Anne Holt - Crepúsculo En Oslo

Здесь есть возможность читать онлайн «Anne Holt - Crepúsculo En Oslo» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Crepúsculo En Oslo: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Crepúsculo En Oslo»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

En la ciudad de Oslo, una conocida presentadora de televisión aparece asesinada en su domicilio. El superintendente Yngvar Stubø y la que fuera profiler del FBI Inger Johanne Vik son requeridos para llevar a cabo la investigación. Pareja tanto en la vida real como en la profesional, Stubø y Vik se muestran reticentes a llevar el caso ya que acaban de ser padres; sin embargo, se ven forzados a aceptarlo dada la naturaleza del mismo.
Todo apunta a un asesino en serie de gusto perverso que se deleita escenificando sus crímenes. Mientras Stubø se vuelca en el análisis meticuloso de los detalles que rodean cada crimen, Vik ahonda en una teoría que coge fuerza a medida que traza el perfil del presunto asesino; la posible conexión entre los hechos presentes y su pasado como miembro del FBI.

Crepúsculo En Oslo — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Crepúsculo En Oslo», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

La expresión le había hecho sonreír.

Una noche de marzo de 1985, estaba sentada ante un extracto de su cuenta bancaria, con una jarra de cerveza en la mano. Intentaba representarse su propio estante, aquel lugar de residencia único de una estantería imaginaria de la pared de la vida. Al parecer este estante iba a hacer de ella algo especial y valioso, algo completamente particular. La gastada metáfora la había hecho reír en alto e imaginarse masas de gente buscando su sitio, gateando a la caza de una superficie libre.

El mar estaba ahora más tranquilo. En el aire no hacía más de un par de grados, que desaparecían en las ráfagas de viento que seguían entrando por el sur. Los chicos en camisa habían cubierto los peores agujeros y era evidente que ya no les quedaban fuerzas para más. Una pareja joven vestida de oscuro se aproximaba a ella. Cuando se cruzaron, se rieron y cuchichearon entre ellos. Ella se volvió hacia la pareja y siguió con la mirada su torpe avanzar sobre los resbaladizos adoquines hasta que desaparecieron en la oscuridad.

Parecían noruegos. Él llevaba mochila.

Por suerte hacía doce años que no la fotografiaban. Exactamente doce años. Entonces estaba más delgada. Mucho más delgada, y llevaba el pelo largo. La fotografía, a la que de vez en cuando le echaba un vistazo por pura equivocación, era el retrato de otra persona. Así debía pensar. Ahora llevaba gafas. El pelo largo ya no le quedaba bien. El espejo le permitía ver cómo la vida se había atornillado sin piedad a lo que una vez fue un rostro normal. La nariz, que también entonces era pequeña, ahora parecía un botón. Los ojos, que nunca habían sido grandes, pero por lo menos eran marrones y, por lo tanto, no exactamente iguales a los de todo el mundo nórdico, ahora casi desaparecían tras las gafas y un flequillo demasiado largo.

La representación de lo único era un engaño.

Las personas eran tan jodidamente iguales.

No sabía cuándo había caído en la cuenta de la verdad. Probablemente la constatación le había llegado gradualmente, pensó. Lo repetitivo de su trabajo a la larga la había impacientado, aunque no sabría decir qué era lo que querría cambiar. Por supuesto que cada plan era especial, todos y cada uno de los crímenes eran algo particular. Las circunstancias variaban y las víctimas nunca eran iguales. Usaba sus fuerzas, nunca hacía chapuzas en el trabajo. Pero a pesar de todo no conseguía verlo como otra cosa que una serie enervante de repeticiones.

Ya no conseguía que pasara el tiempo.

Simplemente pasaba, por sí mismo.

Hasta ahora, pensó tomando aire.

Todos eran tan iguales.

El tiempo que las personas estaban tan empeñadas en «llenar» era un concepto carente de contenido, creado para proporcionar un sentido engañoso a lo carente de razón: el estar en la vida.

La mujer se puso un gorro en la cabeza y empezó a subir lentamente las escaleras encerradas entre antiquísimas casas de piedra. Los estrechos callejones estaban anormalmente oscuros. Quizá la tormenta había afectado a las líneas eléctricas.

A través del estudio de la conducta humana, en algún momento había comprendido que la consideración, la solidaridad y la bondad no eran más que expresiones vacías para los comportamientos deseados, que habían intentado fijarse alternativamente en las tablas de piedra de Dios, en las visiones eternas de los monjes, en las profecías de un árabe guerrero, en las ideas de los filósofos o en los cuentos de boca de un judío atormentado.

