Janet Evanovich - Amor Comprado

Здесь есть возможность читать онлайн «Janet Evanovich - Amor Comprado» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Amor Comprado: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Amor Comprado»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Hank Mallone tenía un pasado turbulento. Casarse con Maggie Toone era parte de un plan para mostrar a su padre -presidente de un banco- que había decidido sentar cabeza y conseguir el préstamo que se negaba a concederle. Maggie se había sentido demasiado intrigada por la propuesta como para rechazarla… y demasiado ansiosa por escapar de una vida poco feliz.
Ambos convinieron en que la relación sería estrictamente comercial. Sin embargo, a su lado, Maggie se convirtió en un ser tan atractivo, simpático e irresistible, que Hank no pudo evitar enamorarse perdidamente de ella.
Había querido comprar una esposa por un tiempo. Y ahora temblaba ante la posibilidad de perderla para siempre…

Amor Comprado — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Amor Comprado», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

¡Dios Santo! ¿Qué había pasado con ella? Pensó que era una cobarde, que era incapaz de enfrentar la felicidad de los otros. Especialmente en esa época en que estaban en vísperas de Navidad. Una época que reunía a la familia; una época que invocaba al amor. Y Maggie estaba sin amor. Las lágrimas se agolparon en su garganta. Hormonas, se dijo, y tragó saliva.

Elsie meneó la cabeza y suspiró.

– Es tan exigente con usted misma -señaló-. ¿Por qué no se permite un poco de diversión?

Porque si cedía aunque fuera un céntimo, su firme determinación de marcharse se derrumbaría como una casita de naipes, pensó. Skogen no cambiaría. Bubba no cambiaría. Al igual que su madre y tía Marvina, que no cambiarían. Y la verdad más dolorosa era que Maggie tampoco cambiaría. Su lugar no estaba en Riverside ni en Skogen. Si pretendía alcanzar la felicidad, tendría que ir a buscarla a otra parte. Tenía que existir el sitio donde se sintiera cómoda y aceptada por el resto de la comunidad. Tenía que existir una ciudad que ofreciera una cierta armonía entre remolcadores y manzanos.

– Esta noche me voy a divertir -mintió Maggie-. Sólo trabajaré un rato más y dejaré por hoy.

– Todo el mundo la echa de menos -insistió Elsie.

No la echaban de menos. Maggie lo sabía a ciencia cierta. Oía sus risas y las charlas que burbujeaban entre viejos amigos y familiares que jamás la incluían dentro del núcleo. Hacía meses ya que la vida transcurría en un establecimiento agrícola del que ella no había formado parte. Hank había ido del equipo de béisbol al de fútbol americano y al de hockey. El lagar para extraer el jugo de las manzanas ya estaba en su finca y en actividad, y la pastelería, a punto de convertirse en realidad.

– Nadie me echa de menos -dijo Maggie-. La pasan de maravillas sin mí.

– Hank la echa de menos -insistió Elsie-. Su estado es tan deplorable como el suyo. Se ríe, pero sus ojos dicen otra cosa. Usted también se daría cuenta, si no estuviera tan encerrada en su propia angustia.

Maggie se preguntó si sería cierto lo que afirmaba Elsie. Parte de ella deseaba que así fuera. Sabía que aún quedaba una llamita de esperanza que su determinación no había logrado apagar. Su amor por Hank había echado profundas raíces en su alma. Le quemaba, constante y penosamente. Y no podía extinguirlo, por más que se esforzara. Día a día, Maggie debía enfrentarse a la horrenda realidad de su predicción y echar mano del último gramo de disciplina que le quedaba para actuar conforme a lo que era mejor para ella y para Hank. No obstante, el sueño seguía plasmado allí. En el fondo de su corazón, sabía que no había cumplido con ese contrato de seis meses sólo por una cuestión de honor a su palabra. Aquel estúpido sueño era la verdadera razón que la había atado a Vermont.

Hacía semanas ya que Maggie se angustiaba pensando en la proximidad de la fiesta navideña en el salón del rancho. Era el único evento social que no podía eludir bajo ninguna circunstancia. Ahora que prácticamente había llegado el momento, se sentía aturdida y agotada. ¡Y eso que la ordalía no había empezado aún! Se sentó sobre el borde de la cama, envuelta en su bata de baño. Tenía el cabello todavía húmedo y los dedos de los pies enrojecidos por el agua caliente. Un letargo deprimente se había apoderado de ella. Al menos, no estaba en uno de sus días emocionales, pensó. Últimamente, había tenido ataques de llanto. Nadie lo sabía. Lloraba en silencio, con la boca apretada contra la almohada. Lloraba a altas horas de la noche, cuando todos dormían.

Se oyó que alguien llamaba suavemente a la puerta.

– Maggie, ¿puedo pasar?

Era Hank. Probablemente querría saber por qué se demoraba tanto. Debía haber estado lista hacía al menos media hora pero, por una razón u otra, no podía completar la tarea de vestirse.

