• Пожаловаться

Edward Hoch: El Diablo De Jersey

Здесь есть возможность читать онлайн «Edward Hoch: El Diablo De Jersey» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Детектив / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Edward Hoch El Diablo De Jersey

El Diablo De Jersey: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Diablo De Jersey»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

The jersey Devil (cuento). Publicado como El diablo del jersey en el volumen Fue un crimen maravilloso

Edward Hoch: другие книги автора


Кто написал El Diablo De Jersey? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

El Diablo De Jersey — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Diablo De Jersey», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Estaré con vosotros en un minuto -gritó por encima del intermitente ruido del motor. Si habían pensado encontrarse con un rey del crimen en su lujosa oficina, sin duda se habían equivocado de sitio.

Cuando por fin salió, pasándole una llave a uno de los hombres, demostró ser una persona madura, de cuya cabellera sólo quedaban dos mechones de pelo anaranjado sobre las orejas. Sobresalían como dos cuernos, y Leopold tuvo la fugaz sensación de que se encontraba frente al mismísimo Diablo de Jersey.

– ¿En qué puedo serles útil, colegas? -preguntó, limpiándose las manos de grasa con un trapo sucio. Era difícil deducir su edad o identificarle con precisión, pero a Leopold le pareció que debía andar por los cincuenta. Al caminar ladeaba un poco el cuerpo hacia un lado, quizá debido a una antigua lesión.

– ¿Hay algún sitio en el cual podamos hablar en privado, Mr. Corflu?

– En mi despacho. Aquí arriba.

Les condujo por una escalera de caracol de madera hacia la planta de las oficinas, que quedaba justo encima del garaje. Una docena de muchachas estaban atareadas en su trabajo rutinario, y apenas alzaron la vista cuando pasó Benedict Corflu.

Su despacho, que daba al parque de estacionamiento de los camiones, era pequeño y funcional, con estantes repletos de papeles y publicaciones periódicas. Sobre la pared, detrás de su escritorio, había un gran mapa del área metropolitana de Nueva York, que abarcaba desde el sur de Newburgh hasta Trenton, y desde la frontera estatal de Pennsylvania hasta el este de New Haven.

– ¿Es ésa su área de operaciones? -preguntó Leopold, señalando hacia el mapa.

Benedict Corflu asintió.

– Todo lo que se encuentra a ochenta kilómetros de Manhattan, además de algunos puntos dispersos más lejanos -Esbozó una sonrisa-. Aunque creo que vosotros no habéis venido para hablar de acarreos.

– Es verdad -reconoció Leopold-. ¿Cómo lo sabe?

– El coche en el que habéis venido tiene chapa de Connecticut. También lleva un radiorreceptor policial.

– Yo soy el capitán Leopold y éste es el teniente Fletcher. Estamos investigando un robo y un asesinato que quizás estén relacionados. Existe la posibilidad de que usted nos ayude en la investigación.

– Oh, lo dudo.

Leopold se limitó a sonreír, y adelantándose, colocó sobre el escritorio el sello El Diablo de Jersey, protegido por un pequeño sobre de papel cristal.

– Quisiéramos hablar sobre esto.

Benedict Corflu alzó despacio sus ojos, y los dos mechones de pelo parecían más erizados que nunca.

– ¿Y qué?

– Tenemos entendido que usted maneja un servicio postal privado, que compite ilegalmente con el Gobierno de los Estados Unidos.

Leopold esperaba que sus palabras le harían reaccionar de cualquier manera, desde una total negativa hasta un estado de nerviosismo y confusión. Pero no estaba preparado para la reacción que obtuvo.

Corflu se recostó en su silla y dijo:

– ¡Por supuesto! Se trata de algo que está en conocimiento de mucha gente del Gobierno. Durante la gran huelga de Correos, incluso levantaron temporalmente las restricciones para que yo pudiese operar legalmente. En la actualidad, la Oficina de Correos alquila algunos de mis camiones para hacer el reparto de correspondencia fuera de la ciudad de Nueva York.

– Todo eso puede ser posible; pero me cuesta creer que ellos toleren la emisión de sellos postales privados como éste.

Corflu agitó su grasienta mano, en desacuerdo.

– ¡Tonterías! Los sellos sólo son un símbolo externo. Yo proporciono un servicio; un servicio necesario. ¿Acaso no sabéis que en América la correspondencia, incluso la de primera clase, puede ser abierta y confiscada? ¿Sabíais que una carta lacrada de primera clase puede ser retenida por las autoridades durante más de un día, mientras se espera una orden de registro para poder abrirla? ¡El Tribunal Supremo hasta ha autorizado esta práctica por considerarla constitucional! ¿Qué clase de garantías le quedan al ciudadano corriente? ¿Existe alguna protección para la reserva privada más elemental?

