Steve Berry - La Traición Veneciana

Здесь есть возможность читать онлайн «Steve Berry - La Traición Veneciana» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La Traición Veneciana: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La Traición Veneciana»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Hay quién mataría por descubrir el secreto del poder de Alejandro Magno.
Copenhague, Ámsterdam, Venecia, Samarcanda; 7 días, el plazo para cambiar el curso de la historia. El mundo se enfrenta a la mayor amenaza biológica de la historia. Una sola mujer posee el arma defi nitiva para erradicar a sus enemigos. Y un solo hombre conoce la clave para desactivarlos y acabar con las grandes pandemias que asolan el planeta. Ambos carecen de moral y a la vez ambos comparten su talón de Aquiles: la ambición sin límite. ¿Podrán detenerlos dos hombres y dos mujeres a quienes sólo mueve el deseo de justicia y equidad? En el año 323 a. C. murió Alejandro Magno, el hombre que había logrado acaparar más poder que ningún otro. En la actualidad, una mujer dominada por su deseo de emular al gran conquistador busca lo que él se llevó a la tumba: el secreto de su poder.

La Traición Veneciana — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La Traición Veneciana», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Michener notó el interés de Zovastina y se detuvo.

– En 1835, la mesa del altar fue vaciada para hacerle un sitio destacado al santo. Y ése fue su lugar de descanso. Esta noche será la primera vez que se abre el sarcófago desde entonces. -El nuncio consultó el reloj-. Casi es la una. Pronto estarán listos.

Zovastina siguió al irritante sacerdote hasta el otro lado de la basílica, hasta el oscuro crucero sur. Michener se plantó ante otra de las imponentes columnas de mármol.

– En el 976 un incendio destruyó la basílica -explicó-, que fue reconstruida y consagrada en 1094. Como usted mencionó en mi visita en Samarcanda, durante esos ciento dieciocho años no se supo cuál era el paradero del cuerpo de san Marcos. Luego, cuando se celebraba la misa de consagración de la nueva basílica, el 26 de junio de 1094, de este pilar salió un extrañó ruido, la piedra sufrió un desconchón, un temblor, y quedó al descubierto primero una mano, luego un brazo, y después el cuerpo entero del santo. Los sacerdotes y las gentes se apiñaron alrededor, incluido el propio dogo, y muchos creyeron que con la reaparición de san Marcos el mundo volvía a estar en orden.

Aquello divirtió más que impresionó a Zovastina.

– He oído hablar de ello. Resulta asombroso que el cuerpo surgiera de repente justo cuando la nueva iglesia y el dogo necesitaban el respaldo político y económico de los venecianos. El santo patrón se deja ver milagrosamente. Menudo espectáculo debió de ser. Imagino que el dogo, o algún ministro listo, orquestó todo el tinglado. Una brillante añagaza política. Novecientos años después todavía se comenta.

Michener meneó la cabeza con regocijo.

– Qué poca fe.

– Lo mío es la realidad.

– ¿Como que Alejandro Magno se encuentre en esa tumba? -observó él.

Su descreimiento la importunó.

– ¿Cómo sabe usted que no es así? La Iglesia desconoce cuál fue el cuerpo que robaron los mercaderes venecianos de Alejandría hace más de mil años.

– Dígame entonces, ministra, ¿por qué está usted tan segura?

Ella clavó la mirada en el pilar de mármol que sostenía el grandioso techo y no pudo por menos que acariciarlo, preguntándose si la historia del santo que salía de él sería cierta.

Le gustaban esas historias.

Así que le contó una al nuncio.

Eumenes se enfrentaba a una tarea formidable. Siendo como era el secretario personal de Alejandro, le había sido encomendado asegurarse de que el rey era sepultado junto a Hefestión. Habían transcurrido tres meses desde la muerte del rey, y el cuerpo momificado seguía en el palacio. La mayor parte de los otros Compañeros habían abandonado Babilonia hacía tiempo, resueltos a hacerse con el control de su parte del imperio. Dar con un cuerpo adecuado para el canje resultó ser un desafío, pero fuera de la ciudad, en una aldea no muy lejana, vivía un hombre de la estatura, la complexión y la edad de Alejandro. Eumenes lo envenenó, y uno de los embalsamadores egipcios, que había permanecido a su lado gracias a la promesa de una elevada suma, momificó al impostor. Después el egipcio se marchó de la ciudad, pero uno de los dos cómplices de Eumenes lo mató. El intercambio de cuerpos se realiza durante una tormenta de verano que trajo fuertes lluvias a la ciudad. Una vez envuelto en el cartonaje de oro, ataviado con vestimentas doradas y luciendo una corona, nadie podía distinguir un cuerpo de otro. Eumenes mantuvo oculto a Alejandro durante unos meses, hasta después de que el cortejo fúnebre real hubo salido de Babilonia rumbo a Grecia con el impostor. Luego la ciudad se sumió en un letargo del que no volvió a despertar. Eumenes y sus dos ayudantes se las ingeniaron para partir sin incidentes, llevándose a Alejandro al norte, cumpliendo el último deseo del rey.

