Robert Doherty - La Cuarta Cripta

Здесь есть возможность читать онлайн «Robert Doherty - La Cuarta Cripta» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La Cuarta Cripta: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La Cuarta Cripta»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El experimento más escalofriante de todos los tiempos está a punto de comenzar. El presidente lo ignora por completo. La prensa también. Se trata de un experimento secreto, que se está llevando a cabo en una base militar de Nuevo México y que puede resultar catastrófico. Nadie sabe nada tampoco sobre el inquietante hallazgo de un arqueólogo en la Gran Pirámide de Egipto, que puede cambiar el mundo. Lo único cierto en esta cadena de enigmas y revelaciones que hielan la sangre es que algo terrible está por ocurrir, una catástrofe que la consejera en asuntos científicos del presidente deberá evitar, cueste lo que cueste.

La Cuarta Cripta — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La Cuarta Cripta», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Calma -dijo Kelly cuando Turcotte quiso avanzar-. Esta cosa, sea lo que fuere, está al mando. Deja que Nabinger averigüe lo que quiere.

El primer helicóptero del Abraham Lincoln llegó una hora y treinta minutos después de que Gullick hubiera aterrizado en el aeropuerto internacional de la isla de Pascua. Considerando que cada semana sólo había cuatro vuelos en el aeropuerto y aquél era uno de los días sin vuelo, no tuvieron problema en ocupar las instalaciones.

El hecho de que la isla fuera chilena y estuvieran violando las leyes internacionales no preocupaba en absoluto al general Gullick. Hizo caso omiso de las nerviosas solicitudes del almirante que estaba al frente de las fuerzas operativas del Abraham Lincoln y las transmisiones procedentes de Washington cuando la gente a cargo advirtió que estaba ocurriendo algo extraño.

– Quiero que se preparen para un ataque aéreo -ordenó Gullick-. El objetivo es el volcán Rano Kao. Todo lo que tengan. El objetivo está sumergido en las aguas del cráter.

El almirante hubiera hecho caso omiso a Gullick excepto por una cosa muy importante. Aquel general sabía las palabras del código para dar luz verde a aquel tipo de misión. En la cubierta del Abraham Lincoln se desplegaron los misiles inteligentes y las tripulaciones empezaron a colocarlos en las alas del avión.

Al cabo de dos horas, Nabinger tenía una mirada perdida en el rostro y el zarcillo salía de él y regresaba a la esfera dorada.

– ¿Qué ha podido saber? -preguntó Kelly mientras todos se arremolinaban alrededor.

– ¡Es increíble! ¡Increíble! -exclamó Nabinger agitando la cabeza mientras reposaba su vista lentamente sobre lo que le rodeaba-. Me habló de un modo que no podría explicarles. Tanta información. Tantas cosas que nunca entendí. Ahora todo encaja. Todas las ruinas y los descubrimientos, todas las runas, todos los mitos. No sé por dónde empezar.

– Por el principio -sugirió Von Seeckt-. ¿Cómo llegó ahí esa cosa? ¿De dónde vino la nave nodriza?

Nabinger cerró un momento los ojos, luego empezó a explicar.

– En la Tierra había una colonia alienígena, por lo que puedo adivinar, más que una colonia era un destacamento. Los alienígenas se llamaban a sí mismos los Airlia. Llegaron aquí hace unos diez mil años. Se asentaron en una isla. -El profesor levantó una mano cuando Turcotte hizo un ademán para empezar a hablar-. No era esta isla. Era una isla en el otro océano. En el Atlántico. Una isla que en una leyenda humana recibió el nombre de La Atlántida.

»Desde ahí exploraron todo el planeta, donde había una especie propia muy parecida a ellos. -Nabinger sonrió-. Nosotros. Intentaron evitar el contacto con los humanos. No estoy totalmente seguro del porqué estaban aquí. Tendría que tener más contacto. Me imagino que simplemente fue una expedición científica, aunque sin duda había un aspecto militar en todo aquello.

– ¿Pretendían conquistar la Tierra? -preguntó Turcotte.

– No. Hace diez mil años nosotros no éramos precisamente un peligro interestelar. Los Airlia estaban en guerra con otras especies o, tal vez, entre ellos mismos. Por lo que me ha dicho no puedo saberlo muy bien, pero creo que se trataba de lo último. La palabra empleada para el enemigo era distinta. Si el enemigo hubiera sido uno de ellos creo que lo podría decir porque… -Nabinger se detuvo-. Me estoy yendo del tema.

