Robert Heinlein - Forastero en tierra extraña

Здесь есть возможность читать онлайн «Robert Heinlein - Forastero en tierra extraña» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Город: Madrid, Год выпуска: 1991, ISBN: 1991, Издательство: Destino, Жанр: Фантастика и фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Forastero en tierra extraña: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Forastero en tierra extraña»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Objeto de escándalo tras su publicación, libro de cabecera de la cultura hippie, biblia de Charles Manson y sus seguidores, Forastero en tierra extraña es la novela más polémica e iconoclasta del género de ciencia ficción. Humano por parte de padres, marciano por nacimiento y educación, Valentine Michael Smith llega a la Tierra como un auténtico forastero. Pese a su ascendencia terrestre, Smith piensa y siente como un marciano y no tiene nada en común con los seres humanos. Su peripecia en nuestro planeta se convertirá en motivo de asombro y escándalo allá donde vaya…
Autor de novelas tan célebres como “Historia del futuro”, “El número de la bestia” y la presente, Robert A. Heinlein (1907–1988) es, junto con Asimov y A. C. Clarke, uno de los máximos exponentes de la ciencia ficción clásica.

Forastero en tierra extraña — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Forastero en tierra extraña», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Jubal tuvo la sensación de que, puesto que había crecido un poco, podría ver los elefantes por encima de la multitud. Pero no había ninguna multitud.

—Dawn me ha dicho que le dé un beso en su nombre: estará ocupada durante las tres próximas horas. Y Mike está muy ocupado también; ha vuelto a retraerse.

—Oh.

—No se sienta tan decepcionado; pronto quedará libre. Está haciendo un esfuerzo especial para poder ponerse a su disposición…, y para que todos nosotros quedemos libres también. Duque se ha pasado toda la noche recorriendo la ciudad en busca de grabadoras de cinta de alta velocidad, que son las que utilizamos para el diccionario, y ahora todo el mundo capacitado para ello se encuentra trabajando en los símbolos fonéticos marcianos. Luego Mike habrá acabado, y podrá dedicarse a las visitas.

»Dawn acaba de empezar una sesión de dictado; yo terminé la mía hace un momento y vine para darle los buenos días…, pero ahora tengo que volver a cumplir con la última parte de mi tarea, así que estaré ausente un poco más de tiempo que Dawn. Y aquí está el beso de Dawn…, el primero era mío —Jill le rodeó el cuello con los brazos y aplicó ávidamente su boca contra la de él; finalmente exclamó—. ¡Dios mío! ¿Por qué aguardamos tanto tiempo? ¡Volveré enseguida!

Jubal encontró a unas cuantas personas en el comedor. Duque alzó la vista, sonrió, agitó una mano y siguió comiendo con ganas. No parecía haber pasado la noche en blanco… y en realidad eran dos noches las que había estado sin pegar ojo.

Becky Vesey miró a su alrededor cuando Duque agitó la mano; lo vio y le dijo alegremente:

—¡Hola, viejo chivo! —cogió a Jubal de una oreja, tiró de él hacia abajo y susurró—. Te he conocido desde siempre, pero…, ¿por qué no acudiste a consolarme cuando falleció el Profesor? —y añadió en voz alta—. Siéntate aquí a mi lado y te meteremos un poco de comida en la barriga, mientras me cuentas qué diabólicas conspiraciones has estado tramando últimamente.

—Sólo un momento, Becky… —Jubal rodeó la mesa—. Hola, capitán. ¿Tuvo buen viaje?

—Sin complicaciones. Un paseo tranquilo. Me parece que no conoce usted a la señora Van Tromp. Querida, te presento al padre fundador de toda esta gran hazaña, el único y exclusivo Jubal Harshaw. Dos hubieran sido demasiado.

La esposa del capitán era una mujer alta y sencilla, con los ojos tranquilos de quien ha contemplado el Sendero de la Viudez. Se puso en pie y besó a Jubal.

—Usted es Dios.

—Oh, usted es Dios.

Jubal decidió que sería mejor que se olvidara del ritual. Demonios, si lo decía las suficientes veces, podía perder el resto de los tornillos que le quedaban y creerlo… Selló esta decisión con un amistoso abrazo al capitán y un beso a su esposa. Luego se dijo que la señora Van Tromp incluso podía enseñar a Jill algo sobre el arte de besar. La mujer… —¿cómo lo había descrito Anne una vez?— concedía al acto toda su atención; no estaba en ninguna otra parte.

—Supongo, Van —dijo—, que no debería sorprenderme de hallarle aquí.

—Bueno —repuso el astronauta—, un hombre que va y viene de Marte tendría que estar en condiciones de parlamentar con los nativos, ¿no cree?

—Sólo alguna conferencia de vez en cuando, ¿eh?

—Hay otros aspectos —Van Tromp tendió la mano hacia una tostada; ésta cooperó—. Buena comida, buena compañía.

—Hum, sí.

—Jubal —llamó Madame Vesant—, ¡la sopa está a punto!

Harshaw volvió a su sitio y encontró frente a sí huevos, zumo de naranja y otras cosas sabiamente elegidas. Becky le palmeó en la pierna.

—Una estupenda reunión de fieles, muchacho.

—¡Mujer, vuelve a tus horóscopos!

—Eso me recuerda una cosa, querido. Necesito saber el momento exacto de tu nacimiento.

