John Gardner - Scorpius

Здесь есть возможность читать онлайн «John Gardner - Scorpius» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Scorpius: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Scorpius»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

James Bond

Scorpius — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Scorpius», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Por qué no?

Scorpius vaciló.

– Por el modo en que yo debo aparecer ante el mundo.

– ¿Cuándo quisiera que tuviese lugar la ceremonia? -preguntó Bond.

– Lo antes posible. Yo la presidiré, naturalmente.

Aquello confirió a Bond cierta esperanza. Una boda realizada por Scorpius no tendría validez alguna fuera de la sociedad secreta. Necesitaba tiempo. Quizá la gente de Wolkovsky estuviera ya alerta. Pero ¿por qué Scorpius, al parecer, le estaba dando aquel margen? Todo resultaba insensato.

– Cuando dice lo antes posible ¿cuánto calcula exactamente?

– ¿Por qué no esta noche?

Bond no podía creer ni una palabra de todo aquello: ni el cuento de que Harriett era ahijada de Scorpius, ni las promesas a su padre ni la coincidencia ocurrida después, ni que Scorpius se preocupase por el futuro de la joven. Adivinó que tal vez la verdadera respuesta residiera en su intención de mantenerlos tanto a Harriett como a él felices y al margen de sus actividades mientras se llevaban a cabo las ultimas etapas del programa de terror. No sabía tampoco si Harriett era o no una espía de Scorpius, aunque tenía la impresión de que ella siempre le había dicho la verdad. No se creía la historia acerca de Trilby y del estado en que había llegado a casa de sus padres. Ni sabía si aceptar lo de que era esposa de Vladimir Scorpius. Llegó a la conclusión de que evidentemente sabía muy pocas cosas con certeza. No tenía idea de quién fiarse, de quién dudar y a quién destruir, ni siquiera por lo que al propio Scorpius respectaba.

Vladimir Scorpius volvió a repetir, esta vez con una voz aún más profunda:

– ¿Por qué no esta noche?

Sin mirarle a la cara, Bond respondió:

– En efecto, ¿por qué no?

Había que ganar tiempo. Quizá lograra todavía encontrar algún medio. Aunque al aceptar la propuesta de Scorpius supo en lo más profundo de su ser que estaba simplemente aceptando su propia sentencia de muerte. Porque ninguna otra cosa tenía sentido en el mundo de pesadilla en que vivía Scorpius.

20. El pasado es un cubo de cenizas

Todo parecía perfecto y real. En muchos aspectos, la vida había adoptado el aspecto de un sueño. Estaban ahora reunidos en el Salón de los Rezos, decorado con flores. Aretha Franklin y el coro de la iglesia baptista New Bethel de Detroit cantaban a voz en grito Camina hacia la luz por los altavoces indirectos, mientras Bond, teniendo a Pearly Pearlman como padrino, esperaba junto a las escaleras del estrado donde Vladimir Scorpius deslumbrantemente ataviado con sus ropas «papales», sonreía melifluamente.

En el instante en que Bond dio su acuerdo a que la boda se celebrara aquella misma noche, Scorpius había tendido su mano hacia el teléfono.

– ¡Espere! -profirió bruscamente Bond-. ¿Qué va hacer?

– Si la ceremonia ha de ser esta noche, hay que pensar en muchas cosas.

– De acuerdo -aprobó Bond con voz tranquila-. Pero todo a su tiempo.

– ¿No irá a desdecirse? -preguntó Scorpius, alarmado.

– No. Pero si he de casarme con Harriett, primero se lo tendré que preguntar a ella.

– No es necesario. Se casará de todos modos. Estoy seguro de que va a aceptar.

– Quiero que sea ella misma quien me lo diga.

– ¡Trilby! -llamó Scorpius con voz aguda por vez primera aquella noche-. Ve a buscar a la Horner y tráela aquí ahora mismo.

– ¡No! -exclamó Bond levantando una mano. Deseo verla en privado. En el cuarto de los invitados. Si no es así, el trato queda deshecho. Si quiere que acepte, tengo que verla a solas y preguntarle si me quiere como cualquier hombre haría con cualquier mujer. Además debe estar segura de lo que va a hacer.

Scorpius vaciló un momento, pero luego colgó el teléfono e hizo una señal de asentimiento.

– Muy bien. Pero os casaréis de todas formas.

