Petros Márkaris - El Accionista Mayoritario

Здесь есть возможность читать онлайн «Petros Márkaris - El Accionista Mayoritario» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El Accionista Mayoritario: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Accionista Mayoritario»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Ese caluroso mes de junio Kostas Jaritos de pronto recibe una terrible noticia: el barco en el que su hija Katerina viajaba a Creta, donde se disponía a disfrutar de unas breves vacaciones con su novio, acaba de ser asaltado por un comando terrorista. La vida de todos los viajeros corre peligro, pero los terroristas callan, ni siquiera han declarado de qué nacionalidad son, qué pretenden hacer con el barco ni qué condiciones piensan exigir a cambio de la vida de los pasajeros. ¿Son islamistas de Al-Qaeda, palestinos, chechenos? En estas, le ordenan investigar el asesinato de un modelo publicitario que trabaja haciendo anuncios para la televisión. El comisario tendrá que mantener toda su sangre fría para lidiar en ambos frentes: el del mundo de la publicidad y el del terrorismo internacional, mientras su vida familiar se ve dramáticamente afectada.

El Accionista Mayoritario — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Accionista Mayoritario», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

La emisión se interrumpe y comienzan a emitir anuncios.

– Pero ¿cómo? ¿Tú no sabías nada? -me pregunta Adrianí con cara de sorpresa.

– No te embales -le digo para ganar tiempo y ver qué me queda por tragar aún.

Se acaban los anuncios y vuelve a salir la presentadora.

– Les ofrecemos a continuación imágenes de la detención de Elefzerios Perandonakos.

Se abre la puerta del edificio de dos plantas de la calle Elefzerudakis y dos gorilas nuestros agarran fuertemente de los brazos al culturista, que va esposado. En la acera de enfrente hay apostados efectivos del grupo de operaciones especiales, con uniformes de asalto y armados con ametralladoras. La cámara sube lentamente en dirección a las azoteas de las casas circundantes y nos muestra francotiradores de la policía apuntando hacia la casa. La habitual puesta en escena de Stazakos.

– ¿Disponemos de nuevas informaciones, Manos? -le pregunta la presentadora.

– El asalto ha culminado con éxito, Eleni. Hace unos instantes, se ha marchado la patrulla que se lleva detenido a Perandonakos a la Dirección General de la Policía, y la calle recupera la normalidad.

– ¿Nos puedes dar detalles de cómo se ha producido el asalto al inmueble?

– La policía vigilaba la casa discretamente desde este mediodía. Mientras tanto, en la Jefatura, el grupo de operaciones especiales, bajo las órdenes de su responsable, Lukas Stazakos, preparaba minuciosamente el asalto. Las unidades se han desplegado lentamente y con discreción por la zona adyacente a la casa donde se encontraba Perandonakos.

En la pantalla, un croquis muestra cómo se han desplegado los del grupo de operaciones especiales alrededor de la calle Elefzerudakis.

– Cuando se tuvo la certeza de que Perandonakos había vuelto a su domicilio, los efectivos del grupo de operaciones especiales han entrado en escena con rapidez y han detenido al sospechoso antes de que pudiese oponer resistencia. Podemos añadir, asimismo, que en el domicilio del detenido se ha encontrado un verdadero arsenal: un fusil de asalto Kaláshnikov, pistolas y varias granadas.

No me quedo a oír las tonterías que soltarán a continuación. Me precipito al dormitorio y empiezo a vestirme deprisa. En tres minutos estoy listo para salir.

– Me voy a Jefatura, no me esperes para cenar -le grito a mi mujer cuando paso por el comedor, y salgo de casa antes de que empiece con sus preguntas.

Subo al Mirafiori. La cabeza me da vueltas. No comprendo por qué han organizado el asalto a mis espaldas. La detención de un asesino es competencia mía y Guikas no se la puede asignar a otro. Ahora me saldrán con el cuento de que Perandonakos era extremadamente peligroso y que por eso han movilizado a la unidad de operaciones especiales. Incluso en ese supuesto deberían haberme informado e invitado a participar en la operación.

En el fondo, sé por qué me ha dejado fuera. Guikas no quería perder días con el seguimiento, quería acabar aquí y ahora, de modo que lo ha llevado a cabo todo a escondidas, y con la connivencia de Rambo Stazakos.

Llego a Jefatura con la mente embotada y la mirada turbia y subo directamente al quinto piso, al despacho de Guikas. Cuando salgo del ascensor, veo que la entrada está repleta de cámaras y reporteros y deduzco que hay una rueda de prensa. Prefiero dejarme ver cuando termine, para encontrarme con él cara a cara. Kula tampoco está. Seguramente le ha dicho que se marchara por miedo a que me diese el chivatazo, puesto que todo el mundo conoce la simpatía que me tiene.

