Tom Knox - El Secreto Génesis

Здесь есть возможность читать онлайн «Tom Knox - El Secreto Génesis» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El Secreto Génesis: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Secreto Génesis»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Hace apenas unos años, un equipo de arqueólogos descubrió en Gobekli Tepe, al sureste de Turquía, un templo extraordinario, con enigmáticos y sofisticados relieves, miles de años anterior a las pirámides de Egipto.El corresponsal de guerra Rob Luttrell es enviado al yacimiento para realizar un reportaje para su periódico. Lo que en principio iba a ser un trabajo tranquilo da un giro dramático cuando aparece muerto el director de la excavación.Paralelamente, en Inglaterra se produce una oleada de crímenes ejecutados de acuerdo a primitivos rituales de sacrificios humanos.¿Qué relación guardan las ruinas milenarias de Gobekli Tepe con la terrible cadena de asesinatos?

El Secreto Génesis — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Secreto Génesis», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

El camarero colocó sobre la mesa dos vasos más y dos cucharas de plata. Rob se preguntó si alguien podría intoxicarse por tomar demasiado té.

Christine siguió hablando.

– Cayonu está siendo excavado por un equipo estadounidense. Hace unos cuantos años encontraron un estrato de cráneos y de esqueletos despedazados bajo una de las salas centrales del yacimiento.

– ¿Cráneos humanos?

Christine asintió.

– Y también huesos de animales. Los análisis demostraron también que se había derramado mucha sangre humana. Ese lugar es conocido ahora como la Cámara de la Calavera. A Franz le fascinaba Cayonu.

– ¿Y qué?

– Las pruebas encontradas en Cayonu apuntan a una especie de sacrificios humanos. Esto crea controversia. Los kurdos no quieren creer que sus antepasados… estaban sedientos de sangre. ¡Ninguno de nosotros quiere creerlo! Pero la mayoría de los expertos piensan ahora que los huesos en la Cámara de la Calavera son restos de muchos sacrificios humanos. El pueblo de Cayonu construyó sus casas sobre cimientos hechos de huesos, los huesos de sus propias víctimas.

– Qué agradable.

Christine revolvió el azúcar de su té.

– De ahí la última línea del cuaderno. La bodega de Edessa.

– ¿Cómo?

– Así es como suelen llamar los conservadores del museo de San liurfa a la mayoría de los archivos ocultos del museo dedicados a los restos preislámicos.

Rob hizo una mueca.

– Perdona, Christine. Me estoy perdiendo.

Christine se explicó.

– Sanliurfa ha tenido muchos nombres. Los cruzados la llamaron Edessa, como los griegos. Los kurdos lo llaman Riha. Los árabes,al-Ruha. La ciudad de los profetas. Orra es otro nombre. Es la transcripción del nombre griego. Así que, Edessa quiere decir Orra.

– ¿Y Keller?

– ¡No es un nombre! -Christine sonrió triunfante-. Es la palabra alemana sótano, bodega, cripta. Franz lo escribió en mayúsculas porque así es como se hace en alemán. Los sustantivos se escriben en mayúscula.

– Entonces… Creo que ya entiendo…

– Cuando escribió «Orra Keller» se refería básicamente a la bodega de Edessa. ¡En los sótanos del museo de Urfa!

Christine se recostó en su asiento. Rob se inclinó hacia delante.

– Así que nos está diciendo que hay algo en la bodega de Edessa. Pero ¿no sabíamos eso ya?

– Pero ¿por qué ponerlo en el cuaderno si no es como recordatorio de algo especial? ¿Y qué significa «cf.»?

– ¿Puede encontrarse…? ¿Puede…?

– Es del latín. Confer. Quiere decir comparar o contrastar. Es una abreviatura académica. Cf. Está diciendo que se comparen los famosos cráneos de Cayonu con algo que hay en los sótanos del museo. Pero no hay, ni había, nada importante allí abajo. Yo misma revisé los archivos cuando llegué aquí. Pero recuerda -dijo, moviendo un dedo como lo haría un profesor-, Franz estaba excavando cosas en Gobekli en secreto y de noche, justo antes de que lo asesinaran. -Su rostro se enrojeció lleno de emoción, o puede que de rabia.

– ¿Y crees que colocó sus hallazgos allí? ¿En las bodegas preislá micas?

– Es el lugar ideal. La parte más polvorienta del sótano del museo, la que está más apartada. Es seguro, está oculto y prácticamente olvidado.

– De acuerdo -dijo Rob-. Pero sigue siendo una teoría bastante disparatada. Poco convincente.

– Puede que sí. Sin embargo…

Rob cayó en la cuenta.

– Estabas poniendo a prueba a Kiribali.

– ¡Y ya viste cómo reaccionó! Yo tenía razón. Hay algo en ese sótano.

El té se había quedado casi frío. Rob vació el vaso y miró al otro lado de la mesa. Christine tenía una cara oculta. Y era muy astuta.

