Hal Clement - Ciclo de fuego
Здесь есть возможность читать онлайн «Hal Clement - Ciclo de fuego» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Год выпуска: 1976, Жанр: Фантастика и фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.
- Название:Ciclo de fuego
- Автор:
- Жанр:
- Год:1976
- ISBN:нет данных
- Рейтинг книги:4 / 5. Голосов: 1
-
Избранное:Добавить в избранное
- Отзывы:
-
Ваша оценка:
- 80
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
Ciclo de fuego: краткое содержание, описание и аннотация
Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Ciclo de fuego»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.
Ciclo de fuego — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком
Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Ciclo de fuego», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.
Интервал:
Закладка:
— Efectivamente. Sin embargo, no estoy tan cerca del final de mi deber como los del casquete polar; debo durar casi durante todo el próximo período de vida de mi gente. De momento, la vida no es demasiado mala para mí.
— Pero ¿cuáles son en concreto las diferencias entre sus razas? ¿Cuál es el cambio de condiciones que mata a una y hace crecer a la otra? ¿Afecta esto a alguna otra forma de vida en el planeta?
— La primera pregunta es difícil de responder, a menos que podamos dar por supuestos algunos puntos de mi aspecto, y no veo cómo sería posible. Mi medio tendría que ser separado del tuyo para permitirnos a los dos vivir, y no sé ninguna barrera a través de la cual nos podamos ver — Kruger empezó a sugerir cristal o cuarzo, pero se dio cuenta de que no sabía la palabra para designar ninguna de ambas substancias. Antes de que pudiera inventar una frase para describirlas, la voz siguió — : El cambio de condiciones está casi acabado, pero el factor más importante es la temperatura. Hace mucho más calor — Kruger silbó suavemente — y el aire cambia.
— ¿Respira usted aire o agua, o ambos? — preguntó el chico —. Su ciudad, ¿se extiende dentro del océano?
— Sólo de momento. Cuando vivimos, el océano desaparece casi por completo.
Supongo que viajará en forma de vapor a esa parte de Abyormen donde no brilla ningún sol y que se precipitará en forma líquida o sólida. Por razones bastante obvias, no hemos podido explorar tales regiones, pero el conocimiento de las condiciones de las Murallas de Hielo da validez a esta teoría.
— Pero el sol llamado Arren brilla en las Murallas durante la mayor parte del tiempo.
— En este momento sí; la región mencionada está a un cuarto de planeta del lugar de que hablabas.
— Empiezo a comprender la situación — dijo Kruger —. Ya me había dado cuenta de que Abyormen seguía una órbita bastante excéntrica alrededor de Theer; si lo que dice es correcto, el mismo Theer hace algo parecido alrededor de Arren.
— Eso hemos deducido, aunque el tamaño y forma precisas de su ruta no son aún conocidos con certeza. No hemos sido capaces de crear instrumentos de medida para obtener los valores necesarios. Sin embargo, estamos seguros de que ambos soles son mucho mayores que Abyormen y que están muy lejanos de él, así que parece razonable suponer que es más bien Abyormen y no los soles quien se mueve.
— Puedo ver lo que tiene que pasar en este lugar; supongo que mi última pregunta era innecesaria, ya que si la temperatura cambia como dijo, tiene que afectar a toda la vida del planeta. Me había preguntado la razón de que la mayoría de los árboles y animales de ciertas especies fueran aproximadamente del mismo tamaño; ahora lo veo bastante razonable. La mayoría de ellos deben haber empezado a crecer en el mismo momento, más o menos.
— Supongo que no es éste el caso de tu mundo — estas palabras fueron una especie de pregunta. Kruger pasó algún tiempo describiendo los cambios estacionales de la Tierra y la forma en que las diferentes formas de vida se adaptaban a ellos.
— Parece, entonces — fue el comentario de los Profesores a su información — que la mayoría de tus criaturas mantienen a lo largo del año más o menos una actividad normal, o si no se ponen a dormir durante la estación inconveniente. En este mundo lo primero no es posible, al menos para nosotros, y encuentro difícil imaginar una criatura capaz de soportar todos los extremos del clima de Abyormen. La segunda me parece en extremo derrochadora; si un tipo de vida no puede aguantar la situación durante una parte del año, ¿por qué no toma otra su lugar durante este período?
— Parece sensato — admitió Kruger.
— Entonces, ¿qué objeción presentas a que compartamos mi raza y la de Dar Lang Ahn Abyormen?
— Pues ninguna. Lo que me preocupa es cómo les tratan ustedes, prohibiéndome decirles lo suficiente acerca de las ciencias físicas para que se salgan de su control.
