Sara Paretsky - Jugar a ganar

Здесь есть возможность читать онлайн «Sara Paretsky - Jugar a ganar» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Jugar a ganar: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Jugar a ganar»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Decimotercera novela de la serie de la comprometida investigadora privada Vic Warshawski. En esta ocasión, se involucra en un caso enraizado en los años sesenta, en plena efervescencia de la lucha por los derechos de la comunidad afroamericana Durante los disturbios raciales de 1967, cuando los blancos reaccionaron con dureza ante los planes de integración en los barrios, Lamont Gadsden desapareció sin dejar rastro. Años después, su anciana madre le encomienda el caso a Vic Warshawski. La detective se enfrentará a un periodo desagradable de la historia de su ciudad, en el que una marcha pacífica de Martin Luther King se saldó con la muerte de una joven negra, y lo que ella consideraba un caso cerrado e imposible se convierte en algo mortalmente peligroso.
Viejas cuestiones de la historia racial de Chicago y secretos familiares −suyos propios y del desaparecido− saldrán a la luz de manera sorprendente.

Jugar a ganar — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Jugar a ganar», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Ayer lo vi. Vive junto al lago Catherine, en la cadena de lagos. Dice que no recuerda los detalles, aunque me dio la impresión de que ocultaba muchas cosas detrás de una lata de cerveza.

– ¿Una lata? -se rió Dornick-. Querrás decir una caja… Alito fue una de las razones que me llevaron a dejar la policía. Larry Alito no era un buen compañero, y esto que quede entre nosotros. Nadie pudo olvidar el caso Newsome. Tuvo tanta repercusión que el alcalde me llamó en persona. La chica muerta era una persona realmente importante en el movimiento de los derechos civiles. Como ciudad, no podíamos permitirnos un puñetazo en el ojo, sobre todo después de que los disturbios del verano anterior hubieran salido en la televisión nacional del modo en que lo hicieron.

– ¿Está seguro de haber arrestado al culpable?

– Nos dieron un buen soplo -asintió Dornick-. No nos llegó a través de un chivato de la calle, sino de un tipo al que habíamos infiltrado en los Anacondas.

– ¿No sería Lamont Gadsden, por casualidad? Es el hombre que busco.

Una expresión curiosa cruzó la cara de Dornick, parecida a la de Boom-Boom cuando decidía si desafiarme a alguna chifladura, como saltar al lago Calumet desde el espigón.

– Qué demonios, Vic, ha transcurrido tanto tiempo… Sí, Gadsden finalmente delató a Sawyer. Lo presionamos para que nos diera un nombre y supongo que Sawyer y él eran buenos amigos en los Anacondas. No querrás sugerir que no fue Sawyer quien lo hizo, ¿verdad?

– Yo sólo busco a Lamont Gadsden porque su madre quiere encontrarlo. ¿Sabe qué ha sido de él? Desapareció la víspera de la gran nevada.

– No -respondió Dornick-. Nosotros también nos lo preguntamos. Pensamos que quizás el Martillo Merton descubrió que Lamont los había traicionado y lo mandó liquidar, porque no volvimos a verlo. Interrogamos al Martillo, pero ya sabes lo difícil que es hablar con él. ¿Qué quieres de Sawyer?

– Espero que pueda decirme algo sobre Lamont, pero voy a hablar con una monja del Centro Libertad Aguas Impetuosas. Estaba con Harmony Newsome cuando la mataron y no tiene muy claro que el asesino fuera Sawyer.

– Oh, esas monjas -se rió Dornick-. Las que no intentaban comernos el tarro en la escuela, ven el mundo con unas gafas de color de rosa. O imaginan que pueden ser otra hermana Helen Prejean e incluso conseguir que un tipo duro como yo se oponga a la pena de muerte.

Entró Nina. La reunión había terminado. Dornick me acompañó a la puerta asegurándome de nuevo que «la chica de Tony» siempre sería bienvenida en Mountain Hawk.

– Y dile a tu monja que estoy absolutamente seguro de que mandamos a Pontiac al culpable -añadió.

– No hay ningún expediente de Steve Sawyer en las bases de datos del sistema penitenciario -dije mientras Dornick se volvía para entrar de nuevo en su oficina-. ¿Está seguro de que lo mandaron a Pontiac?

Dornick hizo una pausa en el umbral.

– Podía haber sido a Stateville. No recuerdo todos los detalles, después de tantos años, y tu padre, o Bobby, probablemente te habrán dicho que los polis no seguimos el rastro a los perpetradores una vez han sido condenados.

– Hay una cosa más -dije, emitiendo los pertinentes sonidos de gratitud-, pero me resulta muy difícil hablar de ella. La razón de que tenga problemas en la calle con esta búsqueda es que los tipos que se criaron con Gadsden y Sawyer creen que, durante su detención, lo maltrataron terriblemente.

Dornick se volvió de nuevo, los brazos en jarras y los ojos brillantes de ira.