Bond creyó oír cómo Trilby ahogaba una risita. La miró y vio que se había puesto pálida, lo que se hacia evidente incluso bajo el espeso maquillaje que llevaba. De nuevo, Bond se preguntó por qué había de casarse. ¿Por qué acceder a aquel capricho de un demente? ¿Se trataba de alguna tortura sutil? ¿Por qué estaba Scorpius tan ansioso de proseguir aquella farsa?

Unos golpecitos en la puerta anunciaron la llegada del «guardaespaldas Bob», al que se dio la orden de llevar de nuevo a Bond al cuarto de los invitados y esperar allí.

– No tiene que… -la voz de Trilby temblaba-. No debe en modo alguno…

– ¿Qué es lo que no debo hacer? -preguntó Bond.

– Eso mismo quiero saber yo -intervino Scorpius, brusco y amenazador-. Sí, Trilby ¿Qué es lo que no debe hacer el señor Bond?

– No puede verla -casi sollozó Trilby-. Trae muy mala suerte ver a la novia antes de la boda. No debe permitirse que el novio haga eso.

– ¿Hemos de preocuparnos por semejantes supersticiones? -preguntó Scorpius en un tono ahora insoportablemente protector.

– Tengo que hablar con ella, Trilby. No estaría bien que no me declarara antes.

La joven hizo una breve señal de asentimiento, con los ojos arrasados en lágrimas.

– ¿Se encuentra bien?

– Sí -contestó ella con un hilo de voz-. Sí…, sólo que…, bueno, es que las bodas me emocionan mucho.

Bond la tocó en el hombro en un ademán tranquilizador, pero ante su profunda sorpresa ella se apartó bruscamente, como si estuviera apestado.

Cuando Bond regresó al departamento de los huéspedes, Harriett estaba tendida en su cama, envuelta en un albornoz. La etiqueta cosida a uno de los bolsillos proclamaba «Hilton Hotel, Disney Village». A Bond aquello le pareció sumamente adecuado.

– ¡James! Creí que te habías ido para siempre.

Pasó las piernas por sobre el borde de la cama y dejó caer el libro que estaba leyendo. Él vio que se trataba de Lágrimas de otoño , de McCarry. Lo señaló con la mirada y dijo:

– Veo que también te gusta. Tenemos una cosa en común.

Conforme hablaba se llevó una mano al oído, miró hacia el techo e hizo un movimiento circular con el índice, dando a entender que techos, paredes, teléfonos, lámparas y cualquier otra cosa que hubiera en la habitación podía albergar un dispositivo de escucha.

Ella hizo una señal de asentimiento al comprender la indicación. Con anterioridad ya le había dicho que estaban sometidos a observación auditiva, aunque a su juicio la misma no estuviera operada por esos conocidos aparatos que existen en el sofisticado mercado de la electrónica. En casos como aquél sólo había un modo y únicamente uno para protegerse contra tal vigilancia. Bond y muchos como él lo habían usado ya con anterioridad.

– Harriett, querida. -Empezó tomándola de la mano y llevándosela al rincón más lejano del cuarto, donde había un amplio y confortable sillón-. Esto es terriblemente difícil. Sólo lo hice una vez en mi vida.

Al tiempo que hablaba había sacado del bolsillo un lápiz de plata Tiffany y una libretita con cubiertas de piel. Se acomodó en el sillón e hizo que Harriett se sentara sobre sus rodillas.

– ¿Sólo una vez, James? -preguntó ella dirigiéndole una tímida sonrisa-. ¿Un hombre tan guapo y tan apuesto como tú?

Le pasó un brazo por el cuello y apoyó la cabeza contra su pecho conforme él colocaba la libretita sobre sus muslos cubiertos por el albornoz y empezaba a escribir.

– He hablado largo y tendido con nuestro anfitrión -le explicó en voz alta-. Por razones que no voy ahora a mencionar parece que nuestro futuro inmediato sólo estará a salvo si…

– Sigue, James -le animó ella al tiempo que miraba lo que había escrito en la libreta.

«¿Cuándo se casó Trilby Shrivenham con Scorpius?»

Harriett tomó el lápiz mientras él continuaba:

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Scorpius»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Scorpius» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


John Gardner - Nickel Mountain
John Gardner
John Gardner - Jason and Medeia
John Gardner
John Gardner - Freddy's Book
John Gardner
libcat.ru: книга без обложки
John Gardner
John Gardner - Brokenclaw
John Gardner
John Gardner - Never send flowers
John Gardner
John Gardner - Seafire
John Gardner
John Gardner - Muerte En Hong Kong
John Gardner
Отзывы о книге «Scorpius»

Обсуждение, отзывы о книге «Scorpius» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x