Charlaine Harris - La paciencia de los huesos

Здесь есть возможность читать онлайн «Charlaine Harris - La paciencia de los huesos» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La paciencia de los huesos: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La paciencia de los huesos»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Ir a dos bodas -una de ellas la de un antiguo amor- y al funeral de uno de los miembros del club, ya disuelto, de aficionados al estudio de crímenes mantiene muy ocupada a Aurora «Roe» Teagarden durante unos meses. Por desgracia, su vida personal parece estar en un punto muerto, hasta que su suerte cambia inesperadamente.
Tras el funeral, Roe descubre que Jane Engle, la fallecida, la ha nombrado beneficiaria de una considerable herencia que incluye dinero, joyas y una casa con un cráneo oculto en la repisa de una ventana. Conociendo a Jane, Roe concluye que la anciana le ha dejado deliberadamente un asesinato por resolver. Por tanto, deberá identificar a la víctima y descubrir cuál de los vecinos de Jane, todos aparentemente normales y corrientes, es un asesino. Y todo ello sin ponerse ella en peligro de muerte…

La paciencia de los huesos — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La paciencia de los huesos», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Asentí con los labios apretados para no dejar escapar una sonrisa.

– ¿Sabe dónde está la casa?

– Sí. -Respiré aliviada por la llegada del ascensor cuando se abrieron las puertas.

– Bien, nos vemos mañana por la mañana, señorita Teagarden -dijo el abogado recolocándose las gafas sobre la nariz y volviéndose mientras se cerraban las puertas del ascensor conmigo dentro.

Pensé que, si gritaba, el eco reverberaría excesivamente en el ascensor, pero me permití una risa de baja intensidad.

– Ji, ji, ji, jiii. -Duró toda la bajada, hasta que las puertas se volvieron a abrir y salí a un vestíbulo de mármol.

Conseguí llegar a mi casa, en Parson Road, sin chocar con nadie. Aparqué en mi plaza buscando ideas para celebrarlo. El joven matrimonio que había alquilado la casa de Robin, a la izquierda de la mía, saludó con las manos titubeando a mi sonriente aspaviento. La plaza de aparcamiento de los Crandall, a la derecha, estaba vacía; estaban visitando a uno de sus hijos casados en otra ciudad. La mujer que finalmente alquiló la casa de Bankston Waites estaba trabajando, como siempre. Había un coche desconocido aparcado en la segunda plaza de mi adosado, pero como no vi a nadie di por sentado que se trataba de una visita de alguno de los inquilinos que no sabía descifrar.

Abrí la verja de mi patio canturreando y dando saltitos de alegría (no se me da muy bien bailar) y sorprendí a un extraño vestido de negro, pegando una nota en mi puerta trasera.

Fue como un concurso para ver cuál de los dos se sobresaltaba más.

Tuve que observarlo durante unos segundos para averiguar quién era. Al fin lo reconocí como el sacerdote episcopaliano que había oficiado el matrimonio de mi madre y el funeral de Jane Engle. Hablé con él en la recepción de la boda, pero no durante el funeral de esa misma mañana. Medía algo más de metro ochenta y tres, probablemente estaba al borde de la cuarentena. Su pelo canoso empezaba a hacer juego con sus ojos grises y lucía un impecable bigote y un alzacuello.

– Señorita Teagarden, le estaba dejando una nota -dijo, recuperándose dignamente de la sorpresa de verme cantar y brincar en la entrada.

– Padre Scott -contesté con firmeza tras dar con su nombre en algún rincón de mi mente en el último momento-, me alegro de verle.

– Hoy parece estar muy contenta -observó, mostrando una excelente dentadura a través de una sonrisa prudente. Quizá pensaba que estaba borracha.

– Bueno, como ya sabe, estuve en el funeral de Jane -empecé a decir, pero al ver que arqueaba ostensiblemente las cejas me di cuenta de que había empezado el relato por donde no debía-. Pase, por favor, y le explicaré por qué estoy tan contenta cuando podría parecer tan… inapropiado.

– Bueno, si tiene un momento, pasaré. Espero no haberla cogido en un momento inoportuno. Y, por favor, llámeme Aubrey.

– No, no es mal momento. Y llámeme Aurora. O Roe, la mayoría me llama Roe. -La verdad es que me apetecía tener un momento a solas para acostumbrarme a la idea de ser rica, pero compartir la noticia con alguien también sería divertido. Intenté recordar si la casa estaba muy desordenada-. Por favor, pase, prepararé un poco de café. -Y se me escapó una carcajada.

Estaba segura de que pensaba que había perdido la cabeza, pero ya no podía echarse atrás.

– No he tenido ocasión de hablar con usted desde que se casó mi madre -balbuceé mientras introducía la llave en la cerradura y abría la puerta que daba a la cocina y la zona de estar. Bien, estaba bastante ordenado.

– John es un hombre maravilloso y un fiel miembro de nuestra congregación -dijo, obligándose a bajar la mirada ahora que estaba más cerca de mí. ¿Cómo es que nunca conocía a hombres bajitos? Estaba condenada a ir por la vida con un calambre en el cuello-. ¿John y su madre siguen de luna de miel?

