• Пожаловаться

Samuel Delany: El tiempo considerado como una helice de piedras semipreciosas

Здесь есть возможность читать онлайн «Samuel Delany: El tiempo considerado como una helice de piedras semipreciosas» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. Город: Buenos Aires, год выпуска: 1980, категория: Фантастика и фэнтези / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Samuel Delany El tiempo considerado como una helice de piedras semipreciosas

El tiempo considerado como una helice de piedras semipreciosas: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El tiempo considerado como una helice de piedras semipreciosas»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Premios Nebula 1969 y Hugo 1970 al mejor relato.

Samuel Delany: другие книги автора


Кто написал El tiempo considerado como una helice de piedras semipreciosas? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

El tiempo considerado como una helice de piedras semipreciosas — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El tiempo considerado como una helice de piedras semipreciosas», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать
* * *

Terminaron, abrieron los ojos, miraron alrededor con expresiones que podían ser de turbación o de desprecio.

Halcón adelantaba el torso con una mirada de embelesada aprobación. Edna sonreía cortésmente. Yo tenía en el rostro esa clase de sonrisa que aparece cuando uno se ha sentido profundamente conmovido y complacido. Lewis y Ann habían cantado maravillosamente.

Alex recobró el aliento, echó una mirada alrededor pare ver en qué estado estaban todos los demás, vio, y apretó el botón del autobar que empezó a zumbar y a moler hielo. Nada de aplausos, pero empezaron los ruidos admirativos, la gente asentia, comentaba, murmuraba. Regina Abolafia se acercó a Lewis pare decirle algo. Yo traté de escuchar haste que Alex me empujó el codo con una copa.

Oh, perdone…

Transferi el maletín a la otra mano y, sonriéndole, tomé la copa. Cuando la senadora Abolafia se apartó de los dos Cantores, éstos estaban tomados de la mano y se miraban el uno al otro como avergonzados Se volvieron a sentar.

La concurrencia se dispersó en grupos por los jardines, por los bosquecillos. En lo alto, las nubes de color gamuza deslucida se plegaban y desplegaban a través de la luna.

Durante un rato permanecí a solas en un círculo de árboles escuchando la música, un canon en dos movimientos compuesto por de Lassus, programado para radio-generadores. Recordé: un articulo aparecido la semana anterior en una de las revistas literarias de mayor circulación diciendo que esa era la única forma de eliminar la sensación de las barras divisorias impuestas a los músicos modernos por cinco siglos de métrica. Durante dos semanas más este sería un pasatiempo aceptable. Los árboles circundaban un estanque de rocas, sin agua. Bajo la superficie de plástico, luces abstractas se tejían y entretejían en radiaciones cambiantes.

—¿Me permite…?

Me di vuelta par encontrar a Alexis, que ahora no tenia copa ni idea de qué hacer con las manos. Estaba nervioso.

—…pero nuestro joven amigo me ha dicho que usted tiene algo que podría interesarme.

Yo empecé a levantar mi maletín, pero la mano de Alex bajó de su oreja (ya había pasado del cinturón al pelo, del pelo al cuello) para detenerme. Nuevo rico.

—Está bien. No necesito verlas todavia. En realidad, prefiero no hacerlo. Tengo algo que proponerle Naturalmente, me interesaría lo que usted tiene si son, en verdad, como Halcón las describio. Pero tengo un invitado que tendría aún más curiosidad.

Eso me sonó raro.

—Sé que suena raro —reconoció Alexis— pero pensé que a usted podria interesarle sólo por lo que representa desde el punto de vista financiero. Yo soy un coleccionista excéntrico que podria ofrecerle un precio acorde con el uso que fuera a darles: excéntricos temas de conversación y, dada la naturaleza de la compra, tendria que limitar estrictamente el número de personas con quien tratarlo.

Yo hice un gesto de asentimiento.

—Mi invitado, en cambio, podría encontrarles una utilidad mucho mayor.

—¿Podria declrme quién es ese invitado?

—Le pregunté, por fin, a Halcón quién era usted y él me dio a entender que estaba a punto de cometer una grave indiscreción social. Revelarle a usted el nombre de mi invitado seria cometer una indiscreción semejante. —Sonrió.— Pero la discreción es el principal ingrediente del combustible que trace girar la maquina social, señor Harvey Cadwaliter-Erickson… —Sonrió con picardía.

Nunca en mi vida fui Harvey Cadwaliter-Erickson, pero hay que reconocer que Halcón fue siempre un chico muy imaginativo. De pronto, una idea me vino a la mente: los magnates del tungsteno, los Cadwaliter-Erickson de Tythis en Tritón. Halcón no era solamente imaginativo, era tan brillante como siempre lo están diciendo las revistas y periódicos.

