Sue Grafton - T de trampa

Здесь есть возможность читать онлайн «Sue Grafton - T de trampa» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

T de trampa: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «T de trampa»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Es el mes de diciembre, y Kinsey Millhone atraviesa una época de calma. Tiene entre manos un caso rutinario: una colisión entre dos vehículos, que ha de investigar para el abogado Lowell Effinger. Sin embargo, a medida que avanza en sus pesquisas, empieza a sospechar que la mayoría de los implicados, incluidos los testigos, no son lo que parecen. Además, la tranquilidad de Kinsey se ve perturbada cuando Gus Vronsky, un vecino que no se distingue precisamente por su amabilidad ni su buen humor, sufre una caída y no puede valerse por sí mismo; contrata entonces a Solana Rojas, una enfermera que habrá de cuidarlo y tras cuya aparición Gus parece ir de mal en peor. Para colmo, Henry, el octogenario casero de Kinsey, se echa novia e insiste en que la detective le dé su opinión. Inmersa de pronto en todos estos asuntos que no le dan respiro, Kinsey se ve obligada a agudizar su olfato de investigadora, pues tendrá que lidiar con peligrosos psicópatas, con desaprensivos inquilinos y caseros y con ciudadanos aparentemente honestos que, de una manera u otra, hacen trampa y ocultan una identidad irredenta.

T de trampa — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «T de trampa», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Si no se lo impedía, se metería entre mis archivos y se quedaría a vivir allí para siempre. ¿Qué podía hacer? Pisar una araña de ese tamaño quedaba descartado. No quería acercarme tanto ni ver salir el salpicón de materia cuando la aplastara. Desde luego no iba a golpearla con una revista. Aparte de mi aversión, la araña no representaba el menor peligro. Las tarántulas no son venenosas, pero son feísimas: recubiertas de pelo, con ocho ojos redondos y resplandecientes y (no exagero) unos colmillos que se veían desde la otra punta de la habitación.

Ajena a mi inquietud, la tarántula salió de mi despacho con cierta elegancia y se dispuso a cruzar la recepción. Temí que se estirase y alargase para pasar por debajo del zócalo como un gato deslizándose por debajo de una alambrada.

Sin perderla de vista, retrocedí por el pasillo hasta la cocina. El viernes había lavado la jarra de cristal de la cafetera y la había dejado a secar boca abajo sobre una toalla. Me hice con la jarra y volví rápidamente; me sorprendió ver la distancia recorrida por la tarántula en esos pocos segundos. No me detuve a pensar en lo asquerosa que era de cerca. Dejé la mente en blanco y deposité la jarra boca abajo encima de ella. Luego volví a estremecerme y dejé escapar un gemido procedente de una parte primitiva de mí.

Me alejé de la jarra dándome palmadas en el pecho. Nunca volvería a usarla. Sería incapaz de beber de una cafetera que había tocado una araña con sus patas. No había resuelto mi problema; sólo había postergado la ineludible pregunta de qué hacer con ella. ¿Qué opciones tenía? ¿ La Sociedad Protectora de Animales? ¿Un grupo local de Salvemos a las Tarántulas? No me atrevía a devolverla a la naturaleza (siendo la naturaleza la hiedra que se extendía ante mi puerta), porque siempre estaría buscándola por el suelo, preguntándome cuándo iba a asomar otra vez. Es en momentos como éste cuando se necesita a un hombre cerca, si bien habría apostado cualquier cosa a que la mayoría de los hombres sentían tanto asco como yo y casi la misma aprensión ante la idea de unas tripas de araña.

Volví a mi escritorio procurando no pisar el sobre marrón vacío, que tendría que quemar. Saqué el listín telefónico y busqué el número del Museo de Historia Natural. La mujer que contestó no dio la impresión de extrañarse por la situación en que me encontraba. Consultó su agenda y me dio el número de un hombre de Santa Teresa que de hecho criaba tarántulas. A continuación, con cierto atolondramiento, me informó de que la charla que ese hombre daba, con una demostración en vivo incluida, era una de las preferidas de los niños de primaria, a quienes les encantaba ver cómo se paseaban las arañas por sus brazos. Aparté la imagen de mi cabeza mientras marcaba el número que me había dado.

No sabía qué esperar de alguien que se ganaba la vida confraternizando con tarántulas. El joven que se presentó en mi oficina media hora después tenía poco más de veinte años y era corpulento y blando, con una barba cuya finalidad debía de ser darle aspecto de madurez.

– ¿Eres Kinsey? Soy Byron Coe. Gracias por llamar.

Le di la mano, procurando no deshacerme en efusivas muestras de gratitud. Apretó la mía con delicadeza y le noté la palma caliente. Lo miré con la misma devoción que concedí a mi fontanero el día en que se soltó el tubo de la lavadora y se inundó todo de agua.

– Te agradezco que hayas venido tan pronto.

– Es un placer ayudar. -Tenía una sonrisa amable y su mata de pelo rubio era grande como un arbusto en llamas. Llevaba un peto vaquero, una camiseta de manga corta y botas de excursionista. Traía dos cajas de plástico ligero, que dejó en el suelo, una de tamaño medio y otra grande. La jarra de la cafetera había atraído su atención en cuanto llegó, pero se había contenido por cortesía-. Vamos a ver qué tienes ahí.