– Eso lo dicen siempre, Vic. Deberías saberlo del tiempo que trabajaste de abogada de oficio. Siempre se quejan de fuerza excesiva. Seguimos las normas al pie de la letra y ponemos los puntos sobre las íes. Demasiadas cosas dependían de aquella detención. Y no vayas por ahí ensuciando el nombre de Tony. Tony Warshawski era el mejor y esos cabrones tuvieron mucha suerte de que fuera él quien los detuviese.

Aquello era el final de la entrevista, pero la seguridad que me había dado me acompañó todo el día y me llenó de confianza mientras hacía una búsqueda de documentos en los archivos municipales y llamaba a un hombre que solía trabajar para mí para encargarle la vigilancia de un almacén de Mokena, en los suburbios meridionales. De regreso a la ciudad, acaricié la idea de fichar por Mountain Hawk. Sería estupendo formar parte de una gran empresa mientras otra persona iba a Mokena.

Dornick tenía razón en muchas cosas, sobre todo en el aprecio que sentía hacia mi padre. Eso me había gustado pero, ¿por qué había salido de la entrevista con desasosiego, como si algo que hubiera dicho hubiera disparado no una alarma, eso sería demasiado extremo, pero sí una advertencia?

Estaba segura de que en una empresa de seguridad tan importante como Mountain Hawk todas las entrevistas y reuniones eran filmadas en secreto. Si pudiese obtener una copia del disco que Nina había hecho de mi conversación, quizá descubriría qué me inquietaba. Me reí, imaginando que escalaba la torre de cristal verde y cortaba un cuadrado en una de las ventanas de la planta cuarenta y ocho, desactivando todas las medidas de seguridad de la empresa.

Los héroes de las películas lo tienen muy fácil. Clint Eastwood sacaría su Magnum y se cargaría a la gente. «Alégrame el día», dice volándole los sesos a alguien, y todos aplaudimos. Los supervivientes se ponen tan nerviosos que enseguida te lo cuentan todo. En la vida real, cuando estás asustado o te torturan, dirás todo lo que el terrorista quiere que digas.

Como Steve Sawyer, que se había presentado ante el juez desorientado y se había confesado culpable de la muerte de Harmony Newsome. Al pensar aquello, levanté el pie del acelerador y reduje la marcha tan de repente que la furgoneta que iba detrás tocó el claxon con furia. Alcé la mano para tranquilizar al conductor y dejé la autopista en la salida siguiente.

Aparqué en el arcén al final de la rampa e intenté pensar. Lamont había delatado a Sawyer -eso había dicho Dornick- y Johnny se había enfurecido y lo había matado o lo había matado Curtis por orden de Johnny y luego se habían deshecho del cuerpo.

Alegradme el día, uno de vosotros, alegradme el día. Contadme qué sucedió. Ya sabía que con una amenaza o un soborno no conseguiría que Dornick o Alito me abrieran su diario secreto. Tampoco tenía amistad con el fiscal del Estado para ofrecer inmunidad a Merton o una reducción de condena si hablaba conmigo. Y aunque así fuera, Merton tal vez no quisiera que lo entrevistara.

Quizás el juez Coleman me explicaría por qué no había llamado a ningún testigo cuando representó -o representó mal- a Sawyer hacía más de cuarenta años. Busqué el número en la guía de jueces de Cook County y llamé a Coleman.

Como era de esperar, el juez no podía atender mi llamada. La voz que respondió me dijo que recogería encantada mi mensaje, pero su tono indicaba que estaría encantada si no tuviera que utilizar nunca más un teléfono. Quise dejar el nombre y mi número pero la mujer dijo que no los anotaría a menos que dijera por qué quería hablar con el juez. Le conté con detalle a qué me dedicaba y añadí que había trabajado para el magistrado. Quería revisar un viejo juicio que se remontaba a sus primeros años en la oficina de Abogados de Oficio. Le di mi número con muy pocas esperanzas de que me devolviera la llamada.

Dejé la carretera a la altura de la calle Ciento tres. Pullman estaba a pocos kilómetros en dirección este. Tal vez Rose Hebert pudiera arrojar algo de luz sobre todos aquellos jugadores.

18 Un juez dubitativo, una mujer asustada

Rose abrió la puerta luciendo otro recatado vestido, en esta ocasión un modelo camisero azul marino con pequeños lunares blancos. Me miró con un destello de nerviosismo.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Jugar a ganar»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Jugar a ganar» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Sara Paretsky - Body Work
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Golpe de Sangre
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Marcas de Fuego
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Indemnity Only
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Deadlock
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Sin previo Aviso
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Medicina amarga
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Sisters on the Case
Sara Paretsky
Sara Paretsky - A Woman’s Eye
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Windy City Blues
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Fire Sale
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Punto Muerto
Sara Paretsky
Отзывы о книге «Jugar a ganar»

Обсуждение, отзывы о книге «Jugar a ganar» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x