—¿Supongo que su segunda indiscreción será el decirme quién es ese misterioso invitado?

—Bueno —dijo Alex con la sonrisa del gato engordado a canario—. Halcón estuvo de acuerdo conmigo en que el Halcón bien podria tener curiosidad por ver lo que usted tiene allí (señaló), como en verdad la tiene.

Yo arrugué el ceño. Luego pensé montones de pensamientos pequeños y rápidos que iré expresan. do a su debido tiempo.

—¿El Halcón?

Alex asintió.

No creo haber estado realmente enojado.

—¿Me mandaria un momento aquí a nuestro joven amigo?

—Como usted quiera.

Alex me hizo una reverencia y dio media vuelta Apenas un minuto después Halcón trepó por las rocas y entre los árboles, con una ancha sonrisa. Al ver que yo no le sonreía, se detuvo.

—Mmm…—empecé a decir.

Echó hacia atrás la cabeza con desparpajo.

Yo me rasqué la barbilla con un nudillo.

—…Halcón —le dije— ¿conoces un departa mento de la policia llamado Servicios Especiales?

—He oído hablar.

—De pronto han empezado a interesarse mucho por mí.

—Diantre —dijo con genuina sorpresa—. Se supone que son muy eficientes.

—Mmmm —reiteré.

—Oye —anunció Halcón— ¿Qué me dices de ésta? ¿Sabías que mi tocayo está aquí, esta noche?

—Alex no se pierde una. ¿Tienes alguna idea de por qué está aquí?

—Probablemente tratando de hacer algún trato con Abolafia. Su investigación comienza mañana.

—Oh—. Volví a pensar algunas de las cosas que había pensado antes.—¿Conoces a una tal Maud Hinkle?

Su mirada perpleja decía “no” en forma bastante convincente. —Dice ser uno de los eslabones superiores de la arcana organización que te nombré.

—No me digas.

—Esta noche, un poco más temprano, puso fin a nuestra entrevista con una pequeña homilía a propósito de halcones y helicópteros. Yo tomé nuestro encuentro subsiguiente como una mera coincidencia. Pero ahora descubro que la noche ha confirmado su intimación de pluralidad. —Sacudí la cabeza.—Halcón, me siento repentinamente catapultado a un mundo paranoide donde las paredes no sólo tienen oídos, sino probablemente ojos y largos dedos provistos de garras. Cualquiera de los que me rodean, sí, hasta tú mismo, podría ser un espía. Sospecho que cada rejilla de desagüe, cada ventana de segundo piso oculta binoculares ametralladoras, o algo peor. Lo que no puedo imaginar es de qué modo esas fuerzas insidiosas, por ubícuas y omnipresentes que sean, te indujeron a ti a atraerme a esta trampa intrincada y diabó…

—¡Oh, acaba! —Con un brusco movimiento de cabeza echó el pelo hacia atrás. —Yo no te atraje…

—Tal vez no concientemente, pero los Servicios Especiales tienen un Banco de Información Holográfica, y sus métodos son insidiosos y crueles…

—Te dije que terminaras de una vez.—Y otra vez le pasaron por la cara toda clase de cositas duras.—Te imaginas que yo… —Entonces, supongo, se dio cuenta de lo asustado que estaba yo. —Mira, el Halcón no es un ratero ocasional. Vive en un mundo tan paranoide como éste en el que tú te encuentras ahora, sólo que siempre. Si está aquí, puedes tener la seguridad de que hay tantos de sus hombres (ojos, oídos y dedos) como de Maud Hickenlooper.

—Hinkle.

—Da igual. Ningún Cantor va a… Oye, crees de veras que yo

Y aunque yo sabía que todas esas muequitas duras eran costras para enmascarar el dolor, dije:

—Sí.

—En una oportunidad hiciste algo por mí y…

—Yo te di algunos costurones más, eso es todo. Todas las costras cayeron.

—Halcón —dije— Muéstrame.

* * *

Respiró hondo. Luego empezó a desabrocharse los botones de bronce. Las solapas de la chaqueta se abrieron. Los rayos de luz le tiñeron el pecho de cambiantes tonos pastel.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El tiempo considerado como una helice de piedras semipreciosas»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El tiempo considerado como una helice de piedras semipreciosas» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Отзывы о книге «El tiempo considerado como una helice de piedras semipreciosas»

Обсуждение, отзывы о книге «El tiempo considerado como una helice de piedras semipreciosas» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.