Steve Berry - La conexión Alejandría

Здесь есть возможность читать онлайн «Steve Berry - La conexión Alejandría» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La conexión Alejandría: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La conexión Alejandría»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La legendaria biblioteca desaparecida esconde el futuro de tres religiones.
Fundada en el siglo III a.C., la biblioteca de Alejandría era la mayor fuente de conocimiento del mundo entero. Pero hace 1.500 años desapareció entre el mito y la leyenda sin dejar rastro arqueológico alguno. Su saber ha sido desde entonces codiciado por académicos, buscadores de tesoros y aquellos que creen que sus secretos esconden la llave del poder. Cotton Malone, el ya célebre agente del gobierno norteamericano, vive retirado en Copenhague, donde regenta una librería de segunda mano. Pero su tranquila vida se ve truncada de repente: su hijo es secuestrado y alguien prende fuego a la librería. Cotton Malone tiene una valiosa información capaz de revelar los secretos de la desaparecida biblioteca de Alejandría, y alguien parece dispuesto a cualquier cosa para conseguirla.

La conexión Alejandría — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La conexión Alejandría», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Stephanie, espero que Daley acumulara pruebas contundentes. Esas acusaciones son increíbles.

– Tú dijiste que la Administración entera era una cloaca. Dijiste que querías cogerlos. Pues ésta es tu oportunidad.

– ¿Cómo lo demostramos?

– Las grabaciones están aquí, Daley me habló de ellas. Dijo que señalaban a todos los implicados. Cuando salíamos para venir aquí, su coche explotó.

Green permanecía en el recibidor, ante la escalera, donde Daley y Heather Dixon se encontraban el día anterior. Parecía absorto en sus pensamientos. Su máscara. Naturalmente, aunque él le había mentido en lo tocante a Thorvaldsen y no le había transmitido al presidente nada de lo que Henrik había descubierto, necesitaban pruebas concretas de su traición.

– Sé dónde escondió las grabaciones -afirmó ella.

Los ojos de Green reflejaron interés. Cassiopeia seguía junto a la ventana.

Stephanie llevó a Green hasta el despacho con la pequeña mesa y las estrechas estanterías. En un estante había una fila de discos compactos con sus cajas de plástico. Toda la música era instrumental y de diversos países, había incluso cantos gregorianos, lo cual se le antojó curioso a Stephanie. Cogió una de las carcasas - Tibetan Wonders - y la abrió. Dentro, en lugar del CD de música había otro disco. Stephanie lo sacó y dijo:

– Le gustaba esconder sus cosas cerca.

– ¿Qué hay exactamente ahí?

– Según él, pruebas de quiénes participan en la conspiración. Dijo que llegaba a unos niveles insospechables. -Tenía los nervios a flor de piel-. ¿Quieres escucharlo?

Green no contestó.

– ¿Por qué filtraste el archivo de la Conexión Alejandría? -quiso saber ella.

– Ya te lo dije: para dar con el traidor. Nos llevó a distintos sitios. Así es como descubrimos la relación de Israel con Pam Malone. Filtrar ese archivo lo puso todo en marcha.

– Y ¿tenías acceso?

– ¿A qué vienen esas preguntas?

– A que yo ignoraba que estuvieses al tanto de la Conexión Alejandría, y mucho menos que conocieras detalles suficientes para pensar que sería un buen cebo para Israel.

Green ladeó la cabeza con socarronería.

– No me esperaba que fueras a someterme a un interrogatorio.

Ella no estaba dispuesta a ser indulgente. Ahora no.

– La primera vez que hablamos de todo esto dijiste que filtraste ese archivo a propósito, que no mencionaba gran cosa, a excepción de que Malone sabía dónde vivía George Haddad. Sin embargo tú hablaste del pacto de Abraham. ¿Cómo lo sabías?

– El archivo no era tan secreto.

– ¿De veras? Eso no es lo que dijo Daley. Insistió en que la información que contenía era escasa y conocida por muy pocos -pronunció las palabras con un deje de insolencia-. Tú no estabas en la lista, y sin embargo sabías muchas cosas.

Green salió del despacho.

Ella fue tras él.

Cassiopeia había desaparecido.

Stephanie echó un vistazo, preocupada.

– Mis colegas se han ocupado de ella -aclaró Green.

A Stephanie no le gustó cómo sonó aquello.

– Y ¿quién va a ocuparse de mí?

Green metió la mano bajo la chaqueta y sacó un arma.

– De eso me encargo yo, pero primero necesitaba hablar a solas contigo.

– ¿Para comprobar cuánto sé? ¿Cuánto sabe Cassiopeia? Y ¿quién más lo sabe?

