Sue Grafton - L de ley

Здесь есть возможность читать онлайн «Sue Grafton - L de ley» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

L de ley: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «L de ley»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La detective Kinsey Millhone se aprestaba a ser dama de honor en la boda del hermano de su casero cuando, pocos días antes, acepta investigar para un vecino, Chester, por qué en los archivos militares ha desaparecido todo rastro de Johnny Lee, su padre recién fallecido y veterano de la segunda guerra mundial. ¡Adiós planes de boda!, porque, de pronto, alguien ha entrado en casa del difunto dejándolo todo patas arriba y Chester descubre, en una caja de caudales, una llave con esta misteriosa inscripción: LEY. A partir de entonces nadie es ya quien dice ser: ni Ray Rawson, el antiguo amigo del ejército, que quiere alquilar la casa; ni Gilbert Hays, a quien Kinsey sorprende llevándose una bolsa de la casa de Lee; ni Laura Huckaby, la mujer a quien aquél entrega la bolsa. A Kinsey no le queda más remedio que emprender una salvaje odisea en la que, para desenredar la madeja, acabará pasando por cualquier cosa, menos por detective…

L de ley — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «L de ley», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Cómo voy a enfrentarme a Gilbert si meto en escena un montón de policías?

– Ray, tienes que confiar en mí. No vale la pena. Pasarías entre rejas el resto de tu vida.

– ¿Qué resto? Tengo sesenta y cinco años. ¿Cuánto tiempo me queda?

– No seas cabezota. Te queda mucho tiempo. Fíjate en tu madre. Conseguirá vivir un siglo. No lo estropees.

– Escucha, Kinsey -dijo-. Voy a contarte la verdad. Llamamos a la poli, ¿sabes qué ocurrirá a continuación? Iremos a la comisaría. Rellenaremos formularios. Nos harán muchas preguntas a las que no me apetecerá contestar. Me investigarán o no me investigarán. Si me investigan, paso a la historia y adiós Laura. Si no me investigan es lo mismo. Estamos jodidos igualmente. Las horas van pasando, ¿y qué ocurre? Que al final la poli no puede hacer nada. Ah, qué lástima. De modo que al final volvemos a estar en la calle y sin una maldita pista sobre el paradero del botín. Créeme. Cuando Gilbert vuelva a ponerse en contacto con nosotros, no querrá oír excusas. ¿Y qué le diremos? «Lo siento, aún no hemos encontrado el dinero. Nos han entretenido en comisaría y se nos ha pasado el tiempo.»

– Dile que estás en ello -sugerí-. Dile que tienes el dinero y que quieres reunirte con él en otro sitio. La policía le echará el guante.

Ray puso cara de aburrimiento.

– Has visto demasiada televisión. La verdad es que cuando la poli interviene, lo estropea todo la mitad de las veces. Detienen al delincuente y la víctima muere. ¿Sabes qué pasa a continuación? Juicio sonado. Publicidad. Un abogado peleón se pone a contar la atribulada infancia del secuestrador. Que está mal de la cabeza, que la víctima lo maltrataba y que raptó a ésta en legítima defensa. Miles de dólares pasan por el tubo. El jurado no tiene un veredicto unánime y el muchacho sale libre. Mientras tanto, Laura está en el cementerio y yo otra vez en la cárcel. ¿Quién gana entonces? Yo no y ella te puedo asegurar que tampoco.

Empezaba a calentárseme la sangre. Dejé el trapo de cocina.

– ¿Sabes qué? Que hagas lo que te dé la gana. No es mi problema. ¿No quieres llamar a la poli? De acuerdo. Allá tú. Yo me voy.

– ¿A California?

– Si consigo administrarme -dije-. Claro que como ahora tiene Gilbert los ocho mil, supongo que no irás a pagarme el pasaje de vuelta, como habías prometido, aunque esto tiene poca importancia. El caso es que no tengo dinero para ir en taxi al aeropuerto, así que te agradecería que me llevaras. Es lo menos que puedes hacer.

Por lo visto, también a él se le había calentado la sangre.

– Claro. Ningún problema. Deja que arregle un poco la cocina y nos pondremos en marcha. Si Laura muere, caerá sobre tu conciencia. Has podido echarnos una mano. Has dicho que no. Tendrás que vivir con eso dentro de ti, igual que yo.

– ¿Yo? Pero si todo esto es obra tuya. Y encima quieres endosármelo a mí. Hablas igual que Gilbert.

Me asió la mano.

– Oye. Necesito ayuda. -Nos miramos a los ojos durante unos instantes. Aparté la mirada. Cambió de tono. Se puso a darme coba-. Vamos a idear algo. Tú y yo. No te pido nada más. Aún falta mucho para que salga el avión.

– ¿Qué avión? He hecho la reserva, pero no tengo el pasaje y estoy sin blanca.

– Entonces no pierdes nada si te quedas y me ayudas.

– Mira, voy a serte franca -dije-. Faltan dos días para Acción de Gracias. Tengo que asistir a una boda y por eso quiero volver. Dos amigos a los que quiero mucho van a casarse y yo soy dama de honor, ¿me explico? Con el tráfico de la festividad, los aeropuertos estarán colapsados. Fue un golpe de suerte conseguir esta reserva.