– Así que es posible que, después de todo, este de aquí no sea el cuerpo de Alejandro -comentó Michener.

– No recuerdo haberme comprometido a dar explicaciones.

Él sonrió.

– No, ministra, no lo ha hecho. Permita que le diga únicamente que me ha gustado su relato.

– Es igual de entretenido que su fábula del pilar.

Michener asintió.

– Probablemente las dos tengan la misma credibilidad.

Sin embargo, ella disentía: su historia procedía de un manuscrito molecular descubierto mediante un análisis por rayos X de unas imágenes que habían permanecido ocultas al ojo humano durante siglos. Sólo la tecnología moderna había conseguido sacarlas a la luz. La suya no era una fábula. Alejandro Magno no había sido sepultado en Egipto. Lo llevaron a otra parte, a un lugar que Ptolomeo, el primer faraón griego, acabó descubriendo. Un lugar al que tal vez la condujese la momia que ocupaba la tumba que tenía a diez metros.

En ese instante, un hombre apareció en el iconostasio.

– Estamos listos -le dijo a Michener.

El nuncio asintió y le cedió el paso a Zovastina.

– Parece que ha llegado la hora de comprobar qué fábula es cierta, ministra.

CUARENTA Y SEIS

Viktor vio que la mujer subía la escalera y se colocaba en la cubierta central de la lancha sin dejar de apuntarlo con el arma.

– ¿Qué le ha parecido el fuego? -inquirió.

Él dejó la embarcación en punto muerto y avanzó hacia ella.

– Zorra estúpida, le voy a enseñar…

Ella alzó la pistola.

– Hágalo, vamos.

La mirada que lo fulminó rebosaba odio.

– Le gusta matar.

– Igual que a usted.

– ¿Y a quién he matado yo?

– Puede que fuera usted o tal vez otro de su Batallón Sagrado. Hace dos meses, en Samarcanda. Ely Lund. Su casa quedó reducida a cenizas gracias a su fuego griego.

Él recordaba el trabajo. Se había ocupado personalmente siguiendo órdenes de Zovastina.

– Usted es la mujer de Copenhague. La vi en el museo y luego en la casa.

– Cuando intentó matarnos…

– Yo diría que usted y sus dos amigos se lo buscaron.

– ¿Qué sabe de la muerte de Ely? Es usted el jefe del Batallón Sagrado de Zovastina.

– ¿Cómo lo sabe? -Entonces cayó en la cuenta-. La moneda que examiné en la casa, las huellas…

– Es usted un tipo listo.

Cassiopeia parecía debatirse en una dolorosa certeza, de manera que él decidió avivar su lumbre emocional.

– Ely fue asesinado.

– ¿Fue cosa suya?

Viktor se percató de que del hombro le colgaba un arco y un carcaj con cierre de cremallera. Esa mujer le había demostrado lo fríaque podía ser atrancando la puerta del museo y utilizando las flechas para incendiar el edificio, de modo que resolvió no presionarla demasiado.

– Estaba allí.

– ¿Por qué lo quería muerto Zovastina?

La motora se mecía entre las invisibles olas, y él notaba que el viento las arrastraba. La única iluminación la proporcionaba el tenue resplandor que irradiaba el salpicadero.

– Usted, sus amigos, el tal Ely, todos están metidos en lo que no les importa.

– Pues a usted sí debería importarle su suerte. Vine a matarlos a los dos. Ya hay uno fuera. Sólo falta el otro.

– Y, ¿qué obtendrá con esto?

– El placer de verlo morir.

El arma se alzó e hizo fuego.

Malone puso punto muerto.

– ¿Has oído eso?

Stephanie también estaba alerta.

– Parecía un disparo. Cerca.

Él asomó la cabeza por el parabrisas y vio que el fuego de Torcello, a alrededor de un kilómetro y medio de distancia, ardía con renovado brío. La niebla se había levantado; al parecer, el tiempo allí era bastante inestable, y ahora disfrutaban de cierta visibilidad. Las luces de las embarcaciones se cruzaban en todos los sentidos.

Aguzó el oído.

Nada.

Encendió los motores.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La Traición Veneciana»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La Traición Veneciana» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La Traición Veneciana»

Обсуждение, отзывы о книге «La Traición Veneciana» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x