P. Cast - Diosa Por Elección

Здесь есть возможность читать онлайн «P. Cast - Diosa Por Elección» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Diosa Por Elección: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Diosa Por Elección»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Por fin, Shannon Parker se había reconciliado con la vida en el mundo mítico de Partholon. Amaba a su marido centauro y se había acostumbrado a su conexión con la diosa Epona y los beneficios que conllevaban ambas cosas. Casi había olvidado su antigua vida en la Tierra… sobre todo, cuando descubrió que estaba embarazada…
Pero entonces una súbita explosión de poder la envió de vuelta a Oklahoma. Sin la magia, Shannon no podía regresar a Partholon, así que tendría que buscar ayuda. El problema era que esa ayuda tomó la forma de un hombre tan tentador como su marido. Y, durante el camino, Shannon descubriría que ser una diosa por error era mucho más fácil que ser una diosa por elección…

Diosa Por Elección — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Diosa Por Elección», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Vamos. Las dos tenéis que comer.

Capítulo 10

– No hay nada como un sándwich gigante del Arby con extra de salsa, una ración de patatas fritas grande y una Pepsi light.

De vuelta a la sala de espera del hospital, yo chasqueé con la lengua con agrado y sorbí por la pajita las últimas gotas de líquido.

– Ahora que ya no tengo tantas ganas de vomitar, la comida me sabe muy bien.

Clint me miró divertido.

– Madre mía, ¡sí que comes!

Yo me di unas palmaditas en el estómago y asentí.

– Sí, comemos mucho.

– ¿Te sientes mejor?

– Asombrosamente mejor -dije con una sonrisa.

– ¿Y estás preparada para hablar de nuestro plan?

– ¿Tenemos plan? -pregunté, sorprendida.

– Si no lo tenemos, deberíamos.

– Bueno, sé lo que no quiero hacer.

– Es tan buen lugar para empezar como cualquier otro. Vamos a decidir lo que no queremos hacer y planearemos desde ahí -dijo.

Su tono era de militar a cargo de la operación, y yo le di las gracias a mi diosa de que uno de los dos supiera lo que estaba haciendo.

– No quiero volver a casa de mi padre -dije en voz baja-. No podría soportar acercarme al estanque de nuevo.

– Estoy de acuerdo. No sería seguro, aunque estén los árboles para ayudarte. Son poderosos, sí, pero para matar a Nuada necesitas el poder que sólo pueden transmitirte los ancianos robles del corazón del bosque sagrado.

– Si es que se le puede matar. Se supone que está muerto.

– Entonces, tenemos que enviarlo de vuelta a la oscuridad.

Hablaba con una confianza que yo no sentía. Y sin querer, no dejaba de preguntarme cómo encajaba el dios Pryderi en todo aquello. Luchar contra Nuada resucitado ya era horrible. Luchar contra un maligno dios antiguo podría ser…

– Debemos encontrar a Rhiannon y conseguir que nos diga qué demonios está pasando.

– Quieres decir qué demonios ha hecho -me corrigió Clint.

Asentí.

– ¿No te dejó un número de teléfono, ni una dirección donde dar con ella?

– Lo intentó, pero yo no lo acepté. No quería tener que volver a verla. Había dejado una mancha de suciedad en todos los lugares de mi vida que había tomado. Necesitaba estar limpio de ella.

– ¡Eso es…! -dije, dándome una palmada en la frente-. ¿Cómo no lo había pensado antes? No necesitamos el teléfono de Rhiannon, porque ella está conectada conmigo. ¿No recuerdas que dijiste que ella y yo tenemos las mismas auras? Seguramente, tú solo podrías llamarla con ayuda del bosque sagrado, pero imagínate qué tipo de mensaje podríamos enviarle los dos juntos con el bosque.

– Sería algo que no podría ignorar -respondió Clint con una sonrisa.

– Y si pasa por alto nuestra primera invitación, seguiremos invitándola, e invitándola, e invitándola…

– Se va a enfadar mucho. Lo verá como un reto.

– Muy bien. Eso es, en realidad.

Miré el reloj. Eran más de las cinco de la tarde. Fuera, el cielo se había oscurecido por completo. De nuevo, la noche. Al recordar el viaje largo que nos esperaba hasta el bosque, suspiré de cansancio.

– Esta noche no -dijo Clint, leyéndome el pensamiento-. Vamos a esperar hasta mañana. Nos aseguraremos de que tu padre está bien y de que tu madrastra está de camino. Y viajaremos durante el día.

Poco después, la doctora Mason apareció en la sala de espera.

– Su padre ha salido perfectamente de la operación. Había más daños de los que yo había pensado al principio, por eso hemos tardado más de lo que esperaba.

