Matthew Pearl - El Último Dickens

Здесь есть возможность читать онлайн «Matthew Pearl - El Último Dickens» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El Último Dickens: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Último Dickens»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Un apasionante y vertiginoso thriller que reabre uno de los más grandes enigmas literarios de la historia. ¿Qué ocurrió con la novela inconclusa de Charles Dickens? ¿Hubo alguna relación entre la repentina muerte del escritor más admirado en vida, y esta misteriosa obra cuya sola mención deja un rastro de cadáveres en tres continentes?
Una brillante y adictiva trama que mezcla el tráfico del opio y la literatura, el efervescente Boston de fines del siglo XIX, el Londres victoriano y la India colonial.
Dejará sin aliento a la cada vez mayor legión de seguidores del maestro de la novela histórica de intriga, y atrapará desde la primera página a los nuevos lectores.
«Matthew Pearl es la nueva estrella deslumbrante de la ficción literaria. Un autor superdotado.» DAN BROWN
«Brillante y erudito.» The New York Times
«Irresistible… Admirable.» The Observer

El Último Dickens — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Último Dickens», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Mientras Tom se giraba para contestar, recorrió con la mirada un grupo de personas que pasaban a su lado y la sorpresa le hizo parpadear: la misma mujer que había perseguido en Nueva York. El íncubo, ataviada una vez más con las vestiduras de mendiga.

– ¿No sabe si está casao o no, compadre? -inquirió el policía. Luego se rió para sí-. Claro que, según tengo entendido, el señor Dickens tampoco sabe si lo está. Ese hombre debería avergonzarse, si quiere saber mi opinión. He leído que se enredó con la propia hermana de su mujer. ¡Qué vergüenza!

– ¿Ha visto a esa señora que acaba de pasar? -preguntó Tom.

– ¿Señora? -respondió el policía-. ¡Acaban de pasar por delante de nosotros mil personas!

El hombre tenía razón; Tom la había perdido entre la turba excitada. Pero había una cosa segura: que la mujer estaba en el teatro y él tenía una hora para encontrarla antes de que las puertas se abrieran en el intermedio.

Tom se puso a recorrer los pasillos en pendiente mientras los asistentes se atropellaban unos a otros para llegar a sus asientos. Una mano se aferró a su brazo, paralizándole: Dolby. El representante iba acompañado de un hombre menudo y bien vestido que inspeccionaba el teatro de arriba abajo.

Tom tuvo que pensar con rapidez. No quería mentir, pero sabía que Dolby no iba a aceptar la verdad. Probablemente le pondría de patitas en la calle sin pensárselo mucho.

– La policía vigila las puertas, señor Dolby. He pensado que podría buscar a algunos de los piratas conocidos que hemos visto en otras ocasiones.

Dolby asintió con entusiasmo.

– Bien hecho, Branagan. El señor Osgood dice que, después de Año Nuevo, las ediciones resumidas dejarán a los filibusteros fuera de combate.

Tom estaba deseando librarse del representante, pero Dolby no se movía. En lugar de eso, agarró el brazo de Tom con una mano y el del otro hombre con la otra.

– Bueno, caballeros, el señor Aldrich nos decía el otro día al señor Osgood y a mí que el gran Dickens, así lo decía, el gran Dickens tiene en el escenario unos ojos que no se parecen a ninguno de los que haya visto en su vida, rápidos y amables, que ven lo que ha hecho el Señor y cuáles son sus intenciones. Ojos como signos de admiración. Por eso, señor Leypoldt -dijo dirigiéndose al otro hombre-, por eso trabajamos tanto. Puede contarles esto a sus lectores que hayan asistido admirados a las lecturas. Gracias a los avances que han experimentado los transportes en los últimos años, ahora el público lector puede conocer a Dickens no sólo como autor sino como hombre, con su voz, sus rasgos y sus expresiones faciales. Han tenido la oportunidad de venir a conocerle como persona como nunca había pasado en toda la historia de la literatura. ¡Para eso trabajamos!

Dolby, resplandeciente de orgullo, continuó con el soliloquio al reportero, pero Tom, que ya no escuchaba, se puso a buscar entre las filas de butacas cualquier pista que le ayudara a localizar la situación e intenciones del íncubo. Para cuando Dolby aflojó la presión en el brazo de Tom, las luces parpadearon y se apagaron, salvo por un dramático borrón plateado en el escenario, en el que apareció Dickens ante la superficie limpia de la mampara en medio de una ensordecedora bienvenida de vítores y varias salvas de aplausos.

