Batya Gur - Piedra por piedra

Здесь есть возможность читать онлайн «Batya Gur - Piedra por piedra» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Piedra por piedra: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Piedra por piedra»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Una madre hace saltar por los aires la tumba de su propio hijo. Éste murió durante el servicio militar, víctima de una macabra broma. En la tumba se habían esculpido las usuales palabras anónimas que se emplean en estos casos: «Caído en acto de servicio». Pero la madre no lo acepta. En la tumba de su hijo tiene que ser grabada, bien visible para todos, la verdad: «Asesinado por sus superiores».
Éste es el comienzo de una larga serie de desesperados intentos por parte de Rajel para que se haga justicia. Como en otras novelas de Batya Gur que no pertenecen a la serie policiaca de Michael Ohayon, por la que es conocida en España, se ponen al descubierto las contradicciones y el lado oscuro de la sociedad israelí.

Piedra por piedra — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Piedra por piedra», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¡Señora! -gritó el juez Neuberg, atónito, viendo cómo el fiscal bajaba los ojos para mirarse la camisa y luego los alzaba hacia él realmente impresionado.

– Señoría -protestó con un hilillo de voz, intentando en vano hacer desaparecer aquellas manchas con un pañuelo de papel que le había tendido su ayudante con gesto asustado-, señoría, así no se puede seguir, la situación se nos ha ido de las manos, señoría, debemos llamar a la policía militar para que las obliguen a desalojar la sala, esto es un verdadero desacato a la autoridad.

El juez Neuberg se quedó petrificado en su asiento durante unos segundos, en medio del alboroto que se había apoderado de la sala. En la última fila se habían levantado los reporteros militares y también se encontraban de pie todas las mujeres. Asimismo, uno de los acusados, el teniente Noam Lior, se había puesto de pie y miraba hacia atrás, hacia los bancos del público. El juez Neuberg calculó deprisa los pasos que debía dar a continuación, hizo caso omiso de los susurros acusadores del teniente coronel Katz, que también se había levantado, en su apretado rincón, y, apoyado contra la bandera de Israel, que tenía los bordes doblados, decía una y otra vez:

– Hay que echarlas de aquí, hace tiempo que había que haberlas echado -miró el rostro gris y crispado de la señora Avni quien, a pesar de no haber sido la que había tirado el tomate, buscaba ahora algo en un bolso grande, de los de bandolera, como si fuera a seguir los pasos de la mujer jorobada. Absorto como estaba en sus pensamientos, oyó que la señora Avni empezaba a gritar con fuerza:

– ¡El fiscal es un prevaricador, no vamos a permitir que desvíe el juicio de su asunto principal!

El juez Neuberg, entonces, le hizo una seña con la cabeza al fiscal, agitó la mano en dirección a la mesa de la defensa, le hizo otra seña con la mano al policía militar que se encontraba en la puerta, para que permaneciera donde estaba, y anunció a todos los presentes:

– La sesión continuará en la oficina del presidente del tribunal, después de una breve pausa, sin asistencia de público, ya que el lugar es muy limitado -y acto seguido le hizo señas al mayor Weizmann, que lo miraba atónito, como se figuraba que lo haría, para que apretara el paso y saliera lo más rápidamente posible de la sala.

Durante un buen rato estuvieron el fiscal y los representantes de la defensa en un despacho contiguo que les habían habilitado hasta que pudieran entrar en la oficina del presidente del tribunal. Una vez en ésta, una sala rectangular y muy estrecha, tuvieron que sentarse muy juntos: el juez Neuberg presidía la mesa, los jueces adjuntos se apretaban como podían a cada uno de sus lados, casi pegados a la mecanógrafa, y los acusados y los representantes de la defensa estaban sentados a lo largo de la mesa, frente al fiscal y su ayudante. El fiscal se apoyaba en el borde de la mesa. Observaba los restos de la mancha roja que todavía se apreciaban en su camisa y rascaba con cuidado las pepitas de tomate que se habían empezado a secar.

– Señoría, solicitamos poder presentar el alegato -dijo el fiscal muy secamente.

– ¿Ya? -se sorprendió el juez-. Podemos esperar uno o dos días, hasta que lleguen a un acuerdo con el acusado -le dijo en tono de advertencia, y miró luego a Noam Lior, ahí sentado con la cabeza gacha-. ¿Acaso conoce el acusado el alcance del alegato?

