie no es tan joven. —Notó que enrojecía—. Yo, eh, no me refiero a físicamente. Quiere mantenerse al día del progreso, pero no puede con todo lo que eso implica.

Lena se encogió de hombros.

—La mente de Tommie es mejor que la de algunos. —Dio un mordisco a un bocadillo.

—¿Crees que algún día recuperará su talento?

—Podría ser. La ciencia sigue avanzando. Y aunque eso no sirva de nada en el caso de Parker, podemos empujarle en la dirección adecuada. Gran parte de su problema se debe a que para él la vida era demasiado fácil cuando era joven. Es demasiado irascible para atreverse con nada que le resulte realmente difícil. —Señaló a Xiu—. Come.

Xiu asintió y tomó un bocadillo. Ya lo habían hablado antes. De hecho, esas discusiones eran las que habían ayudado a cierta doctora X. Xiang. Pero quizá para ella fuese más complicado que para Tommie. Su principal problema en el futuro cercano podía ser evitar las «ofertas de trabajo» del Gobierno.

Xiu mordió el bocadillo. Mantequilla de cacahuete y confitura. No estaba malo.

—¿Has tenido la oportunidad de aplicar tus habilidades a las personas que hemos visto hoy?

—¿Te refieres a jugar a psiquiatra? Sí, repasé tu archivo de Epifanía; he realizado algunas consultas anónimas. El consejo que le dimos a Carlos Rivera estaba bien. Tiene un problema crónico, pero así es la vida. Y en cuanto a Juan, hemos hecho todo lo posible, al menos por ahora.

Xiu sonrió a pesar de tener la boca llena de mantequilla de cacahuete y mermelada. Había tardado en comprender que Lena era un genio. Después de todo, la psiquiatría no era una especialidad dura. Lena decía que a la pequeña Miri le encantaba considerar a su abuela como una especie de bruja con poderes. Afirmaba saberlo a pesar de que la chica nunca lo había comentado. Xiu había llegado a comprender que Lena era todo lo que Miri imaginaba, al menos metafóricamente. Nunca he comprendido a los demás, pero, con Lena viendo por mis ojos y hablándome al oído, estoy aprendiendo.

Quedaban misterios.

—No comprendo por qué tu nieta mantiene a raya a Juan. Cierto, los chicos no recuerdan lo que sucedió realmente en Pilchner Hall, pero sabemos que estaban haciéndose amigos. Si pudiésemos conseguir los registros de Miri… —Que el Gobierno todavía retenía.

Lena no respondió directamente.

—¿Sabes que Alice ha salido del hospital?

—¡Sí! Me he enterado por ti, sin detalles.

—No habrá detalles. «Alice estuvo enferma y ya está mejor.» De hecho, hace tiempo que sé que Alice juega a los dados con su propia alma. En esta ocasión ha estado a punto de perderla y de alguna forma eso guarda relación con la tremenda pifia de mi marido en la UCSD. Creo que Alice se recuperará. Lo que debería ayudar a Juan con Miri. —Lena se acomodó en la silla. O, más bien, dejó que la silla adoptase otra postura. Por sí misma, Lena no podía enderezarse—. Ya hemos hablado de eso antes. Miri puede ser testaruda hasta el punto de volverse gilipollas. Lo heredó del hijo de puta, un rasgo que se saltó a Bob. y ahora esa testarudez se ha aliado con una culpa muy profunda: inconscientemente, Miri siente que ella y Juan fallaron y le causaron ese problema espantoso a Alice.

—No parece muy científico, Lena.

—Te estoy ahorrando los tecnicismos.

Xiu asintió.

—Obtienes resultados. Hay personas en Fairmont que creen que soy un genio de las relaciones humanas. ¡Yol

Lena movió una mano algunos centímetros sobre la mesa, todo lo que podían esforzarse sus huesos deformados. Xiu se la tomó con suavidad.

—Hemos formado un buen equipo, ¿no? —dijo Lena.

—Sí. —No sólo por la facilidad de Lena con la gente. No sólo por haber salvado a Tommie y a sus amigos. También por esos días tenebrosos al comienzo de su periodo en Fairmont, cuando estaba segura de que no lograría regresar… y tampoco era que Lena estuviese muy contenta. Juntas habían salido a la luz. Xiu miró a la ancianita que era diez años más joven que ella. Juntas, Lena y yo nos hemos convertido en algo asombroso. ¿Separadas…?

—Lena, ¿crees que algún día se me dará tan bien como a ti comprender a la gente?

Lena se encogió de hombros y sonrió.

—Oh, no sé.

Xiu inclinó la cabeza, recordando pequeños incidentes ocurridos a lo largo de los últimos meses. Lena Gu nunca mentía directamente. Parecía comprender que eso le restaba credibilidad. Pero Lena podía engañar, incluso respondiendo a una pregunta directa.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Al final del arco iris»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Al final del arco iris» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Al final del arco iris»

Обсуждение, отзывы о книге «Al final del arco iris» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x