—Oh, nací en tres días sucesivos, a distintas horas. Era un chico demasiado grande; tuvieron que manejarme por secciones.

La respuesta de Becky fue rudamente decidida:

—Lo averiguaré.

—El juzgado se incendió cuando yo tenía tres años. No podrás.

—Hay medios. ¿Te apuestas algo?

—Sigue maquinando cosas en contra mía, y descubrirás que no eres demasiado crecida para escapar de unos azotes. ¿Qué ha sido de tu vida, muchacha?

—¿Qué opinas tú? ¿Tengo buen aspecto?

—Saludable. Un poquito ancho en la parte trasera. Te has retocado el cabello.

—En absoluto. Dejé de teñirme hace meses. Tú sí que deberías hacerlo, compañero, para librarte de esas canas. Sustitúyelas con un buen césped.

—Becky, me niego a ser más joven por ninguna razón. He alcanzado la decrepitud por la senda penosa, y me propongo disfrutarla. Deja de parlotear y permite que un hombre coma tranquilo.

—De acuerdo, viejo chivo.

Jubal estaba a punto de abandonar el comedor cuando entró el Hombre de Marte.

—¡Padre! ¡Oh, Jubal! —Mike le abrazó y le besó.

Jubal se deshizo suavemente del abrazo.

—Compórtese de acuerdo con su edad, hijo. Siéntese y disfrute de su desayuno. Me sentaré con usted.

—No he venido aquí a desayunar, he venido a verle. Buscaremos un lugar tranquilo y charlaremos.

—Está bien.

Fueron a la sala de estar de una de las suites. Mike tiraba de la mano de Jubal como un chiquillo excitado dando la bienvenida a su abuelo favorito. Eligió un amplio y cómodo sillón para Jubal y se dejó caer en un sofá que había delante y próximo a él. Aquella habitación daba hacia el ala que tenía la plataforma privada de aterrizaje; unas altas puertas vidrieras daban acceso a ella. Jubal se levantó para cambiar el sillón de sitio de forma que la luz no le diera directamente en la cara cuando miraba a su hijo adoptivo; no se sorprendió mucho, pero sí se irritó ligeramente, cuando el pesado sillón se movió como si su masa no fuera superior a la del balón de un niño; sus manos solamente tuvieron que guiarlo.

Había dos hombres y una mujer en la habitación cuando llegaron. Se marcharon al poco rato, severa, pausada y discretamente. Después de eso quedaron a solas, excepto que a ambos les fueron servidas sendas raciones del coñac favorito de Jubal…, a mano, con gran complacencia de éste. Estaba completamente dispuesto a admitir que el control remoto que poseía aquella gente sobre los objetos ahorraba esfuerzos y probablemente dinero —ciertamente en lavandería: su camisa manchada de spaguetti quedó en una fracción de segundo tan limpia como si se la hubiera acabado de poner—, y evidentemente era un método preferible a la ceguera automática de los aparatos mecánicos. Sin embargo, Jubal no estaba acostumbrado al telecontrol realizado sin cables ni corriente; era algo que le asombraba, del mismo modo que los coches sin caballos alteraron a los caballos decentes y respetables en la época en que nació.

Duque sirvió el coñac.

—Hola, Caníbal —dijo Mike—. Gracias. ¿Eres el nuevo mayordomo?

—De nada, Monstruo. Alguien tiene que hacerlo, y tienes a todos los cerebros de esta casa esclavizados ante los micrófonos.

—Bueno, habrán terminado dentro de un par de horas, así que podrás volver a tu inútil y lasciva existencia. El trabajo está terminado, Caníbal. Cero. Treinta. Fin.

—¿Ya está todo ese maldito lenguaje marciano metido en un puño? Monstruo, será mejor que te examine en busca de condensadores fundidos.

—¡Oh, no, no! Sólo los conocimientos primarios que tengo de él. Que tenía, quiero decir; mi cerebro es ahora un saco vacío. Pero los hombres de frente ancha y despejada como Stinky volverán a Marte durante todo un siglo para empaparse de lo que yo nunca aprendí. Ya he terminado mi trabajo: unas seis semanas de tiempo subjetivo hasta las cinco de esta mañana, o cuando fuera el momento en que terminamos la reunión, y ahora las personas robustas y firmes podrán terminarlo, mientras yo puedo ver a Jubal sin nada en mi mente —Mike se estiró y bostezó—. Siento una sensación agradable. Concluir un trabajo siempre causa bienestar.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Forastero en tierra extraña»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Forastero en tierra extraña» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Robert Heinlein - Sixième colonne
Robert Heinlein
Robert Heinlein - En terre étrangère
Robert Heinlein
Robert Heinlein - Piętaszek
Robert Heinlein
Robert Heinlein - Viernes
Robert Heinlein
Robert Heinlein - Csillagközi invázió
Robert Heinlein
Robert Heinlein - Fanteria dello spazio
Robert Heinlein
Robert Heinlein - Dubler
Robert Heinlein
Robert Heinlein - Stella doppia
Robert Heinlein
libcat.ru: книга без обложки
Robert Heinlein
libcat.ru: книга без обложки
Robert Heinlein
Robert Heinlein - Citizen of the Galaxy
Robert Heinlein
Отзывы о книге «Forastero en tierra extraña»

Обсуждение, отзывы о книге «Forastero en tierra extraña» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x