Steve Berry - La búsqueda de Carlomagno

Здесь есть возможность читать онлайн «Steve Berry - La búsqueda de Carlomagno» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La búsqueda de Carlomagno: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La búsqueda de Carlomagno»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Una civilización desconocida enterrada bajo el hielo de la Antártida esconde un misterio que Carlomagno dejó escrito. Un secreto revelador y de una gran importancia para la humanidad está a punto de ser descubierto…
Cotton Malone intenta descubrir la verdad sobre su padre, que murió en un submarino que se perdió en el Antártida en los años 70. Pronto aparecen otros involucrados en la búsqueda: dos gemelas alemanas y un aliado del presidente de los EE.UU. Pero cada uno de ellos tiene sus propios motivos. Después de investigar pistas en un par de iglesias antiguas en Alemania y Francia descubren pruebas de una civilización desconocida y muy avanzada que vivía en la Antártida antes de que desapareciera cubierta por el hielo.
Una novela trepidante, una búsqueda épica que llevará al lector desde Alemania, hasta Francia, EE.UU. y Antártida.

La búsqueda de Carlomagno — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La búsqueda de Carlomagno», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Están forzando la puerta.

– ¿Quiénes? -inquirió Christl.

Malone empuñó el arma.

– Más problemas.

CUARENTA Y TRES

Dorothea quería marcharse, pero no había escapatoria. Estaba a merced de su madre y su marido, por no hablar de Ulrich. Henn llevaba más de una década trabajando para la familia, aparentemente asegurándose de mantener Reichshoffen en buen estado, pero ella siempre había intuido que prestaba un amplio abanico de servicios. Ahora lo sabía: ese hombre mataba.

– Dorothea -dijo su madre-, tu marido quiere desagraviarte, quiere que volváis a estar como antes. Es evidente que aún sientes algo, de lo contrario te habrías divorciado de él hace tiempo.

– Si no lo hice fue por nuestro hijo.

– Tu hijo ha muerto.

– Pero no su recuerdo.

– Cierto, no, pero estás inmersa en una batalla por tu herencia. Párate a pensar y acepta lo que se te ofrece.

– ¿A qué viene tanto interés? -quiso saber ella.

Isabel cabeceó.

– Tu hermana persigue la gloria, la vindicación de nuestra familia, pero eso atraería muchas miradas ajenas, algo que ni tú ni yo queremos. Es tu deber impedirlo.

– ¿Cómo es que es mi deber?

Su madre parecía asqueada.

– Sois tan parecidas a vuestro padre… ¿Es que no hay nada mío en vosotras? Escúchame, hija: el camino que sigues no sirve de nada. Yo sólo intento ayudarte.

A Dorothea le ofendieron su falta de confianza y su condescendencia.

– He averiguado muchas cosas leyendo las publicaciones y las notas de la Ahnenerbe. Mi abuelo escribió un informe de lo que rieron en la Antártida.

– Hermann era un soñador, un hombre anclado en la fantasía.

– Hablaba de zonas en las que la nieve daba paso a la piedra, donde había lagos no helados donde no debería haberlos. Hablaba de montañas huecas y cuevas de hielo.

– Y ¿qué nos reportan todas esas fantasías? Dime, Dorothea. ¿Estamos más cerca de encontrar algo?

– Fuera tenemos a un hombre muerto en el maletero del coche.

Su madre exhaló un largo suspiro.

– No tienes remedio.

Sin embargo, la paciencia de Dorothea también se había agotado.

– Fuiste tú quien fijó las normas de este desafío. Querías saber qué fue de nuestro padre; querías que Christl y yo colaboráramos. Nos diste una parte del puzzle a cada una. Si tan lista eres, ¿por qué estamos haciendo nosotras todo esto?

– Permíteme que te cuente una cosa, algo que tu padre me contó hace mucho tiempo.

Carlomagno escuchó sobrecogido las palabras de Eginardo. Se hallaban seguros en la capilla del palacio, en la estancia de la galería superior del octógono. Era verano y finalmente había caído la noche, las ventanas de fuera estaban oscuras y en la capilla reinaba la calma. Eginardo acababa de regresar de su largo viaje el día anterior. El rey lo admiraba: era un hombre menudo, pero, al igual que la abeja que hace una miel exquisita o la laboriosa hormiga, capaz de grandes hazañas. Lo llamaba Besalel, como en el Éxodo, en referencia a su gran habilidad. No habría enviado a ningún otro y ahora escuchaba a Eginardo hablar de una ardua travesía por mar que lo había llevado hasta un lugar cuyos muros de nieve eran tan luminosos que el sol teñía la parte superior de tonalidades azules y verde jade. En uno de ellos había una cascada de aguas argénteas, y a Carlomagno aquello le recordó a las dentadas montañas del sur y el este. Hacía un frío indecible, contó Eginardo, y una de sus manos comenzó a temblar al recordarlo. El viento soplaba con tal fuerza que ni siquiera la capilla que los rodeaba se habría mantenido en pie. Carlomagno lo dudó, si bien no dijo nada. Aquí las gentes viven en chozas de barro, dijo Eginardo, sin ventanas, con una única abertura en el techo para que salga el humo. Sólo los privilegiados duermen en camas, las ropas son de cuero sin forrar. Allí las cosas son muy diferentes. Todas las casas son de piedra y están amuebladas y caldeadas. Las ropas son gruesas y de abrigo. No hay clases sociales, ni ricos ni pobres. Es una tierra de igualdad donde la noche no tiene fin y las aguas permanecen en calma como la muerte, pero son bellísimas.

