José Santos - El códice 632

Здесь есть возможность читать онлайн «José Santos - El códice 632» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El códice 632: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El códice 632»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Tomás Noroña, profesor de Historia de la Universidad Nova de Lisboa y perito en criptología y lenguas antiguas, es contratado para descifrar una cifra misteriosa.
Los conocimientos y la imaginación de Tomás lo llevarán a una espiral de intrigas, en dónde inesperadamente se topará que con un secreto guardado durante muchos siglos: la verdadera identidad de Cristóbal Colón.
Basada en documentos históricos genuinos, El códice 632 nos transporta a un viaje por el tiempo, una aventura repleta de enigmas y mitos, secretos encubiertos y pistas misteriosas, falsas apariencias y hechos silenciados, un auténtico juego de espejos donde la ilusión se disfraza de realidad, para disimular la verdad.

El códice 632 — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El códice 632», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Moliarti acabó el snack y se recostó en el sofá saboreando el champán y disfrutando de la vista; más allá de las anchas ventanas del bar se agitaban las frondosas higueras del jardín, grandes y protectoras, y que dibujaban acogedoras sombras en el césped cuidado.

– ¿Sabe, Tom? Hay algo que no entiendo -intervino por fin-. ¿Por qué motivo los portugueses, si conocían ya la existencia de América del Sur, esperaron tanto tiempo para formalizar el descubrimiento? ¿Qué los llevó a anunciarlo en 1500? ¿Por qué no antes?

– Disimulación -replicó Tomás-. No se olvide de que los portugueses creían en las virtudes de la política de sigilo, en las ventajas de mantener en secreto toda la información estratégica. Conocían mucho más del mundo de lo que dejaron entrever a sus contemporáneos y a las generaciones futuras. La Corona se mostraba consciente de que, en cuanto revelase la existencia de estas tierras, tal anuncio atraería atenciones indeseables, despertaría codicias inoportunas e intereses amenazadores. Los portugueses sabían que nadie codicia lo que se desconoce. Si el resto de Europa no llegaba a conocer la existencia de esas tierras, seguro que no competiría con los portugueses por su exploración. Los descubridores quedaron así con las manos libres para realizar tranquilamente sus exploraciones sin tener que preocuparse por la competencia.

– Está claro, Tom -dijo Moliarti-. Pero si los portugueses ganaban ventaja manteniendo el sigilo, ¿qué los llevó a cambiar de actitud y a formalizar el descubrimiento de Brasil en 1500?

– Pienso que habrán sido los castellanos. La política de sigilo tenía sentido en cuanto estrategia para no atraer miradas indeseables con respecto a los descubrimientos de los portugueses. Pero a partir del momento en que Hojeda, en 1499, y Pinzón, en enero de 1500, comenzaron a meter el hocico en la costa de América del Sur, se hizo claro para la Corona portuguesa que mantener el sigilo ya no era una opción sensata, porque los castellanos podían reivindicar para sí aquellas tierras que los portugueses ya habían encontrado. Se impuso, así, la formalización del descubrimiento de Brasil.

– Entiendo.

– Lo que nos remite al último gran indicio.

– ¿Cuál?

– El Tratado de Tordesillas.

– Ah, sí -exclamó Moliarti, reconociendo el célebre documento que dividió el mundo en dos partes, una para Portugal y otra para España-. Usted está hablando de la partida de nacimiento de la globalización.

– Exactamente -sonrió Tomás; los estadounidenses tenían siempre una manera grandilocuente de describir las cosas, de establecer atrayentes comparaciones con referencias modernas-. El Tratado de Tordesillas fue un acuerdo sancionado por el Vaticano y que entregó la mitad del mundo a los portugueses y la otra mitad a los españoles.

– Suprema arrogancia.

– Sin duda. Pero la verdad es que en aquel tiempo éstas eran las naciones más poderosas del mundo, por lo que les pareció natural dividir entre sí los expolios del planeta. -Tomás acabó su té-. Cuando se negoció el tratado, cada uno de los países tenía determinadas ventajas en el ajedrez político. La ventaja de los portugueses residía en que su tecnología de navegación y de armamento y de exploración marítima había progresado más. Los españoles, por su parte, se encontraban atrasados en esos tres ámbitos, pero tenían un triunfo poderoso en la manga: el papa de aquel entonces era español. Es un poco como si, en un partido de fútbol, nosotros tuviésemos a los mejores jugadores, al mejor entrenador, el mejor equipo, pero el árbitro del partido fuese un juez sobornado por el adversario y dispuesto a anular goles de nuestro equipo y a inventar penaltis contra nosotros. Eso fue, en cierto modo, lo que ocurrió. Los navegantes portugueses se movían a sus anchas por la costa africana y por el Atlántico, mientras que los castellanos sólo controlaban las Canarias. Esa situación se cristalizó en 1479 con el Tratado de Alcáçovas, por el cual Castilla reconoció la autoridad portuguesa en la costa africana y en las islas atlánticas a cambio de la aceptación portuguesa del dominio castellano sobre las Canarias. El tratado, confirmado al año siguiente en Toledo, no se pronunciaba, sin embargo, acerca del Atlántico occidental, cuestión que entró en el orden del día después del primer viaje de Cristóbal Colón. Como ninguna cláusula del documento regulaba directamente esta nueva situación, se llegó en el acto a la conclusión de que era necesario un nuevo tratado.