– Señoras y señores -dijo Dickens-, esta noche voy a tener el placer de leer para ustedes, en primer lugar, Cuento de Navidad en cuatro partes. Primera parte: el fantasma de Marley. Empecemos por decir que Marley estaba muerto. De eso no cabía la menor duda. Firmaron su certificado de defunción el clérigo, el sacristán, el comisario de entierros y el presidente del duelo. También la firmó Scrooge. ¡Y el nombre de Scrooge era válido para cualquier cosa en la que se comprometiera! El viejo Marley estaba tan muerto como el clavo de una puerta.

Tom tenía la impresión de que su investigación era infructuosa en aquellas galerías oscuras. No le quedaba más alternativa que esperar a que se encendieran las luces en el intermedio. Si la mujer estaba allí con intención de causar algún problema, como había hecho con la viuda en el hotel, Tom estaría alerta. Estaría preparado. Y si intentaba escapar, él advertiría a gritos a los policías que custodiaban la puerta para que la detuvieran. Era imposible que saliera de allí.

Los ojos ágiles de Tom descubrieron un rápido movimiento en uno de los asientos de pasillo. Era otro de aquellos malditos taquígrafos, un lápiz veloz como una centella que brillaba en las manos del innoble Esquire, el bucanero. Sin pararse en tonterías, Tom se plantó a su lado, le quitó el lápiz y lo partió en dos. Esquire protestó ante la injusta agresión a su propiedad. Tom respondió a la protesta dejando caer los dos trozos del lápiz en el sombrero del sujeto, que descansaba en el suelo. Otro de los modélicos piratas sentados a lo largo del pasillo, el ex soldado suplente Melaza, dejó de escribir su taquigrafía y se sujetó el lápiz entre los dientes irregulares para aplaudir el infortunio de su rival. Al pasar a su lado, Tom le dio un golpe a Melaza en la espalda. El lápiz se rompió entre los dientes del bucanero y aterrizó en su regazo.

Mientras tanto, Dickens seguía leyendo.

La escena: Nochebuena. Dickens, en el papel de Scrooge, se volvía en pantomima hacia su pobre empleado y le rugía: Supongo que mañana querrá tener todo el día por ser Navidad, ¿no? Y de repente era el humilde empleado con una radiante sonrisa tímida, que decía: Si le parece conveniente, señor. Sólo es una vez al año, señor.

– ¡Branagan!

¡Una pobre excusa para robarle el dinero a un hombre cada 25 de diciembre!

– ¡Branagan!

Tom escuchó el conocido susurro apremiante y localizó a Dolby en la delantera del anfiteatro. Estaba pálido, tan pálido como uno de los fantasmas que poblaban el cuento del Jefe. El representante mimó con la boca unas palabras que Tom no pudo entender y gesticuló. Tom se acercó todavía más al pie del escenario y se quedó con la boca abierta.

Dickens estaba iluminado por un armazón de lámparas de gas suspendido de un resistente cable galvanizado a doce pies de altura. El armazón arrojaba una dramática sombra sobre la mampara roja oscura que tenía detrás el autor. El sustituto del iluminador había colocado sin darse cuenta los cables de cobre directamente sobre las llamas de gas, haciendo que aquéllos se pusieran al rojo vivo. Si el gas fundía los cables, el armazón de hierro caería y podía no sólo herir a Dickens, sino aterrizar sobre el público.

Si se avisaba del peligro, podía cundir el pánico entre la multitud y hacer que saliera corriendo atropelladamente, aumentando así el riesgo de tropezar y tirar piezas del equipamiento, que podría hacer que los cables se rompieran, además de arrollar a mujeres y niños a su paso. Incluso si el armazón de hierro caía sin alcanzar a ningún miembro del público de las primeras filas de la sala, existía la posibilidad de que se declarara un incendio y devorara todo el local en cuestión de minutos. No se podía hacer otra cosa: Dickens tenía que seguir leyendo.

Tom volvió su mirada a Dolby y asintió con un gesto de complicidad. Estando el nuevo iluminador en su lamentable condición, no cabía esperar ninguna ayuda por su parte. Tom se dirigió al fondo del escenario y buscó el cable sobrante. Mientras lo preparaba se escuchó un alboroto en las escaleras que llevaban a uno de los anfiteatros. Tom miró al armazón de hierro y luego otra vez a las escaleras y salió corriendo hacia el lugar del bullicio. ¿Sería ella a punto de cargar sobre Dickens con un cuchillo? Pero fue un hombre el que bajó por las escaleras agitando ambos puños.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Último Dickens»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Último Dickens» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El Último Dickens»

Обсуждение, отзывы о книге «El Último Dickens» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x