– ¿Pero podrá usar la mano de nuevo?

– Le llevará varios meses de rehabilitación, pero sí, podrá entrenar a sus caballos de carreras y manejar el heno.

Mi padre debía de haber hablado un poco.

– ¿Puedo verlo?

– Está sedado y agotado a causa de la hipotermia, así que ahora está dormido -nos dijo la doctora. Después se sacó un papel del bolsillo y me lo entregó.

– Su padre me pidió que le diera este número de teléfono, y que le dijera que llame a su vecino para que dé de comer a los animales. Y quería que le dijera que no vayan a su casa. Parecía que estaba muy preocupado por si tenían algún tipo de accidente allí.

– Gracias, doctora. Por favor, ¿podría decirles a las enfermeras que tranquilicen a mi padre, y que le expliquen que Clint y yo vamos a quedarnos en un hotel de la ciudad? Después llamaré al mostrador de enfermeras y les daré el número del hotel.

– Muy bien. Su padre estará muy bien mañana, podrá levantarse con normalidad -nos dijo, y asintió amablemente para despedirse-. Conduzcan con cuidado.

– Gracias, doctora -dijo Clint, y tomó el número de teléfono de mi mano-. Hay un teléfono junto a la máquina de café. Voy a llamar al vecino…

– Seguramente, se refiere a Max Smith -dije yo.

– Al señor Smith, entonces, para decirle lo que ha pasado. Es decir, una versión edulcorada de lo que ha ocurrido.

– Te espero aquí -dije yo.

Él asintió y yo me permití el lujo de mirar la figura fuerte de su cuerpo mientras se alejaba. Hombros anchos, cintura estrecha, trasero prieto, piernas largas y fuertes.

Clint miró hacia atrás y me sorprendió observándolo.

– ¿Querías algo, mi niña? -me preguntó con una sonrisa.

– No, sólo estaba, eh… pensando -tartamudeé.

Me ruboricé y me di la vuelta. Él se alejó riéndose por el pasillo.

Volvió en pocos minutos, convenció a una enfermera para que le diera el número directo de la Unidad de Cuidados Intensivos y después me levantó de la silla por el codo. Antes de que yo tuviera tiempo de sentir frío, me había colocado en el asiento del pasajero del Hummer y estábamos en la carretera.

– ¿Por dónde se va al hotel más cercano? -me preguntó, mientras ajustaba la calefacción.

– Supongo que tú no sabrás lo que pasó con mi piso, ¿verdad?

Pensé que si Rhiannon no lo había vendido, podríamos quedarnos allí. Yo siempre dejaba una llave escondida fuera, así que entrar no sería un problema. Con melancolía, pensé que pasar la noche en mi casa sería lo más fácil.

– Eh… fue unas de las primeras cosas que encargó a su magnate del petróleo. Si no recuerdo mal, él lo vendió muy rápidamente.

– Qué maldita bruja -susurré yo-. Ve hacia el norte, y justo antes de llegar a la autopista, encontraremos un par de hoteles.

Clint asintió y el Hummer siguió recorriendo la carretera helada. Yo me quedé callada y dejé que se concentrara en el corto trayecto. Las calles estaban desiertas, y las farolas emitían halos de luz fantasmal.

Cuando llegamos al hotel Luxury Inn, Clint se bajó y entró hacia la recepción. Sin embargo, volvió al poco tiempo y me dijo que estaba completo. Así pues, continuamos nuestro camino hasta el hotel siguiente, el Best Western, situado en Kenosha. Allí les quedaba una habitación libre en el tercer piso. Cuando entramos, percibí el olor a moqueta limpia y a madera nueva. Estaba decorada con gusto, en colores azules y beige, y con un papel floral en las paredes. La cama estaba cubierta por una colcha gruesa que tenía aspecto de agradable y suave.

Era una enorme cama doble.

Me di cuenta de que ambos nos habíamos quedado, en la entrada, azorados, así que caminé decididamente hacia la ventana y descorrí las cortinas para mirar la vista. Nuestra habitación estaba en la parte posterior del hotel, y desde allí sólo veía árboles cubiertos de nieve. Yo sabía que más allá había una autopista, pero era imposible ver tanto sin que los faros de los coches iluminaran la oscuridad.

Sentí una punzada familiar, que me indicó que la idea que se me estaba ocurriendo era cosa de Epona. Aquello hizo que olvidara temporalmente la única cama de la habitación y las dudas sobre cómo íbamos a dormir.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Diosa Por Elección»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Diosa Por Elección» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Diosa Por Elección»

Обсуждение, отзывы о книге «Diosa Por Elección» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x