John Darnton - Neanderthal

Здесь есть возможность читать онлайн «John Darnton - Neanderthal» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Фантастика и фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Neanderthal: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Neanderthal»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

En las remotas montañas del norte de Asia, un guerrero desaparece, una estudiante es asesinada y un eminente paleontólogo norteamericano se esfuma sin dejar rastro. Para la oscura institución responsable de la investigación todo esto son indicios de que algo ha salido mal en la más extraordinaria expedición jamás llevada a cabo.
Matt Mattison y Susan Arnot, antiguos alumnos del profesor desaparecido, ex amantes y en la actualidad rivales académicos, aceptarán la misión de encontrar a su viejo tutor de Harvard y el secreto que él ansiaba descubrir: la existencia de una especie entroncada con los orígenes de la humanidad, cuyos individuos han existido durante más de cuarenta mil años. Dotados de poderes inimaginables en un mundo dominado por humanos, dichos homínidos están a punto de alterar para siempre el curso de la civilización.
John Darnton, haciendo gala de un experto manejo del suspense y de una rigurosa documentación científica, nos presenta la pugna entre arqueólogos y gobiernos rivales por seguir la pista a un grupo de criaturas que son una reliquia de la prehistoria. El resultado es Neandertal, la novela de aventuras más esperada del año que, de la mano de Darnton, llevará al lector hacia un viaje fantástico que le hará creer en lo imposible.

Neanderthal — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Neanderthal», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Susan detestaba Washington. Había vivido allí un ano, cuando le concedieron una beca de la Smithsonian Institu tion después de licenciarse en Harvard. Aun se estremecía al pensar en aquellas tardes calurosas que se había pasado catalogando huesos en un sótano, sonando con países lejanos; y también, por supuesto, ‹‹alimentando sus penas de amor››, como sus amigas decían de ella a su espalda.

Recogió su estropeada maleta; el chofer de una limusina la estaba aguardando junto al bordillo con una pancarta en la que se leía: ‹‹Doctora Arnot››. La llevó hasta un barrio residencial de casas de madera de dos o tres pisos y chalets de ladrillo bajo y espacioso.

Había niños jugando fuera.

A Susan le recordó el pueblecito de Oregon donde había vivido de niña, que vivía de la explotación forestal. No veía el momento de marcharse de aquel lugar opresor. Había tenido una infancia desdichada. Su padre era alcohólico y había abandonado a la madre de Susan, una mujer frágil y sin sangre en las venas, para irse a capitanear un trasbordador. La religión había sido un consuelo. Únicamente guardaba un recuerdo entrañable: el de la iglesia de tablas blancas que había en lo alto de una colina.

Susan tenía la fortaleza de su abuela, una beldad húngara de quien había heredado además la tez oscura, los pómulos pronunciados y las largas piernas. Su abuela se fue de Budapest a los veintitrés años y tuvo que recorrer un largo camino hasta llegar a Oregon. Susan también había adquirido su independencia, rasgo ausente en su madre. Al empezar una excavación o una aventura como la que iba a iniciar en aquel momento, le gustaba pensar que también era una pionera.

Solo hacia dos días que había recibido el mensaje de Van, pero se sentía culpable por haber tardado tanto en dejar todos sus asuntos en orden.

Visconti, el director del departamento, no se había mostrado muy condescendiente aunque, a pesar de todo, le había concedido permiso para marcharse. Se las arreglo para despertar la curiosidad de Susan por el Instituto de Investigación Prehistórica enarcando una ceja y recalcando que la mayoría de los científicos serian capaces de matar para dar una conferencia en el, pues era un honor que muy pocos tenían. En la biblioteca encontró varias reseñas sobre el instituto -ninguna anterior a I987-y su propia ignorancia le extraño.

Van no había sido un mensajero muy explicito.

Apenas le dijo nada de el ni de Kellicut, ni del tipo de expedición que este había emprendido. Tampoco le comento que le aguardaba a ella, solo habló de un ‹‹interrogatorio académico a fondo››. Por otra parte, al parecer, aquel hombre sabia muchas cosas de ella; no lo dedujo por lo que el decía sino por lo que no decía; por las preguntas que no hacia y las presunciones que daba por ciertas.

Pronto divisó, a su derecha, el campus de un college y un letrero que señalaba la dirección del Instituto de Investigación Prehistórica. Dentro había dos secretarias, que estaban sentadas frente a sendos escritorios, muy atareadas. A Susan le indicaron con un movimiento de cabeza que se dirigiera a una salita en la que estaba esperándola Van, que se levantó sin ninguna prisa de un sillón e hizo una ligera reverencia. Bienvenida -dijo.

– Gracias. -Susan miró a su alrededor. Los muebles de la sala eran cómodos y antiguos, y debían de tener más valor de lo que parecía-. ¿Que clase de sitio es este?

