C. Cherryh - El orgullo de Chanur

Здесь есть возможность читать онлайн «C. Cherryh - El orgullo de Chanur» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Город: Barcelona, Год выпуска: 1988, ISBN: 1988, Издательство: Ediciones B, Жанр: Фантастика и фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El orgullo de Chanur: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El orgullo de Chanur»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Los comerciantes hani y sus antiguos enemigos, los kif, coexisten en precaria paz en la estación Punto de Encuentro. Hasta que el Extraño aparece y provoca la gran conmoción que acabará poniendo en peligro el pacto interestelar entre diversas especies. La capitana hani Pyanfar Chanur deberá afrontar la persecución de los kif, con la ayuda de los mahendo sat y la constante presencia de los misteriosos knnn. Y todo ello sin olvidar la defensa de la mismísima casa de Chanur en su planeta natal.
Una saga espacial que moderniza lo mejor de la clásica
y que da inicio a una tetralogía que hará historia dentro del genero.

El orgullo de Chanur — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El orgullo de Chanur», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—Pyanfar. —La voz, grave y profunda, pareció explotar en su oído pese a la estática. Era Kohan sin duda alguna—. Pyanfar.

—Kohan, voy en camino. Estoy a punto de llegar. ¿Cuánto tiempo nos queda, Kohan?

Un largo silencio.

—Kohan.

—Te esperaré. Creo que podré retrasar las cosas el tiempo suficiente.

—Pienso efectuar un aterrizaje directo. Quiero que te quedes en la casa y que no oigas ni veas nada. Tengo algo aquí, algo que encontrarás muy interesante.

—Ese Extraño.

—Veo que os han llegado las noticias.

—Tahar te acusó de varias cosas.

—Eso ya está arreglado. Está arreglado, ¿me entiendes?

Otro silencio, igualmente prolongado.

—Aún no he perdido la cabeza. Sabía que vendrías. Debía estar aquí por si les ocurría adelantarse al momento debido; tienen mucha prisa.

Pyanfar dejó escapar un largo suspiro.

—Bien. Has hecho bien. Sigue así.

—¿Dónde está Hilfy?

—Está bien. Bien y a salvo. Estoy a punto de llegar. Basta de charla, tenemos mucho que hacer. ¿Me has entendido?

Un lejano suspiro apenas audible a través de las interferencias.

—Haré que ese mocoso de Mahn reciba su merecido. —El suspiro se convirtió en lo que parecía una leve risita—. Me quedaré aquí, bebiendo efe y gozando de la sombra, hasta que le dé un ataque de nervios. Date prisa, Pyanfar. Te necesito aquí.

—Cierro —dijo ella y devolvió el micro al tablero, sintiendo cómo su brazo luchaba contra la aceleración. Al cesar en el esfuerzo se dio cuenta de lo larga que había sido la conversación y de lo fácil que habría resultado comprender quién viajaba en este cascarón metálico. La transmisión había sido dirigida directamente al satélite: quizá nadie la había recogido, pero…

—Todo va bien —dijo Nerafy.

—Voy a reunirme con mi tripulación —dijo Pyanfar. Cruzó nuevamente el pozo, apoyándose con los pies en las mamparas.

—Es mejor usar el cable de seguridad —le aconsejó la capitana.

Pyanfar lo encontró y, una vez que el pasador estuvo cerrado, lo cogió firmemente entre los dedos. Luego se lanzó a lo largo del pasillo central, pasando junto a paneles metálicos cubiertos de humedad y células de iluminación medio apagadas por el tiempo, sosteniendo con sus brazos una vez y media su peso corporal. Llegó por fin a la barrera almohadillada en que se encontraban las demás y Haral la recogió, consiguiendo con cierta dificultad hacerla pasar por encima del protector acolchado que cerraba el compartimiento. Ayudada por varios pares de manos, uno de ellos perteneciente a Tully, Pyanfar se derrumbó sobre los almohadones.

—Logré entrar en contacto y hablé con Kohan —jadeó, intentando desenredar sus miembros del confuso montón que ocupaba el compartimiento—. Intentará ganar tiempo.

El rostro de Hilfy. Pyanfar vio cómo una oleada de alivio reprimido inundaba sus rasgos y sintió cierta pena ante la muchacha que había entrado en la Orgullo aparentemente muchos años antes, convertida ahora en la mujer que tenía delante, capaz de autocontrolarse y medir cuidadosamente las posibilidades que les quedaban en su situación actual.