– Pero no tienes dinero -dijo Ray.

– ¡¡Ya lo sé!! -Se llevó el dedo a los labios y miró con intención hacia el dormitorio donde estaba Helen-. Ya sé que no tengo dinero -añadí susurrando con aspereza-. Pero trato de calcular la cantidad.

Ray sacó la billetera.

– ¿Cuánto?

– Quinientos.

Apartó la billetera.

– Creía que tenías amigos. Gente dispuesta a prestarte lo que haga falta.

– Y así será si puedo hablar por teléfono. Pero tu madre duerme.

– No tardará en levantarse. Es una anciana. Duerme poco de noche y hace varias siestas. En cuanto se levante, llamas a California. Si tu amigo te compra el pasaje con la tarjeta de crédito, podrás subir a ese avión. Tú déjame. Voy a mirar a ver qué hace. ¿De acuerdo? -Se dirigió al dormitorio y entreabrió la puerta con mucho aparato-. Se levantará dentro de nada. Te lo prometo. Ya la veo moverse.

– Vale, vale.

Cerró la puerta.

– Ayúdame a encontrar el dinero. Hablemos de ese tema. Es lo único que te pido.

Extendió la mano para señalarme una silla. Lo miré con fijeza. Bueno, amigos, pues así estaban las cosas. El altruismo y el egoísmo estaban enfrentados. ¿Qué camino tomaría, el sublime o el mezquino? ¿Sabía aún a aquellas alturas cuál era cada cuál? Hasta el momento, y si descontamos lo de pasar el aspirador, todo lo que había hecho era ilegal: habitaciones de hotel forzadas, conspiración con delincuentes buscados. Seguro que pasar el aspirador había infringido alguna cláusula del convenio sindical. No tenía sentido ponerse puritana a última hora.

– Tienes el corazón chorreando mierda -dije.

Apartó la silla de la mesa y tomé asiento. Fue increíble, pero lo hice. Mi deber habría sido dirigirme al supermercado de la esquina y buscar un teléfono público, pero ¿qué queréis que os diga? Aquel hombre me importaba, me importaba su hija y me importaba su anciana y dormilona madre. Como si le hubieran dado el aviso, salió en aquel instante del dormitorio con los ojos brillantes y llenos de vida. Había estado acostada menos de un cuarto de hora y ya estaba lista para pelear otra vez. Ray le acercó una silla.

– ¿Cómo estás?

– Bien. Mucho mejor -dijo-. ¿Qué ha pasado? ¿Qué vamos a hacer?

– Adivinar dónde escondió Johnny el dinero -dijo Ray. Tenía que habérselo confesado todo a su madre porque la anciana no cuestionó el asunto ni la relación de su hijo con él. Supongo que a los ochenta y cinco años le preocupaba ya muy poco la idea de ir a la cárcel. En la mesa aparecieron lápiz y papel como por arte de magia-. Tomemos notas. Bueno, lo haré yo -dijo al ver mi expresión-. Creo que tú querías hablar por teléfono. Está ahí dentro.

– Ya sé dónde está el teléfono. Vuelvo enseguida -dije. Utilicé la tarjeta de crédito para poner otra conferencia a Henry. Quiso la suerte que no estuviera en casa todavía. Le dejé otro mensaje en el contestador, detallándole que mi vuelo de regreso era tema de polémica por falta de fondos de una servidora. Repetí el número de teléfono de Helen, instándolo a llamarme para ver si había alguna forma de que yo tomara el avión previsto. Ya que estaba en ello, probé con el número del local de Rosie, pero comunicaba. Volví a la cocina.

– ¿Qué tal ha ido? -preguntó Ray con amabilidad.

– Le he dejado un recado a Henry. Espero que llame antes de una hora.

– Lástima que no lo encontraras. Supongo que no tiene sentido ir al aeropuerto hasta que hables con él.

Tomé asiento pasando por alto sus condolencias, que sonaban a falsas.

– Empecemos por las llaves -dije.

Ray escribió algo en el cuaderno, la palabra «llaves». La rodeó con una circunferencia y la observó entornando los ojos.

– ¿Por qué son importantes las llaves si las tiene Gilbert?

– Porque son la única pista tangible que hay. Pongamos por escrito lo que recordemos.

– ¿De qué hablas? Yo no recuerdo nada.

– Bueno, una era de hierro. De unos quince centímetros de longitud, una llave maestra de aire antiguo, marca Ley. La otra era una Master…

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «L de ley»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «L de ley» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Sue Grafton - T de trampa
Sue Grafton
Sue Grafton - U Is For Undertow
Sue Grafton
Sue Grafton - I de Inocente
Sue Grafton
Sue Grafton - H is for Homicide
Sue Grafton
Sue Grafton - P is for Peril
Sue Grafton
Sue Grafton - O Is For Outlaw
Sue Grafton
libcat.ru: книга без обложки
Sue Grafton
Sue Grafton - F is For Fugitive
Sue Grafton
Sue Grafton - E Is for Evidence
Sue Grafton
Sue Grafton - K Is For Killer
Sue Grafton
Sue Grafton - Z Jak Zwłoki
Sue Grafton
Sue Grafton - S is for Silence
Sue Grafton
Отзывы о книге «L de ley»

Обсуждение, отзывы о книге «L de ley» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x