Sara Paretsky - Punto Muerto

Здесь есть возможность читать онлайн «Sara Paretsky - Punto Muerto» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Punto Muerto: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Punto Muerto»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El jugador de los halcones Negros de Chicago, Boom Boom Warshawski, fue una leyenda del hockey. Más de mil personas asisten a su funeral, consternados al enterarse de que ha resbalado en un muelle y se ha ahogado. La policía se apresura a declarar que ha sido un accidente. Y no les gusta la idea de que V.I. Warshawski, meta su nariz femenina en un caso tan evidente. Pero entre atentados contra su propia vida y tragos de scotch, la intrépida e ingeniosa detective, se abre camino a través de un mundo de silos de cereal y cargueros de mil toneladas. Se introducirá en una senda que le hará descubrir si se está tomando las cosas de un modo demasiado personal o si su adorado Boom Boom fue en realidad asesinado…

Punto Muerto — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Punto Muerto», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– No te estoy molestando en absoluto. Como dije, vine a ver a la señora Phillips… Necesito hablar con usted, señora Phillips. En privado.

– ¿Para qué? -Jeannine estaba desconcertada-. Ya contesté a todas sus preguntas la semana pasada. Y la verdad, ahora no tengo ganas de hablar con nadie.

– Muy bien, querida -dijo su madre. Se volvió hacia mí-. ¿Por qué no se marcha? Mi hija está deshecha. La muerte de su marido ha sido un gran golpe.

– Me lo imagino -dije educadamente-. Espero que hubiera pagado su seguro de vida.

Jeannine tragó aire. Paige dijo:

– ¡Qué observación de más mal gusto, incluso viniendo de ti!

La ignoré.

– Señora Phillips, me temo que la semana pasada hablé con usted bajo un aspecto supuesto. No pertenezco a una compañía de encuestas. Soy detective e intentaba averiguar si su marido había podido tratar de asesinarme dos semanas antes.

Su apretada mandíbula se soltó de repente por la sorpresa.

– Mis investigaciones me han demostrado que su marido tenía sustanciales fuentes de ingresos aparte de su salario. Me gustaría hablar en privado con usted acerca de esto. A menos que quiera usted que su madre y la señorita Carrington lo oigan.

En aquel momento perdió la compostura.

– Él me prometió que nadie lo sabría nunca -las lágrimas dibujaron dos surcos en el maquillaje de sus mejillas. Su madre llegó corriendo con una caja de pañuelos de papel, diciéndole de modo algo confuso que aprovechase y se desahogara llorando.

Yo seguía de pie.

– Creo que es mejor que sigamos esta conversación a solas. ¿Podemos ir a alguna otra habitación, señora Phillips?

– ¿De qué está usted hablando? Clayton tenía un buen sueldo en la Compañía Eudora. Cuando le hicieron directivo hace cinco años, él y Jeannine compraron esta casa.

– Está bien, mamá -Jeannine palmeó la mano de su madre-. Creo que será mejor que hable con esta mujer. -Se volvió hacia Paige y dijo con odio repentino-: Supongo que ya lo sabes todo.

Paige nos obsequió con su sonrisa triangular.

– Sé algo -levantó sus esbeltos hombros-. Pero ¿quién soy yo para tirar la primera piedra? -recogió un jersey que estaba en la mesa, junto a ella-. Mejor será que hables con Vic, Jeannine. Si no lo haces, asaltará la casa para revisar tus libros -se acercó a la silla de Jeannine y dio un beso al aire, cerca de su mejilla-. Vuelvo a la ciudad. Te veré en el funeral mañana por la tarde, a menos que quieras que venga antes.

– No, querida, no hace falta -dijo la madre de Jeannine-. Nos las arreglamos perfectamente. -Salió al vestíbulo detrás de la elegante joven.

Me quedé mirándolas confundida. Al principio había pensado que Paige podía haber conocido a Jeannine en alguna reunión de la Compañía Eudora, cuando salía con Boom Boom. Pero aquel último comentario me sonaba como si su relación fuera mucho más estrecha.

– ¿De qué conoce a Paige? -pregunté.

Jeannine volvió su rostro surcado por las lágrimas hacia mí por primera vez desde que mencioné las facturas.

– ¿Que de qué la conozco? ¡Es mi hermana! ¿Por qué no iba a conocerla?

– ¡Su hermana! -parecíamos un par de loros chiflados-. Ya entiendo. Hermanas. -La verdad es que no entendía nada. Me senté-. ¿Fue usted la que la llevó a la fiesta en que conoció a mi primo?

Pareció sorprendida.

– ¿De qué fiesta habla?

– No sé quién la dio. Probablemente, Guy Odinflute. Vive cerca de aquí, ¿no es verdad? Niels Grafalk estaba interesado en comprar unas acciones de los Halcones Negros. Mi primo fue con algunos de los otros jugadores. Paige estaba allí y conoció a mi primo. Quiero saber quién la llevó.

Jeannine disimuló una sonrisa astuta.

Aquella fiesta. No, nosotros no fuimos.

– ¿Pero estaban invitados?

