¿Qué, todavía te preocupas por eso? Muy bien pues, déjame predecir que volverás de nuevo a empujar los acontecimientos un poquito más. Adelante.
Encontrarás al Albert verde que se llama a sí mismo «frankie»… lo que queda de él… menos de una hora antes del ortomomento. Sí, ahí mismo. Momentos después de que su brazo fuera cortado por la burbuja de la moto al cerrarse, enviándolo a través del tejado de la cabaña de Yosil a un salón lleno de basura.
Puede que le venga bien un poco de ánimo. ¿Qué estrategia usarás?
¿Lo reprenderás por estar ahí tumbado en el polvo, viendo cómo la Harley se marcha, derrotado y listo para expirar?
iBueno, entonces intenta imitar mi voz profética, y luego escucha cómo reacciona el verde!
Sólo que Clara nunca oirá toda la historia… y ahora los malos ganarán.
«Oh, tío. ¿Por qué esa acuciante voz interior ha tenido que decir eso? ¿Para sacudir mi complejo de culpa? ¡Si pudiera, la eliminaría! Cállate y déjame morir.»
¿Vas a morirte ahí y dejar que se salgan con la suya?
«Mierda. No tenía por qué aguantar aquello de algún obsesivo rincón del afina de un golem barato que se convirtió por error en frankie… se convirtió en fantasma… y en cualquier momento iba a graduarse y convenirse en un cadáver derretido.»
¿Quién es un cadáver? Lo dirás por ti.
«Ingenio sorprendente, esa triple ironía. Lo decía por mí, sí. Y aunque intenté con fuerza ignorar la vocecita, sucedió algo sorprendente. Mi mano y mi brazo derecho se movieron, alzándose lentamente hasta que cinco dedos temblorosos aparecieron a la vista de mi ojo bueno. Entonces mi pierna izquierda se sacudió. Sin una orden consciente, pero reaccionando a costumbres imprimadas hace un millón de años, mis miembros empezaron a cooperar unos con otros, intentando manejar mi peso y luego empujándome para que me volviera.
»Oh, bien. Podría servir de ayuda.»
¡El destrozado verde se mueve! Y sólo para asegurarte, lo reprenderás de nuevo durante ese largo camino hasta la gruta, y luego cuando suba esas oscuras escaleras, y así sucesivamente.
Pero no exageres la importancia de tu acción… ni de la reunificación disparada por tu presencia como observador. Estas cosas cuentan mucho menos que la acción física en el mundo «real» de causa y efecto. ¡El verde podría haberlo hecho enteramente sin tu/mi/nuestra intromisión!
No importa. Harás esto y eso lo molestará. Puede que ayude a salvar aun millón de vidas y desvíe la Onda Establecida hacia un destino distinto. Así que adelante.
Ahora tal vez retrocedas también unas cuantas horas, hasta un momento en el apartamento de Pal, susurrándole al verde que vuelva la cabeza y escuche en un instante crucial. Tal vez… oh, por supuesto que lo harás.
Siempre te inmiscuyes al principio. Es parte del aprendizaje. Del ser.
De vuelta al ortomomento… otra oscilación del péndulo ha pasado, como el tictac de un reloj titánico. Sorprendentes resonancias perturban la Onda Establecida amplificada, preocupando a los dos combatientes en tablas. Las amplitudes de probabilidad se colapsan por todas partes como piezas de dominó cuánticas.
Su batalla ha terminado. Ahora está fuera de su control.
Para Yosil, la noticia es calamitosa. ¡Puede que los misiles bioquímicos no se lancen después de todo! No habrá ninguna lluvia vira] que siegue a millones y alimente al rayo andzier cuando llegue. Gravitando sobre la ciudad, sólo cosechará a unos cuantos. ¡Los pocos miles que normalmente mueren cada día descubrirán un más allá completamente distinto a todo lo que les enseñaron en la iglesia! Pero Yosil no cree que tan magros refuerzos le den al andzier el impulso que necesita para convertirse en un coloso espiritual, capaz de doblegar el alma-paisaje a su poderosa voluntad.
