– Seri, su abuela no ha tenido una tonta.- Con aplomo admirable, Charity cruzó sus largas piernas y se acomodó. -¿Qué hizo este muchacho, teniente Dallas? Porque es difícil para mí creer que ha hecho algo para causar toda esta conmoción. No podía ser más dulce o más educado-.
– Él es el principal sospechoso de dos homicidios.-
– ¿Asesinatos? ¿Este muchacho? -Ella empezó a reírse de ello, a continuación, entrecerró los ojos ante la cara de Eve. -Espera un minuto. Te conozco. Por supuesto, que lo hago. Estoy tan aturdida por todo este asunto y radiante por todo como los viejos episodios de Star Trek que yo no lo vi. Te he visto en las noticias, y te vi en ellas hoy mismo. Acerca de la niña, y la otra. ¿Crees que ese muchacho hizo eso? -
Eve adopto su mejor aspecto de jefe, entonces decidió moverse a través de él. -Yo sé que él lo hizo. ¿Cuánto tiempo le ha estado dando clases?-
Charity levantó las dos manos, empujándolas hacia afuera como si empujara las palabras hacia atrás. -Sólo un minuto. Solo un minuto más. Siempre he sabido bien juzgar a la gente. Se lo aseguro a usted, ¿no es así Serenity? Nunca vi ningún mal en ese chico. Pero yo la estoy mirando, teniente, y creo que puedo juzgar eso. Le he dado cinco lecciones hasta el momento, miércoles por la tarde, a pesar de que una tuvo que cambiarla al jueves por la tarde. -
– Papá juega al golf los miércoles por la tarde. Usted ha estado a solas con este monstruo. -
– ¿Por qué cambió la lección?-, Preguntó Eve.
– Me dijo que le llamaron al trabajo. Es un programador de computadoras, y había una falla o algo así de lo que se tenía que ocupar. Llovía aquel día -, añadió. -Mi Deke no juega al golf cuando llueve, así que él estuvo en casa todo el día. Y una vez al mes, los jueves por la noche, él va y juega al póquer con algunos de los muchachos. Él no estaba en casa el jueves por la noche cuando vino. -
Los ojos azules suaves se afilaron. -Eso fue inteligente, ¿no? Inteligente para saber todo eso, para asegurarse que yo soy la única que lo ha visto. Por qué él es un hijo de puta, ¿no? -
– Sí, señora, lo es. ¿Alguna vez él ha ido a su casa en un fin de semana? -
– No, pero me pidió para cambiar la lección de esta semana a la tarde del viernes. -
– Teniente, mi padre, mi marido, hermanos, nietos, todos se van a ese viaje de campamento este fin de semana. Se van el viernes. Mi madre estaría sola en casa hasta el domingo. Él lo debe saber. -
– Claro que lo sabe, yo misma se lo dije- Charity golpeó con la mano su propio muslo. -Debo de haber dicho algo un par de semanas atrás acerca de lo contenta que iba a estar por tener la casa para mí misma un par de días, y maldita sea si yo no le dije todo. Me preguntó donde acampaban, cuánto tiempo estarían fuera. Fue suave, cuando pienso en ello, dijo que él nunca había ido de camping, no estaba seguro de si le gustaría. Y el miércoles pasado, lo recordó, para asegurarse, ahora veo, que seguía en pie. -
Ella hizo una mueca de disgusto. -Está pensando en venir a matarme. Voy a patearle el culo a ese hijo de puta esta semana. -
– Apuesto a que podría-, dijo Eve. -Pero va a tener que dejarme esa parte.-
Charity respiró profundamente y luego dio a Eve una mirada de aprobación. -Parece que puedes manejar la situación. ¿Qué quieres que hagamos? -
Se tomó tiempo para diseñar, tranquilizar, y buscar el último apellido de su lista, encontrar al objetivo, entrevistarlo, y otra vez tranquilizarlo.
Al final de todo, una Peabody cansada suspiró. -Lo vamos a conseguir mañana, en el memorial. Lo vamos a conseguir entonces, y todo lo demás será sólo precaución y seguridad. Porque, bueno, lo queremos, pero… está la boda de Louise-.