La maldad era lo verdaderamente humano, pensó.

La maldad no era ni la obra del diablo ni la caída en el pecado ni el resultado dialéctico de las necesidades materiales y la injusticia. A nadie se le ocurriría llamar malvada a la leona madre, cuando abandona a su cría enferma sin pensar ni un segundo en que su vástago se encamina hacia una dolorosa muerte sin cuidados. No se puede rastrear ningún reproche en la mención de la zoología del caimán macho, de cómo la atávica criatura se deshace de sus propios hijos con la certeza instintiva de que el hábitat no tolera aún más carga.

Se detuvo en el callejón de la mísera puerta de Saint Michel. Por un momento vaciló. La respiración se le había acelerado con tantos escalones. Puso cuidadosamente la mano sobre el pomo de la puerta, antes de encogerse de hombros y seguir su camino. Era hora de volver a casa. La lluvia había regresado; una fina y ligera humedad que se posaba sobre la piel como un vapor.

No tenía ningún sentido estigmatizar las conductas naturales, pensó. Por eso los animales eran libres. Pero puesto que las personas acabarían exterminándose a sí mismas si carecieran de cultura, de mandamientos, de prohibiciones y de amenazas de castigos correctivos, quizá de todos modos tuviera sentido estampar la marca de Caín en la frente de quienes rompen las normas y siguen los dictados de su propia naturaleza.

– Pero de todos modos no es maldad -susurró buscando aire en Place de la Paix.

La señal en forma de cruz de la pharmacie destellaba en verde vehemente contra la desierta cafetería cerrada, al otro lado de la calle. Se detuvo ante las ventanas de la inmobiliaria.

Le dolían los muslos, un dolor bueno y vago, a pesar de que apenas había subido más de un par de cientos de escalones. Saboreó el sudor de su labio superior. Una ampolla en el talón izquierdo le escocía. Hacía mucho tiempo que no sentía el placer del esfuerzo físico. Los débiles dolores le proporcionaban la sensación de estar realmente presente. Elevó la cara hacia el cielo y sintió el agua de la lluvia caer por dentro del cuello del abrigo, por la nuca, sobre la piel; sintió cómo se le endurecían los pezones.

Todo había cambiado. La propia vida había adquirido un tacto, una intensidad concreta que nunca había sentido antes. Por fin era única.

Capítulo 7

La tarea era demasiado grande

Inger Johanne Vik arrugó la nariz a causa del té. Lo había dejado demasiado tiempo y estaba muy amargo. Escupió de vuelta a la taza el líquido amarronado.

– Puaj -murmuró, alegrándose de estar sola cuando dejó la taza y abrió la puerta de la nevera.

Tendría que haberse negado. Los dos casos de asesinato ya eran lo suficientemente complicados para un equipo de policías profesionales, con acceso a la tecnología moderna, a avanzados programas de ordenador y visión de conjunto, además de con todas las horas del día a su disposición.

Inger Johanne no tenía nada de todo eso. Iba de cráneo. Sus días eran de las niñas. De vez cuando sentía que llevaba puesto el piloto automático, entre la lavadora y los deberes de Kristiane, entre hacer la comida y lo que intentaban ser ratos de paz amamantando al bebe. Incluso las semanas en las que no estaba la hija mayor rebosaban de quehaceres.

Pero las noches eran largas.

El tiempo que pasaba inclinada sobre las copias de los documentos que Yngvar, saltándose todas las reglas, traía a casa por las tardes pasaba lentamente, como si también el reloj considerara que se merecía un descanso tras un día fatigoso.

Cogió una gaseosa, la abrió y bebió de la botella.

– Rotura perianal -dijo a media voz al sentarse de nuevo ante la barra americana y ojear el informe definitivo de la autopsia del caso de asesinato de Fiona Helle.

Comprendía anal. Rotura significaba algo así como desgarro o grieta. El prefijo «peri» era peor.

– Periscopio -murmuró mientras mordisqueaba el lápiz-. Periferia. Peri…

Se golpeó levemente la frente. Por suerte no había tenido que preguntarle a nadie. Para una mujer adulta resultaba embarazoso no entender una palabra inmediatamente. Aunque sus dos hijas habían nacido por cesárea, Inger Johanne tenía bastantes amigas que con vivas palabras le habían descrito el problema.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Crepúsculo En Oslo»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Crepúsculo En Oslo» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Crepúsculo En Oslo»

Обсуждение, отзывы о книге «Crepúsculo En Oslo» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x