– Dudo que tengas ayuda. Después de todo, Stephanie, no eres la persona más popular en este gobierno. Daley intentó pegarse a ti, pero no funcionó.

– ¿Fue cosa tuya?

Green asintió.

– Colocamos explosivos en el coche y esperamos el momento adecuado. Forma parte del ataque terrorista a esta nación que empezará con Daley y terminará con Daniels. El país será presa de la histeria.

– De la cual se aprovechará el vicepresidente después de prestar juramento. Entonces necesitará un vicepresidente, y ahí es donde entras tú.

– Ya no se presentan muchas oportunidades para medrar, Stephanie. Hay que coger lo que surge. Seré la elección perfecta para la crisis. Mi confirmación será unánime.

– Eres patético.

Green le lanzó una mirada de excesiva modestia.

– Te acepto el insulto. Al fin y al cabo, sólo te quedan unos minutos de vida. Por cierto, se suponía que también sufrirías un ataque. Cuando apareciste en ese restaurante decidí rematar la limpieza, pero de algún modo te las arreglaste para esquivar a los hombres que envié. Todavía no sé cómo lo conseguiste.

– Un buen entrenamiento marca la diferencia.

Él le lanzó una sonrisa fría.

– Echaré de menos tu ingenio.

– ¿Te das cuenta de lo que estás haciendo? ¿Asesinar a un presidente?

– Creo que se llama traición. Pero Danny Daniels es un hombre débil e inepto que desconoce lo que es mejor para este país. Es amigo de Israel, pase lo que pase, y sólo eso ya nos ha paralizado en Oriente Próximo. Es hora de que Norteamérica cambie de amigos. Los árabes tienen mucho más que ofrecer.

– ¿Y la Conexión Alejandría lo conseguirá?

Él se encogió de hombros.

– No lo sé. Eso es problema del nuevo presidente, y él asegura tenerlo bajo control.

– ¿Tan desesperado estás por pillar cacho?

– Yo no llamaría «pillar cacho» a ser vicepresidente de Estados Unidos. Dado que voy a ayudar en la transición del poder de una forma tan decisiva, tendré una relación única: mucha responsabilidad y escasa visibilidad.

Ella señaló el arma.

– ¿Vas a matarme?

– No tengo elección. Ese disco sin duda me incriminará. No puedo dejarlo estar y a ti no puedo dejarte marchar.

Ella se preguntó adonde habrían llevado a Cassiopeia. Aquello no estaba saliendo conforme a lo planeado. Y ella no esperaba que el propio Green esgrimiera un arma. Se le pasó una idea por la cabeza: entretenerlo.

– ¿El fiscal general de Estados Unidos va a pegarme un tiro?

– Llevo todo el día pensándolo y, por desgracia, no tengo elección.

– ¿Y todos esos valores cristianos de los que tanto te he oído hablar?

– Estamos en el fragor del combate, y las reglas cambian. Cuestión de supervivencia, Stephanie. La verdad es que sí escuché las grabaciones que Daley guardó en las memorias USB. El jefe de gabinete del vicepresidente hablaba mucho de la sucesión presidencial. Demasiado. Nada comprometedor, pero plantearía preguntas. Era evidente que Daley estaba investigando. En ese disco que tienes hay más aún. La cosa debe terminar aquí. Como es natural nunca encontrarán tu cuerpo. Un ataúd espera en la embajada de Arabia Saudí. Uno de sus diplomáticos ha fallecido y desea ser enterrado en casa. Compartirás vuelo con él de vuelta a Arabia.

– Lo tienes todo bien atado, ¿eh?

– Es bueno tener amigos. Lo estoy aprendiendo. Me pasé mucho tiempo yendo por libre, pero me gusta formar parte de un equipo. Los saudíes sólo quieren la destrucción de Israel, y les hemos prometido que se puede lograr. Los israelíes creen que los saudíes están con ellos en esto, pero no es así. Trabajan con nosotros. Desde el principio.

– No tienen ni idea de que sois unos putos traidores. Todo gira alrededor del dinero y el poder, nada más.

– ¿Te gustaría decir algo más?

Ella sacudió la cabeza.

Y el arma hizo fuego.

82

Viena

Thorvaldsen estaba con Gary. Había llamado a Jesper nada más salir de la Schmetterlinghaus y le había pedido que enviara un coche con conductor. Había indicado a su asistente que soltara a Margarete en cuanto él y Gary estuviesen camino de Copenhague. No se molestó en recuperar la ropa: no había tiempo. Lo único que sostenía era un atlas de la biblioteca que contenía las cartas de san Jerónimo y san Agustín.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La conexión Alejandría»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La conexión Alejandría» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La conexión Alejandría»

Обсуждение, отзывы о книге «La conexión Alejandría» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x