John Katzenbach - Un Asunto Pendiente

Здесь есть возможность читать онлайн «John Katzenbach - Un Asunto Pendiente» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Un Asunto Pendiente: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Un Asunto Pendiente»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Megan y Duncan Richards son gente normal. Él es banquero; ella, agente inmobiliaria. Tienen dos hijas adolescentes y un hijo. Viven en una casa preciosa. Todo indica que sus días de activistas políticos, allá por 1968, han quedado muy atrás. Después de todo, cualquiera que fuera joven en 1968 tiene un pasado activista.
Pero Megan y Duncan son distintos. Ellos fueron un poco más lejos. Empujados por una hermosa mujer que se hacía llamar Tania y que dirigía un grupo radical llamado la Brigada de Phoenix, tomaron parte en un robo que, según Tania, sería sencillo y sin derramamiento de sangre, pero no fue así. Desde entonces han pasado 18 años.
Y ahora, cuando los Richards disfrutan de su tranquilidad familiar, Tania está a punto de salir de la cárcel. Lleva 18 años planeando cómo vengarse de las dos personas a las que culpa de lo que ocurrió aquel día. Su venganza será dulce, será perversa. Empezará por su hijo…

Un Asunto Pendiente — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Un Asunto Pendiente», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать
***

Karen y Lauren no repararon en el Sedan último modelo que las adelantó en Pleasant Street ni en la mirada de reojo que les dirigió su ocupante. Estaban inmersas en una discusión.

– Sigo pensando que deberíamos hacer algo -insistía Lauren mientras su hermana negaba con la cabeza.

– Ya lo estamos haciendo; estamos haciendo lo que nos han dicho.

– No sé si es suficiente.

– Bueno, no podemos saberlo, ¿no?

– No, y eso es lo que me pone nerviosa, no puedo creer que quieras quedarte sin hacer nada.

– Bueno, lo que desde luego no quiero hacer es nada que pueda estropear las cosas.

– ¡Pero no lo sabes! -insistió Lauren-. No hay forma de saber si su plan funcionará. Y además, ¿qué saben papá y mamá de cómo hay que tratar con esta gente? ¡Podría salir todo mal!

– Sí, pero también podría salir bien -replicó Karen con tono de Pepito Grillo.

– Te odio cuando hablas así, intentas parecer una persona mayor y no lo eres.

– ¿Y entonces qué quieres hacer?

Lauren no dijo nada. Luego habló:

– Todo esto es una locura.

– Por eso es importante que actuemos con sensatez.

– ¿Te acuerdas de cuando Jimmy Harris vio a aquel tipo robando un coche del estacionamiento del instituto? ¿Recuerdas lo que hizo? Apuntó la matrícula y llamó a la policía, que vino enseguida.

– No puedo creer lo que estás diciendo. Ayer era yo la que quería llamar a la policía y tú te negabas.

– Nada de eso.

– Claro que sí.

Lauren asintió por fin.

– Bien, tienes razón, ya me callo. Es sólo que me gustaría que pudiéramos hacer algo -suspiró-. Echo de menos a Tommy.

– Y yo.

– No, pero, quiero decir, de otra manera. Esta mañana cuando me levanté no podía creer que no estuviera allí intentando colarse en el cuarto de baño.

Karen rio.

– Y dejado la pasta de dientes sin tapar.

– Y las medias y calzoncillos en el suelo.

Karen negó con la cabeza.

– Tenemos que estar convencidas de que volverá. Mañana, eso es lo que ha dicho papá.

– ¿Y tú lo crees?

– Ni creo ni dejo de creer. Me limito a esperar.

– Llevo todo el día con ganas de llorar.

– Yo también, excepto en un par de momentos en que todo parecía normal y entonces me daba cuenta de que me había olvidado, y otra vez me entraron ganas.

– Te vi hablando otra vez con Will.

– Quiere que salgamos.

– ¿Y qué le has dicho?

– Que me llame la semana que viene.

Lauren sonrió.

– Es simpático.

– Sí -rio Karen-. Me gusta.

– Y sexy. Me han dicho que salió con Lucinda Smithson el año pasado.

– Ya, pero no me importa. ¿Y qué hay de Teddy Leonard, eh? Este verano se fue a París en un viaje de intercambio y me han dicho que hasta fue a un burdel.

– No lo creo.

Karen rio.

– Le habría dado miedo.

Las dos sonrieron.

– ¿Sabes por qué me gusta Teddy? -preguntó Lauren, y continuó sin esperar contestación-: Porque cuando vino a casa estuvo un rato jugando con Tommy. A veces me preocupa que Tommy nunca esté con chicos mayores, sólo nos ve a nosotras. ¿Te acuerdas que Teddy se lo llevó afuera y estuvieron jugando al rugby como media hora? Tommy estaba feliz. ¿Te conté lo que me dijo después, esa noche? Fui a llevarle un vaso de agua, después de que apagara la luz y me dijo: «Lauren, me gusta ese chico. Puedes casarte con él». ¿Lo puedes creer?

Karen soltó una carcajada uniéndose a la risa de su hermana, pero en cuestión de segundos su alegría se esfumó dando paso a un escalofrío.

– Si le hacen daño, aunque sea un poco… -empezó a decir Karen.

