Robert Sawyer - Vuelta atrás

Здесь есть возможность читать онлайн «Robert Sawyer - Vuelta atrás» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Город: Barcelona, Год выпуска: 2008, ISBN: 2008, Издательство: Ediciones B, Жанр: Фантастика и фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Vuelta atrás: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Vuelta atrás»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La doctora Sarah Halifax logró descifrar y contestar el primer mensaje enviado por extraterrestres. Al cabo de treinta y ocho años, cuando ella es ya casi nonagenaria, llega la respuesta. Sólo Sarah es capaz de descifrarla, si vive el tiempo suficiente… Sarah y su esposo Don son sometidos a un costoso tratamiento de rejuvenecimiento (vuelta atrás). Don recupera la fortaleza física de sus veinticinco años, pero Sarah…
Sawyer ofrece de nuevo una interesantísima exploración ética y moral, esta vez a escala humana y también cósmica, sobre la vida y el papel de la tecnología en el desarrollo futuro del ser humano.

Vuelta atrás — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Vuelta atrás», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Trudeau era veinticuatro años más joven que él, pero estaba agotado, exhausto. Él sin embargo tenía energía de sobra, más años por delante de los que realmente podía imaginar; aquellos años futuros eran también una abstracción, como los alienígenas de Sigma Draconis. Sí, uno a uno los años se irían haciendo concretos, pero de momento tampoco ellos parecían del todo reales.

Salió del campo, dejó atrás la mole oscura del colegio y continuó su paseo. Alguien se le acercaba y sintió una pequeña descarga de adrenalina: el miedo de un viejo a las posibles consecuencias de un encuentro nocturno. Pero, a medida que la otra persona se hacía visible, vio que era un hombre calvo de mediana edad que parecía bastante aprensivo: para él lo aterrador era toparse con un hombre de veintitantos años. Sarah tenía razón: todo era relativo.

Don sabía que ella lo hubiese hecho en un abrir y cerrar de ojos, de haber podido: comprometerse a ayudar a crear y a criar a los niños dracos. Y Don también sabía que no hubiese tenido todo aquel tiempo por delante de no haber sido por ella. Así que tal vez le debía aquello a su esposa, y a McGavin también, porque después de todo era quien lo había hecho posible.

Continuó su camino y no tardó en llegar al pequeño supermercado. Era un 7-Eleven. Uno de tantos, todos de la misma cadena. Don era lo bastante mayor para recordar que abrían sólo desde las siete de la mañana hasta las once de la noche, en vez de las veinticuatro horas del día. Indudablemente, si hubiese tenido que empezar de nuevo con el negocio, la dirección de la cadena habría elegido un nombre menos restrictivo. Pero si una compañía gigantesca no había sido capaz de prever lo que le deparaba el futuro, que el tiempo que tenía que cubrir aumentaría enormemente, ¿cómo podía hacerlo él? Pero habían cambiado, se habían adaptado a pesar de todo. Y, mientras cruzaba las puertas de cristal, pasando de la oscuridad a la luz, pensó que tal vez él pudiera hacerlo también.

40

Cuando Don regresó a casa, Sarah estaba en el cuarto de baño preparándose para acostarse. Se reunió con ella allí y la abrazó suavemente por detrás mientras ella estaba delante del lavabo.

—Hola —le dijo.

—Muy bien —respondió él—. Lo haré.

—¿Hacer qué?

—Cuidaré de los niños dracos.

Don la abrazaba de manera lo suficientemente laxa para que ella pudiera darse la vuelta torpemente para mirarlo.

—¿De verdad?

—¿Por qué no?

—No puedes hacerlo por obligación, lo sabes. ¿Seguro que quieres?

—¿Cómo puedo estar seguro de nada? Voy a vivir tal vez hasta los ciento sesenta años. Eso es terra incógnita para toda la raza humana. Sé tanto sobre lo que será como… como lo que sé de lo que es ser un murciélago. Pero tengo que hacer algo y, como me ha dicho tu nieto esta noche, debería ser algo importante.

—¿Percy ha dicho eso?

Don asintió, y Sarah se quedó impresionada.

—De todas formas, tienes que quererlo —dijo ella—. Todo niño tiene derecho a ser querido.

—Lo sé. Y quiero hacerlo.

—¿Sí?

El sonrió.

—Seguro. Además, por fin no tendré que preocuparme de que los niños acaben teniendo mi nariz.

Don sospechaba que a sus vecinos ya no podía sorprenderles nada de lo que sucediera en su casa, pero se preguntó si alguno había visto el coche de alquiler de aspecto caro que aparcaba en el camino de acceso. Si así era, tal vez había centrado la pantalla en Cody McGavin apeándose y explorado su rostro para identificarlo. Era sin duda el hombre más rico que jamás había puesto el pie en la calle Betty Ann.

Don abrió la puerta principal y vio por la pantalla que McGavin caminaba hacia él, dividido en píxeles por la tela metálica de la puerta.

—Hola, Don —dijo McGavin, con su acento de Boston—. Me alegro de volver a verle.

