Como de costumbre, ella se sirvió sin pedir permiso. Lynley le acercó la llama.
– ¿Qué pasa? -preguntó el detective.
Havers encendió el cigarrillo.
– Nada.
– Ah.
Fumaron como viejos camaradas. Él no hizo el menor gesto de pedir una bebida. Ella esperó.
– Le he pedido que nos casemos, Barbara -dijo por fin, clavando los ojos en la pared de enfrente.
Era lo que ella suponía.
– No parece portador de buenas noticias precisamente.
– No, en efecto. -Lynley carraspeó y examinó el extremo del cigarrillo.
Barbara suspiró, intuyó el peso doloroso y abrumador de la tristeza de Lynley y, para su sorpresa, descubrió que la sentía como propia. Evelyn, la camarera de aspecto ordinario y ojos legañosos, estaba en el mostrador, hojeando las facturas de la noche y haciendo cuanto podía por ignorar los impúdicos avances de dos clientes habituales del establecimiento. Barbara la llamó por su nombre.
– ¿Sí? -respondió Evelyn bostezando.
– Tráenos dos Glenlivets. Sin bautizar. -Barbara miró a Lynley y añadió-. Y date prisa, ¿eh?
– Claro, cariño.
Cuando se los trajeron a la mesa y Lynley hizo ademán de sacar la cartera, Barbara volvió a hablar.
– Esta noche me toca a mí, señor.
– ¿Una celebración, sargento?
– No. Un velatorio. -Bebió el whisky, que encendió su sangre como una llama-. Beba, inspector. Cojamos una buena curda.
Susan Elizabeth George nació el 26 de febrero de 1949 en Warren, Ohio. Sus padres eran Robert Edwin y Anne Rivelle George. Pasó su infancia en California del Norte y vive actualmente en Huntington Beach, cerca de Los Ángeles, apenas a un kilómetro del Pacífico. Se casó el 28 de mayo de 1971 con Ira Toibin, del que se divorció en noviembre de 1995.
Elizabeth George explica que “cuando mi hermano tenía 6 años, le hirieron en el ojo con una flecha. Nuestros padres le leían durante horas y yo escuchaba. No éramos una familia muy rica así que nos refugiábamos en el mundo de la imaginación”. A los 7 años sabía que quería escribir. Comenzó a escribir historias cortas en la escuela primaria, después que su madre le diera una vieja máquina de escribir de los años 30, y escribió su primera novela (no publicada) cuando terminó sus estudios en el instituto "Holly Cross" de Mountain View.
Cursó sus estudios en California y después enseñó inglés clásico durante 13 años en diversos institutos de California. En 1981, fue nombrada Profesora del Año por el Departamento de Educación del condado de Orange. Ahora se ha consagrado plenamente a la escritura (sin embargo cada martes realiza en su casa un seminario de escritura para un pequeño grupo de estudiantes).
Su anglofilia reivindicada, (de la que ella misma remonta su origen a un viaje de estudios a Inglaterra dedicado a Shakespeare, cuando era adolescente) ha dado lugar a 11 novelas que tienen como marco Gran Bretaña. Allí viaja regularmente (posee un piso en Londres) con el fin de rastrear las localizaciones necesarias para sus novelas y refinar su documentación con sus contactos de Scotland Yard.
“A menudo se me pregunta por qué mis novelas se desarrollan en Inglaterra. La respuesta se encuentra en mi filosofía: Escribe sobre aquello que te interesa, escribe sobre aquello que amas, escribe sobre aquello que te haga disfrutar. Escribir es una agradable tortura, parece de locos meterse en ello si no te mueve algo a lo que amas”.
Impregnada de la cultura inglesa, esta americana ha adquirido un conocimiento profundo de Inglaterra, cuya historia, civilización, cultura, costumbres… le son actualmente tan familiares como las de su país natal.
Elizabeth George llega a representar tan magníficamente el ambiente y color local “británico”, que la intriga puede desarrollarse tanto en el medio cerrado de las “escuelas privadas” (Licenciado en Asesinato) como en el Londres bullicioso y multicultural de los años 90 (Cenizas de Rencor).
Es igualmente brillante describiendo la sociedad contemporánea, que surge de la celda familiar (El Padre Ausente), del mundo de los medios de comunicación y de la política (La Justicia de los Inocentes), o incluso de la descripción de una comunidad étnica (El Precio del Engaño).
Apasionada de la psicología (poseedora de un título en esta materia), dotada de un sentido agudo de la observación y de un fino espíritu de análisis, Elizabeth George sobresale también en el arte del retrato. Sus libros ponen en escena a una pareja que nos resultará muy conocida de ahora en adelante: el inspector Thomas Lynley, decimoctavo conde de Asherton y miembro destacado del Departamento de Investigación Criminal de Scotland Yard, y su fiel ayudante, la sargento Bárbara Havers, nacida de un seno humilde.
El modelo original del inspector Thomas Lynley se lo proporcionó Nigel Havers, noble y corredor en la película "Carros de Fuego". Le colocó a la sargento el apellido de "Havers" en memoria de este actor.
A Elizabeth George es reconocida en la actualidad como uno de los grandes autores de la literatura policíaca en los Estados Unidos, en Gran Bretaña y en numerosos países de Europa en los que ha publicado.
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[1]En alemán, niño prodigo. (N del T.)
[2]Región montañosa de Escocia. (N. del T.)
[3]Personaje de Oliver Twist. (N. del T.)
[4]Un personaje de Un tranvía llamado deseo (n. del T.)
[5]Poeta griego del siglo VI A. C. al que los antiguos atribuían la invención de la tragedia (N del T.)
[6]Personaje de Henrik Ibsen. (N del T.)
[7]Referente a la uniformidad de Eton (N. del T.)
[8]En Inglaterra, 1810-1820. (N. del T.)
[9]Los marjales, distritos bajos y pantanosos en algunos condados ingleses. (N. del T.)
[10]Personaje de la novela La letra escarlata, de Nathaniel Hawthorne. (N. del T.)
[11]Cita de John Donne. (N. del T.)
[12]Trofeo que se entrega anualmente en Inglaterra a la mejor novela de misterio. (N. del T.)
[13]Expresión despectiva que emplean los habitantes de ciertas comunidades de Gran Bretaña (Escocia, Gales) para designar a los naturales del resto del país. (N. del T.)
[14]Vassal: en castellano, vasallo. (N. del T.)