– Los mataremos -terminó su hermana. Ninguna de las dos se paró a pensar en cómo lo harían y en lugar de ello continuaron en silencio. Cuando Karen doblaba la esquina para entrar en su calle dijo:

– No lo puedo creer, mamá no está en casa todavía.

– Probablemente está de camino.

Karen estacionó en la rampa pero ninguna de las dos salió del coche; se quedaron mirando la casa, incómodas. Afuera estaba oscuro.

– Ojalá papá hubiera instalado el sistema ese de iluminación automática -se quejó Karen.

– Nunca imaginé que nuestra casa pudiera dar miedo -musitó Karen.

– ¡Basta! -la atajó Karen-. No hagas que parezca peor de lo que es. Odio cuando te pones cagona, como si fueras un bebé. Vamos.

Cerró de un golpe la puerta del coche y Lauren la siguió. Karen abrió la puerta delantera de la casa con su llave, entró y encendió la luz, rompiendo la penumbra gris del interior de la casa. Ambas se quitaron los abrigos y los colgaron en el armario de la entrada. Después Karen se volvió hacia su hermana y le dijo:

– ¿Ves? No pasa nada. Vamos a hacernos un té y a esperar a mamá. Estará a punto de llegar.

Lauren asintió, pero siguió sin salir del coche.

Karen miró a su hermana, que parecía estar escuchando algo.

– ¿Qué pasa? -susurró.

– No lo sé -contestó Lauren.

– Si me estás tomando el pelo…

– Chisss.

– ¡No pienso callarme! -dijo Karen-. ¡Me estás asustando! ¡No hay que ponerse histéricas!

Lauren ignoró a su hermana y preguntó:

– ¿Por qué hace tanto frío?

– ¡Y yo qué sé! -se apresuró a contestar Karen-. Deben haber bajado el termostato antes de salir esta mañana.

– ¿No sientes el frío? Es como si hubiera una ventana abierta.

Karen iba a responder pero cambió de opinión.

– Tal vez deberíamos esperar afuera -dijo abruptamente.

– Yo creo que deberíamos echar un vistazo.

Karen miró a su hermana.

– Se supone que yo soy la sensata aquí-susurró-. Y creo que deberíamos largarnos de aquí ahora mismo.

– Todavía no.

Lauren caminó unos pasos en dirección al cuarto de estar.

– Dame la mano -dijo, y su hermana obedeció.

– ¿Oyes algo?

– ¡No!

Con gran cautela entraron en la cocina.

– ¿Qué? -preguntó Karen.

– Nada, pero hace un frío helador.

De repente Karen dio un respingo.

– ¡Madre mía!

Lauren se sobresaltó.

– ¿Dónde? -¡Mira!

Karen señalaba a la despensa. Cuando vio lo que había Lauren también se sobresaltó.

Ambas permanecieron quietas mirando el pequeño espacio. Una ventana había sido forzada desde afuera y los vidrios rotos estaban esparcidos sobre el suelo de linóleo.

– ¡Tenemos que salir de aquí! -dijo Lauren.

– No, tenemos que inspeccionar la casa.

– ¿Crees que…?

– No lo sé.

– Bueno, podría ser…

– ¡No lo sé!

Karen caminó de puntillas a un cajón situado junto a la pileta y sacó un cuchillo de cocina de gran tamaño. Se lo pasó a su hermana y ella tomó un palo de amasar.

– Vamos -dijo-. Al piso de arriba.

Avanzaron por el pasillo y subieron las escaleras sin hacer ruido. Dos veces se pararon a escuchar y después siguieron; iban de la mano y con sus armas en alto. Al llegar arriba echaron un vistazo rápido al dormitorio de sus padres.

– Todo parece en orden -dijo Lauren, que empezaba a sentirse más tranquila-. Supongo que quienquiera que haya entrado se asustó al oírnos llegar.

– ¡Chisss! -dijo su hermana, asustándola otra vez-. Vamos a mirar en la habitación de Tommy. Seguro que vinieron a buscar algo suyo.

Caminaron en silencio hasta el dormitorio de su hermano.

– ¿Cómo vamos a saber si falta algo? -preguntó Karen-. Mira todo lo que hay.

Se deslizaron de nuevo por el pasillo, esta vez hasta su propio dormitorio; la puerta estaba entreabierta y Lauren la empujó con el pie.

– ¡Oh, no! -exclamó.

Karen dio un salto atrás y luego adelante, para ver la habitación.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Un Asunto Pendiente»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Un Asunto Pendiente» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


John Katzenbach - Profesor
John Katzenbach
John Katzenbach - La Guerra De Hart
John Katzenbach
John Katzenbach - Juegos De Ingenio
John Katzenbach
John Katzenbach - Juicio Final
John Katzenbach
John Katzenbach - Just Cause
John Katzenbach
John Katzenbach - The Wrong Man
John Katzenbach
John Katzenbach - La Sombra
John Katzenbach
John Katzenbach - W słusznej sprawie
John Katzenbach
John Katzenbach - La Historia del Loco
John Katzenbach
John Katzenbach - El psicoanalista
John Katzenbach
John Katzenbach - Opowieść Szaleńca
John Katzenbach
John Katzenbach - The Madman
John Katzenbach
Отзывы о книге «Un Asunto Pendiente»

Обсуждение, отзывы о книге «Un Asunto Pendiente» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x