Hincó una rodilla en el suelo y luego se tendió boca abajo y acercó la cara a la jarra. Golpeó con un dedo el cristal, pero la araña, palpando el perímetro en busca de una vía de escape, estaba demasiado ocupada para reaccionar.

– Es preciosa -se admiró Byron.

– Gracias.

– Es una tarántula mexicana de patas rojas, una Brachypelma emilia, de unos cinco o seis años. Macho, a juzgar por el color. Fíjate en lo oscura que es. Las hembras son más bien de un marrón claro. ¿Dónde la has encontrado?

– De hecho, ella me ha encontrado a mí. Alguien me la ha mandado dentro de un sobre.

Alzó la vista con interés.

– ¿Y qué celebras?

– No celebro nada, sólo ha sido una broma de mal gusto.

– Menuda broma. Es imposible comprar una araña de patas rojas por menos de ciento veinticinco dólares.

– Ya, claro, yo sólo me conformo con lo mejor. Cuando dices mexicana de patas rojas, ¿significa que únicamente se encuentran en México?

– No de forma exclusiva. En estados como Arizona, Nuevo México y Texas no son raras. Yo crío las rodilla de oro de Chaco y las azul cobalto. Ninguna es tan cara como ésta. Tengo un par de tarántulas rosa salmón de Brasil que conseguí por diez pavos cada una. ¿Sabes que es posible adiestrar tarántulas como mascotas?

– ¿Ah, sí? -respondí-. No tenía ni idea.

– Pues sí. Son tranquilas y no mudan. Pero sí pierden pelo y hay que tener un poco de cuidado con las picaduras. El veneno es inofensivo para los humanos, pero aparece una hinchazón y a veces un hormigueo o adormecimiento. Se pasa enseguida. Menos mal que no la has matado.

– En el fondo soy una conservacionista -dije-. Oye, si vas a tocarla con la mano, avisa, por favor, y saldré de la habitación.

– No, la pobre ya está bastante traumatizada por un día. No quiero que me tome por un enemigo.

Mientras lo observaba, quitó la tapa con respiraderos de la caja de plástico de tamaño medio. Alcanzó un lápiz de mi mesa, levantó la jarra y lo empleó para empujar a la araña hasta la caja. (Ese lápiz también iría a la basura.) La tapó otra vez y, levantando la caja por su asa, volvió a ponérsela a la altura de la cara.

– Si la quieres, tuya es -dije.

– ¿En serio? -Sonrió ruborizándose de satisfacción.

No le había dado tanto placer a un hombre desde que Cheney y yo rompimos.

– También estoy dispuesto a pagarte por tu tiempo. Me has salvado la vida.

– Ni hablar, esto ya es pago suficiente. Si cambias de idea, te la traeré con mucho gusto.

– Ve con Dios -dije.

En cuanto salió y cerró la puerta, me senté ante mi escritorio y mantuve una larga y agradable charla conmigo misma. Una tarántula mexicana de patas rojas. Estaba claro: era obra de Solana. Si lo que pretendía era darme un susto de muerte, lo había conseguido. Yo no sabía qué significaba una tarántula para ella, pero desde mi punto de vista, ponía de manifiesto una mente retorcida. Me estaba avisando de algo y yo capté el mensaje. Todo el alivio que me había proporcionado el ejercicio de la mañana se fue al garete. Esa primera imagen de la araña me acompañaría de por vida. Aún tenía la carne de gallina. Reuní las carpetas que necesitaría, tomé la Smith-Corona portátil, cerré la oficina y lo cargué todo en el coche. Tenía la sensación de que el despacho estaba contaminado. Trabajaría en casa.

Fue pasando el día. Aunque me distraía con facilidad, estaba empeñada en ser productiva. Necesitaba algo que me reconfortara, y para comer me concedí un sándwich de pan integral con una gruesa capa de queso, de pimiento y aceitunas. Lo corté en cuartos, como hacía de pequeña, y saboreé cada ácido bocado. Tampoco fui muy estricta con la cena, debo confesarlo. Necesitaba sedarme con la comida y la bebida. Sé que está mal recurrir al alcohol para aliviar la tensión, pero el vino es barato, es legal y cumple con su cometido. Hasta cierto punto.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «T de trampa»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «T de trampa» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Sue Grafton - U Is For Undertow
Sue Grafton
Sue Grafton - I de Inocente
Sue Grafton
Sue Grafton - H is for Homicide
Sue Grafton
Sue Grafton - P is for Peril
Sue Grafton
Sue Grafton - O Is For Outlaw
Sue Grafton
libcat.ru: книга без обложки
Sue Grafton
Sue Grafton - F is For Fugitive
Sue Grafton
Sue Grafton - C is for Corpse
Sue Grafton
Sue Grafton - E Is for Evidence
Sue Grafton
Sue Grafton - K Is For Killer
Sue Grafton
Sue Grafton - Z Jak Zwłoki
Sue Grafton
Sue Grafton - S is for Silence
Sue Grafton
Отзывы о книге «T de trampa»

Обсуждение, отзывы о книге «T de trampa» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x