Petros Márkaris - Muerte en Estambul

Здесь есть возможность читать онлайн «Petros Márkaris - Muerte en Estambul» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Muerte en Estambul: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Muerte en Estambul»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Tras la boda de su hija Katerina, el comisario Kostas Jaritos decide tomarse unos días de descanso y viajar con Adrianí, su temperamental mujer, a Estambul, ciudad estrechamente relacionada con la historia de Grecia. Así pues, mezclado con cientos de turistas, Jaritos se lanza a admirar iglesias, mezquitas y palacios mientras degusta la gastronomía del lugar y discute no sólo con su mujer sino también con los miembros del grupo con el que viaja. Sin embargo, todo se tuerce cuando algo aparentemente tan nimio como la desaparición de una anciana en un pueblo de Grecia se convierte de pronto en un caso de asesinato, pues informan a Jaritos de que han encontrado muerto a un pariente de esa anciana… y de que ésta se dirige a Estambul. Jaritos tendrá que trabajar codo con codo con el suspicaz comisario turco Murat, e irá internándose en la pequeña comunidad que conforman los griegos que todavía, tras el éxodo masivo que protagonizaron en 1955, permanecen en la ciudad.

Muerte en Estambul — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Muerte en Estambul», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Aquí, sin embargo, surgen un par de interrogantes que precisan respuestas. Empecemos por el más fácil: primero, hasta qué punto está enferma y, segundo, si ella lo sabía cuando viajó a Turquía. Si lo sabía, significa que en Grecia debió de examinarla un médico, y tenemos que localizarlo para averiguar si está realmente enferma y de qué gravedad. El segundo interrogante es más difícil de contestar. María prepara empanadas de queso a punta pala y va repartiéndolas por ahí. Muy bien, pero ¿dónde las prepara? Se necesita hojaldre e ingredientes especiales, además de un horno donde cocerlas. Lo sé por Adrianí, porque la observo algunas veces cuando las hace, aunque la especialidad de mi mujer es la empanada de puerros. ¿Dónde encontró una mujer como María Jambu un refugio provisto de lo necesario para cocinar empanadas de queso? Claro que podría llevarlas a cocer a la panadería del barrio. Si esta costumbre persiste en Grecia, no veo por qué no puede persistir también aquí. Aun así, ¿dónde ha encontrado una casa provista de los utensilios de cocina necesarios?

Mientras pienso en el paso que he de dar a continuación, suena el móvil y resulta que es Katerina.

– Todo está listo, papá -anuncia-. La boda será dentro de dos semanas a partir del domingo. Hoy mismo encargamos las peladillas.

Se la oye contenta, aunque no sé si se trata de auténtica alegría o del alivio de haberse quitado un peso de encima.

– ¿Has comprado ya el vestido? -pregunto.

– Es lo único que dejo para cuando vuelva mamá. Para librarme de sus quejas -concluye mi hija.

– En cualquier caso, yo no le diré nada.

– ¿Por qué no?

– Porque es capaz de subir al primer avión que salga para Atenas o de comprarte el vestido de novia aquí. En este caso, estás apañada.

Katerina se echa a reír.

– Exageras, como siempre. De acuerdo, la llamaré y le diré que he elegido tres modelos y que la espero para decidir cuál de los tres comprar.

– Siempre encuentras una solución conciliadora. No en vano estudiaste Derecho.

De repente, ella me pregunta como si se le acabara de ocurrir:

– ¿Qué tal vosotros?

– Tu madre, estupendo. Yo, no tanto.

– ¿Por qué?

– Porque estoy liado con un caso que no me deja tiempo para ver la ciudad ni para divertirme.

– No me das pena -contesta ella seriamente-. Tú te lo buscas. Trabajas incluso en vacaciones y luego te quejas. Mamá tiene razón.

Cambio de tema, como siempre que quiero mostrar mi disgusto.

– ¿Está ahí Fanis?

– Sí. ¿Quieres hablar con él?

– Si es posible…

Al cabo de unos segundos oigo la voz de mi yerno.

– ¿Puedes explicarme por qué la gente se mete en ceremoniales complicados como las bodas? -me suelta de buenas a primeras-. Te dejan sin blanca y, además, hecho polvo.

– Ni idea. Han pasado tantos años desde que me casé, que lo he borrado de mi memoria. Yo quería preguntarte otra cosa.

– Te escucho.

Le doy toda la información que tengo de la visita de María Jambu a Baluklís y, para acabar, le digo lo que opina el médico que la vio en el geriátrico.

– ¿Qué le pasa, en tu opinión? -pregunto al final.

– Puede ser cualquier cosa, desde una tos crónica por culpa del tabaco hasta una tuberculosis o un cáncer de pulmón. ¿Dijo algo más el médico del hospital?