– Puede que el señor Odinflute nos lo dijera… Nos invitaron a muchas fiestas estas Navidades. Si quiere saber con quién fue Paige, creo que debería preguntárselo a ella.

La miré fijamente; lo sabía, pero no me lo iba a decir. Me concentré en el asunto del dinero.

– Hábleme de las facturas, Jeannine.

– No sé de qué está hablando.

– Desde luego que sí. Acaba de decir que él le prometió que nadie se enteraría. Les llamé para hablar de ello el sábado por la noche. Contestó su hijo Paul. ¿Qué es lo que su marido hizo a continuación?

Soltó unas cuantas lágrimas más, pero al final resultó que no lo sabía. Habían vuelto tarde. Paul dejé el mensaje junto al teléfono de la cocina. Cuando Clayton lo vio, se fue a su estudio y cerró la puerta. Hizo una llamada telefónica y se marchó unos minutos más tarde. No, en el Alfa no. ¿Le había recogido alguien? No lo sabía. Estaba muy alterado y le había dicho que le dejase en paz. Era sobre la una y media de la madrugada del domingo cuando se marchó. Fue la última vez que le había visto.

– Hábleme ahora de las facturas, Jeannine. Las estaba abultando, ¿verdad?

Ella no contestó.

– La gente le hacía ofertas para los cargamentos de la Eudora y él anotaba las órdenes a un precio y las facturaba a otro. ¿No es eso?

Se puso a llorar de nuevo.

– No lo sé, no lo sé.

– No sabe cómo lo hacía, pero sabe que lo hacía, ¿verdad?

– No se lo preguntaba, mientras pudiese pagar las cuentas -sollozaba cada vez más fuerte.

Yo estaba empezando a perder la paciencia.

– ¿Sabe cuál era el sueldo de su marido?

– Claro que sabía lo que ganaba Clayton -sus lágrimas se detuvieron el tiempo suficiente como para que se me quedase mirando.

– Claro que lo sabía. Y sabía que noventa y dos mil dólares, aunque esté bien, comparado con lo que tenían las otras chicas de Park Forest South High, o de donde demonios fuese, no era bastante para pagar el barco. Y esta casa. Y la ropa de firma. Y el colegio. Y los coches caros. Y las camisetas de Izod que lleva la pequeña Terri. Las mensualidades del Club Náutico. Por cierto, sólo por curiosidad, ¿cuánto vale el Club Náutico al año? Yo diría que unos veinticinco mil.

– ¡Usted no entiende nada! -se enderezó y me miró con ojos orgullosos y airados-. No sabe lo que es tener que aguantar que todas las demás chicas tengan todo lo que quieren y que una tenga que seguir con la ropa del año pasado.

Eso me sonó fatal.

– Tiene razón; no lo sé. En mi colegio la mayoría de las chicas teníamos un par de vestidos cuando empezábamos y aún los llevábamos al graduarnos. Park Forest South es un poco más fino que el sur de Chicago… pero no mucho.

– ¡Park Forest South! Mi madre se mudó allí más tarde. Nosotras crecimos aquí, en Lake Bluff. Teníamos caballos. Mi padre tenía un barco. Vivíamos cerca de aquí. Luego él lo perdió todo. Todo. Yo estaba en primero de la universidad. Paige sólo tenía ocho años. Ella es demasiado joven para acordarse de la humillación. El modo en que la gente nos miraba en la escuela. Mamá vendió la plata. Sus propias joyas. Pero no sirvió de nada. Mi padre se suicidó disparándose un tiro y nos mudamos. Mi madre no podía soportar la piedad que la gente como la vieja señora Grafalk nos dispensaba en el club de campo. Y yo tuve que ir a Roosevelt en lugar de ir a Northwestern.

– Así que decidió usted venirse a vivir aquí, costara lo que costase. ¿Y su marido? ¿También es un exiliado de Lake Bluff que volvió?

– Clayton vino de Toledo. La Compañía Eudora le trajo aquí cuando tenía veinticinco años. Alquiló un apartamento en Park Forest y allí nos conocimos.

– Y usted pensó que tenía posibilidades, que podía abrirse camino para usted. ¿Cuándo descubrió que eso no iba a ocurrir?

– Cuando nació Terri. Seguíamos viviendo en aquella casa cochambrosa de tres dormitorios -estaba chillando-. Terri y Ann tenían que compartir una habitación. Yo me compraba toda la ropa en Wieboldt. ¡No podía soportarlo! No podía soportarlo más. Y además estaba Paige. No tenía más que dieciocho años, pero ya sabía… ya sabía…

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Punto Muerto»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Punto Muerto» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Sara Paretsky - Body Work
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Golpe de Sangre
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Marcas de Fuego
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Indemnity Only
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Deadlock
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Sin previo Aviso
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Medicina amarga
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Sisters on the Case
Sara Paretsky
Sara Paretsky - A Woman’s Eye
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Windy City Blues
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Fire Sale
Sara Paretsky
Sandra Brown - Punto Muerto
Sandra Brown
Отзывы о книге «Punto Muerto»

Обсуждение, отзывы о книге «Punto Muerto» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x