John Verdon - No abras los ojos

Здесь есть возможность читать онлайн «John Verdon - No abras los ojos» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

No abras los ojos: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «No abras los ojos»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

David Gurney se sentía casi invencible… hasta que se topó con el asesino más inteligente con el que jamás había tenido que enfrentarse.
Dave Gurney, el protagonista de la primera novela de John Verdon, Se lo que estás pensando, vuelve para afrontar el caso más difícil de su carrera, una batalla con un adversario implacable que no solo es un inteligente y frío asesino, sino que no tiene reparos en atacar directamente al punto débil de Gurney: su esposa.
Ha pasado un año desde que el exdetective de la Policía de Nueva York consiguió atrapar al asesino de los números y, aunque es su intención retirarse definitivamente junto a su esposa Madeleine, un nuevo caso se le presenta de forma imprevista. Una novia es asesinada de manera brutal durante el banquete de bodas, con cientos de invitados en el jardín, y ese es un reto al que es imposible resistirse.
Todas las pistas apuntan a un misterioso y perturbado jardinero pero nada encaja: ni el móvil, ni la situación del arma homicida y sobre todo, el cruel modus operandi. Dejando de lado lo obvio, Gurney empieza a unir los puntos que le descubrirán una compleja red de negocios siniestros y tramas ocultas.

No abras los ojos — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «No abras los ojos», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Kline iba haciendo cuentas en un bloc.

– ¿Y las otras dieciséis?

– Una mujer nos dijo que su hija había muerto en un accidente de automóvil. Otra fue muy imprecisa, es probable que ocultara algo, no parecía saber nada de nada. Otra aseguraba conocer el paradero exacto del sujeto, pero se negó a proporcionar más información.

Kline garabateó algo en su bloc.

– ¿Y las otras trece?

– Sobre las otras trece, padres, madres o padrastros o madrastras dijeron que no tenían ni idea de dónde estaba su hija.

Se hizo un silencio especulativo en la sala, que interrumpió Gurney.

– ¿Cuántas de esas desapariciones empezaron con una discusión sobre un coche?

Anderson consultó sus notas, mirándolas como si fueran la causa de su cansancio.

– Ocho.

– Cielo santo-dijo Kline en voz baja. Sacó su teléfono móvil y fue pasando iconos hasta que encontró la calculadora. Veinte segundos después anunció-: Hemos establecido contacto con setenta y dos familias de un total de ciento cincuenta y dos. Si la ratio actual de desapariciones problemáticas se mantiene, el número podría extrapolarse a unas diecisiete. Son un montón de mujeres jóvenes desaparecidas. Y podría ser peor, considerando que tal vez haya más probabilidades de desaparecidas entre las familias que no respondieron que entre las que respondieron. ¿Alguien quiere hacer comentarios sobre esto?

– ¡Creo que hemos de agradecérselo a Dave Gurney!-exclamó Hardwick, que había entrado en la sala sin ser visto. Miró a Rodriguez-. Si él no nos hubiera orientado en esta dirección…

– Me alegro de que hayas encontrado tiempo para unirte a nosotros-intervino el capitán.

– No nos dejemos llevar por teorías descabelladas-dijo Anderson sombríamente-. Todavía no hay pruebas de secuestro ni indicios de ningún otro crimen. Podríamos estar reaccionando de un modo exagerado. Todo esto podría tratarse de unas pocas chicas rebeldes urdiendo una trampa juntas.

– ¿Dave?-dijo Kline, sin hacer caso de Anderson-. ¿Quiere decir algo en este momento?

– Una pregunta para Bill: ¿cuál es el patrón de distribución de los ocho nombres en las cinco clases de graduación?

Anderson sacudió un poco la cabeza como si no hubiera oído bien.

– ¿Disculpe?

– ¿En qué clases estaban las chicas que desaparecieron?

Anderson suspiró, volvió a hojear su pila de papeles.

– Lo que necesitas-murmuró para sus adentros-, siempre está en el fondo. -Buscó entre al menos una docena de hojas antes de coger la que necesitaba-. Vale… parece que… una, dos, tres del año pasado. Luego… una, dos, tres del año anterior. Luego… una, dos del anterior a ese. Luego… eso es todo, no hay nada de antes. Son las ocho.

– Las ocho de los últimos tres años-concluyó Kline, que parecía estar tenso para intentar desentrañar algún significado en ello.

– Así que son todas de los últimos tres años-dijo Blatt-. ¿Qué se supone que significa eso?

– Para empezar-propuso Gurney-, significa que las desapariciones empezaron a ocurrir poco después de que Héctor Flores apareciera en escena.

53

La gran baza

K line se volvió hacia Gurney.

– Eso se relaciona con lo que le dijo la secretaria de Ashton. ¿No afirmó que las dos graduadas con las que no pudo contactar estaban interesadas en Flores cuando él estaba trabajando en los terrenos de Mapleshade?

– Sí.

