Qiu Xiaolong - Muerte De Una Heroína Roja

Здесь есть возможность читать онлайн «Qiu Xiaolong - Muerte De Una Heroína Roja» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Muerte De Una Heroína Roja: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Muerte De Una Heroína Roja»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Shanghai, 1990, el asesinato de la joven Guan «Hong Ying», una celebridad política y estandarte nacional, se convierte en un caso delicado un año después de los acontecimientos de la Plaza Tiananmen. El recién ascendido Inspector Jefe Chen Cao se muestra poco convencido por la máscara de perfección de la heroína roja, entregada a la causa del Partido, sin amigos ni amante.
Muerte de una heroína roja es mucho más que una historia de detectives. Llena de contrastes, es una radiografía sutil de la China de la transición, captada a través de una multitud de historias particulares y una apasionante inmersión en su historia, cultura, tradición poética y gastronómica. Una magnífica iniciación a la China de hoy.
Galardonada con el Premio Anthony a la mejor primera novela y finalista del prestigioso Premio Edgar, Muerte de una heroína roja es la confirmación de uno de los escritores más interesantes del momento.

Muerte De Una Heroína Roja — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Muerte De Una Heroína Roja», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Dio media vuelta, caminó sin rumbo fijo en dirección al río y llegó a un pequeño embarcadero. En la orilla había una fila de bancos de madera donde varias parejas esperaban su turno para dar un paseo en barca. Chen no estaba de humor para salir a remar solo. Se sentó un rato en un banco y luego se dirigió al hotel.

Una masa de nubes oscuras asomaba en el horizonte. En su cuarto la temperatura era sofocante. Se preparó una taza de té verde con el agua tibia que quedaba en el termo. Cuando acabó la segunda taza, empezó a llover y se oyeron truenos a lo lejos. Las calles se cubrieron de lodo. Ya no tenía sentido salir, y decidió comer algo en la cafetería de la residencia. El lugar era limpio, los manteles estaban almidonados y las copas brillaban. El menú no era lo que se diría variado. Probó una ración de un pescado pringoso y arroz al vapor. No era nada del otro mundo, pero se dejaba comer y, sobre todo, era barato. Sin embargo, al cabo de un rato el regusto del pescado no era tan agradable. Se sirvió otra taza de té esperando calmar su estómago, pero el agua tibia no fue de ninguna ayuda. Todavía le quedaban dos o tres horas vacías antes de ir a dormir. Se sentó en la cama y encendió su radio portátil. Las noticias locales se transmitían en el dialecto local de Guangdong, que Chen a duras penas entendía. Apagó la radio. En ese momento oyó unos pasos que se detuvieron frente a su puerta. Alguien llamó con un toque suave y, antes de que Chen pudiera responder, se abrió la puerta. Entró un hombre de poco más de cuarenta años, alto y delgado, demasiado calvo para su edad. Vestía un elegante traje gris, en cuya manga llevaba aún prendida la etiqueta de artículo importado, un signo de riqueza, y una corbata de seda bordada. No llevaba equipaje, sólo un maletín de cuero. "Un novelista popular con uno o dos títulos en la lista de los más vendidos", pensó Chen.

– Hola. Espero no molestarlo si quiere escribir.

– No, en absoluto -respondió Chen-. ¿También se aloja en la residencia?

– Sí, y en la misma habitación. Me llamo Ouyang.

– Chen Cao -le entregó su tarjeta-. Mucho gusto.

– Así que es poeta y… vaya, ¡es miembro de la Asocia ción!

– Bueno, no exactamente -Chen iba a darle explicaciones, pero se lo pensó dos veces. No tenía por qué revelar su función de inspector jefe de la policía-. He escrito unos cuantos poemas.

– ¡Maravilloso! -exclamó Ouyang y le estrechó la mano-. Es algo extraordinario conocer a un poeta hoy en día.

– ¿Usted es novelista?

– No, no soy novelista… eh…, de hecho, me dedico a los negocios -Ouyang hurgó en el bolsillo de su chaqueta y le entregó una llamativa tarjeta con el nombre impreso en letras doradas y toda una lista de empresas-. Cuando vengo a Guangzhou, siempre decido quedarme aquí. La Casa de los Escritores está abierta a todos. ¿Sabe por qué vengo? Vengo con la ilusión de conocer a autores. ¡Y esta noche se han cumplido mis sueños! Dígame, por cierto, ¿ya ha cenado?

– Sí, abajo, en la cafetería.

– ¿Qué dice? Esa cafetería es un insulto al gremio.

No he comido demasiado.

– Bien -dijo Ouyang-. Hay un restaurante con terraza a sólo unas manzanas de aquí. Es un restaurante familiar, pero la comida no es mala. Ha parado de llover. ¿Qué le parece si vamos usted y yo?

La noche comenzaba a derramarse por el cielo mientras Chen seguía a Ouyang, que lo llevó hasta una calle flanqueada por paradas con letreros en rojo y negro iluminados por farolillos de papel. Sobre las pequeñas cocinas a carbón hervían las cacerolas, y los carteles anunciaban, al estilo cantonés, «vigor», «hormonas» o «esencia masculina». Aquellos puestos, al igual que otras formas de empresa privada, habían proliferado en las calles de Guangzhou desde la visita de Deng Xiaoping a las provincias del sur.