– El Tratado de Tordesillas.

– Exactamente. La primera propuesta de Lisboa fue dividir la Tierra mediante un paralelo que pasaba por las Canarias, por la cual los castellanos se quedarían con la exploración de todo lo que se situaba al norte del paralelo y los portugueses con el resto. Pero el papa Alejandro VI, que era español, divulgó dos bulas en 1493 marcando una línea divisoria según un meridiano situado cien leguas al oeste de las Azores y de Cabo Verde. No resulta difícil entender que el Papa actuaba a favor de Castilla. Los portugueses no opusieron resistencia y, aceptando la existencia de esa línea, exigieron que fuese desplazada trescientas setenta leguas al oeste de Cabo Verde, lo que los castellanos y el Papa, al no ver motivos en contra, aceptaron. Esta negociación, no obstante, tiene algo de controvertido.

Tomás dibujó un planisferio en la libreta de notas, con trazos toscos, se reconocían en la hoja los contornos de África, Europa y todo el continente americano. El investigador dibujó una línea vertical en el Atlántico, a mitad de camino entre África y América del Sur, y escribió por debajo «100».

– Esto es lo que proponían el Papa y los castellanos, una línea cien leguas al este de Cabo Verde. -Enseguida trazó otra línea vertical más a la izquierda, que abarcó una parte de América del Sur, y escribió debajo el número «370»-. Esta es la línea que los portugueses exigieron, situada trescientas setenta leguas al oeste de Cabo Verde. -Miró a Moliarti-. Dígame, Nel, ¿cuál es la principal diferencia entre estas dos líneas?

El estadounidense se inclinó sobre la libreta de notas y observó los trazos.

– Bien, una sólo cruza el mar; la otra coge una parte de tierra.

– ¿Y qué tierra es ésa?

– Brasil.

Tomás asintió con la cabeza y sonrió.

– Brasil. Ahora dígame, ¿por qué razón los portugueses insistieron tanto en esta segunda línea?

– ¿Para quedarse con Brasil?

– Lo que me lleva a la tercera pregunta: ¿cómo diablos sabían los portugueses que esta segunda línea abarcaba Brasil si Brasil, en 1494, aún no había sido descubierto? -Tomás se inclinó sobre su interlocutor-. ¿O ya estaba descubierto?

Moliarti se recostó en el sofá y respiró hondo.

– I see your point -dijo y cogió la botella de Louis Roeder, echó un poco más de champán en la copa y sació su sed; luego dejó la copa en la mesa y se enderezó, fijando sus ojos en los de Tomás-. Realmente, hay mucho en lo que pensar -afirmó con lentitud-. Pero, dígame, Tom, de todo lo que me ha dicho, ¿qué hay realmente de nuevo?

Tomás mantuvo la mirada fija en Moliarti, casi como si estuviese desafiándolo.

– Nada -respondió.

– ¿Nada de nada?

– Nada de nada. Todo lo que le he dicho es lo que he encontrado en las investigaciones del profesor Toscano sobre el misterio del descubrimiento de Brasil.

– ¿Y no había ninguna novedad?

– Ni una. El profesor Toscano se limitó a hacer una recapitulación de todo lo que ya habían descubierto o concluido otros historiadores.

El estadounidense lo miraba con incredulidad, como si no creyese en lo que le decían.

– ¿Seguro?

– Absolutamente seguro.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El códice 632»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El códice 632» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Jose dos Santos - La Formule de Dieu
Jose dos Santos
Steven Santos - The Culling
Steven Santos
José Santos - La Amante Francesa
José Santos
José Santos - El séptimo sello
José Santos
Alberto S. Santos - La profecía de Estambul
Alberto S. Santos
Álvaro Santos Iglesias - Momentos twitter
Álvaro Santos Iglesias
Diego Vianna dos Santos - LOGRÁ LA FLUIDEZ EN SOLO 8 MESES
Diego Vianna dos Santos
José Luis Borrero González - Operación Códice Áureo
José Luis Borrero González
Flavia Dos Santos - Deseo
Flavia Dos Santos
libcat.ru: книга без обложки
José Rivera Ramírez
Barbara McCauley - Secret Baby Santos
Barbara McCauley
Отзывы о книге «El códice 632»

Обсуждение, отзывы о книге «El códice 632» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x