Vuelvo a entrar en el ascensor, que se detiene en el cuarto para que entre Stavridis. Cuando me ve, levanta los brazos en señal de impotencia.

– Lo siento, Kostas -se disculpa-. Cuando Andonis y tú volvisteis de inspeccionar la zona, ya lo habían decidido. No te lo he dicho porque era una orden directa de Guikas, tenía que obedecerla. Hace años que nos conocemos y no quiero que pienses que te he engañado.

– Gracias por decírmelo, Jaris -le digo, y salgo del ascensor.

Echo una ojeada al despacho de Vlasópulos y de Dermitzakis y lo encuentro vacío. También a ellos los han dejado en fuera de juego. Me siento en mi despacho con la puerta abierta, para oír cuándo se van los periodistas y los medios de comunicación. Intento poner en orden mis ideas para decidir qué le diré a Guikas, pero me resulta imposible. Me es imposible dejar de pensar que con esa detención hemos sacrificado la posibilidad de atrapar al cerebro que dio la Luger a Perandonakos y que dirigía su mano asesina. Sea quien sea, debe de dormir tranquilo, puesto que Perandonakos no hablará y nosotros no disponemos de la más mínima pista para presionarlo. Hemos sacrificado lo esencial por la apariencia, pero vivimos en una época bursátil, y una detención a bombo y platillo de un tío cachas, en posesión de un Kaláshnikov, pistolas y granadas, da más réditos que la detención de un viejecito, por peligroso que sea.

En la escalera oigo voces y ruido que me indican que los periodistas se van. Espero unos minutos y a continuación me dirijo al ascensor. Parece que el ascensor también comparte la furia que siento, porque llega al instante. Encuentro a Guikas en su despacho, en compañía de Stazakos. Se vuelven y me observan, tengo la impresión de que con sentimientos contrapuestos. Stazakos no puede ocultar su satisfacción. Guikas, en cambio, no las tiene todas consigo. No esperaba que me presentase hoy mismo y creía que tendría toda la noche para inventarse una historia convincente que contarme.

– Ha sido orden directa del ministro -se me anticipa-. Cuando le puse al corriente, ordenó que se le detuviese de inmediato, de un lado, porque podía ser peligroso que esperásemos, de otro porque retrasar la detención perjudicaría aún más a las cadenas de televisión.

No digo nada, pero como por arte de magia se me aclaran las ideas y empiezo a pensar con lucidez.

– En cualquier caso, el asalto era cosa de los grupos de operaciones especiales -continúa Guikas, viendo que no reacciono-. Una detención rutinaria en el caso de Perandonakos habría resultado demasiado peligrosa.

– Pero ¿para qué ocultármelo? -le pregunto con absoluta tranquilidad-. ¿No deberían haberme informado, siquiera por puro trámite?

– Pensaba comunicártelo más tarde, porque sabía que pondrías objeciones, y no se trataba de perder el tiempo en discusiones absurdas. Te conozco, Kostas; cuando te empecinas, nada ni nadie puede hacerte cambiar de opinión. De todos modos, en la rueda de prensa he dicho que la detención se ha producido gracias a tus investigaciones.

La cara se le ilumina, porque piensa que sus palabras me han hecho feliz: después de tantos años juntos, ya debería saber que las alabanzas me importan un pito; creo que por eso nunca ascenderé en el escalafón.

– Así hemos perdido la posibilidad de atrapar al cerebro -le digo.

– Así se lo dije al ministro y me contestó que no podíamos permitir que un asesino circulase por ahí sin control y que la publicidad se hundiera por culpa de la detención de un viejo.

– Tú tranquilo, ¡yo sé cómo conseguir que ese desgraciado cante! -interviene Stazakos, lleno de confianza.

– ¿Y cómo lo harás, Stazakos? No tienes ninguna pista que lo relacione con el viejo. ¿Cómo lo presionarás? ¿Torturándole? Esos métodos son agua pasada. El último torturador de la prisión de Bubulinas ahora vive en un geriátrico, en Nikea, y se dedica a atormentar enfermeras.

– Hemos hallado la Luger -interviene Guikas-. Nos dirá de dónde la sacó. Una Luger no corre así como así por Grecia, tú mismo lo has comprobado.

– Os dirá que se la regaló su padre o algún tío, o que la compró en un mercadillo durante un viaje a Alemania.

– ¡Está bien, no te lo tomes así! -me dice Stazakos-. Al fin y al cabo, no se nos escapa ningún Hannibal Lecter. Sólo se trata de un viejo. ¿Qué amenaza supone eso?

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Accionista Mayoritario»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Accionista Mayoritario» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El Accionista Mayoritario»

Обсуждение, отзывы о книге «El Accionista Mayoritario» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x