El local al que lo condujo Ouyang era más bien sencillo: varias mesas de madera con siete u ocho bancos, una cocina de carbón grande y dos pequeñas. Su único reclamo era un farolillo rojo de papel con el carácter «alegría» estampado en estilo tradicional. Anguilas, ranas, almejas y peces se retorcían o nadaban en cubos y cubetas de madera llenas de agua. También había una impresionante jaula de vidrio con varias serpientes de diversos tamaños y formas. Los clientes podían escoger su plato y pedir que se cocinara a su gusto. Una mujer de edad mediana despellejaba una serpiente de agua junto a la jaula. A pesar de que le habían cortado la cabeza, el animal seguía retorciéndose dentro de una fuente de madera. A los pocos minutos, una tira de carne blanca se guisaba en una olla de barro. Un anciano, tocado con un gorro blanco, ponía harina en un cazo y freía una carpa en un wok chisporroteante. Mientras, una chica joven, que iba de un lado a otro haciendo equilibrios con varias bandejas sobre su brazo delgado, y sus sandalias de madera claqueteaban sobre la acera, servía a los clientes. Llamaba «abuelo» al anciano del gorro blanco. Un restaurante familiar. Llegaron más clientes que no tardaron en ocuparse todas las mesas. Era evidente que el local tenía su reputación. Chen se había fijado en él por la tarde, pero calculó que el precio superaba su dieta para la comida.

– Hola, Lao Ouyang. ¿Qué lo trae por aquí? -Al parecer, la chica que se les acercaba conocía bien a Ouyang-.

– Pues nuestro distinguido poeta, Chen Cao. Es un verdadero honor para mí. Como siempre, tus especialidades, y tu mejor vino, el mejor de todos.

Ouyang sacó su cartera y la dejó sobre la mesa.

– El mejor de todos -repitió la chica mientras se alejaba-.

En menos de quince minutos, la mesa de madera desnuda y llena de muescas se llenó de platos, cuencos, cazuelas, platillos y bandejas. El farolillo de papel proyectaba una luz rojiza sobre sus rostros y sobre las pequeñas copas en sus manos. Chen había oído decir que en Guangzhou no había bicho de cuatro patas con el que los cantoneses no hubieran inventado algún plato exquisito. Ahora era testigo del milagro. Tortilla con almejas de río, albóndigas Cuatro Alegrías, anguilas de arrozal fritas, tomates con relleno de camarones pelados, arroz Ocho Tesoros, sopa de aleta de tiburón, y una tortuga entera con salsa agridulce y tofu relleno con carne de cangrejo.

– Son sólo unos cuantos platos sencillos, cocina de terraza -explicó Ouyang, con los palillos en alto y sacudiendo la cabeza a modo de disculpa-. A un gran poeta se le debe más respeto. Iremos a otro lugar mañana, hoy es demasiado tarde. Por favor, pruebe la sopa de tortuga. Es buena para el yin, ya sabe, para nosotros los hombres.

Era una tortuga enorme que pesaba no menos de dos libras. A ochenta yuanes la libra en el mercado de Guangzhou, el plato habría costado más de cien. Aquel precio exorbitante se debía a la medicina tradicional. Se suponía que la tortuga, una superviviente tenaz en el agua o en tierra, era beneficiosa para el yin y, por lo tanto, un posible estímulo para la longevidad. Chen reconocía que era nutritiva, pero no lograba comprender, de acuerdo con la teoría del yin y el yang, por qué era buena para el yin. Tampoco había tiempo para reflexionar. Ouyang, que se mostró como un atento anfitrión, no cesaba de ponerle en el plato lo que consideraba delicias culinarias. Después de una segunda ronda de vino Maotai, Chen notó que una sensación agradable se apoderaba de él. Una comida excelente, un vino suave, la joven camarera sirviéndoles con su andar ligero, radiante como la luna nueva… El aliento aromático de la noche de Guangzhou lo embriagaba. Más que cualquier otra cosa, el inspector jefe Chen se sentía embriagado por su nueva identidad: un poeta reconocido adorado por su seguidor.

– «Junto a la jarra de vino, la joven es la luna / y sus brazos desnudos, la blancura del rocío» -citó Chen, recordando unos versos de Reminiscencia del sur, de Wei Zhuang-. Hasta me atrevería a afirmar que Wei describía una escena en Guangzhou, no muy lejos de este puesto.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Muerte De Una Heroína Roja»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Muerte De Una Heroína Roja» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Qiu Xiaolong - Shanghai Redemption
Qiu Xiaolong
Qiu Xiaolong - Enigma of China
Qiu Xiaolong
Qiu Xiaolong - Don't cry Tai lake
Qiu Xiaolong
Qiu Xiaolong - El Caso Mao
Qiu Xiaolong
Qiu Xiaolong - Seda Roja
Qiu Xiaolong
Qiu Xiaolong - A Case of Two Cities
Qiu Xiaolong
Qiu Xiaolong - When Red is Black
Qiu Xiaolong
Qiu Xiaolong - Red Mandarin Dress
Qiu Xiaolong
Qiu Xiaolong - The Mao Case
Qiu Xiaolong
Отзывы о книге «Muerte De Una Heroína Roja»

Обсуждение, отзывы о книге «Muerte De Una Heroína Roja» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x