– Señoría -respondió el abogado del acusado Lior-, mi defendido lo sabe, y solicita… Le parece que, en vista de lo que ha dicho la última declarante, está de más que…

– Ésta es una sesión oficial que ahora se desarrolla en la oficina del presidente -le recordó el juez Neuberg y le hizo una seña a la mecanógrafa.

– Señoría -dijo el fiscal, después de empujar la silla hacia atrás y ponerse de pie hasta quedar aprisionado entre la silla y la mesa. Se puso a hablar a ritmo de dictado y mirando hacia la mecanógrafa-. Hemos llegado al momento del alegato, según el cual el acusado, el teniente Noam Lior, admite los cargos que se le imputan -en este punto, el fiscal leyó muy despacio los números de los artículos mientras seguía con los ojos la pantalla del ordenador-, de manera que la acusación retira el cargo de comportamiento inadecuado a su cargo y de acuerdo con ello el tribunal dictará sentencia contra el acusado a la vista de su confesión.

También el abogado se levantó y declaró:

– Mi defendido solicita retractarse de su declaración de inocencia y reconoce los cargos que se le imputan -entonces, el juez Neuberg miró al acusado y le preguntó-: ¿Comprende usted el alcance de la situación? ¿Se acoge usted al derecho del alegato a sabiendas y por voluntad propia?

– Sí, comprendo el alcance de la situación -murmuró el acusado, levantó la cabeza, que antes mantenía baja y, apoyándose en la mesa, dijo-: Lo hago a sabiendas y por voluntad propia.

El fiscal se puso la mano sobre la mancha rosada de la pechera de la camisa, volvió a levantarse, y dijo:

– En vista de la confesión del acusado y del alegato presentado, solicito separar el juicio por el asunto del teniente Noam Lior del juicio por el asunto del segundo acusado y que cese el proceso abierto contra el teniente Lior en este mismo instante.

El juez Neuberg hizo caso omiso del carraspeo del mayor Weizmann, le espetó unas pocas palabras precipitadas acerca de los procedimientos técnicos legales, y anunció, también a ritmo de dictado, la separación de las causas de los dos acusados. Después le hizo señas a la mecanógrafa para que se detuviera, y les comunicó:

– Técnicamente la sentencia del teniente Alcalay será dictada casi en paralelo a la del teniente Lior.

– ¿Qué significa que el acusado solicita retractarse de su declaración de inocencia y reconoce los cargos que se le imputan? -le susurró el mayor Weizmann al juez Neuberg, entrecerrando sus claros ojos-. ¿Qué significado real tiene eso?

– Eso quiere decir que se reconoce culpable, que ya no es necesario seguir escuchando a más testigos por su causa. Será condenado según su confesión -le explicó el juez, en voz baja-. Y además, se le puede llamar a declarar como testigo de cargo contra el otro acusado.

– Pero si ya habíamos oído a todos los testigos, ¿qué es lo que va a cambiar entonces?

– Luego se lo explico -le dijo el juez Neuberg con manifiesta impaciencia, se enjugó el sudor de la cara y pasó la mirada del fiscal al abogado-. No nos quedaremos mucho rato más aquí -los tranquilizó-, solamente hasta que las cosas se calmen un poco ahí fuera y podamos levantar la sesión.

El otro juez adjunto, el teniente coronel Katz, movía con nerviosismo el pie que chocaba rítmicamente contra la mesa. El aire cargado de la oficina y la proximidad física de las personas que lo rodeaban empezaban a hacérsele insoportables al juez Neuberg, que no dejaba de sudar y que notaba que los latidos del corazón se le agolpaban y la respiración se le iba haciendo entrecortada.

– Esperemos que el tribunal tenga en cuenta el reconocimiento de la culpa -dijo ahora el abogado del teniente Noam Lior-. Mi defendido ha dudado mucho, porque en su declaración dijo que no era consciente del peligro, pero la orden… la orden sí la dio él…

– ¿Y ahora confiesa también que era consciente de que existía peligro de muerte? -quiso averiguar el mayor Weizmann.

– No exactamente -dijo el abogado-, pero reconoce su responsabilidad. Mi defendido, sin embargo, nunca contempló un posible peligro de muerte, pero sí admite su responsabilidad.

– ¿Y eso qué significa? ¿Cómo se traduce eso a la práctica? -insistió el mayor Weizmann susurrándolo al oído del juez Neuberg.

– Vamos a quedarnos aquí tan sólo unos minutos más -les prometió el juez-, levantaré la sesión por hoy y el juicio seguirá desarrollándose en esta oficina.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Piedra por piedra»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Piedra por piedra» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Piedra por piedra»

Обсуждение, отзывы о книге «Piedra por piedra» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x