Isaac Asimov - Un guijarro en el cielo

Здесь есть возможность читать онлайн «Isaac Asimov - Un guijarro en el cielo» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Город: Barcelona, Год выпуска: 1992, ISBN: 1992, Издательство: Martínez Roca, Жанр: Фантастика и фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Un guijarro en el cielo: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Un guijarro en el cielo»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Joseph Schwartz paseaba ensimismado por las calles de Chicago. Levantó un pie en el siglo XX y se encontró con que lo había plantado en el año 827 de la Era Galáctica. Todavía estaba en la Tierra, pero en una época en que la Humanidad había colonizado la Galaxia y en la que los terrestres eran considerados parias condenados a la superficie de un mundo radiactivo. Joseph descubre los planes de los extremistas que amenazan la supervivencia de todo el Imperio Galáctico, y sólo él puede prevenir el desastre.

Un guijarro en el cielo — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Un guijarro en el cielo», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—¡Oh, vamos, no puede estar hablando en serio! —exclamó Ennius mientras contemplaba a Arvardan con una expresión entre incrédula y desconcertada.

—¿Por qué no?

—¿Que por qué no? Bueno, ¿cómo es posible que un planeta llegue a volverse radiactivo? La vida de los elementos radiactivos de la superficie de un planeta se mide por magnitudes de millones y miles de millones de años…, al menos eso es lo que me enseñaron en la universidad, a pesar de que sólo tuve contacto con esas materias durante el curso previo a mis estudios de derecho. Su existencia pasada es tan larga que a efectos prácticos puede considerarse como indefinida, ¿no?

—Pero existe algo llamado radiactividad artificial, Procurador Ennius…, y puede llegar a existir a gran escala. Hay millares de reacciones nucleares con la energía suficiente para crear toda clase de isótopos radiactivos. Si los seres humanos utilizasen una reacción nuclear aplicada a fines industriales sin ejercer el control debido sobre ella, o incluso para librar una guerra…, suponiendo que pueda imaginarse una guerra librada en un solo planeta, naturalmente…, bien, entonces es muy razonable suponer que la mayor parte de la superficie podría acabar siendo radiactiva. ¿Qué opina de mi explicación?

El sol había muerto desangrado en las montañas, y el reflejo del ocaso había enrojecido el rostro de Ennius. Se levantó una suave brisa nocturna, y el adormecedor murmullo de las variedades de insectos cuidadosamente seleccionadas que vivían en los terrenos del recinto palaciego resultó más sedante que nunca.

—Me parece muy rebuscada y poco sólida —comentó el Procurador—. En primer lugar, no concibo que sea posible llegar a utilizar reacciones nucleares en la guerra, ni tampoco la posibilidad de que escapen al control de quienes las emplean hasta tal punto…

—Naturalmente, Procurador Ennius —replicó Arvardan—. Usted tiende a subestimar las reacciones nucleares porque vive en el presente y porque ahora resulta muy fácil controlarlas. ¿Pero qué habría ocurrido si un ejército hubiese usado esas armas antes de que se inventaran las defensas contra ellas? Habría sido el equivalente a utilizar bombas incendiarias antes de que los seres humanos supiesen que el agua o la arena pueden apagar el fuego.

—Hum —murmuró Ennius—. Habla usted igual que Shekt, doctor Arvardan.

—¿Quién? —preguntó Arvardan alzando rápidamente la mirada.

—Un terrestre. Uno de los pocos terrestres decentes…, quiero decir que es alguien con quien un caballero puede conversar. Es físico, y en una ocasión me dijo que la Tierra quizá no siempre hubiese sido radiactiva.

—Ah… Bien, la teoría que acabo de exponerle no es una creación mía, por lo que eso no tiene nada de extraño. Forma parte del Libro de los Ancianos , que contiene la historia tradicional o mítica de la Tierra prehistórica. En cierta forma, me he limitado a repetirle lo que dice ese libro, aunque he transformado su fraseología típicamente perifrástica en definiciones científicas equivalentes.

—¿El Libro de los Ancianos? —Ennius pareció sorprendido y un poco preocupado—. ¿Dónde averiguó todo eso?

—En distintos lugares. No fue fácil, y sólo obtuve algunos fragmentos. Aunque no sea de naturaleza realmente científica, toda esa información tradicional sobre la ausencia de radiactividad resulta muy importante para mi proyecto, naturalmente. ¿Por qué me lo pregunta?

—Porque ese libro es el texto sagrado que venera una secta fanática de terrestres, y a los no nacidos en la Tierra les está totalmente prohibido leerlo. Si fuese usted yo no iría comentando que lo ha leído mientras esté en la Tierra. Algunos no terrestres…, espaciales, como les llaman ellos, han sido linchados por motivos de menor importancia.