¿Un college?

– Es parte de un college. A nuestro juicio, desempeña una sinergia muy útil.

La condujo hasta otra sala y después hasta un pasillo. Van se detuvo ante una puerta de roble de doble hoja, la abrió y se hizo a un lado para dejarla pasar.

Susan, desorientada, casi mareada, entro en una sala de juntas de reducidas dimensiones cuyo suelo estaba cubierto por una mullida moqueta. A la vista había unos sillones con abundantes cojines en los que se sentaban unos doce personajes que no le decían nada. Todos le dirigieron la mirada, con interés pero sin ninguna curiosidad. Pero sentado en el centro vio a alguien que le cortó la respiración. Allí, imponente como la vida misma, estaba Matt.

Eagleton hizo girar su silla de ruedas para ponerse de cara a la hilera de pantallas de video y cerciorarse de que la cinta estaba grabando la escena. Aquel momento era muy importante.

Quería estar seguro de que se captaba la expresión de los ojos de Matt y de Susan en el preciso momento en que la sorpresa levanta el telón y deja al descubierto la verdad. Mas tarde podría analizarlas con toda libertad. Siempre se enorgullecía de su capacidad de detectar indicios delatores, que revelaban ‹‹los torpes espías del corazón››, como el los llamaba, que les pasaban inadvertidos a los analistas menos observadores.

Mattison sabia que Susan iba a ir, así que, ni que decir tiene, se había preparado. El viejo Schwartzbaum ya se había ocupado de que Matt se enterara de que Susan iba a estar presente; el muy idiota se lo había soltado aquella misma mañana.

Eagleton lo hubiera matado. Aunque ¿de que otro modo hubiera podido actuar? Había deseado que los funcionarios y los consejeros que ocupaban los más altos cargos los interrogaran personalmente. Había descubierto que si se quería extraer información científica útil, era esencial dejar los interrogatorios en maños de expertos. Aunque los expertos no tuvieran ni idea de con que fines iba a ser utilizada la información extraída. Dominaba el arte de mantener a sus subordinados en compartimientos separados y en la sombra. A aquellas alturas era su segunda naturaleza; la primera, para ser exactos.

Eagleton era muy consciente de lo mucho que significaba aquel acto. Sentía todo el peso de aquel momento sobre el. Pero también notaba algo más: el creciente burbujeo de la excitación, las palmas de las maños húmedas. ¡Dios, como detestaba el sudor! Aunque vivía para los momentos excitantes. Como en los viejos tiempos. Sabia que apodos usaban para referirse a el: ‹‹captain Queeg››, ‹‹cobra de metal››. Este era el problema de la vigilancia interna: uno se enteraba de cosas que hubiera preferido no saber. A pesar de todo era imposible saber demasiado. La información da el poder, como suele decirse. Una sana dosis de paranoia no le hace ningún daño a nadie. Recordó aquella definición chistosa de lo contrario de la paranoia: ‹‹La extravagante manía de que no le persiguen a uno››.

A los sesenta y dos años de edad, Harold Eagleton era muy consciente del paso del tiempo, estaba rodeado de enemigos y se veía confinado en un mundo vindicativo lleno de bacterias. Para el, aquella expedición representaba su retorno al poder. Pero todo debía desarrollarse a la perfección. El problema que le planteaba Kellicut en aquel momento era preocupante. Por otra parte, no se fiaba de Van. Y necesitaban a Mattison y a Arnot, pero tenia que asegurarse de que se comportarían justo como el deseaba que lo hicieran.

Encendió un pitillo y jugueteo con el mando a distancia. Estupendo primer plano de ella. Y de el también. Arnot no estaba mal físicamente; incluso el, que cuando se fijaba en una mujer normalmente pensaba en su cotización en la calle, debía admitirlo. Pero Susan tenía algo que la hacia atractiva; tal vez fuera la forma de sus labios, o su cabello ondulado, o como se lo echaba hacia atrás con una mano cuando estaba nerviosa; y era evidente que en aquel momento lo estaba: en cuanto había visto a Mattison se había quedado de piedra. Pero a Eagleton le satisfizo ver lo rápido que se había repuesto; enseguida recobro la calma y entro en la sala con gran aplomo.

Susan saludó a todo el mundo y les estrechó la mano. Los hombres, haciendo gala de buenos modales, se levantaron, mientras que las mujeres permanecieron sentadas y le dieron un apretón de manos con una sonrisa de complicidad -esa complicidad que les gusta tanto exhibir a las mujeres que se dedican a la ciencia-en la boca.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Neanderthal»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Neanderthal» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Neanderthal»

Обсуждение, отзывы о книге «Neanderthal» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x