La otra personalidad (una vez anclada en Albert Morris) había sucumbido al sueño de Yosil, adaptándolo como propio. ¿Puede aceptar ahora que se ha acabado y conformarse con un objetivo más modesto?
Otros se suman a esta refriega.
Mientras el andzier se encamina a la ignición, el cuerpo orgánico de realAlbert se tambalea a lo largo del eje del rayo, como un ancla arrastrada por una tormenta creciente…
Mientras Ritu y Beta llegan con los brazos extendidos, unidos por fin en un propósito, dispuestos a empujarle a un lado, o peor.
Sé que sientes curiosidad por sondear la compleja, atormentada alma de Ritu. Por supuesto, usa los nuevos poderes de percepción. Pronto verás el crimen que puso en movimiento su trágica historia…
El motivo por el que su síndrome se parece y exagera el mismo que sufre Yosil.
No sólo los genes, sino también un trauma que ambos sufrieron hace mucho tiempo, cuando un padre embobado trató de usar la inteligente tecnología nueva para animar y potenciar el cerebro en desarrollo de su hija pequeña, imprintando talentos de un alma enamorada a otra.
Como poner música para un feto en el vientre (así es como lo imaginó el pobre Yosil), un regalo inofensivo de una generación a la siguiente, antes de que nadie supiera nada de la unicidad subjetiva y la ortogonalidad del alma. Antes de que el temible daño fuera ampliamente conocido. Antes de que esas cosas fueran prohibidas.
La tragedia puede tener su propia belleza triste, evocando lágrimas o risa. Esta ondeó con un horror hermosamente transfigurador digno de Sófocles, a través de años cargados con silencioso remordimiento obsesión y dolor.
Sí, los compadecerás. Desde esta nueva perspectiva, te apiadarás, lo vivirás y compartirás su agonía.
Más tarde.
Otros se suman a esta refriega.
Un golem de pautas en espiral atraviesa la puerta de enfrente, gritando acerca de la traición en términos que sólo un multibillonario podría usar. Y hay que reconocérselo a Eneas Kaolin (tú lo harás, predigo). Hacía falta un talento del que nadie lo imaginaba capaz para penetrar en las muchas capas de disfraces y defensas erigidas por una familia de brillantes paranoicos. Yosil y Ritu y Beta lo subestimaron. Igual que Albert Morris.
Con un poco más de tiempo… o sise hubiera fiado de Morris lo suficiente para confiar en él y aliarse con él desde el principio… Kaolin podría haber creado una diferencia. ¿Pero ahora? Incluso mientras alza el arma, gritando amenazas y exigiendo renuncias, Eneas sabe claramente que es demasiado tarde.
Lo mismo sucede con los guerreros que ahora llegan de la base militar, atravesando ese oscuro túnel que corre bajo meseta Urraca. Armados, blindados y representando la ira de los explotados contribuyentes, es la caballería por fin… pulverizando la retaguardia de Beta para llegar al alto parapeto y contemplar todo esto. Entre sus armas hay cámaras que envían imágenes al mundo entero.
La luz purifica. Se suponía que el Ojo Mundial impediría todas las conspiraciones desagradables y los laboratorios de los científicos locos.
Casi lo hizo.
Tal vez lo haga la próxima vez.
Si hay una próxima vez.
¿Ha advertido ya alguien la alineación?
Como una mezcla supercalentada y superpresurizada de aire y explosivo, la Onda Establecida amplificada ha crecido más allá de ninguna contención o control. Tampoco se puede retrasar más el avance del ortomomento. El tiempo de intervenir está a punto de terminar…
…mientras Kaolin carga hacia el espejo rojo.
Mientras Ritu y Beta se abalanzan hacia el gris.
Mientras los soldados se arrojan valerosamente por el balcón con cuerdas hechas de barro viviente.
Mientras realAlbert alza los ojos… el único que parece, de pronto, saber qué está pasando.
…donde Gumby intenta hacer lo que le sale naturalmente…
Un examinador le dijo una vez a Albert que había «nacido para esta era», con la combinación adecuada de ego, concentración y desapego emocional para hacer duplicados perfectos. Bueno, excepto en mi caso, su primer y único frankie. Con todo, estaba dispuesto a apostar por ese talento…
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