– Eso es lo que escribió Eginardo -dijo Isabel-. Tu padre me contó lo que su padre le contó a él. Estaba en el libro que te di, el de la tumba de Carlomagno. Hermann aprendió a leerlo, y ahora hemos de hacerlo nosotros. Ésa es la razón de este desafío. Quiero que tú y tu hermana encontréis las respuestas que necesitamos.

Sin embargo, el libro que le había dado su madre estaba escrito en un galimatías, lleno de imágenes fantásticas de cosas irreconocibles.

– Recuerda las palabras del testamento de Eginardo -apuntó Isabel-: «La segunda, que conferiría la plena comprensión de la sabiduría del cielo que aguarda con mi señor Carlos, comienza en la nueva Jerusalén.» Tu hermana está allí ahora mismo, en la nueva Jerusalén, muy por delante de ti.

Dorothea no daba crédito a lo que estaba oyendo.

– Esto no es ficción, Dorothea. No todo el pasado es ficción. En tiempos de Carlomagno, la palabra «cielo» tenía un significado muy diferente del actual. Los carolingios lo denominaban ha shemin, que quería decir «tierras altas». No estamos hablando de religión ni de Dios, sino de un pueblo que vivía muy lejos, en un país montañoso de nieve y hielo y noches interminables, un lugar que Eginardo visitó, el lugar en el que murió tu padre. ¿No quieres saber por qué?

Sí quería saberlo, maldita sea, sí.

– Tu marido está aquí para ayudarte -añadió su madre-. Con Herr Wilkerson he eliminado un problema en potencia. Ahora esta búsqueda puede continuar sin intromisiones. Me aseguraré de que los americanos encuentren su cuerpo.

– No hacía falta matarlo -insistió ella.

– ¿Ah, no? Ayer un hombre irrumpió en nuestra casa e intentó matar a Herr Malone. Confundió a tu hermana contigo y trató de matarla. Menos mal que Ulrich lo impidió. Los americanos no te tienen mucha consideración, Dorothea.

Los ojos de ésta buscaron a Henn, que asintió con la cabeza para corroborar lo que había dicho su madre.

– Entonces supe que había que hacer algo. Dado que eres una criatura de costumbres, di contigo en Múnich, donde sabía que estarías. Imagínate: si yo te encontré así de fácil, ¿cuánto habrían tardado en hacerlo los americanos?

Ella recordó el pánico que sentía Wilkerson cuando habló por teléfono.

– Hice lo que había que hacer, y ahora, hija mía, tú harás lo mismo.

Sin embargo, Dorothea estaba perdida.

– ¿Qué tengo que hacer? Acabas de decir que lo que he estado haciendo ha sido una pérdida de tiempo.

Su madre negó con la cabeza.

– Estoy segura de que los conocimientos que has adquirido sobre la Ahnenerbe serán de utilidad. ¿Está ese material en Múnich?

Ella asintió.

– Ulrich lo traerá. Dentro de poco tu hermana seguirá el camino correcto; es imprescindible que te unas a ella. Hay que apaciguarla. Los secretos de la familia deben seguir en la familia.

– ¿Dónde está Christl? -volvió a preguntar ella.

– Esforzándose por hacer lo que intentabas tú.

Dorothea era toda oídos.

– Confiar en un americano.

CUARENTA Y CUATRO

Aquisgrán

Malone agarró a Christl, salió corriendo de la capilla de San Miguel y regresó al polígono exterior, desde donde se volvió hacia el pórtico y la entrada principal.

De San Miguel llegaron más ruidos sordos.

Malone encontró la puerta principal, que esperaba se abriera desde dentro, y oyó un ruido: alguien estaba forzando los cerrojos exteriores. Por lo visto, Cara Chupada no trabajaba solo.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La búsqueda de Carlomagno»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La búsqueda de Carlomagno» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La búsqueda de Carlomagno»

Обсуждение, отзывы о книге «La búsqueda de Carlomagno» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x