– Que quería hacerle una radiografía pero la señora Jambu desapareció. Así que no sabe nada más.

– Tiene razón.

– ¿Y el hecho de arrastrar los pies?

– Puede ser algo degenerativo, pero eso no se debe necesariamente a una enfermedad. Podría ser cosa de la edad avanzada.

Su argumento es lógico, pero no me ayuda en absoluto.

– En otras palabras, me estás diciendo que debemos investigar todos los hospitales del norte de Grecia, por si la trataron en alguno de ellos -concluyo desanimado.

– Yo empezaría por los centros de oncología y luego investigaría el resto. -Calla por un instante y luego añade, indeciso-: Por lo que me describes, corresponde más a un cáncer de pulmón. A eso se refería el médico turco cuando te dijo que estaba muy enferma.

Algo es algo, me digo después de colgar el teléfono. Al menos puedo decirle a Guikas qué debe hacer exactamente. Si le pides cosas vagas e imprecisas, pierde los papeles y empieza a gritar de pura angustia. Lleva tantos años pegado a la silla de su despacho, gastando neuronas en chanchullos e intrigas, que ha olvidado que es policía y se imagina que trabaja de relaciones públicas.

– ¿Alguna novedad? -pregunta Guikas inquieto.

No sé por qué pero, siempre que le telefoneo para informarle, espera que le dé malas noticias.

– Hay una buena noticia, y es que no ha habido nuevas víctimas. Al contrario, a las dos familiares que fue a visitar les llevó empanadas de queso sin veneno.

– ¿Qué conclusión sacas de esto?

– Que vino aquí para saldar cuentas. Mata a unos y se despide de otros. A eso apuntan también las sospechas de un médico que la vio en el geriátrico y al que le dio la impresión de que María Jambu estaba muy enferma. Quiso hacerle una radiografía pero ella puso pies en polvorosa. Y aquí empiezan las malas noticias. Tenemos que investigar todos los centros oncológicos del norte de Grecia por si le hicieron análisis o, incluso, si la sometieron a alguna terapia.

– ¿Por qué sólo los oncológicos?

– Esos para empezar, porque todo apunta a que padece cáncer de pulmón.

Se produce una pequeña pausa y luego Guikas me dice:

– ¿Por qué no hablas directamente con tus ayudantes? Al fin y al cabo, yo tendré que encargárselo a ellos. Para ir a Tesalónica no hace falta coger un atajo por Londres. La línea recta nos ahorra esfuerzos.

No le basta con que le lleven el bocado a la boca, quiere que se lo den masticado, como diría mi pobre madre, que en paz descanse. No obstante, se me ocurre que me entenderé mejor con mis ayudantes, a los que puedo echar una bronca si viene al caso, y me veré libre de los métodos y maneras de Guikas, a quien no puedo insultar ni criticar con mala saña.

– Quiero que empieces por las unidades de oncología -digo a Vlasópulos, que es quien ha contestado al teléfono-. Esto, a la fuerza, limita nuestra investigación en Tesalónica. No creo que los hospitales públicos provinciales cuenten con departamento de oncología, y me parece improbable que María Jambu bajara a Atenas.

Él me promete investigarlo enseguida y yo rezo por que María Jambu acudiera a un médico. De otro modo, quizá nos quedemos sin respuestas, aunque todavía no sé cómo podría afectar eso a nuestra investigación.

Decido poner fin a mi jornada laboral y bajo a recepción, donde está reunido el grupo entero de viajeros para celebrar la cena de despedida. Los encuentro discutiendo, como siempre. La mitad quiere ir al Bósforo, y la otra mitad no quiere alejarse de Pera, porque mañana vuelan a primera hora y han de madrugar.

Los únicos que no participan en el jaleo son Adrianí, la señora Murátoglu y Despotópulos.

– ¿Qué ocurre, mi general? -le pregunto.

– Nos falta un plan estratégico, querido comisario. Por desgracia, me temo que la cena será infame, porque no somos capaces de actuar razonablemente.

– ¿Por qué no se encarga usted de imponer el orden? Usted sabe de planes estratégicos.

– Yo ya estoy retirado, comisario. He perdido mi autoridad y no me obedece ni la perrita de mi mujer. Cuando la saco a pasear, mea donde le da la gana.

– ¿Me permite una sugerencia? ¿Por qué no lo dejamos en manos de la señora Murátoglu? Es la única que conoce bien la ciudad.

– Una idea excelente -dice Despotópulos y se pone en pie de un salto-. ¡Silencio, por favor! Cederemos el mando a la señora Murátoglu. Es la única que conoce bien el terreno.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Muerte en Estambul»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Muerte en Estambul» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Muerte en Estambul»

Обсуждение, отзывы о книге «Muerte en Estambul» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x