—Hola —respondió Don, abriendo del todo la puerta—. ¿No quiere pasar?

Tomó el grueso abrigo de McGavin y vio cómo se quitaba sus caros zapatos, y luego lo acompañó escaleras arriba hasta el salón.

Sarah estaba sentada en el sofá. Don vio pasar por el rostro de McGavin un gesto fugaz, como si le sorprendiera cuánto había envejecido ella desde la última vez que la había visto.

—Hola, Sarah —dijo.

—Hola, señor McGavin.

Gunter salió de la cocina.

—Ah —dijo McGavin—. Veo que recibieron el Mozo que les envié.

Sarah asintió.

—Lo llamamos Gunter.

McGavin alzó las cejas.

—¿Como el robot de Perdidos en el espacio?

Don se sorprendió.

—Así es.

—Gunter —dijo Sarah, con su voz temblorosa de costumbre—, me gustaría que conocieras a Cody McGavin. Dirige la compañía que te fabricó.

Don se sentó junto a Sarah y observó con interés: la creación conociendo al creador.

—Hola, señor McGavin —dijo Gunter, tendiendo una mano azul mecánica—. Es un verdadero placer conocerle.

—Lo mismo digo —respondió McGavin, estrechándosela—. Espero que hayas estado trabajando mucho para ayudar a la doctora Halifax.

—Ha sido un enviado del cielo —dijo Sarah—. ¿Verdad, Gunter?

—Lo he intentado —le dijo el Mozo a McGavin—. Estaba con ella cuando hizo el descubrimiento. Estoy muy orgulloso.

—¡Ése es mi chico! —exclamó McGavin. Se volvió hacia los Halifax—. Máquinas maravillosas, ¿verdad?

—Oh, sí —respondió Sarah—. Por favor, tome asiento.

McGavin se acercó al sillón reclinable.

—Tienen una casa muy bonita —dijo, mientras se sentaba.

Don pensó en ello. McGavin era conocido por su filantropía. Él había visto fotos suyas visitando chozas del Tercer Mundo, y se sintió humillado de que su casa se pareciera más a una de ellas que a la famosa mansión de McGavin en Cambridge. Las paredes tenían desconchones, la escayola estaba descascarillada, la alfombra raída y manchada. El sofá, con sus bultos y sus arrugas, tal vez hubiera estado de moda a finales del siglo anterior, pero ahora parecía tremendamente anticuado y la tapicería de color vino brillaba en un montón de sitios.

—Bueno —dijo Sarah por fin, repitiendo lo que McGavin les había dicho hacía tantos meses—, vayamos al grano. Como le dije por teléfono, he conseguido descifrar el mensaje draco. Cuando le diga lo que dice, espero que esté de acuerdo conmigo en que no deberíamos hacer pública la respuesta.

McGavin se inclinó hacia delante, con una mano en la barbilla.

—Soy todo oídos. ¿Qué dice?

—Los alienígenas nos han enviado el genoma draconiano…

—¿De verdad?

—Sí, e instrucciones para fabricar un vientre artificial que lleve a término a un par de niños dracos, aquí en la Tierra, además de planos para una incubadora.

—Jesús —dijo McGavin en voz baja.

—Maravilloso, ¿verdad?

—Es… sorprendente. ¿Podrán vivir aquí?

—Sí, eso creo.

—Caramba.

—Pero hay una pega —dijo Sarah—. Los alienígenas quieren que sea yo su madre adoptiva. Pero soy demasiado vieja.

—Bueno, estoy seguro de que se podría crear un laboratorio adecuado… —empezó a decir McGavin.

—No —dijo Sarah, firmemente—. Nada de laboratorios, ni instituciones. Son personas, no especímenes. Se hará en una casa. Como dije, no puedo hacerlo yo, pero puedo elegir a quien lo haga en mi lugar.

La voz de McGavin fue amable y miró de reojo a Sarah mientras hablaba.

—No estoy seguro del todo de que ésa sea su prerrogativa.

—Oh, sí que lo es. Porque, verá, el mensaje con el genoma iba dirigido a mí.

—Ya lo ha dicho antes. Pero sigo sin saber a qué se refiere.

—La clave de descifrado. Es… para mí personalmente. Y no voy a decirle cuál es.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Vuelta atrás»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Vuelta atrás» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Robert Sawyer - Factoring Humanity
Robert Sawyer
Robert Sawyer - Relativity
Robert Sawyer
Robert Sawyer - Mindscan
Robert Sawyer
libcat.ru: книга без обложки
Robert Sawyer
Robert Sawyer - Far-Seer
Robert Sawyer
Robert Sawyer - Origine dell'ibrido
Robert Sawyer
Robert Sawyer - Wonder
Robert Sawyer
Robert Sawyer - Recuerdos del futuro
Robert Sawyer
Robert Sawyer - Factor de Humanidad
Robert Sawyer
libcat.ru: книга без обложки
Robert Sawyer
Antonio Gargallo Gil - Ya no hay vuelta atrás
Antonio Gargallo Gil
Отзывы о книге «Vuelta atrás»

Обсуждение, отзывы о книге «Vuelta atrás» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x