—Habla como si el poder de la Policía Imperial no fuese muy efectivo en la Tierra, Procurador.

—No lo es en caso de sacrilegio. ¡Le ruego que haga caso de mi consejo, doctor Arvardan!

Una campanilla emitió una melodiosa nota vibrante que pareció armonizarse con el susurro de las hojas de los árboles. El sonido se extinguió lentamente, y se fue perdiendo poco a poco y casi de mala gana, como si estuviese enamorado de su entorno.

—Es hora de cenar —dijo Ennius, y se puso en pie—. ¿Quiere acompañarme y gozar de la pobre hospitalidad que puede brindar esta isla del Imperio en la Tierra, doctor Arvardan?

Las excusas para celebrar una cena de gran gala eran demasiado escasas, y no se podía dejar pasar por alto ningún pretexto por frágil que resultase. Hubo muchos platos, y el ambiente fue delicioso en todo momento. Los hombres eran cultos, y las mujeres encantadoras; y hay que añadir que el doctor Bel Arvardan de Baronn, Sirio, fue agasajado y atendido hasta un extremo casi embriagador.

Durante la última parte del banquete Arvardan aprovechó el tener público para repetir una buena parte de lo que había dicho a Ennius, pero esta vez su exposición tuvo menos éxito.

Un caballero de rostro rubicundo que vestía uniforme de coronel se inclinó hacia Arvardan.

—Si no he interpretado mal sus exposiciones, doctor Arvardan —dijo en el marcado tono de condescendencia típico del militar que se encuentra ante un intelectual—, usted pretende hacernos creer que esos perros terrestres son los últimos representantes de una raza antigua que en tiempos quizá fuese la antecesora de la humanidad.

—No me atrevo a afirmarlo de una manera tan terminante, coronel, pero creo que existen bastantes probabilidades de que así fuese. Espero que dentro de un año podré emitir un juicio definitivo al respecto.

—Bien, doctor, si demuestra la veracidad de su teoría, de lo que dudo mucho, quedaré extraordinariamente sorprendido —observó el coronel—. Ya llevo cuatro años destinado a la Tierra, y he ido acumulando cierta experiencia. Todos los terrestres son unos bribones despreciables en los que no se puede confiar para nada, y no hay ninguna excepción. En el aspecto intelectual son claramente inferiores a nosotros. Les falta ese impulso que ha diseminado a la humanidad por toda la Galaxia… Son vagos, supersticiosos y avaros, y tienen el alma ruin y mezquina. Le desafío y desafío a quien sea a que me muestre un terrestre que pueda estar al nivel de un auténtico ser humano en cualquier terreno…, de usted y de mí, por ejemplo. Sólo entonces aceptaré que esos terrestres pueden ser los últimos representantes de una raza que quizá haya sido nuestra antecesora; pero hasta ese momento le ruego que me disculpe si le digo que su teoría me resulta totalmente inconcebible.

—Se suele decir que el único terrestre bueno es el terrestre muerto —dijo de repente un hombre bastante corpulento sentado en un extremo de la mesa—, ¡y aún así apesta! —añadió, y celebró su chiste con estruendosas carcajadas.

Arvardan clavó la vista en el plato que tenía delante y lo contempló frunciendo el ceño.

—No deseo discutir las posibles diferencias raciales —dijo sin levantar la mirada—, especialmente porque no tienen ninguna relación con el problema real. Yo estoy hablando de los terrestres de la prehistoria. Los terrestres actuales han vivido aislados durante mucho tiempo, y han estado sometidos a la influencia de un entorno altamente inusual…, y aun así debo decir que creo un error apresurarse a hablar de ellos de una forma tan despectiva. —Se volvió hacia Ennius—. Procurador Ennius, creo recordar que me habló de un terrestre antes de la cena…

—¿De veras? No me acuerdo.

—Un físico. Shekt.

—Oh, sí… Sí, cierto.

—¿Se refería por casualidad a Affret Shekt?

—Sí. ¿Había oído hablar de él con anterioridad?

—Creo que sí. Desde que usted me habló de él me he pasado coda la cena pensando, y creo que por fin he conseguido recordar de quién se trata exactamente. ¿No trabaja en el Instituto de Investigaciones Nucleares de…? Oh ¿cómo demonios se llama ese lugar? —Arvardan se dio un par de palmadas en la frente—. ¿De Chica, quizá?

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Un guijarro en el cielo»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Un guijarro en el cielo» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Un guijarro en el cielo»

Обсуждение, отзывы о книге «Un guijarro en el cielo» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x