—También hablé con los mahe —dijo Pyanfar—. Siguen con nosotras —miró a Ginas Llun, que estaba medio escondida tras Chur y Haral, y ésta asintió, con las orejas pegadas al cráneo y los ojos llenos de nerviosismo—. No es necesario que nos acompañes en el viaje de regreso —prosiguió Pyanfar—. No hay razón alguna para eso, ker Llun. Nos ocuparemos de que llegues abajo sana y salva y eso será todo.

—Gracias —le respondió Ginas Llun con voz seca y algo despectiva.

—Capitana. —Haral le entregó unas raciones y una botella. Pyanfar dejó la botella en su regazo y abrió el paquete con una garra, sintiendo que las manos le temblaban a causa del esfuerzo prolongado que había hecho en el foso. Luego usó la misma garra para perforar el cierre de la botella y tomó un sorbo. La comida la ayudó un poco, aunque tragar resultaba difícil por el efecto de la aceleración. Con un gesto, ofreció parte de sus raciones a las demás.

—Ya hemos comido —dijo Chur. A lo largo del cable hubo una lenta agitación de cuerpos, a medida que todas intentaban instalarse lo más cómodamente posible. Tully intentaba hablar, expresándose con las manos y con su aún tosco vocabulario hani. Hilfy y Chur le respondían hablando con lentitud e intentando hacerse entender: estaban explicándole algo de la nave y su atmósfera, al parecer. Tully tenía frío. Chur y Hilfy le taparon lo mejor posible con sus cuerpos y eso pareció ayudarle un poco. Pyanfar miró por última vez a Haral y luego cerró los ojos, agotada por el esfuerzo físico y lo incómodo de su situación.

No podía hacer nada para remediarla; ni en la nave ni en el planeta. En esos momentos Kohan debía tener los nervios destrozados y a cada hora que fuera pasando, la tensión psíquica de mantenerse preparado para el desafío e irlo retrasando al mismo tiempo se haría peor, más agotadora, como si estuviera preparándose para saltar a un abismo y luego, llegado el instante decisivo, se apartara de él para empezar de nuevo. El esfuerzo de retroceder era el más difícil, el que sólo podía conseguirse con una férrea voluntad. Sólo los dioses sabían cuánto tiempo llevaban los nervios de Kohan soportando esa tensión; meses, quizá. Quizá desde la noche en que se fue Hilfy, quizás incluso antes, cuando se dio cuenta por primera vez de que Khym Mahn estaba planeando llegar al desafío. Al fin acabaría llegando a un punto en el que vomitaría el alimento y sería capaz de dormir, agotándose en interminables paseos de un lado a otro, manteniendo una tasa tan alta de adrenalina que en cuestión de días no sería más que piel y huesos. Huran y algunas otras se habían quedado con él y también estaban dos de sus hijos más jóvenes, los cuales no habían demostrado precisamente mucho sentido común quedándose a su lado, en vez de salir huyendo. Y luego estaban sus hijas, que debían estar realizando esfuerzos inauditos para lograr que comiera y durmiera lo más posible al acercarse el momento final. Hijas, compañeras y, contando a las capitanas, unas cuantas medio hermanas suyas, quizá las más dignas de confianza en todo et grupo. Pero también resultaba posible que algunos machos ya adultos de Chanur estuvieran volviendo del exilio, haciendo aún más tensa la situación, abandonando su retiro solitario, su vagabundeo o esas ocupaciones conocidas sólo por los dioses con que los machos de los santuarios llenaban sus vidas. Cuando había un desafío, siempre podía contarse con la presencia de machos semejantes, dispuestos a todo y altamente peligrosos, merodeando por el lugar a la espera de obtener algún provecho.

En cuanto al joven Kara Mahn, probablemente era bueno. Había conquistado las tierras de Khym, y éste había logrado sobrevivir hasta entonces más por ingenio que por fuerza. La última vez que vio a Kara le pareció que anunciaba tanto fuerza física como inteligencia: después de todo, poseía la sangre y el temperamento de un Chanur. Pyanfar maldijo su propia estupidez al haber buscado un compañero como Khym, con su residencia tranquila y apacible, escondida en las montañas como un jardín de ensueño. Khym la había dejado hablar y luego había calmado sus nervios, haciéndola reír con sus bromas. Sí, era el compañero ideal, incapaz de plantear amenaza alguna a los intereses de la casa Chanur. Pero, por todos los dioses, nunca se le había ocurrido pensar en lo que dejaba ahí detrás: su hijo, con toda la sangre y el espíritu de Chanur, de mayor tamaño y fuerza que cualquier otro descendiente habido por Khym con sus esposas locales, y que había heredado (si es que tales rasgas se heredaban) su tendencia a buscar líos y su propia ambición.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El orgullo de Chanur»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El orgullo de Chanur» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El orgullo de Chanur»

Обсуждение, отзывы о книге «El orgullo de Chanur» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x