– No lo digas. Ni siquiera empieces. -Cansada, Eva se frotó las manos sobre la cara. -Informativa mañana como estaba previsto. Vamos a actualizar al resto del equipo. Voy a escribirlo. Sigue adelante e informa a McNab y Jamie ya que vas a hacer eso de todos modos. A continuación, duerme. ¡Tienes que estar con la carga completa mañana. -
– Lo haré. Porque tenemos que pillarlo mañana. En aras de la ley y la justicia. Y el verdadero amor. -
– Roarke. Por favor. -
Él sonrió. -Buenas noches, Peabody,- dijo, y desconectó el holograma.
– Está bien, y reina la paz en la tierra. Por un minuto. Necesito la grabación para poder…
– Copia del disco.- Se lo ofreció. -Y otro ya se transmitió a tu unidad. Ahora, ven conmigo. -
– Tengo que…
– Sí, ya lo sé.- Le tomó la mano, la atrajo hacia el ascensor. -Si hubiera tiempo suficiente, o pensara que te podría intimidar para ello -te llevaría a tomar un baño caliente y una sesión de relajación, sin que pudieras discutir hasta muchos minutos después…-
Él la llevó al dormitorio.
– No tengo tiempo para eso tampoco.-
– Querido Dios, el sexo, el sexo, el sexo. Es todo lo que piensas. -Él se volvió hacia la sala de estar. Había luz de velas, dos copas de vino, y…
– ¿Eso es pastel?-
– Es-.
– ¿Conseguiste pastel?-
La tiró de espaldas antes de que pudiera saltar. -Depende.- Él sacó una pequeña caja de su bolsillo, miró su cara de feliz sorpresa volverse molesta.
– No necesito un bloqueador-.
– Lo tomarás si quieres pastel. Sé que tienes un dolor de cabeza, -exceso de trabajo, estrés, pensar demasiado- se nota. Toma el bloqueador como una niña buena, y tendrás la tarta. -
– Más vale que sea realmente buena la tarta.- Ella tragó el bloqueador, inmediatamente tomó el plato. Dio un bocado cerrando los ojos. -Bueno, lo es. Muy buena. Vale la pena. Diez minutos para la tarta. -
– Parece justo.- La empujó para sentarse.
– Hemos encontrado a todos.- Cerró los ojos otra vez, no en el placer, sino de alivio. -A los cinco-.
– Salvados todos ellos.-
– No, no a todos.-
– Hay cinco mujeres y sus familias, que piensan de manera diferente.-
– Si le podemos tener mañana.- Dejó pasar un momento, tomó otro bocado de pastel. -¿La madre del juez? Algo…
– De hecho ella es.-
– Haz tus cálculos. Setenta años de matrimonio, y ella tiene noventa. Veinte años cuando se casó, empezaron a aparecer los niños. Siete décadas más tarde, todavía está allí. Eso es lo que Pauley quiere destruir. No sólo a la persona, sino la conexión. Estrangularla con sus propios lazos familiares. -
Un sorbo de vino descendió sin problemas. -Si no lo pillamos mañana, ella va a aguantar. Ella será el soporte.
– Yo no quiero arruinar la boda-, dijo de pronto. -No quiero ese lío, pero si…
– Un paso a la vez.-
Ella dejó escapar un resoplido de aire. -Sí. Un paso a la vez. -
***
Por la mañana, Eve estaba en la sala de conferencias esbozando el posicionamiento y la estrategia de su equipo. Usando un mando a distancia, destacó las áreas específicas del proyecto en la pantalla.
– El edificio de diez pisos tiene instalaciones de duelo en los pisos uno al tres, oficinas y centros de asesoramiento para los mismos en el cuatro y cinco, ah, tiendas y espacios comerciales en el seis y siete. Ocho a diez instalaciones de hotel que ofrece a las familias y otros asistentes de los memoriales y funerales celebrados en el hotel. -
– Todo en uno-, comentó Baxter.
– Sí-. Y, bueno, espeluznante para su mente. -Además, sus instalaciones de preparación en el sótano comprenden más de cuatro mil metros cuadrados, y dos entradas exteriores. Hay cuatro bancos de ascensores para un total de doce vehículos, un deslizador entre las plantas del hotel y las áreas al por menor. Escaleras, aquí, aquí, aquí y aquí. -Ella destacó. -Unen a todas las plantas.-
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