– ¿Quieres ir a mirar?

Ella asintió.

– Sí, pero está cerrado. Y la puerta tiene una clave de acceso.

– ¿Otra vez entrar sin permiso? Es demasiado peligroso.

– Lo sé.

El viento susurró entre los limeros. Por encima del puente, una mujer vestida con un chador hasta los pies sostenía en brazos a su bebé y le besaba sus rechonchos y rosados dedos, uno a uno.

– ¿Por qué quieres hacer todo esto, Christine? ¿Por qué tanto esfuerzo? ¿Por una corazonada?

– Quiero saber cómo y por qué murió.

– Yo también. Pero a mí me pagan por ello. Ése es mi trabajo. Estoy trabajando en una historia. Tú estás arriesgándote mucho.

– Lo hago… -suspiró-. Lo hago porque… él lo habría hecho por mí.

Rob empezaba a darse cuenta.

– Perdóname, Christine. ¿Franz y tú fuisteis… alguna vez…?

– ¿Amantes? Sí. -La francesa se giró, como si tratara de ocultar sus sentimientos-. Hace unos años. Él me dio mi primera oportunidad de verdad en la arqueología. En este increíble yacimiento. Gobekli Tepe. Entonces no había huesos. No necesitaba a ninguna osteoar queóloga. Pero me invitó porque admiraba mi trabajo. Y pocos meses después de llegar, nos… enamoramos. Pero luego se acabó. Me sentía culpable. La diferencia de edad era demasiada.

– ¿Rompiste tú?

– Sí.

– ¿Él seguía amándote?

Christine asintió y se ruborizó.

– Creo que sí. Fue muy elegante y cortés al respecto. Nunca dejó que lo nuestro se interpusiera. Podría haberme pedido que me fuera, pero no lo hizo. Debió de resultarle muy difícil tenerme allí, sintiendo algo por mí todavía. Era un buen arqueólogo, pero era aún mejor como persona. Uno de los hombres más buenos que he conocido nunca. Cuando conoció a su mujer fue más fácil, gracias a Dios.

– ¿Así que crees que se lo debes?

– Sí.

Permanecieron sentados en silencio durante varios minutos. Los soldados estaban dando de comer a las carpas del estanque. Rob observó a un hombre que transportaba agua en su burro, bajando por un sendero. En ese momento tuvo una idea.

– Creo que sé cómo conseguir la clave.

– ¿Cómo?

– Los conservadores del museo. Tus amigos.

– ¿Casam? ¿Beshet? ¿Los kurdos?

– Sí. Sobre todo Beshet.

– Pero…

– Está colado por ti.

Ella volvió a ruborizarse, esta vez con más intensidad.

– No es posible.

– Sí, sí que es posible. Completamente. -Rob se inclinó hacia delante-. Confía en mí, Christine. Sé cómo es la patética adoración masculina. He visto cómo te mira, como un perro spaniel… -Christine parecía muy avergonzada. Él se rió-. No estoy seguro de si eres consciente del efecto que provocas en los hombres.

– Pero ¿qué importa eso?

– ¡Ve a por él! ¡Pídele la clave! Es muy probable que te la dé. -La mujer con el chador había dejado de besar a su bebé. El camarero de la tetería los miraba esperando su mesa para nuevos clientes. Rob sacó dinero y lo dejó sobre el mantel-. Así que ve a por esa clave. Y después iremos al museo a ver qué hay allí. Y si no hay nada, nos marcharemos. ¿De acuerdo?

Christine asintió.

– De acuerdo. -Y después añadió-: Mañana es fiesta.

– Mejor aún.

Los dos se pusieron de pie. Pero ella parecía dubitativa y preocupada.

– ¿Qué? -preguntó Rob-. ¿Qué más?

– Estoy asustada, Robert. ¿Qué podría ser tan importante para que Franz lo ocultara en el sótano sin decírnoslo? ¿Qué podría ser tan horripilante como para que tuviera que esconderlo? ¿Qué era tan espantoso como para que debiera ser comparado con los cráneos de Cayonu?

24

¿Habían llegado demasiado tarde? ¿Habían vuelto a perderlos? El inspector Forrester echó un vistazo al círculo de piedra de los páramos de color marrón verdoso de Cumbria. Recordó otro caso donde buscó pistas en un lugar como aquél. Un asesino que enterró a su mujer en los páramos de Cornualles. Ese homicidio había sido macabro. Nunca encontraron la cabeza. Y sin embargo, incluso aquel horrible asesinato carecía de la pátina siniestra que envolvía al actual misterio. Había un peligro real en aquella banda de salvajes: una violencia psicopática unida a una inteligencia sutil. Una combinación amenazadora.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Secreto Génesis»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Secreto Génesis» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El Secreto Génesis»

Обсуждение, отзывы о книге «El Secreto Génesis» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x