– ¿Quién la necesita? ¿Los elementos del crimen? ¿No es a ellos a quienes sirve con su sistema postal?

– Yo presto servicios a todos los que aún creen en el derecho a la vida privada. El Gobierno me permite actuar fuera del marco de la ley, por el mismo motivo que hace la vista gorda a numerosas cuentas bancarias en Suiza y a destilerías ilegales. Nuestras operaciones sólo suman un porcentaje mínimo del volumen total, y creo que excluirnos del negocio resultaría mucho más difícil de lo que parece. Las operaciones específicas que yo dirijo están planeadas con sumo cuidado, y se trata de llevarlas a cabo de manera tal que pongan en tela de juicio a las leyes, antes que violarlas abiertamente. Mi arresto significaría penetrar en un laberinto de problemas legales, el cual estoy dispuesto a aprovechar al máximo.

Leopold se sentía desconcertado, escuchando a un hombre que se jactaba de infringir la ley, y que casi estaba desafiando a que lo arrestaran.

– No he venido por su sistema postal -le dijo-. Vengo a causa de un asesinato.

– ¡Caracoles! ¿Quién ha sido asesinado?

– Un coleccionista de sellos llamado Dexter Jones, la semana pasada, en Connecticut. Algunas noches antes, otro coleccionista, Oscar Bailey, fue víctima de un robo. Creo que ambos delitos están vinculados. Uno de los sellos robados de la casa de Bailey era El Diablo de Jersey.

Corflu asintió con la cabeza.

– Lo he leído en alguna parte. Ahora que usted lo menciona, creo recordarlo. Pero los periódicos no han dicho nada sobre El Diablo de Jersey, lo que sí mencionaban era que aún no se había recuperado un sello hawaiano de dos centavos muy valioso.

– Así es.

– ¿Cuál es su valor? -preguntó Corflu.

– Quizás unos treinta o cuarenta mil dólares.

– Me temo, capitán, que mis pobres Diablos de Jersey nunca se cotizarán a ese precio.

– Queremos el sello de vuelta, Mr. Corflu, y también queremos al asesino de Dexter Jones.

– ¿Y por qué vienen a mí?

– Porque según el registro de la compañía de teléfonos, Jones tuvo con usted una conversación telefónica el día antes de haber sido asesinado, y un día después de haberme revelado lo de El Diablo de Jersey.

Benedict Corflu se mantuvo en silencio, tal vez considerando las posibilidades de su contestación. Finalmente, dijo:

– Sí, es cierto. Nunca conocí personalmente a Dexter Jones; pero hemos hablado en algunas ocasiones por teléfono. Me sentí muy apenado al enterarme de su muerte.

– ¿Por qué le llamó ese día?

– Como coleccionista, Jones estaba interesado en la emisión del sello El Diablo de Jersey. Me había llamado ya un par de veces; pero en esta ocasión le preocupaban dos cosas. En primer lugar, quería ponerme sobre aviso acerca de que un detective le había hecho algunas preguntas sobre el sello del El Diablo. Supongo que era usted.

Leopold asintió.

– ¿Qué más dijo?

– Que una persona le fue a ver para informarse sobre el sello hawaiano de dos centavos. Esta persona alegó que quería saber cómo era exactamente aquel sello, ya que en los periódicos no publicaban ninguna fotografía.

– ¿Sabe si esa persona era una muchacha?

– No me lo dijo. Sólo me comentó que se sentía envuelto en algún asunto. Por lo visto, Jones le dijo a esa persona que necesitaba ver el sello para tener seguridad y que no sabía si debía llamar a Bailey para prevenirle. Ambos eran rivales, ya lo sabéis, y creo que Jones incluso se deleitaba con el robo. No obstante, no quería complicarse la vida.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Diablo De Jersey»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Diablo De Jersey» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


libcat.ru: книга без обложки
libcat.ru: книга без обложки
State of New Jersey Motor Vehicle Commission
libcat.ru: книга без обложки
libcat.ru: книга без обложки
Warren Murphy
Ann Aguirre: Blue Diablo
Blue Diablo
Ann Aguirre
Jennifer Brown: Torn Away
Torn Away
Jennifer Brown
Lynda La Plante: Royal Heist
Royal Heist
Lynda La Plante
Fernando Pessoa: La hora del Diablo
La hora del Diablo
Fernando Pessoa
Отзывы о книге «El Diablo De Jersey»

Обсуждение, отзывы о книге «El Diablo De Jersey» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.