Ciertamente, no parece importarle que le dé a usted toda la información que pueda.
— A mí, personalmente, no. Para mi gente, pondría las mismas objeciones que para las de Dar Lang Ahn.
— ¿Quiere decir que no desea que su propia gente sea capaz de construir naves espaciales, en el supuesto de que pudiera enseñarles cómo?
— Justamente.
— Pero eso no tiene sentido. ¿Qué objeción pondría usted al deseo de su gente de irse y dejar solo al pueblo de Dar?
— Dije hace mucho que necesitamos a la raza de Dar, aunque preferiste interpretar mis palabras de diferente manera. Aún más, su gente necesita a la nuestra con la misma fuerza, e incluso aunque Dar Lang Ahn no lo sepa, sus Profesores por lo menos sí.
— Entonces, ¿por qué no les tratan como amigos en vez de como inferiores?
— Son amigos. Siento un sentimiento particularmente fuerte hacia Dar Lang Ahn; ésta es una de las razones por la que fuisteis tan bien tratados cuando estuvisteis aquí antes y por la que mandé a mis pobladores lejos antes de arriesgarme a que hubiera violencia cuando vinisteis esta vez.
— Si le tienes tanto cariño a Dar, a quien no has visto nunca, por lo que sé, ¿por qué le quitaste los libros? Eso le ha preocupado más que cualquier otra cosa que haya sucedido desde que le conocí.
— Fue por motivos experimentales, me temo. Quería saber más sobre ti. Siento que Dar Lang Ahn sufra, pero me alegro de haber aprendido algo sobre tu capacidad para la simpatía y la amistad. Sus libros estarán sobre la trampilla en el lugar donde solíamos hablar tan pronto como los consiga después de terminar esta conversación.
— ¿Qué pasa con mi encendedor?
— ¿Realmente lo quieres? Me lo llevé a otro sitio, me temo, y no estoy seguro de poder recuperarlo de nuevo. El condensador — tuvo que parar para explicar esta palabra — era, por supuesto, bastante familiar para nosotros, pero no así la parte que convertía el calor del sol en electricidad. Si puedes desprenderte de él, mis científicos estarían interesados, cuando tengamos alguno.
— Creía que no quería que su gente aprendiera demasiado.
— No quiero, pero dudo seriamente que este invento en concreto saque a alguno de ellos del planeta. Opino que es menos práctico para nuestros propósitos que los generadores que ya usamos, que toman el calor volcánico de Abyormen.
— Entonces, ¿viven bajo tierra, cerca de los volcanes, donde hace el suficiente calor para ustedes? Pensé, por lo que vi de este continente, que buena parte de ustedes viven ahí durante el tiempo frío.
— Yo estoy bajo tierra, como dices, pero no hay muchos de nosotros aquí. Sólo cuatro viven en este área y un número similar en cada una de nuestras otras ciudades.
— Pero deben tener mucho más espacio para vivir durante su mala estación que los demás. Ellos están apiñados bajo aquel casquete polar…
— El cual tiene muchas millas de largo en su punto menor. Sería posible excavar cavernas y probablemente almacenar comida suficiente para la mayoría de la raza, si no toda.
— Y hay volcanes por no sé cuántos cientos de millas por esa península que seguí desde el lugar en que fui abandonado. En resumen, no parece haber razón alguna por la cual las dos razas no puedan vivir a tope todo el tiempo. ¿Qué falla en esta idea?
— Te he estado haciendo insinuaciones de ese fallo a lo largo de nuestra conversación.
Te dije que cada raza era necesaria para la otra; pareces creer que esto es debido a nuestra pereza. Mencioné que otros planetas serían inhabitables porque no nos matarían a todos en el momento adecuado; parece ser imputado eso a la superstición. Te digo que tengo un gran interés personal en el bienestar de Dar Lang Ahn, y al parecer te limitas a no creerlo. Gratuitamente, dices que no hay una imposibilidad técnica, ni incluso una gran dificultad, en que sigamos vivos todo el año si queremos. En vez de reunir todas estas afirmaciones, las tratas como a un grupo de imposibilidades separadas. Confieso haber estado tratando desde que empezó esta conversación de sacar alguna idea sobre la inteligencia humana, y en verdad que no me estás demostrando una muy elevada.
Читать дальшеИнтервал:
Закладка:
Похожие книги на «Ciclo de fuego»
Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Ciclo de fuego» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.
Обсуждение, отзывы о книге «Ciclo de fuego» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.