– La puerta está sin llave.

Hank llevaba un traje oscuro, camisa blanca y corbata roja. El extremo de un pañuelo de seda, también rojo, asomaba con rebeldía por encima del bolsillo delantero de la chaqueta. De solo verlo, Maggie sintió que el corazón le pesaba como el plomo. A Hank Mallone jamás le faltaría la compañía de una mujer, pensó. Una vez que ella quedara excluida de la escena, las mujeres se agolparían como jauría en el umbral de su puerta. Hank era pecaminosamente apuesto y, dentro de algunos años, también sería rico. Ya le estaban lloviendo contratos para comprar sus tartas de manzanas y su sidra. Skogen elevaría su nivel de empleo al ciento por ciento gracias a él.

Hank se sentó en la cama, junto a ella y posó sobre su mano una pequeña cajita envuelta en papel.

– En la familia es tradicional hacer un regalo la noche de Navidad. Cuando yo era niño, mis padres siempre me hacían un obsequio especial justo antes de salir. Generalmente era algo que podía llevarme a la fiesta. Una navaja, o algún par de calcetines colorados o tirantes navideños. Y mi padre siempre obsequiaba alguna joya a mi madre. Sé que cuesta creerlo pero en ese aspecto, mi padre es un verdadero romántico.

Maggie no se lo esperaba; no estaba preparada. Durante los últimos dos meses, apenas si habían cruzado palabra. A tal punto, que Maggie había albergado secretamente el temor de que Hank, por fin, deseaba que se marchara. Había dejado de inventar temas de conversación, de buscar excusas para tocarla y de agotar recursos para convencerla de que saliera de su cuarto. Y ahora le hacía un regalo. Maggie no sabía cómo interpretarlo. Dejó la cajita sobre su falda, para que no se moviera y delatara el temblor de sus manos, pero fue casi en vano. Las emociones que había controlado durante tanto tiempo afloraron como un torbellino, dificultándole el pensamiento y su determinación de no sonreír. Durante meses lo había tratado como a un despojo humano. ¿Y cómo respondía Hank a sus malos tratos? ¡Con un regalo!

Hank se quedó sentado, en silencio, observando la confusión que exteriorizaba su rostro y el dolor que se amalgamaba con una repentina infusión de dicha inesperada. Hacía meses que aguardaba ese momento, consciente de que, aunque su libro siguiera inconcluso, aunque sus sentimientos hacia él hubieran desaparecido, Maggie le debía esa noche. Hank inspiró profundamente, con esfuerzo, mientras ella seguía con la vista fija en la cajita. En principio, Hank ignoraba si ella aceptaría el obsequio. Ni siquiera estaba seguro de que lo abriera. Pero ahora que veía ese torrente de emociones reflejadas en su rostro, se dio cuenta de que las cosas resultarían como esperaba. La sentó sobre su falda y la abrazó.

– No he querido molestarte durante estos últimos meses. Sé lo duro que has trabajado en ese libro.

Maggie pensó que le debía una respuesta sincera.

– Está listo. Lo terminé hace poco más de un mes.

Hank comprendió sus razones por haberlo tenido en secreto. Maggie se había aferrado a su trabajo como excusa para aislarse. Hank lo había imaginado, pues hacía mucho que no escuchaba el teclado de la computadora. La verdad le dolió, pero luchó por disimularlo.

– ¿Puedes adelantarme algo? ¿Quedó bien?

Maggie se rió. Le pareció una pregunta extraña. Era lo mismo que preguntar a una madre si su primer hijo era feo.

– No estoy segura de que sea bueno, pero ya está vendido. He podido cumplir mi promesa. El diario de tía Kitty será publicado como libro.

Hank la estrechó en sus brazos.

– Siempre te creí capaz de lograrlo.

A Maggie le encantó el tono de orgullo con el que Hank pronunció esas palabras, un orgullo que también estimuló el suyo, despertando la primera emoción que experimentaba ante su éxito.

– Yo no estaba tan segura -dijo ella-. Todavía no puedo creerlo.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Amor Comprado»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Amor Comprado» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Janet Evanovich - Hot Stuff
Janet Evanovich
Janet Evanovich - The Grand Finale
Janet Evanovich
Janet Evanovich - Hero at Large
Janet Evanovich
Janet Evanovich - Bastardo numero uno
Janet Evanovich
Janet Evanovich - Full Scoop
Janet Evanovich
Janet Evanovich - Full Blast
Janet Evanovich
Janet Evanovich - Full Speed
Janet Evanovich
Janet Evanovich - Wicked Appetite
Janet Evanovich
Janet Evanovich - Visions Of Sugar Plums
Janet Evanovich
Janet Evanovich - Motor Mouth
Janet Evanovich
Janet Evanovich - Wytropić Milion
Janet Evanovich
libcat.ru: книга без обложки
Janet Evanovich
Отзывы о книге «Amor Comprado»

Обсуждение, отзывы о книге «Amor Comprado» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x