– Esto es una pesadilla-continuó Kline con excitación-. Supongamos por un momento que Flores es la clave de todo, que una vez que averigüemos dónde está y lo traigamos aquí entenderemos todo lo demás. Comprenderemos el asesinato de Jillian Perry, el asesinato de Kiki Muller, cómo y por qué escondió el machete donde lo hizo, por qué la cámara no lo grabó, la desaparición de Dios sabe cuántas exalumnas de Mapleshade…

– Lo último podría ser un harén-dijo Blatt.

– ¿Qué?-preguntó Kline.

– Como Charlie Manson.

– ¿Está diciendo que podría haber estado buscando seguidoras? ¿Mujeres jóvenes impresionables?

– Maniacas sexuales. De eso va Mapleshade, ¿no?

Gurney miró a Rodriguez para ver cómo podría reaccionar al comentario de Blatt a la luz de la situación con su hija, pero si sintió algo, lo escondía tras un ceño reflexivo.

El ordenador mental de Kline parecía estar de nuevo a plena potencia, mientras presumiblemente sopesaba los beneficios mediáticos de juzgar y condenar a su propia familia Manson. Trató de elaborar la idea de Blatt.

– ¿Así que está presumiendo que Flores tenía una pequeña comuna escondida en alguna parte y que convenció a estas mujeres para que se fueran de casa, cubrieran sus pistas y fueran allí?-Se volvió hacia el capitán, pareció disuadido por el ceño y prefirió dirigirse a Hardwick-. ¿Tiene alguna idea al respecto?

Hardwick respondió con lasciva ironía.

– Yo estaba pensando en Jim Jones. Un líder carismático con una congregación de acólitas núbiles.

– ¿Quién demonios es Jim Jones?-preguntó Blatt. Respondió Kline.

– Jonestown. El suicidio masivo. Cianuro en los refrescos. Murieron novecientas personas.

– Ah, sí, el antiácido. -Blatt sonrió-. Claro, Jonestown. Locos de remate.

Hardwick levantó un dedo de precaución.

– Hay que tener mucho cuidadín con los hombres que te invitan a un sitio en medio de la selva que han bautizado con su nombre.

El ceño del capitán estaba alcanzando una intensidad de tormenta.

– ¿Dave?-dijo Kline-. ¿Tiene alguna idea sobre el gran plan de Flores?

– El problema con la idea de la comuna es que Flores vivía en la propiedad de Ashton. Si estaba reuniendo a esas mujeres y metiéndolas en alguna parte, tenía que ser cerca. No creo que se trate de eso.

– ¿Entonces qué?

– Creo que se trata de lo que nos contó: «Por todas las razones que he escrito».

– ¿Y esas razones en qué se resumen?

– Venganza.

– ¿Por?

– Si tomamos en serio el prólogo de Edward Vallory, por alguna ofensa sexual grave.

Estaba claro que a Kline le gustaba el conflicto, así que a Gurney no le sorprendió que la siguiente opinión que pidió fuera la de Anderson.

– ¿Bill?

El hombre negó con la cabeza.

– La venganza normalmente adopta la forma del ataque físico, huesos rotos, asesinato. En todas las llamadas desapariciones, no hay el menor indicio de ello. -Se inclinó en la silla-. ¡Ni el menor indicio! Creo que hemos de tomar un enfoque más basado en las pruebas. -Sonrió, en apariencia, complacido con su limpio resumen.

La mirada de Kline se posó en la sargento Wigg, cuya propia mirada estaba, como siempre, en la pantalla del ordenador.

– Robin, ¿algo que añadir?

Ella respondió de inmediato, sin levantar la cabeza.

– Hay demasiadas cosas que no tienen sentido. Esto es una ecuación llena de datos erróneos.

– ¿Qué clase de datos erróneos?

Antes de que ella pudiera responder, la puerta de la sala de conferencias se abrió y entró una mujer delgada que podría haber inspirado una pintura de Grant Wood. Sus ojos grises se posaron en el capitán.

– Lamento interrumpir, señor. -Su voz sonó como si estuviera afilada por los mismos vientos fríos que su cara-. Ha ocurrido algo significativo.

– Entra-le ordenó Rodriguez-. Y cierra la puerta.

Ella cerró. Se quedó tan firme como un soldado esperando permiso para hablar.

Rodriguez parecía complacido con su formalidad.

– Muy bien, Gerson, ¿de qué se trata?

– Nos han informado de que una de las mujeres jóvenes de nuestra lista, a las que se tenía que llamar y localizar, fue víctima de un homicidio hace tres meses.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «No abras los ojos»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «No abras los ojos» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Gianrico Carofiglio - Con los ojos cerrados
Gianrico Carofiglio
Mercedes Valdivieso - Los ojos de bambú
Mercedes Valdivieso
Sandra Bou Morales - El club de los ojos claros
Sandra Bou Morales
Paula Siles Sellés - Amar con los ojos abiertos
Paula Siles Sellés
Natalia S. Samburgo - Abre los ojos
Natalia S. Samburgo
Néstor Tellechea - Al cerrar los ojos
Néstor Tellechea
Отзывы о книге «No abras los ojos»

Обсуждение, отзывы о книге «No abras los ojos» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x