»Los Airlia vivieron aquí durante varios milenios, cambiando el personal en turnos de trabajo. Entonces ocurrió algo, no aquí, en la Tierra, sino en su guerra interestelar. -Nabinger se pasó la mano por la barba-. La guerra no iba bien y ocurrió algún tipo de desastre de forma que los Airlia de aquí quedaron aislados. Parece que el enemigo podía hallar a los Airlia por sus naves interestelares -Miró a Von Seeckt-. Ahora ya sabemos el secreto de la nave nodriza. El comandante de la colonia tuvo que decidir: recogerlo todo y volver al sistema de donde provenían o bien quedarse. Naturalmente, la mayoría de los Airlia querían regresar, puesto que, incluso en el caso de que se quedaran y no fueran detectados, siempre existía la posibilidad de que el enemigo los descubriera.

«Evidentemente, si se marchaban serían detectados y habría una persecución por el espacio. Había también un factor adicional, uno que por lo visto el comandante de los Airlia consideró muy importante. Él era uno de los que había programado al guardián, por lo que la mayoría de las cosas que he aprendido son bajo su punto de vista. Se llamaba Aspasia. -Hizo una pausa y continuó-: Aspasia sabía que incluso si se marchaban, la señal de sus motores podría ser rastreada por el enemigo y entonces la Tierra sería descubierta por otros. Para él aquello equivalía a sentenciar el planeta a su destrucción. Le parecía que sólo ese factor excluía la huida. Por otra parte, las leyes por las que se regía decían que no podía poner en peligro este planeta ni la vida que contenía.

»Sin embargo, entre los Airlia había otros que no eran tan nobles ni tenían tanto respeto por las leyes. Querían regresar y no quedar atrapados en aquel planeta primitivo para el resto de sus vidas. Los Airlia lucharon entre sí y ganó el bando de Aspasia. Sin embargo, éste sabía que mientras hubiera una posibilidad de regresar, siempre existiría una amenaza. Sabía también que incluso su ubicación en la isla, la Atlántida, podía violar sus normas de no interferencia.

»Por lo tanto trasladó la nave nodriza y la escondió. Luego dispersó a sus hombres. Algunos, los rebeldes, ya lo habían hecho y se encontraban en distintas partes del planeta. Aspasia escondió siete agitadores en el Antártico y -Nabinger señaló detrás de su espalda- trasladó su ordenador central, el guardián, a la isla de Pascua, que por aquel entonces estaba deshabitada. A continuación condujo dos platillos más para que permanecieran con la nave nodriza. -Nabinger tomó aire-. Bueno, hizo eso antes de hacer una última cosa. Destruyó su destacamento en la Atlántida para que, si el enemigo penetraba en aquel sistema solar, no pudiera descubrir que los cabeza de fuego habían estado ahí. Borró por completo cualquier rastro de su existencia en la Tierra y escondió el resto. -Nabinger miró la pantalla-. Aspasia dejó activado el guardián con los caza Fu bajo su control por si cambiaba el curso de la guerra o si su propia gente regresaba a este sector del espacio. Evidentemente, eso nunca ocurrió. -El profesor volvió la vista del ordenador-. Otros entre los Airlia, los que no estaban de acuerdo con Aspasia, posiblemente intentaron dejar su propio mensaje a su gente al saber que el guardián estaba en marcha.

»Ahora ya sé el porqué y el cómo de las pirámides. Eran balizas espaciales construidas por los rebeldes con la tecnología limitada que encontraron y la mano de obra humana que pudieron emplear para intentar comunicarse con su gente si alguna vez llegaban lo suficientemente cerca. Y luego está lo de la bomba que los rebeldes robaron. Aspasia lo sabía, pero no podía entrar y robarla, pues era imposible hacerlo sin que los humanos vieran su poder y conocieran su existencia o sin que los rebeldes la hicieran estallar. Verán -prosiguió Nabinger-. Los rebeldes no eran muchos. Nunca fueron más de unos pocos miles entre todos los Airlia que había en el planeta. Y se marcharon a otros lugares y se labraron su propio camino entre los humanos. La teoría difusionista de Jorgenson es cierta. Existen, en efecto, conexiones entre esas civilizaciones antiguas y hay una razón por la que todos empezaron aproximadamente a la vez, si bien la razón no fue el que el hombre pudiera atravesar el océano. Se debió a que la Atlántida fue destruida y los Airlia tuvieron que dispersarse por el planeta.

– Vi una pirámide como el guardián pero más pequeña en el nivel inferior de Dulce -dijo Turcotte.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La Cuarta Cripta»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La Cuarta Cripta» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La Cuarta Cripta»

Обсуждение, отзывы о книге «La Cuarta Cripta» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x