Arnaldur Indriðason - Silencio Sepulcral

Здесь есть возможность читать онлайн «Arnaldur Indriðason - Silencio Sepulcral» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Silencio Sepulcral: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Silencio Sepulcral»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El hallazgo de un esqueleto humano enterrado en una colina en las afueras de Reykjavik pone en una situación difícil al detective Erlendur y sus ayudantes: no sólo necesitan recurrir a un equipo de arqueólogos que empleará varios días para recuperarlo en buenas condiciones, sino que además éstos les advierten desde las primeras paladas de que no se trata de un cadáver reciente, y que probablemente puede corresponder a un enterramiento de unos sesenta años atrás. Desde que conocen este dato, y sin saber a ciencia cierta la identidad del enterrado, los investigadores se yen inmersos en la compleja reconstrucción de unos hechos ocurridos durante la Segunda Guerra Mundial, cuando las tropas aliadas estaban acantonadas en esos montes, entonces alejados de la capital y habitados sólo a medias, y que les sumerge poco a poco en la dramática historia privada de algunas familias de la época, rememorada por los ecos de los pocos habitantes de aquella zona que aún quedan con vida.
Un rompecabezas complicado para un atribulado Erlendur, que tiene que enfrentarse a sus propios fantasmas familiares cuando recibe una fugaz llamada de su problemática hija Eva Lind, a la que hace mucho que no ve y para la que nunca ha sido precisamente un modelo de padre, y que sólo tiene tiempo de pedirle auxilio antes de que se corte la comunicación.

Silencio Sepulcral — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Silencio Sepulcral», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– También puedo dar al niño en adopción -dijo ella con cautela-. No soy la única en esta situación.

– Qué va -dijo Grímur-, ¡la mitad de esta mierda de ciudad se ha dejado follar por esos individuos! Pero ni se te pase por la cabeza que eso te hace mejor a ti.

– No tendrías ni que verlo. Lo entregaré en cuanto nazca, y no tendrías que verlo.

– Todo el mundo sabe que mi mujer es una puta de los yanquis -dijo Grímur-. Todo el mundo sabe que estás en estado.

– Eso no lo sabe nadie -dijo ella-. Nadie. Nadie sabe nada de Dave y de mí.

– ¿Y cómo crees que me enteré yo, idiota? ¿Porque tú me lo contaste? ¿Crees que esas cosas no se comentan?

– Sí, pero nadie sabe que el niño es suyo. Eso no lo sabe nadie.

– Cállate -dijo Grímur-. Cállate o…

Así esperaban todos durante aquel largo invierno que pasara lo que tuviera que pasar, y que presentían como inevitable.

Fue entonces cuando Grímur cayó enfermo.

Mikkelína miró fijamente a Erlendur.

– Ese invierno empezó a envenenarle.

– ¿A envenenarle? -dijo Erlendur.

– Ella no sabía en absoluto lo que estaba haciendo.

– ¿Cómo lo envenenó?

– ¿Recuerdas el caso de Dúkskot, en Reykjavik?

– Una mujer joven mató a su hermano envenenándole con matarratas. Fue a principios del siglo pasado.

– Mamá no pretendía matarle. Su intención era debilitarle. Así podría tener al niño y ponerlo a salvo antes de que Grímur pudiera apoderarse de él. La mujer de Dúkskot había intoxicado a su hermano con matarratas. Le ponía grandes cantidades en la cuajada, incluso estando él presente, porque no sabía qué era y no llegó a enterarse porque murió al cabo de pocos días. Ella añadía aguardiente en la cuajada para disfrazar el sabor. Cuando le hicieron la autopsia se descubrió el envenenamiento por fósforo, que actúa despacio. Nuestra madre conocía esa historia. No sé cómo pero, naturalmente, aquél era un crimen muy famoso en Reykjavik. Consiguió el matarratas en Gufunes. Se hacía con pequeñas cantidades y se lo echaba en la comida. Utilizaba muy poca cantidad de una vez, para que no notase ningún sabor extraño ni hubiera nada que despertara sus sospechas. No lo guardaba en casa, llevaba allí sólo lo que necesitaba; cuando dejó de trabajar, llevó una cantidad considerable y la escondió en la cocina. No sabía qué efecto producía, o si tendría efecto alguno en dosis tan pequeñas, pero después de un tiempo pareció que empezaba a hacer efecto. Él se puso más débil, enfermaba con frecuencia, se cansaba, vomitaba. Imposible trabajar. Se quedaba en la cama con dolores.

– ¿Nunca sospechó nada? -preguntó Erlendur.

– No hasta que fue ya demasiado tarde -respondió Mikkelína-. No tenía confianza alguna en los médicos. Y naturalmente, ella no le animó a ir a que le examinaran.

– ¿Y aquello que había dicho, que ellos se encargarían de Dave? ¿Dijo algo más al respecto?

– No, nunca -respondió Mikkelína-. Seguramente lo dijo sin pensar. Para asustar a mamá. Sabía que amaba a Dave.

Cuando le dijeron que el esqueleto que había debajo del niño en Grafarholt era de un hombre, Mikkelína agitó la cabeza: eso se lo habría podido decir ella misma si ellos no hubieran echado a correr sin explicar por qué.

Se interesó por el esqueleto pequeño, y cuando Erlendur preguntó si quería verlo, le dio las gracias, pero dijo que prefería no hacerlo.

– Pero me gustaría que me lo dierais cuando ya no lo necesitéis. Ya es hora de que la pobre descanse en tierra consagrada.

– ¿La pobre? -repitió Elinborg.

– Sí. La pobre; era una niña -dijo Mikkelína.