– Sí. Se lo están pasando tan bien que no me sorprendería que la prolongasen. Mi madre no se coge unas vacaciones desde hace seis años. Ya sabe que es propietaria de una inmobiliaria.

– Eso me contó John -dijo Aubrey Scott educadamente. Aún estaba de pie junto a la puerta.

– ¡Oh, he olvidado mis modales! ¡Por favor, pase y siéntese! -Arrojé el bolso sobre la encimera e indiqué el sofá de dos plazas de ante marrón de la «sala de estar», que estaba al otro lado de la cocina.

Estaba claro que el sillón era mi rincón especial, a tenor de la lámpara de detrás para leer y el libro depositado sobre la pequeña mesa delante, junto a una taza sucia de café y unas cuantas revistas. Aubrey Scott escogió sabiamente uno de los extremos del sofá de dos plazas.

– Escuche -dije, sentándome frente a él en el sillón-. Tengo que decirle por qué estoy tan contenta hoy. Normalmente este no es mi carácter. -Lo cual era cierto, por desgracia-. Jane Engle me ha dejado mucho dinero y, aunque pueda sonar avaricioso, he de admitir que estoy como unas castañuelas.

– No la culpo -respondió el sacerdote sinceramente. Me he dado cuenta de que, si hay una cosa que se les da bien a los sacerdotes, esa es proyectar su sinceridad-. Si alguien me hubiese dejado tanto dinero, también estaría saltando de alegría. No tenía idea de que Jane fuese… Que tuviese tanto que dejar a nadie.

– Ni yo tampoco. Siempre fue muy frugal. ¿Algo de beber? ¿Café? ¿O quizá algo más fuerte?

Supuse que la pregunta no era inapropiada, ya que se trataba de un sacerdote episcopaliano. Si hubiese sido, digamos, el pastor de Parnell y Leah Engle, me habría ganado un buen sermón.

– Si por algo más fuerte se refiere a alcohol, creo que aceptaré la oferta. Son pasadas las cinco y los funerales siempre me dejan agotado. ¿Qué tiene? ¿Ginebra, quizá?

– La verdad es que sí. ¿Qué le parece un Seven and Seven?

– Estupendo.

Mientras mezclaba un poco de Seagram’s 7 con un 7Up, disponía unas servilletas y unos frutos secos, caí en la cuenta de lo extraño de la visita de un sacerdote episcopaliano. Tampoco podía preguntarle directamente «¿Qué estás haciendo aquí?», pero no por ello sentía menos curiosidad. Bueno, ya sacaría él el tema. La mayoría de los sacerdotes de Lawrenceton han tenido que devolverme al buen camino alguna vez que otra. Soy una feligresa bastante regular, pero rara vez voy dos veces seguidas a la misma iglesia.

No habría estado mal poder subir para quitarme la ropa del funeral y ponerme algo menos formal, pero supuse que saldría corriendo por la puerta trasera si le decía que me iba a poner algo más cómodo.

Sí que me quité los zapatos de tacón, manchados del barro del cementerio, al sentarme.

– Bueno, hábleme de su herencia -sugirió él tras una incómoda pausa.

No pude volver a mi excitación inicial, pero sí noté una creciente sonrisa en mis labios al hablarle de mi amistad con Jane Engle y el abordaje de Bubba Sewell tras el servicio funerario.

– Es asombroso -murmuró-. Ha sido bendecida.

– Eso creo -convine de todo corazón.

– ¿Y me dice que no era especialmente amiga de Jane?

– No. Éramos amigas, pero a veces pasaba un mes sin que nos viéramos. Tampoco lo teníamos muy en cuenta.

– Supongo que no habrá tenido tiempo para pensar qué hacer con un legado tan inesperado.

– No. -Y si me proponía alguna buena causa, me fastidiaría. Me apetecía medrar en el orgullo de ser propietaria de una pequeña casa y una gran (al menos para mí) fortuna, al menos durante un tiempo.

– Me alegro por usted -dijo, y se produjo otra incómoda pausa.

– ¿Me estaba dejando una nota por algo en lo que pudiera ayudarle…? -dejé morir la frase. Intenté mantener aspecto de inteligente expectativa.

– Bueno -contestó con azorada risa-, en realidad yo… Es una tontería, estoy actuando como si hubiese vuelto al instituto. En realidad…, solo quería pedirle una cita. Salir.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La paciencia de los huesos»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La paciencia de los huesos» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Charlaine Harris - An Apple for the Creature
Charlaine Harris
Charlaine Harris - Dead Over Heels
Charlaine Harris
Charlaine Harris - Shakespeare’s Christmas
Charlaine Harris
Charlaine Harris - Shakespeare’s Counselor
Charlaine Harris
Charlaine Harris - Shakespeare’s Landlord
Charlaine Harris
Charlaine Harris - El club de los muertos
Charlaine Harris
Charlaine Harris - Poppy Done to Death
Charlaine Harris
Charlaine Harris - Three Bedrooms, One Corpse
Charlaine Harris
Charlaine Harris - A Bone To Pick
Charlaine Harris
Charlaine Harris - Grave Sight
Charlaine Harris
Charlaine Harris - Must Love Hellhounds
Charlaine Harris
Отзывы о книге «La paciencia de los huesos»

Обсуждение, отзывы о книге «La paciencia de los huesos» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x