Sigurdur Óli informó a Elsa de lo que había descubierto el médico de distrito. El cuerpo de la tumba no podía ser de Sólveig, la novia de Benjamín. Elinborg telefoneó a Bára, la hermana de Sólveig, con la misma noticia.

Cuando Erlendur y Elinborg se dirigían a casa de Mikkelína, Hunter llamó al móvil de Erlendur para informarle de que todavía no había conseguido averiguar qué había sido de David Welch; no sabía si le habían enviado fuera del país, ni, en caso de que así fuera, cuándo había sido. Seguiría con las averiguaciones.

Por la mañana temprano, Erlendur volvió a la UCI a visitar a su hija. Su estado no había cambiado y se sentó a su lado un buen rato y siguió hablándole de su hermano, perdido en los páramos cerca del Eskifjördur, en el extremo oriental de la isla, cuando él tenía diez años de edad. Habían ido a acompañar a su padre a recoger las ovejas cuando se desató la tormenta. Los dos hermanos se separaron de su padre y al poco el uno del otro. Su padre corrió desesperado a las zonas pobladas. Enviaron equipos de búsqueda.

– A mí me encontraron por un azar del destino -dijo Erlendur-. No sé por qué. Me enterré en la nieve; era lo mejor que se podía hacer en esos casos. Estaba más muerto que vivo cuando metieron un palo y me dieron en el hombro. Nos fuimos de allí. No podíamos seguir viviendo allí, sabiendo que él estaba muerto en algún sitio del páramo. Intentamos construir una nueva vida en Reykjavik. Sin éxito.

En ese momento entró un médico en la habitación y se dirigió a Erlendur. Se saludaron y hablaron del estado de Eva Lind. Ningún cambio, dijo el médico. Ninguna señal de mejoría, ni de que fuera a volver en sí. Callaron. Se despidieron. El médico se volvió hacia la puerta.

– No esperes ningún milagro -dijo, y se extrañó de verle sonreír con ironía.

Erlendur estaba sentado enfrente de Mikkelína pensando en su hija, acostada en la cama del hospital, y en su hermano muerto en la nieve, y las palabras de Mikkelína se filtraban hasta su inconsciente.

– Mi madre no era una asesina -dijo ella.

Erlendur la miró.

– No era ninguna asesina -repitió Mikkelína-. Creía que así podría salvar al niño. Temía por su hijo.

Dirigió la mirada hacia Elinborg.

– Y a fin de cuentas, no le mató ella -añadió-. No murió por el veneno.

– Pero dijiste que él no había sospechado nada hasta que fue demasiado tarde -repuso Elinborg.

– Sí -respondió Mikkelína-. Ya era demasiado tarde.

La tarde en que sucedió, parecía que Grímur se encontraba algo mejor; se había pasado la mañana en la cama con un gran malestar.

La madre sintió dolores en el vientre y a lo largo de la tarde empezó a tener contracciones muy seguidas. Pero era demasiado pronto. El niño iba a nacer antes de tiempo. Mandó a buscar a los niños los colchones de su habitación y el de Mikkelína y en el suelo de la cocina preparó una cama donde se tumbó poco antes de la hora de cenar.

Mandó a Símon y a Mikkelína que trajeran sábanas limpias y agua caliente para lavar al niño. Había parido tres hijos en casa y sabía lo que tenía que hacer.

Aún era oscuro invierno, pero la temperatura era insólitamente templada y había llovido durante el día; pronto llegaría la primavera. La madre se había acercado hasta los groselleros para limpiarlos y cortar las ramas muertas. Dijo que darían buenas grosellas en otoño, y con ellas haría mermelada. Símon no se separaba de ella y la acompañó a ver los arbustos, pero ella intentó tranquilizarle y le dijo que todo iría bien.

– No irá nada bien -dijo Símon, y lo repitió-. No irá nada bien. No puedes tener el niño. No puedes. Lo está diciendo todo el rato, dice que matará al niño. Lo dice. ¿Cuándo vendrá?

– No te preocupes tanto -dijo su madre-. Cuando nazca el niño lo llevaré a la ciudad y él no lo verá nunca. Está débil y no puede hacer nada. Se pasa los días en la cama y no puede hacer nada.

– Pero ¿cuándo vendrá el niño?

– Puede ser en cualquier momento -dijo su madre, tranquilizándole-. Esperemos que cuanto antes mejor, así habrá pasado ya todo enseguida. No tengas miedo, Símon. Tienes que ser fuerte. Hazlo por mí, Símon.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Silencio Sepulcral»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Silencio Sepulcral» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Arnaldur Indridason - Silence Of The Grave
Arnaldur Indridason
Arnaldur Indridason - Tainted Blood
Arnaldur Indridason
Arnaldur Indriðason - Silence of the Grave
Arnaldur Indriðason
Arnaldur Indriðason - Operation Napoleon
Arnaldur Indriðason
Arnaldur Indriðason - Kältezone
Arnaldur Indriðason
Arnaldur Indriðason - Engelsstimme
Arnaldur Indriðason
Arnaldur Indridason - Voices
Arnaldur Indridason
Arnaldur Indridason - Arctic Chill
Arnaldur Indridason
Arnaldur Indridason - The Draining Lake
Arnaldur Indridason
Arnaldur Indriðason - La voz
Arnaldur Indriðason
Arnaldur Indriðason - Las Marismas
Arnaldur Indriðason
Arnaldur Indriðason - Hypothermia
Arnaldur Indriðason
Отзывы о книге «Silencio Sepulcral»

Обсуждение, отзывы о книге «Silencio Sepulcral» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x